Día 7 (10/05/2022) - Höfn ➞ Djúpivogur ➞ Egilsstadir
Höfn
Empezamos el día temprano para aprovechar las instalaciones del camping. Cogimos todo lo necesario y fuimos al comedor para desayunar en una de las mesas donde podíamos estar más anchos. Cuando acabamos subimos a un montículo que había junto al camping. Desde aquí había unas buenas vistas de los alrededores. Pudimos ver que el pueblo estaba rodeado por montañas y mar. Hoy teníamos muchos kilómetros por delante, de modo que no tardamos en recoger las cosas y poner en orden la camper para emprender la marcha.
Camping de Höfn
Carretera de Höfn a Djúpivogur
Para hoy teníamos planeado ir primero hasta Djúpivogur y empezar a ver los fiordos del este. Desde aquí queríamos llegar a ver la cascada Hengifoss. Si daba tiempo hacer una visita al pueblo de Seydisfjördur y acabar en Egilsstadir, donde teníamos reservada una habitación para pasar la noche. El plan era un poco exigente porque eran muchos kilómetros que incluían un trekking para ver la cascada.
Empezamos por conducir por la Ring Road durante algo más de 100 kilómetros para llegar hasta Djúpivogur. La carretera discurre cerca del mar y la primera parte del trayecto iba por una zona llana. El paisaje no dejaba de sorprendernos, obligándonos a detenernos en varias ocasiones para sacar fotos y disfrutar del paisaje que nos rodeaba. También pudimos ver cosas curiosas, como una gran silla de color rojo anclada a una roca. No pudimos evitar sentarnos para contemplar los alrededores sentados en esta silla.
Carretera de Höfn a Djúpivogur
Carretera de Höfn a Djúpivogur
Conforme nos acercábamos al primer destino del día, el terreno se fue volviendo un poco más montañoso. Encontramos precipicios que mueren en el mar y con sorprendentes miradores. Evidentemente fuimos haciendo paradas para contemplar las vistas. Uno de los motivos de venir a Islandia era ver sus espectaculares paisajes, así que pararse en los miradores y otras zonas de la Ring Road formaban parte de las visitas del viaje. Por el camino también vimos que hacía mucho viento y en algunos momentos tuvimos que reducir la velocidad por seguridad.
Carretera de Höfn a Djúpivogur
Carretera de Höfn a Djúpivogur
Djúpivogur
Cuando llegamos a Djúpivogur aparcamos en un pequeño parking y fuimos a ver el puerto. El pueblo es muy pequeño y su mayor reclamo es ser un pequeño pueblo pesquero. Mientras sacábamos fotos notamos que empezaba a chispear, así que no tardamos en volver a la furgoneta. El pueblo es tranquilo y sería agradable dar un corto paseo si no lloviese, aunque tampoco tiene ningún otro gran reclamo. De modo que decidimos seguir con nuestro camino.
Djúpivogur
Djúpivogur
Carretera de Djúpivogur a Egilsstadir
Seguimos conduciendo por la Ring Road hasta que encontramos una bifurcación. Aquí podíamos seguir por la Ring Road, recorriendo parte de los fiordos del este hasta Egilsstadir, o tomar una carretera secundaria para ir a Hengifoss. Tuvimos unos momentos de dudas pero nos decantamos por la segunda opción. La lluvia se había convertido en pequeños copos de nieve. Solo condujimos unos cientos de metros hasta que vimos que por esa carretera, y con esas condiciones, no íbamos a ir bien. Con un poco de lástima decidimos descartar la visita a la cascada Hengifoss. Hasta ahora habíamos tenido que descartar alguna visita secundaria, pero esta cascada la teníamos marcada como importante. Las condiciones climáticas nos hicieron descartar esta visita, pero el tiempo de los próximos días nos haría descartar alguna más. Como siempre pensamos en estos casos, este sería un motivo más para volver a este país.
Como no hay mal que por bien no venga, aunque nos perdimos una visita pudimos ver gran parte de los fiordos del este. La carretera seguía unos cuantos kilómetros más bordeando la costa y el paisaje era increíble. Conforme íbamos avanzando la nieve empezó a hacerse más intensa. Cuando abandonamos la costa y la carretera empezó a ponerse en dirección al interior para llegar a Egilsstadir, empezamos a ver un poco de nieve acumulada en los bordes de la carretera. Comenzamos a pensar que habíamos hecho bien en descartar ir a Hengifoss. Además de las malas condiciones de la carretera, para llegar a la cascada hay un trekking de unos cinco kilómetros y con nieve no era viable.
Carretera de Djúpivogur a Egilsstadir
Carretera de Djúpivogur a Egilsstadir
Egilsstadir
Habíamos pasado la mañana en la carretera para recorrer unos 250 kilómetros. Con algunos imprevistos que nos habían impedido hacer una visita importante, y que en algunos momentos vimos como iba aumentando la nieve. Finalmente, llegamos a Egilsstadir, una de las ciudades más importantes del este del país, aunque solo tiene poco más de 2.000 habitantes. En esta ciudad confluyen las carreteras para llegar a varios lugares de la zona, por eso era un buen punto de partida.
Era mediodía y estábamos cansados de llevar todo el día conduciendo. Decidimos que sería buena idea buscar un sitio donde comer. Habíamos leído que algunas gasolineras N1 tienen un pequeño supermercado y restaurante con buenos precios. Cuando aparcamos todavía nevaba y entramos en el restaurante de la N1. Pedimos una sopa islandesa, para probar algo de la cocina local, una pizza y una hamburguesa con patatas para Liam. En total pagamos 38,76€ de modo que tal como habíamos leído, no está mal de precio.
Comida en Egilsstadir – Sopa islandesa
Después de comer decidimos ir a comprar algunas cosas que nos faltaban. Frente a la N1 había un supermercado Netto y compramos algunas cosas que necesitábamos. Entre ellas, compramos algunos platos preparados. En casa nunca compramos este tipo de productos, pero habíamos visto que otros viajeros lo hacían, realmente era una alternativa para comer algo diferente cuando no teníamos tiempo para cocinar. Además, no era demasiado caro y como descubrimos en los próximos días, estaba más bueno de lo que pensábamos.
Teníamos toda la tarde por delante pero seguía nevando. Desde Egilsstadir podíamos ir por carretera hasta Hengifoss, hasta el pueblo de Seydisfjördur o hasta Lindarbakki. Nos decantamos por empezar por el último que era el que tenía una distancia más larga. A los pocos kilómetros vimos que había un tramo en obras y el asfalto daba paso a un camino de tierra lleno de piedras. Hicimos un par de kilómetros a muy poca velocidad mientras esquivábamos camiones de obra. A esto había que sumarle la nieve y vimos que así no podríamos llegar. Decidimos dar la vuelta y probar llegar a la última de las opciones de visitas para hoy que era Seydisfjördur.
Volvimos a Egilsstadir y tomamos la carretera para ir a nuestro próximo destino. Al principio la carretera estaba bien, encontramos un poco de nieve a los lados pero nada más. El problema fue cuando empezamos a subir para pasar un pequeño puerto de montaña. La intensidad de la nieve empezó a aumentar y también a aparecer algunas placas de hielo en la carretera. La camper nos patinó un par de veces y no quisimos correr más riesgos. Dimos la vuelta lamentándonos de que hoy no estaba siendo nuestro día. Habíamos conseguido llegar hasta Egilsstadir, pero sin hacer ninguna de las dos visitas principales del día.
Por suerte, hoy dormíamos en una habitación que ya traíamos reservado de casa. Pensamos que hacer 14 noches seguidas en la furgoneta con Liam no sería fácil y consideramos buena opción buscar una habitación más o menos a medio camino. Los precios de los hoteles suelen ser altos en Islandia, pero conseguimos encontrar una habitación por 76,18€ y no lo dudamos. Pasamos el resto de la tarde descansando en nuestra habitación y jugando con Liam. Además, teníamos un poco de espacio donde pudimos poner nuestro fogón y cocinar en la habitación. Aunque no había sido uno de los mejores días del viaje, pudimos descansar un poco y estar más cómodos que en la camper.
Habitación de Egilsstadir
Habitación de Egilsstadir
Tuvimos tiempo de pensar como reorganizar un poco el plan para los próximos días. Si al día siguiente el tiempo lo permitía, probaríamos de nuevo de llegar hasta Seydisfjördur y desde aquí empezar con las visitas planificadas para el día siguiente. Descartábamos ir a Hengifoss porque suponía mucho tiempo y Lindarbakki porque solo era una visita secundaria. De modo que, después de pasar una tarde diferente y que a Liam le fue muy bien para jugar un buen rato, nos fuimos a dormir. Esperábamos que al día siguiente el clima hubiera mejorado y nos permitiese seguir con nuestras visitas.
