Día 1 (15/08/2018) - Barcelona ➞ Frankfurt ➞ Johannesburgo
Salida de Barcelona
Habíamos pasado los últimos meses preparando el viaje a Botsuana, donde también visitaríamos las Victoria Falls y Johannesburgo. No fue fácil organizar un viaje de esta envergadura. Primero porque empezamos a prepararlo con unos 3 meses de antelación. Estamos acostumbrados a otros destinos, que con un par de meses antes es suficiente. Para hacer un safari en África, la mayoría de la gente empieza a reservar vuelos un año antes. Además, nosotros no queríamos ir con el típico viaje organizado, queríamos disfrutar de un poco de libertad.
Tuvimos que comprar el vuelo, alquilar un 4x4 y reservar las noches en los parques nacionales. No fue nada fácil hacerlo desde casa. Contactamos con un guía local para que nos acompañase los días de safari. Para los campsites de Botsuana, tuvimos la suerte que nuestro guía nos ayudó y nos hizo la mayoría de las reservas. Otro punto a tener en cuenta era que íbamos a hacer muchos kilómetros y había que cuadrar las distancias con donde pasar la noche. Al final, con unas pocas horas de dedicación y con ayuda de nuestro guía, conseguimos organizarlo todo. De esta manera, haríamos la ruta en 4x4 y por nuestra cuenta.
Después de un poco de estrés las últimas semanas, por fin, había llegado el día de una nueva aventura. Con esos nervios que se notan momentos antes de subir a un avión, acabamos de meter nuestras cosas en la mochila. Este viaje iba a ser diferente por varios aspectos. Era la primera vez que íbamos al sur de África, íbamos a basar estas vacaciones en hacer un safari para poder ver animales en libertad. Pero también, porque era la primera vez que no nos íbamos solos, en esta ocasión íbamos acompañados con dos amigas, Alba y Laura.
Lo primero que hicimos fue ir a casa de Laura, donde habíamos quedado para que nos llevasen al aeropuerto. Llegamos con mucha antelación para evitar sorpresas. Después de facturar las mochilas y pasar el control, nos quedaba mucho tiempo y fuimos a tomar algo. Mientras estábamos sentados en una de las cafeterías del aeropuerto, nos avisaron que el avión iba con retraso. Empezamos a temer por perder la conexión con nuestro segundo vuelo. Primero volábamos a Frankfurt y desde ahí hasta Johannesburgo, donde empezaríamos el recorrido por tierra.
Billetes de avión
Pasamos un rato esperando noticias para saber cuando saldría nuestro vuelo. Teníamos solo dos horas de escala en Frankfurt. Tiempo suficiente para una escala normal, pero estábamos viendo como éste se iba reduciendo. Finalmente, con algo menos de una hora de retraso, abrieron las puertas para ir subiendo al avión. No tendríamos mucho tiempo para cambiar de avión en Frankfurt, pero esperábamos que fuera suficiente.
Escala en Frankfurt
Llegamos a Frankfurt sabiendo que disponíamos de poco más de una hora para hacer la escala. Este aeropuerto es uno de los más grandes de Europa y temíamos que tuviéramos que cambiar de terminal y caminar un rato para llegar a la puerta de embarque.
Nada más bajar del avión fuimos a las pantallas de información para buscar cual era la puerta a la que teníamos que dirigirnos. Tuvimos mucha suerte, ésta no estaba lejos, pero había que pasar el control de aduanas. Hicimos un poco de cola hasta que llegó nuestro turno de enseñar el pasaporte. Caminamos un poco y llegamos al control de equipaje. Aquí perdimos un poco de tiempo, porque menos la mochila de Miriam, nos hicieron abrir la de los demás y volverlas a pasar por la máquina. Aunque perdimos algo de tiempo, la puerta de embarque estaba muy cerca y llegamos antes de que la gente empezase a subir al avión.
Aeropuerto de Frankfurt
Más tranquilos después de conseguir subir al avión sin más problemas, nos acomodamos en nuestros asientos. Ya estábamos preparados para comenzar la aventura, solo quedaba llegar a nuestro destino. El vuelo era de noche, llegando a Johannesburgo a las 7 de la mañana. Podríamos aprovechar el vuelo para dormir y así empezar con nuestro recorrido al llegar.
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