Día 11 (25/08/2018) - Khwai ➞ Savuti
Khwai
Como ya era costumbre, despertamos cuando todavía no había empezado a salir el sol. Teníamos la sensación de levantarnos cada día más temprano. Recogimos todo y empezamos a preparar el desayuno. Mientras preparábamos los sándwiches, uno de los babuinos del parque se acercó a la mesa disimuladamente. Intentamos bloquearle el paso. Cuando se quedó a poca distancia de la mesa, dejamos que pasase porque pueden ser agresivos y morder. Cogió uno de los sándwiches con servilleta incluida y se fue corriendo. El resto del grupo corrió tras éste pidiéndole parte del botín.
Después de este incidente nos dispusimos a desayunar con más cuidado, para que no se acercase ningún otro babuino. Mientras desayunábamos vimos como todavía perseguían al ladrón, para que repartiese la comida. Siguiéndolo mientras éste subía al depósito de agua del campsite.
Babuino
Antes de dejar Moremi hicimos un último game drive por el parque. Tuvimos mucha suerte y volvimos a ver a un león. Éste estaba tirado en medio de la hierba de la sabana y quedaba disimulado por el color. Un coche podría haberlo atropellado al quedar camuflado. Por suerte, ya había algunos vehículos sacando fotos y era evidente que ahí había algún animal.
León
León
Cuando llegamos parecía que el león estaba durmiendo. Con la llegada de coches se puso en alerta y a ratos levantaba la cabeza. No parecía tener intención de moverse, después de sacar unas cuantas fotos decidimos que era momento de ponernos en dirección a nuestro nuevo destino.
Savuti
Hoy dejábamos Moremi National Park, donde habíamos pasado los últimos tres días, para llegar a Chobe National Park. Éste se divide en dos zonas, Savuti y Serondela. Nosotros pasaríamos las dos próximas noches en Savuti, donde el terreno es mucho más seco de lo que habíamos visto los últimos días. De hecho, nos recordaba más al CKGR. Los árboles verdes, aunque dispersos de Moremi, cambiaban por arbustos y pequeños árboles secos y sin hojas.
Camino de Savuti
Pese a que los dos parques están uno junto al otro, los campsite de Khwai y Savuti están bastante alejados. Además, teniendo en cuenta los caminos por los que conducíamos, perdimos toda la mañana para llegar a la zona donde pasaríamos las dos próximas noches. Faltaba poco para el mediodía, así que decidimos que era mejor comer y salir después a realizar el game drive por la tarde.
Campsite de Savuti
Como pasaba en el CKGR, hay pocos puntos donde los animales pueden encontrar agua. Fuimos a una de las pocas charcas de Savuti para ver si había animales que habían ido a beber.
Al llegar encontramos a una pequeña manada de elefantes. La charca era muy pequeña y no podían bañarse, tan solo estuvieron un rato bebiendo agua antes de retomar la marcha. Por nuestra parte, al verlos partir pensamos que lo mejor era también continuar nuestro camino.
Elefante
Aaron nos sorprendió llevándonos a ver un baobab. Estos árboles son muy característicos de África, sobre todo de Madagascar. Tienen el tronco muy ancho comparándolo con su altura y sus ramas. Alrededor del baobab estaba permitido bajar del vehículo. Estirar las piernas era de agradecer, sobre todo con la cantidad de horas que estábamos pasando dentro del coche. Pasamos unos minutos sacándonos fotos con este gran árbol, a su lado parecíamos hormigas.
Baobab
Continuamos nuestro game drive por Savuti en busca de animales. Habíamos salido después de comer, cuando el sol apretaba y era complicado encontrar animales. Aun así pudimos ver algunos como el red billed hornbill, con su gran pico de color rojo. Parecía estar atento por si encontraba algo de comida. También vimos una pequeña manada de lechwes, una especie con la que nos habíamos cruzado muy poco y que no parecía ser muy numerosa.
Red Billed Hornbill
Lechwe
Antes de volver al campsite, fuimos a otra de las charcas del parque. En esta ocasión era más grande y el sol ya había empezado a caer. Encontramos a una manada de elefantes, con una cría incluida y que estaban bebiendo. Estuvieron un buen rato refrescándose y tirándose agua por encima con la trompa. Sin duda, el elefante era uno de los animales que más nos estaba gustando durante nuestro safari por Botsuana.
Elefante
Elefante
No muy lejos vimos que había varios vehículos detenidos y nos acercamos. Había tres leones que se estaban despertando y empezaban a moverse en busca de agua y comida. Parecía que éstos eran muy perezosos y se detenían cada pocos pasos, alguno incluso volvía a estirarse.
León
León
Poco a poco se fueron espabilando y se acercaron hacía donde estábamos nosotros. Estábamos de camino a una de las charcas. Uno de ellos pasó tan cerca de nuestro vehículo que casi toca el parachoques. No parecía que les extrañase ver a un grupo numeroso de vehículos. Aaron nos explicó que si ven coches no pasa nada, pero si alguien bajase lo atacarían.
Uno de los tres no acababa de despejarse y se quedó tumbado cerca de nosotros. Aprovechamos para sacar algunas fotos. Pudimos tomar una de la cara con su melena mientras nos miraba con atención. Para ser el rey de la selva y uno de los más grandes depredadores del mundo, en estos momentos no parecían ser muy agresivos.
León
León
Pasamos bastante rato observando a los leones y no nos dimos cuenta de que el sol estaba cayendo. No quedaba mucho rato de luz y teníamos que llegar al campsite. Vimos el atardecer mientras nos dirigíamos al lugar donde pasaríamos la noche. Cada atardecer en Botsuana era diferente, sobre todo por el paisaje, pero la gama de colores rojizos siempre lo acompañaban.
Atardecer
Estábamos cansados de tantas horas de coche y de los días que llevábamos acumulados de safari. Tomamos una ducha y a la vuelta preparamos la cena para no ir a dormir demasiado tarde. Necesitábamos descansar un poco porque todavía nos quedaban algunos días de viaje y queríamos aprovecharlos. Después de cenar apenas nos quedamos unos minutos hablando. A diferencia de los primeros días que nos quedábamos más de una hora. Hasta Aaron que estaba acostumbrado a hacer safaris estaba cansado y se fue pronto a dormir.
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