Día 9 (23/08/2018) - Xakanaxa
Xakanaxa
Despertamos muy animados por la cantidad y diversidad de animales que habíamos visto el día anterior. Intentamos desayunar rápido y recoger todo para salir lo antes posible. Mientras comíamos, los que tienen el sueño más ligero comentaron que habían escuchado ruido fuera de las tiendas durante la noche. Aaron nos dijo que habían sido elefantes como el que habíamos visto durante la cena porque había huellas.
De nuevo se nos hizo un poco tarde y salimos con algo de retraso. Sin embargo empezamos bien la mañana, nada más salir del campsite nos encontramos con una jirafa. Paseaba tranquilamente en busca de alimento. Por esta zona había acacias y empezó a comerse sus hojas. Aprovechamos que no parecía molestarse por nuestra presencia para sacar unas cuantas fotos. No eran muchos los animales que continuaban como si nada cuando nos veían. Había que aprovechar cuando esto pasaba.
Jirafa
Jirafa
No tuvimos que movernos demasiado para encontrarnos con nuestros amigos los impalas. Ya no nos sorprendíamos cuando los veíamos, estaban por todas partes y en grupos numerosos. Pero en esta ocasión había dos machos jóvenes que estaban jugando a chocar sus cornamentas. Así que, nos detuvimos unos minutos para ver como jugaban, mientras el resto de la manada pastaba tranquilamente alrededor de ellos.
Impala
Pocos minutos más tarde descubrimos a un nuevo animal. Nunca habíamos oído hablar del waterbuck. Éstos son de la familia de los antílopes y también se les conoce como el antílope acuático, porque se mete en el agua para protegerse de sus depredadores. Habiendo conocido una nueva especie nos dispusimos a continuar la marcha.
Waterbuck
Todavía nos quedaban algunos de los animales de nuestra lista por ver, esperábamos tener suerte a lo largo del día. Mientras tanto, íbamos recorriendo el parque y así encontramos de nuevo a un elefante macho. Éste iba solo como suelen hacer cuando van en busca de alimento.
Elefante
También vimos de nuevo a los hipopótamos cuando bordeamos la hipo pool. A diferencia de la tarde anterior, en esta ocasión pudimos ver como sacaban la cabeza para respirar y ver algo más que el lomo saliendo del agua. Todavía esperábamos poder encontrar uno fuera para verlo de cuerpo completo.
Hipopótamo
Otro de los animales que encontramos por la mañana fue el mono. Estos pequeños animales están en muchas zonas del planeta, pero era la primera vez que los veíamos durante este viaje. Había un grupo numeroso de estos primates y la mayoría estaban sobre los árboles buscando comida.
Mono
Unos minutos más tarde nos encontramos con una manada de búfalos. Éstos pertenecen al denominado "big five", junto a elefante, rinoceronte, leopardo y león. Para nosotros no era de los animales más importantes de ver y no llegamos a entender porque los englobaban en este selecto grupo.
Búfalo
Pese a esto, era un animal nuevo en nuestro safari y nos alegramos por poder verlo. Los búfalos tienen un cuerpo parecido al toro, lo que más los diferencia es la cornamenta. Para nosotros, lo más impactante fue lo numerosa que era la manada que nos encontramos, seguramente había más de 100.
Búfalo
Todavía era temprano y ya habíamos visto varios animales diferentes. Estar cerca del delta del Okavango en una zona con más agua estaba ayudando. Continuamos y nos cruzamos con un grupo de cebras. Como los días anteriores, a la que nos acercábamos éstas nos daban la espalda. Aun así, conseguimos que una se quedara de lado y pudimos sacar una foto más detallada de la cabeza.
Cebra
No muy lejos había una manada de ñus. Éstos son muy tranquilos y menos asustadizos que las cebras. Aun así, nos acercamos despacio para poder sacar fotos de cerca.
Ñu
Habíamos pasado los últimos 4 días viendo muchos animales, pero no dejábamos de decirle a Aaron que queríamos ver al león. Él había intentado que lo viéramos pero no estábamos teniendo suerte. Habíamos recorrido todo Xakanaxa y habíamos llegado hasta la zona de Xini, que también formaba parte de Moremi. Cada vez que nos cruzábamos con otro coche con guía se paraba para preguntar. Le dijeron que habían visto una manada debajo de un gran arbusto y estuvimos recorriendo la zona durante mucho rato.
Cuando pensábamos que ya no los veríamos, vimos otro vehículo detenido y nos acercamos. Había una manada de 17 formada por leonas y sus crías. Estábamos muy emocionados por haber hallado por fin al rey de la selva. Durante el día descansan a la sombra de árboles y arbustos, de modo que, pudimos acercarnos sin problemas para sacar todas las fotos que quisimos.
León
León
Al rato vimos que se acercaba una manada de elefantes. Éstos que no habían visto que estaban las leonas con sus crías, se acercaron demasiado y asustaron a los felinos que salieron corriendo. La naturaleza nos ofreció este regalo, no debe ser muy habitual poder ver esta escena.
León
Después del susto inicial, el elefante se fue con el resto de su manada por otro camino y las leonas poco a poco fueron volviendo a su lugar. De nuevo, se acomodaron a la sombra que les daba el arbusto y se pusieron a descansar.
León
León
Quedaba una última sorpresa para esta mañana. A no mucha distancia estaban los machos de la manada. Otro guía le había dicho a Aaron donde estaban y fuimos en su busca. Esta vez dimos con ellos enseguida. Eran un grupo de 3 leones que estaban apartados del resto de la manada, pero como los demás, estaban descansando debajo de la sombra de un árbol o un arbusto. Pasamos un rato observando si hacían algún movimiento, pero viendo que no hacían nada decidimos irnos.
León
León
Sin darnos cuenta eran más de las dos de la tarde y todavía no habíamos comido. Con la emoción de ver al león nos habíamos olvidado de comer. Buscamos una zona donde poder detenernos y preparar la comida. Teníamos todo cocinado y solo era mezclar en el plato con ensalada.
Pasado un rato volvimos a ponernos en marcha. Ya habíamos visto casi todos los animales de nuestra lista, y de los que quedaban no teníamos esperanzas de verlos. Pero esto no significaba que no pudiéramos encontrar animales que todavía no habíamos visto o cruzarnos de nuevo con algunos que nos habían gustado mucho.
La tarde fue menos prolífica que la mañana, también debido a que nos quedaron menos horas al comer tarde. Aun así, tuvimos tiempo de encontrar al águila Marshall. Estaba posada sobre un árbol, esperando a ver una presa sobre la que abalanzarse.
Águila Marshall
De vuelta al campsite paramos de nuevo en la hipo pool. Volvimos a ver a un grupo de hipopótamos, pero esta vez estaban fuera del agua. Se encontraban en la otra orilla camino de zambullirse. Aunque fuese de lejos, pudimos ver de cuerpo entero a este animal.
Hipopótamo
Cuando estábamos llegando con ganas de descansar, nos cruzamos con un wild dog. Este animal es complicado de ver, de hecho, fue el único ejemplar que vimos durante todo el viaje. Parece una mezcla entre un perro y una hiena, con manchas blancas, negras y marrones repartidas por el cuerpo. Dimos algunas vueltas intentando seguirlo y sacar una buena foto, pero nos resultó imposible. Desistimos porque empezaba a oscurecer y estábamos algo cansados.
Wild dog
Como la tarde anterior, pasamos a comprar leña antes de entrar al campsite. Tuvimos tiempo de preparar el fuego y ducharnos antes de preparar la cena. Después de cenar y charlar un rato Alba se fue a dormir y Aaron tampoco tardó. Laura, Miriam y Sergio, nos quedamos un rato más hasta que decidimos ir a lavarnos los dientes e ir a dormir.
Sergio fue el primero en volver y subir a la tienda. Cuando Miriam y Laura volvían de los baños escucharon un ruido. Al principio no vieron de que se trataba. Recogieron sus cosas mientras miraban de donde procedía el ruido. Antes de subir a las tiendas pudieron ver que era un elefante. Éste estaba forcejeando con otro vehículo del campsite, situado a unos 20 metros del nuestro.
Subieron a las tiendas y desde allí los cuatro vimos como el elefante empujaba el coche para apartarlo. Como no lo consiguió, con la trompa dio unos golpes en las tiendas. Entonces escuchamos el grito de la mujer que había en el interior. El elefante desistió pero no sin antes llevarse la cubierta para la lluvia de la tienda. Desde nuestra posición gritamos a la familia que había en el otro vehículo, preguntando si estaban bien. El hombre nos dijo que estaban bien y el animal ya se había ido. Con un poco de susto en el cuerpo por la escena que acabábamos de presenciar nos fuimos a dormir.
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