Día 21 (08/12/2016) - Kuala Lumpur ➞ Barcelona
Escala en Kuala Lumpur
Habíamos pasado cerca de 3 semanas en Camboya, un país que teníamos muchas ganas de visitar. Camboya es un país con mucha historia, tanto antigua como reciente. Recorrimos muchos kilómetros de este pequeño país, para poder descubrir toda la historia que guarda dentro de sus fronteras. Empezamos por la historia reciente con los jemeres rojos y las barbaridades que hicieron. Pasamos por templos preangkorianos, antes de meternos de lleno en la parte más importante del país. Visitamos toda la zona de Angkor, conociendo su historia gracias a Thon. Visitamos muchos de sus templos, entre ellos Angkor Wat, Bayón y Ta Prohm. Pero también vivimos otras experiencias, pasar un día entre elefantes, ver los delfines de Irrawaddy, montarnos en un tren de bambú o pasar un par de días en una isla paradisiaca.
Adiós a un gran viaje
Dijimos adiós a este país que es mucho más que Angkor. Teníamos un largo camino por delante. La primera parada en el camino fue en Kuala Lumpur. A diferencia del viaje de ida, esta vez no tendríamos tiempo para salir del aeropuerto. La escala era de unas cuatro horas y solo tuvimos tiempo de cenar. Cuando llegamos al aeropuerto era bastante tarde y solo estaba abierto un McDonald's. Sin otra opción tuvimos que cenar una hamburguesa y esperar a que nos llamarán para embarcar de nuevo. El avión tuvo un problema con unas luces y salimos una hora tarde del aeropuerto de Kuala Lumpur.
Escala en Doha
La segunda y última parada en el camino antes de llegar a Barcelona, fue en el aeropuerto de Doha. Esta escala era corta y con el retraso que habíamos sufrido en Kuala Lumpur, tuvimos menos de dos horas de escala. El problema fue que en el aeropuerto, tuvimos que pasar el control y cuando llegamos al puesto de control había mucha cola. Hicimos la cola sin dejar de mirar el reloj. Cuando ya casi nos tocaba un guardia nos dijo que por ahí no se podía pasar y teníamos que seguir hacia delante, con lo que teníamos que hacer otra cola. Discutimos con el guardia, pero nos dijo que era la única manera de seguir hacia delante. Habían pasado muchas personas por ese mismo punto, pero justo cuando nos tocaba a nosotros no quiso que pasaran más personas.
Con muchos nervios porque veíamos que no nos iba a dar tiempo, hicimos la cola que nos indicaron. Cuando conseguimos pasar el control, quedaban menos de 30 minutos para que saliera el avión. Fuimos corriendo hasta la puerta de embarque, justo al llegar estaban llamando para embarcar nuestra zona del avión. Tuvimos mucha suerte y llegamos justo a tiempo. Nos pusimos cómodos e intentamos tranquilizarnos. Quedaban unas 6 horas de vuelo para llegar a casa.
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