DELTA DEL EBRO EN 4 DÍAS (24/06/2021 - 27/06/2021)
Día 1 (24/06/2021) - Blanes ➞ L'Ampolla ➞ Amposta ➞ Llacuna de l'Encanyissada ➞ Llacuna la Tancada
Llevábamos unos cuantos meses sin hacer ningún tipo de viaje, debido entre otras cosas a la pandemia. Así que cuando tuvimos ocasión decidimos hacer una escapada de 4 días no muy lejos de casa. Alquilamos una autocaravana para pasar unos días en el delta del Ebro. Para nosotros sería la segunda experiencia en camper, la primera fue en nuestro viaje a Nueva Zelanda durante nuestra luna de miel, pero para Liam sería la primera vez y teníamos muchas ganas de descubrir si le gustaba.
En esta ocasión íbamos a pasar unos días para vivir la experiencia y conocer la zona, pero no sería una escapada plagada de visitas. Esto no quiere decir que no haya nada por ver en el delta del Ebro, lo único que hay las suficientes para verlas con tranquilidad en cuatro días.
La escapada empezó sobre las 8 de la mañana yendo a recoger la autocaravana. Habíamos alquilado el vehículo con Pimpamvan, unos chicos de Blanes, por 480€ los cuatro días (120€ al día) al ser temporada media. Aunque teníamos la experiencia del viaje a nuestras antípodas, no nos fue mal que nos explicarán como funcionaban todas las comodidades de la camper, incluyendo la batería, girar los asientos para comer, todos los rincones para guardar cosas, limpiar los diferentes tipos de aguas, etc. Una vez finalizadas las explicaciones, pasamos por casa a buscar a Liam y para recoger el equipaje y la comida que nos íbamos a llevar. Así pudimos descubrir la cara de alegría de Liam al ver lo que él llamaba un coche grande.
Entre una cosa y otra acabamos saliendo de casa pasadas las 10 de la mañana y teníamos unas tres horas hasta nuestro destino. Dedicamos el resto de la mañana a conducir por la autopista para llegar al delta del Ebro. Cuando estábamos llegando vimos que era la hora de comer y decidimos parar en L'Ampolla. Tuvimos que preguntar en varios restaurantes hasta que conseguimos mesa en el restaurante Casa Llambrich. De primero pedimos para compartir buñuelos de bacalao, mejillones y ostras, de segundo pedimos un arroz negro. Estaba todo muy bueno y Liam se puso las botas con los mejillones. En total pagamos 56,5€ incluyendo la bebida.
Restaurante Casa Llambrich - Ostras
Restaurante Casa Llambrich - Arroz negro
Antes de volver a la camper decidimos dar un pequeño paseo por la zona del puerto. Era mediodía y hacía mucho calor, por eso seguramente había poca gente por la calle. La zona del puerto tiene un dique bastante largo haciendo que los barcos estén en unas aguas muy tranquilas. Desde donde estábamos podíamos ver los edificios de primera línea de mar, que tenían una altura más o menos uniforme y no demasiado altos. Teníamos ganas de seguir con nuestro camino y no tardamos en volver a nuestro vehículo.
L'Ampolla
Para llegar al delta del Ebro pasamos primero por Amposta, el pueblo más grande de la zona. Encontramos un parking gratuito donde poder dejar nuestra casa con ruedas cerca del centro. Lo primero que hicimos fue ir directos hasta el río, teníamos ganas de conocer el puente que lo cruza y nos gustó bastante. Lo recorrimos a pie y sacamos fotos desde ambos extremos, aprovechando cuando no pasaban coches. De vuelta, vimos de lejos los restos de un antiguo castillo junto al río y recorrimos unas calles que, como en L'Ampolla, estaban prácticamente desiertas. Cruzamos la plaza Berenguer IV, aquí decidimos que lo mejor era entrar de lleno en el delta y volvimos a la camper.
Amposta - Puente sobre el río Ebro
Amposta - Plaza Berenguer IV
Entramos de lleno al delta del Ebro desde Amposta. A los pocos minutos de salir de la ciudad vimos que el paisaje cambiaba dando paso a campos de arroz hasta donde alcanza la vista. No pudimos evitar detenernos para sacar algunas fotos. Esta zona está llena de arrozales que aprovechan el agua del río Ebro.
Delta del Ebro - Arrozales
Queríamos llegar hasta la Casa de Fusta, un lugar que hace las funciones de oficina de turismo, además de alojamiento y donde se pueden reservar varias actividades. Teníamos más o menos claro lo que queríamos hacer estos días, pero preferíamos pasarnos por este lugar para preguntar. Llegamos poco después de las seis de la tarde y ya habían cerrado, así que seguiríamos el plan que traíamos desde casa.
Junto a la Casa de Fusta se encuentra la Llacuna de l'Encanyissada, una de las lagunas más grandes del delta. En estas áreas hay miradores para ver el paisaje y sobre todo para avistar aves. A esta hora no había demasiadas aves, así que nos limitamos a disfrutar del paisaje y sacar algunas fotos. Antes de volver al vehículo paramos a tomar algo en un bar que hay junto a la Casa de Fusta.
Llacuna de l'Encanyissada
Era tarde para realizar cualquiera de las actividades que teníamos planeadas, así que decidimos empezar a buscar un lugar donde pasar la noche. Llegamos a otro mirador entre la Llacuna la Tancada y MonNatura. Nos detuvimos para sacar algunas fotos y ver algunas aves que estaban bebiendo. Pasamos un rato disfrutando del paisaje y las vistas, también viendo aves, en especial un grupo de flamencos. Liam aprovechó para correr un rato, el coche grande le estaba gustando pero después de tantas horas sentado necesitaba correr.
Llacuna la Tancada
Llacuna la Tancada – Flamencos
Pasamos un buen rato disfrutando de la laguna y cuando volvimos a nuestra casa con ruedas, vimos que había varias personas que se estaban preparando para pasar la noche en el parking del mirador. Al principio teníamos dudas si se podía pasar la noche en este lugar, pero cuando vimos que el parking se llenaba y todos se preparaban para hacer noche, decidimos que nosotros también pasaríamos la noche en este fantástico espacio. Aprovechamos este lugar privilegiado para ver un bonito atardecer, con la laguna y algunas aves que seguían por la zona.
Llacuna la Tancada
Cuando empezó a caer el sol empezaron a hacer acto de presencia los mosquitos. En esta zona hay gran cantidad de mosquitos y dejamos la puerta y algunas ventanas abiertas con la mosquitera puesta para mantener un poco de fresquito en el interior. Con el alquiler de la camper con Pimpamvan, nos regalaron un pack de jamón, queso y longaniza para cenar, cortesía de un bar de Blanes que se llama La Tapeta. Aprovechamos el regalo para la cena de esta primera noche en el delta del Ebro.
Cena
Había sido un primer día para llegar hasta el delta y hacer una primera toma de contacto de la zona. Todavía teníamos tres días por delante para realizar las visitas que teníamos planeadas.
Día 2 (25/06/2021) - Llacuna la Tancada ➞ Playa del Trabucador ➞ Desembocadura del Ebro ➞ Playa del Fangar ➞ Deltebre
El primer día de esta escapada fuimos a dormir pronto, y como consecuencia, también nos despertamos bastante temprano. Tanto que vimos el amanecer. Estábamos en un lugar privilegiado y ver como salía el sol en este paraje natural no tiene precio. Al poco empezamos a preparar el desayuno. Tomamos esta primera comida del día disfrutando de las vistas que teníamos desde este parking. Después recogimos todo y nos pusimos en marcha para la primera parada del día.
Llacuna la Tancada
Llacuna la Tancada
Para empezar este segundo día, y aprovechando que estábamos muy cerca, fuimos a la playa del Trabucador. Lo curioso de esta playa es que es una lengua de tierra que se extiende al sur del delta. Cuando fuimos nosotros no se podía llegar hasta la punta de la Banya. Recorrimos la zona habilitada y aparcamos nuestro vehículo. Esta lengua de tierra es tan estrecha que a ambos lados hay playa y se puede ir de una a otra con unos pocos pasos. Pasamos la mañana disfrutando de esta playa que nos gustó mucho. Por un lado porque no había demasiada gente y era muy tranquila. Por otro porque apenas había olas y se podía caminar varios metros sin que el agua cubriese por encima de las rodillas, algo que Liam agradeció y disfrutó muchísimo.
Playa del Trabucador
Playa del Trabucador
Cuando era casi mediodía recogimos y nos pusimos en dirección al restaurante Casa Nuri. En varios blogs habíamos leído recomendaciones para comer en este restaurante. Además, justo al lado es desde donde salen los cruceros para recorrer el delta. Cuando llegamos nos dijeron que no tenían mesas libres, así que recomendamos reservar con antelación si queréis comer en este lugar. Preguntamos en las taquillas por los horarios de los cruceros y vimos que teníamos varias opciones para la tarde.
Nos alejamos un poco de la zona para ir a buscar donde comer. Acabamos entrando en el restaurante la Granota, donde tenían un menú de 11€ por persona. Pedimos de primero ensalada con queso de cabra y mejillones para compartir y de segundo una fideuá. Como el día anterior, Liam se puso las botas con los mejillones. De postre pedimos tarta de queso y un menjar blanc, un postre típico del delta elaborado con leche y harina de arroz.
Restaurante la Granota - Mejillones
Restaurante la Granota - Fideuá
Después de comer volvimos cerca del río para comprar las entradas para el crucero. Pagamos 9,5€ por persona, menos Liam que al tener menos de 2 años no pagaba entrada. El trayecto constaba de un recorrido hasta la desembocadura donde giraríamos para volver al origen. Durante el trayecto de ida nos dispusimos a disfrutar del paisaje, sobre todo de la isla de Buda que quedaba a la derecha. Había un guía que iba explicando un poco la historia de la zona y algunos datos curiosos. Lo más importante era que desde que se construyeron pantanos en el Ebro y sus afluentes, gran parte de los sedimentos no llegan a la desembocadura. Esto ha provocado que vaya perdiendo superficie con el paso de los años. Esto es muy visible llegando a la desembocadura, al fondo podía verse un faro en el mar, hace algunos años se podía llegar andando, en cambio ahora el agua lo impedía.
Crucero por la desembocadura del Ebro
Crucero por la desembocadura del Ebro
Al llegar a la desembocadura dimos la vuelta y nos acercamos a la otra orilla. El señor seguía explicando las curiosidades de la zona, como la fauna y la flora que la habitaban. También llegamos a un pequeño mirador, donde acababa un carretera que según nos explicó circula junto al río Ebro durante todo su recorrido hasta Cantabria. El recorrido fue muy interesante y lo aconsejamos si visitáis el delta del Ebro. Además de las vistas que de por sí ya merecen la experiencia, la cantidad de explicaciones y datos curiosos son muy interesantes.
Crucero por la desembocadura del Ebro
Crucero por la desembocadura del Ebro
A continuación, nos dirigimos hasta la playa del Fangar, en la zona norte del delta. Junto con la playa del Trabucador donde habíamos estado por la mañana, son las más conocidas. Cuando llegamos vimos que no hay mucho sitio para aparcar y tuvimos que dejar la camper un poco lejos. Nada más llegar a la playa vimos que no íbamos a poder llegar hasta el faro, que era la idea inicial que teníamos. Estaba bastante lejos y caminar tanta distancia por la arena de la playa con Liam era casi misión imposible. Decidimos que lo mejor era caminar un poco, con tranquilidad y sacar algunas fotos. Pasamos cerca de una hora disfrutando del lugar antes de volver a la camper.
Playa del Fangar
Playa del Fangar
Todavía era temprano pero teníamos que empezar a buscar donde pasar la noche. Decidimos que lo mejor era ver si había sitio en un parking que habíamos leído que hay en Deltebre, junto al puente que cruza el Ebro. Como el de la noche anterior es un parking gratuito, aunque bastante más grande. Cuando llegamos no estaba muy lleno, seguramente porque todavía quedaban un par de horas de sol. Decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo y pasar a comprar pan para la cena.
Deltebre
Deltebre
Después de dar una vuelta por Deltebre, volvimos a nuestra casa con ruedas y empezamos a preparar la cena. Como hacía calor, sacamos la mesa y sillas para cenar en la calle. Estábamos muy contentos porque este segundo día habíamos podido realizar algunas de las visitas y actividades que teníamos planeadas. Cenamos tranquilamente y cuando estábamos acabando empezaron a aparecer los mosquitos y decidimos que lo mejor era encerrarnos en la camper hasta el día siguiente.
Día 3 (26/06/2021) - Deltebre ➞ MonNatura ➞ Poblenou del Delta ➞ Riumar ➞ Llacuna la Tancada
Empezamos el tercer día de nuestra escapada al delta del Ebro despertando en Deltebre. Como el día anterior, preparamos el desayuno y aprovechando que había mucho espacio en el exterior, sacamos la mesa y las sillas para desayunar en la calle. Después de tomar el desayuno al aire libre, recogimos todo y nos encaminamos a la primera visita del día.
Hoy queríamos visitar el MonNatura, un centro de interpretación ubicado en unas antiguas salinas donde se puede conocer un poco la historia del delta del Ebro. Cuando llegamos nos dijeron que las visitas guiadas estaban completas, que si queríamos podíamos hacer la visita por libre. No sabíamos que hubiera que reservar, pero de todos modos, yendo con Liam preferíamos hacer la visita a nuestro ritmo.
Comenzamos el recorrido por lo que queda de las antiguas salinas. Antiguamente había más y eran más grandes, hoy solo quedan algunas balsas donde llega el agua del mar. En función de la concentración de sal, el agua se va pasando de unas balsas a otras, hasta las últimas donde se acaba de evaporar el agua y se recoge la sal.
MonNatura - Salinas
MonNatura - Salinas
A continuación, había un antiguo almacén que ahora hace las funciones de sala de reproducción. Entramos y primero vimos una parte donde hay unas pequeñas pantallas donde se ven diferentes animales que habitan en la zona, también con unos letreros explicativos. Después pasamos a otra habitación donde había una gran pantalla con un video en bucle y puede verse como evoluciona el delta a lo largo del año.
Salimos y justo al lado hay otro edificio al cual se puede subir a la terraza. Desde aquí arriba hay unas buenas vistas de todo MonNatura y sus alrededores.
MonNatura
Cuando bajamos fuimos al canal que rodea parte de las salinas y el cual se puede recorrer en barcas de perxar. Son unas pequeñas embarcaciones que para moverlas se utiliza un palo largo que se clava en el suelo para impulsarse. Recorrimos una pequeña parte del canal y volvimos a tierra. Liam no se estaba quieto y no queríamos que acabase cayendo al agua, aunque no es nada profundo y no había peligro.
MonNatura – Barca de perxar
Para acabar el recorrido pasamos por una parte donde hay unas balsas donde habita el fartet, un pez en peligro de extinción. También puede verse una exposición de los diferentes tipos de redes que se usan para pescar en la zona del delta. Algunas nos parecieron curiosas. Volvimos a la entrada, donde tienen una tienda con productos típicos del delta, pero no compramos nada y volvimos a la camper.
MonNatura - Redes
Hoy queríamos comer en Lo Pati d'Agustí que nos habían recomendado, así que en cuanto salimos del MonNatura llamamos para reservar. En esta ocasión tuvimos suerte y les quedaba una mesa para el primer turno. Como era cerca de mediodía, decidimos ir directamente a Poblenou del Delta y dar una vuelta por el pueblo hasta la hora de comer. Cuando estuvimos nosotros todavía se podía circular por las calles del pequeño pueblo, pero a los pocos días lo iban a hacer todo peatonal y solo se podrá circular por la calle que rodea al pueblo. De todos modos, yendo con la autocaravana decidimos aparcar en esta calle que rodea a Poblenou del Delta y caminar hasta el restaurante. Dimos un paseo de una media hora, suficiente para recorrer este pequeño pueblo con mucho encanto.
Poblenou del Delta
Poblenou del Delta
Fuimos al restaurante Lo Pati d'Agustí y pese a ser algo temprano íbamos con hambre. Tienen tres menús para elegir y carta. Miramos un poco y decidimos hacer el menú degustación. El menú consistía en escalibada, tostadas con anguila ahumada, mejillones y pulpo de primeros para compartir, de segundo había varios platos para elegir y pedimos paella para los dos. Con este menú comimos los tres perfectamente que además también incluía el postre. El menú era muy completo y pagamos en total 71,35€.
Lo Pati d'Agustí - Pulpo
Lo Pati d'Agustí - Paella
Teníamos realizadas casi todas las visitas que queríamos hacer y casi todas las actividades, excepto la de hacer una ruta en bici que en esta primera ocasión en el delta no podríamos realizar. Decidimos aprovechar la tarde para ir a ver la playa de Riumar, otra de las playas más conocidas de la zona. Para llegar hay que aparcar en la calle más cercana y cruzar unos montículos por unas pasarelas de madera que llegan hasta la playa. Estuvimos cerca de un ahora, el cielo empezó a nublarse y decidimos volver a nuestra casa con ruedas.
Playa de Riumar
Todavía era temprano pero había que pensar en donde íbamos a pasar la noche. El primer día nos había gustado mucho la zona donde habíamos dormido y decidimos pasar la última noche en el mismo lugar. Como el primer día el parking se llenó quisimos ir pronto para tener sitio. Nos sorprendimos cuando vimos que apenas había gente en el parking. De todos modos aparcamos y empezamos a preparar las cosas para hacer noche. Antes de cenar salimos y fuimos a ver las aves que vienen aquí a beber. Al poco empezó a caer el sol y disfrutamos de un bonito atardecer.
Llacuna La Tancada
Cuando nos dispusimos a preparar la cena, solo había otros dos vehículos dispuestos a pasar la noche en el parking. Seguía sorprendiéndonos que el primer día estuviese lleno y hoy solo íbamos a ser tres autocaravanas haciendo noche. Como los días anteriores, al caer el sol empezaron a aparecer los mosquitos y tuvimos que poner las mosquiteras y quedarnos en el interior de la camper. Después de recoger todo cerramos bien todas las puertas y ventanas y fuimos a dormir por última vez en nuestra casa con ruedas en esta escapada.
Día 4 (27/06/2021) - Llacuna la Tancada ➞ Playa del Trabucador ➞ Sant Carles de la Rápita ➞ Blanes
Despertamos por última vez en esta escapada y lo hicimos en la que se había convertido en una de nuestras zonas favoritas, en la Llacuna la Tancada. Desde esta laguna pudimos ver un bonito amanecer mientras nos levantábamos y empezábamos a preparar el desayuno. Antes de abandonar este lugar salimos de la camper para sacar unas últimas fotos de las aves que se acercan a beber. Como en los días anteriores, los flamencos eran los que más abundaban, por lo menos en las horas que estuvimos nosotros.
Llacuna La Tancada
Llacuna La Tancada - Flamencos
Quisimos aprovechar la cercanía de la playa del Trabucador para pasar la mañana. Como dos días atrás, Liam se lo paso en grande en esta playa. El hecho de la poca profundidad del agua le daba libertad para caminar por la orilla y jugar con el cubo y la pala. Pasamos la mañana tranquilamente refrescándonos en el agua y tomando el sol.
Playa del Trabucador
Cuando se acercaba el mediodía, aprovechamos que se podía aparcar junto a la misma playa para poner el toldo de nuestra casa con ruedas y sacar la mesa y las sillas para comer frente al mar. Era temprano pero queríamos hacer una última visita antes de volver a casa y no sufrir el tráfico que se crea los domingos dirección Barcelona. En cuanto acabamos de comer recogimos todo y nos pusimos en marcha, despidiéndonos del delta del Ebro.
Playa del Trabucador
Antes de ponernos rumbo a casa hicimos una última parada en Sant Carles de la Rápita. Inicialmente queríamos visitar este pueblo para ver el Musclarium, una mejillonera, para ver como crían mejillones y ostras, además de degustarlas. Por cuestión de tiempo, no pudimos realizar esta actividad, en cambio, tuvimos tiempo de dar una vuelta por el pueblo. Primero paseamos por el puerto y llegamos hasta el final del paseo marítimo, donde hay un parque y desde donde puede verse la playa.
Sant Carles de la Rápita - Puerto
Sant Carles de la Rápita - Playa
El sol apretaba mucho y decidimos ir hacía el centro del pueblo para buscar una heladería. Llegamos hasta la plaza Carlos III, que es alargada, con varios locales alrededor y la iglesia de la Santísima Trinidad. Saliendo por una de sus calles encontramos una heladería con terraza a la sombra y sin pensarlo nos sentamos para tomar un helado y refrescarnos.
Sant Carles de la Rápita – Plaza Carlos III
Sant Carles de la Rápita – Plaza Carlos III
El viaje al delta del Ebro había llegado a su fin y tocaba volver a casa. Teníamos unas tres horas de camino y devolver la camper antes de las nueve de la noche. Íbamos con tiempo de sobra, pero también teníamos que limpiar las aguas y llenar el depósito.
Llevábamos menos de una hora conduciendo cuando empezamos a encontrar tráfico en la autopista. Perdimos más de una en la caravana y vimos que fue por culpa de una avería. Además íbamos justos de gasolina y por un rato temimos no llegar hasta el área de servicio. El tiempo que teníamos de margen lo perdimos casi por completo con el tráfico que encontramos en la autopista, pero después de todo pudimos devolver la camper antes de las nueve. Finalmente, nos despedimos de la que había sido nuestra casa con ruedas durante los últimos cuatro días, con la intención de repetir una experiencia similar.
