Día 1 (04/05/2022) - Barcelona ➞ Keflavík
Salida de Barcelona
Este año habíamos tenido muchas dudas a la hora de elegir el destino para nuestro viaje grande del año. Entre las posibilidades estuvieron Costa Rica, Islandia, México y Turquía. Tras mirar precios, mejor época para viajar y otras cosas a tener en cuenta, finalmente el viaje grande de este año iba a ser ¡¡¡Islandia!!! uno de nuestros sueños viajeros. Después de algunos intentos fallidos en los últimos dos años, debido a las restricciones por la pandemia y el precio, finalmente este año íbamos a visitar la tierra de hielo y fuego.
Con muchas ganas de recorrer este país, llevábamos unas semanas con todo preparado. Lo primero fue reservar los vuelos que iban directos de Barcelona a Keflavík, el aeropuerto internacional de Islandia, y que por los tres habíamos pagado un total de 785€ con maletas facturadas incluidas. Lo segundo había sido alquilar una camper para poder movernos libremente. Además podríamos cocinar y dormir de una forma más económica, ya que los precios en Islandia tanto de alojamiento como de comida son algo elevados. El precio total de la camper fue de 2.700€, el alquiler era por catorce días e incluía seguro a todo riesgo y todos los extras que necesitásemos. El precio inicial era algo superior, pero con algunos descuentos este fue el precio final. Finalmente, habíamos preparado una ruta muy completa para ver los lugares más importantes del país y otros secundarios también que creímos que serían interesantes.
Cuando llegó el día de empezar el viaje y con todo reservado y planificado, solo tuvimos que preparar las maletas. El vuelo salía a las 18:30 y por tanto tuvimos toda la mañana para preparar tranquilamente todo lo que nos íbamos a llevar. Aunque llevábamos maletas facturadas, tuvimos algunos problemas para meter todo en las maletas, ya que sabíamos que haría frio y la ropa de invierno siempre ocupa más espacio. Con todo preparado y después de comer, nos pusimos en dirección al aeropuerto para empezar esta nueva aventura.
Llegamos al aeropuerto con unas dos horas de antelación y fuimos directos a facturar las maletas. No había mucha cola y en pocos minutos dejamos el equipaje grande y fuimos a pasar el control. Todavía faltaba bastante para que saliese el avión y fuimos a las pantallas para ver desde que puerta salía. Mientras esperábamos fuimos a tomar un café, algo que no nos gusta porque los precios en los aeropuertos son desorbitados, pagamos 4,5€ por dos cafés. Pasamos un rato en la cafetería y fuimos observando que había algunos aviones fuera esperando que la gente embarcase para emprender su vuelo. Con esto, las ganas de empezar la aventura no paraban de aumentar.
Aeropuerto de Barcelona
Después de un buen rato esperando, vimos que el vuelo iba retrasado por temporal en destino. Liam ya estaba nervioso de tanto rato sentado en la cafetería y fuimos a dar una vuelta. Aprovechamos las cintas mecánicas para distraerlo y un pequeño parque que hay en el aeropuerto para que jugase un buen rato. Tuvimos que tener un poco de paciencia, los tres teníamos muchas ganas de empezar el viaje y el retraso del vuelo no ayudaba. Finalmente, avisaron cual era la puerta de embarque y pudimos subir al avión. Una vez dentro nos explicaron que teníamos que esperar un poco más para ver si podíamos ir a Keflavík o si teníamos que ir a otro aeropuerto secundario. Por suerte, pasados unos minutos, nos dijeron que podíamos llegar al aeropuerto principal de Islandia y empezamos el vuelo.
Aeropuerto de Barcelona
Llegada a Keflavík
Llegamos al aeropuerto de Keflavík pasadas las 22:00 hora islandesa, más o menos una hora más tarde de lo previsto. Para hoy, lo único previsto era llegar al alojamiento que teníamos reservado para esta primera noche y descansar para empezar con fuerzas al día siguiente el recorrido a la isla. El hecho de llegar con una hora de retraso nos iba a provocar que descansásemos un poco menos, pero en los viajes siempre hay imprevistos y este no era de los peores. Recogimos nuestras maletas y salimos del aeropuerto para ir a buscar un taxi. Cuando salimos a la calle nos sorprendió ver que no hacía tanto frío como esperábamos, también que pese a la hora y ser de noche todavía había un poco de claridad. El alojamiento no estaba demasiado lejos, aun así pagamos 43,21€ por el taxi, pero a esta hora ya no había autobuses.
Una vez en el BB Hotel, donde pasaríamos esta primera noche por 82€, fuimos a la recepción. Nada más entrar nos sorprendió ver que el hotel estaba muy bien. Viendo los precios que hay normalmente en Islandia, pensamos que por este precio en el hotel podíamos encontrarnos cualquier cosa. Cuando entramos a la habitación volvimos a sorprendernos al ver que era muy grande y tanto la cama como el baño estaban muy bien. No teníamos mucho tiempo que perder, era cerca de media noche y al día siguiente venían a buscarnos a las 9 de la mañana. Sacamos lo imprescindible de las maletas y nos dispusimos a dormir en una cama que seguramente echaríamos mucho de menos en los próximos días.
