Día 4 (13/05/2014) - Tokyo ➞ Kamakura ➞ Yokohama ➞ Tokyo
Tokyo
Un nuevo día en Japón y hoy ya con la sensación de estar en el país nipón. Nos despertamos pronto y bajamos a tomar nuestro desayuno occidental. Hoy habíamos quedado con el señor Akio Watanabe en la estación de Kamakura. Para este segundo día queríamos visitar Kamakura por la mañana y Yokohama por la tarde. Sin tiempo que perder pusimos dirección a la estación de Shimbashi para coger nuestro tren hacía Kamakura.
Para llegar a Shimbashi había que ir metro desde Okachimachi con la línea Yamanote. Al llegar a la estación nos llamó la atención la cantidad de gente que había y dejamos pasar el primer metro que llegó ya que no había sitio. Un chico japonés quiso entrar en el metro y como ya no cabía el señor de seguridad le dijo que se apartase. Cuando conseguimos subir vimos que en la pantalla del metro ponía que iba con retraso por un terremoto. Pensamos que había sido lejos porque no habíamos notado nada.
Según nos había indicado Kazumi el día anterior, al llegar a la estación tuvimos que bajar a la planta más baja de la estación, había que descender 6 pisos y coger nuestro tren hacía Kamakura. Con el problema del terremoto que indicaba el metro habíamos cogido el siguiente tren al planeado.
Kamakura
Al llegar a Kamakura el señor Akio nos estaba esperando en el andén de la estación. Cuando contactamos con él desde España, preguntamos como sabríamos quien era él, nos dijo que no nos preocupásemos que él nos reconocería. Efectivamente, al bajar del tren supo inmediatamente que éramos nosotros. Hicimos las presentaciones y le explicamos que llegábamos tarde porque según decía la pantalla del metro había habido un terremoto. El señor Akio nos explicó que efectivamente sobre las 8 de la mañana había habido un pequeño sismo en Tokyo. Nos sorprendimos porque a esa hora estábamos tomando el desayuno y no nos dimos cuenta.
Nos pusimos en dirección hacia nuestra primera parada del día. Para desplazarnos por la ciudad de Kamakura compramos un bono de bus que valía para todo el día. Después de bajar del bus nos paramos en una pastelería, donde el señor Akio muy amablemente nos invitó a un dulce típico del mes de mayo. Este dulce llamado mochi es una pasta hecha con arroz y rellena de frijol rojo dulce chafado. Estaba muy bueno pero hay que decir que los dulces japoneses no son tan dulces a como estamos acostumbrados.
Dulce de mayo
Templo Hase-dera
Llegamos al templo Hase-dera, la visita principal que teníamos para hoy. En la entrada ya vimos que es un recinto muy grande, incluso más que el del templo Senso-ji que habíamos visto el día anterior. Pagamos la entrada de 300 yenes por persona (hay que pagar entrada en la mayoría de templos y santuarios) y empezamos nuestro recorrido por este increíble templo. Empezamos a hacernos un montón de fotos, los jardines están increíblemente bien cuidados y son súper verdes con plantas por todos lados. También vimos un estanque cerca de la entrada, con unos canales hechos con caña que hacen bajar el agua hasta el estanque.
Entrada al templo Hase-dera
En nuestra visita por el jardín vimos que también hay figuras por todas partes. Hay figuras de budas ya que es un templo budista, pero también vimos infinidad de pequeñas figuras de todo tipo. El señor Akio nos explicó que hay figuras que se ponen para cuidar a los niños, otras para llamar al dinero, otras para que haya buena cosecha y así para otro gran número de cosas. Es impresionante la meticulosidad con la que cuidan los jardines y llenan todo el recinto con figuritas.
Figuras en el templo Hase-dera
Jardines del templo Hase-dera
Para llegar al templo propiamente dicho hay que subir unas escaleras. Durante la subida hay una bonita vista de Kamakura, donde se ven los tejados de las casas, el mar y una montaña de fondo. La silueta de la montaña hace que haya una abertura por la cual el día de año nuevo el sol sale justo por ella.
Llegados al templo recorrimos los alrededores y vimos como el jardín está lleno de figuras. Aquí encontramos por ejemplo una figura que no es más que la silueta de unas pisadas, supuestamente son las pisadas de buda. Antiguamente se hacían estas figuras ya que eran más económicas que hacer una estatua de buda. Después nos descalzamos para poder acceder al interior del templo. Dentro la gente se pone de rodillas y hace sus rezos y plegarías a la figura de buda que está situada en el interior.
Templo Hase-dera
De vuelta a la entrada vimos que en un lateral hay un acceso a una pequeña cueva. Al acceder vimos que hay pequeños pasillos que se pueden recorrer con el techo bastante bajo y Sergio se tuvo que agachar para poder caminar. Hay pequeñas figuras de buda que la gente dona al templo a cambio de un deseo.
Una vez fuera volvimos a cruzar los jardines, ahora por el otro lado donde nos encontrábamos había nuevas figuras. Nos hicimos una foto con una estatua muy graciosa que simula un pequeño monje rezando, obviamente había que imitarlo.
Figura de monje rezando
Daibutsu
Después de visitar el templo Hase-dera nos pusimos en dirección para ver el Daibutsu o Gran Buda. Antes de entrar, el señor Akio nos explicó que este buda es el segundo más grande de Japón, midiendo más de 13m. El gran Buda está hecho de bronce y pesa más de 90 toneladas. Inicialmente este buda estaba en el interior de un templo, pero un tsunami en el año 1498 se llevó el templo y dejó solo al buda, desde entonces el Daibutsu está al aire libre.
Daibutsu
Pagamos de nuevo una entrada de 300 yenes por persona para acceder. Cuando entramos nos quedamos impresionados de lo grande que es el buda. Aquí vimos que hay más gente que en el templo Hase-dera, sobre todo vimos varios colegios. Nos encontramos con un turista, seguramente pakistaní o indio, que iba solo y nos pidió que le hiciéramos una foto. Sergio con mucha paciencia hizo varias fotos hasta que consiguió que una le gustase. También nos encontramos con un grupo de chicas que nos pidieron hacerles una foto.
El Daibutsu tiene una pequeña puerta lateral. Por un módico precio se puede acceder al interior del buda. Desde el interior se puede apreciar la grandeza de la estatua. En los alrededores del Daibutsu vimos que hay unas sandalias gigantes. Akio nos explicó que son las sandalias que supuestamente llevaría este Gran Buda.
Sandalias del Daibutsu
Okonomiyaki
Era la hora de comer y el señor Akio nos preguntó que donde nos apetecía comer. Como le dijimos al señor Kazumi el día anterior, contestamos que a un lugar típico, así que nos dirigimos a un okonomiyaki. Nada más entrar vimos que era un pequeño negocio familiar muy acogedor. Había mesas altas y bajas. Para vivir mejor la experiencia elegimos una de las mesas bajas, así que hoy comeríamos sentados en el suelo. En el centro de la mesa había una plancha para hacer la comida.
Comida en un okonomiyaki
Dejamos que el señor Akio eligiera por nosotros. Pidió de primero una especie de tortilla que lleva carne, pescado y verduras y de segundo udon pasados por la plancha. La señora del restaurante trajo los ingredientes y se dispuso a hacernos la comida en la plancha de la mesa delante de nosotros. Para la tortilla trajo en un bol todos los ingredientes con dos palillos. Antes de cocinarlo había que romper el huevo y mezclarlo todo bien. Había dos boles y mientras la señora preparaba uno, Sergio se animó a mezclar los ingredientes del otro bol.
Comida en un okonomiyaki
Para cocinar este plato se vierte el contenido del bol en la plancha y se le va dando la vuelta con unas palas hasta que está cocinado. Antes de sacarlo de la plancha la señora echó por encima mayonesa y atún deshidratado. Hay que decir que este plato nos encantó. En el segundo plato venía el udon con verduras y carne. La señora lo puso en la plancha y lo removió con las palas hasta que queda todo cocinado y listo para comer. Este plato también estaba muy rico. En total la comida nos costó 3.078 yenes los tres, y los pagamos muy a gusto ya que tanto el restaurante como la comida nos habían gustado muchísimo.
Comida en un okonomiyaki
Comida en un okonomiyaki
Santuario Tsurugaoka Hachimangu
Después de comer queríamos visitar dos templos más en la ciudad de Kamakura. Primero fuimos al Santuario Tsurugaoka Hachimangu. Para llegar a este santuario subimos por una calle que está decorada con un gran Torii indicando que hay un santuario. Al llegar vimos que es más sencillo que los vistos hasta ahora. Subimos unas grandes escaleras y arriba tuvimos una muy buena vista de Kamakura. En el recinto nos encontramos bastante gente, aunque menos que durante la mañana en el templo Hase-dera y en el Daibutsu. Nos encontramos con un grupo de señoras japonesas vestidas con un kimono tradicional. A Miriam le hacía ilusión hacerse una foto con ellas. El señor Akio habló con ellas y después de unos pocos minutos consiguió que accedieran a hacerse la foto.
Santuario Tsurugaoka Hachimangu
Santuario Tsurugaoka Hachimangu con señoras con kimono
Templo Kencho-ji
Antes de irnos de Kamakura visitamos el templo Kencho-ji. En este edificio vimos que había poca gente, aunque es muy bonito y está muy bien cuidado. En este templo nos sentamos un rato a descansar y a respirar la paz que se respiraba en este lugar. Así pasamos un rato muy apacible. Cuando vimos que se hacía tarde nos pusimos rumbo a la estación para coger el tren que nos llevaría hasta Yokohama.
Templo Kencho-ji
Templo Kencho-ji
Yokohama
Un corto trayecto en tren nos llevó a la ciudad de Yokohama. Después de un día viendo templos y santuarios llegábamos a una gran ciudad, donde las principales atracciones turísticas no son religiosas. En Yokohama abundan los grandes edificios como el Landmark Tower de 70 plantas y casi 300 metros de altura. Cerca de la estación hay un pequeño parque cercano al puerto y al Landmark Tower. Paseamos por el parque y nos encontramos con el Nippon Maru, un barco museo.
Landmark Tower
Nippon Maru
El señor Akio nos preguntó si nos apetecía ir a un izakaya, un bar típico donde los japoneses van al salir de trabajar. Dijimos que sí y fuimos a un izakaya que estaba dentro de un centro comercial. Pedimos unas cervezas y unas tapas niponas. Como habíamos hecho con la comida, dejamos que el señor Akio pidiese. Nos trajeron chipirones y ballena cruda, con salsa de soja para poder sazonar el pescado. También nos trajeron un tipo de nabo encurtido y un bol con pescado y verduras. El señor Akio nos enseñó como se brinda en japonés ¡¡¡Kanpai!!!.
Izakaya
Izakaya
Como se acercaba la hora de despedirse, dimos al señor Akio el regalo que le habíamos traído desde España (obviamente lo mismo que al señor Suzuki). El señor Akio nos sorprendió dándonos también un regalo, un pequeño recipiente para guardar el té y además nos invitó a las tapas y la cerveza. Salimos del izakaya y nos despedimos.
Tokyo Sky Tree y cena
Tras un largo día volvimos a nuestro hotel en Tokyo donde descansamos un poco antes de ir a cenar. Como no era muy tarde decidimos ir primero a ver la Tokyo Sky Tree, que estaba a unas pocas paradas en metro desde el hotel. La Tokyo Sky Tree es la torre de telecomunicaciones de Tokyo. Es el edifico más alto de Tokyo y de todo Japón con más de 600 metros de altura. De noche está muy bien iluminada por unos grandes y potentes focos como pudimos comprobar.
Tokyo Sky Tree
Cerca de la Tokyo Sky Tree encontramos un restaurante donde hacían sushi. No nos lo pensamos dos veces y entramos a probar el sushi en Japón. La carta estaba únicamente en japonés pero había fotos de todos los platos y que indicaba el precio, así que no tuvimos mucha complicación para poder elegir. Pedimos un surtido para probar los diferentes tipos de sushi. El plato estaba muy bueno y, aunque es el plato más típico, durante el viaje probaríamos otros platos que estaban igual de buenos o más. El sushi es un poco más caro que otros tipos de comida y la cena nos costó 1.770 yenes.
Sushi
Sushi
Volvimos al hotel y antes de irnos a dormir tuvimos que preparar lo que teníamos que llevarnos al día siguiente. Pasaríamos casi todo el día fuera de Tokyo y queríamos llevarnos una mochila pequeña con algunas cosas básicas. Al día siguiente tocaba madrugar bastante ya que íbamos a ver ¡¡¡el monte Fuji y los 5 lagos!!!.
