Oktoberfest en Stuttgart

 

Nuestro viaje a Stuttgart fue muy diferente a lo que estamos acostumbrados. En esta ocasión no íbamos a pasar unos días o unas semanas recorriendo un país o una región. El motivo de viajar a Stuttgart fue vivir la experiencia de uno de los eventos más conocidos de Europa como es la Oktoberfest. Aunque la más famosa es la de Múnich, la de Stuttgart es la segunda más visitada.

Aprovechando que tenemos unos amigos que viven en Alemania, fuimos unos cuantos amigos a pasar dos noches en casa de los padres de nuestro amigo alemán. De esta manera pasamos un primer día disfrutando de la experiencia de la Oktoberfest. Hemos de decir que nos sorprendió muy positivamente y desde aquí lo recomendamos, es más, no descartamos repetir en más ocasiones. El segundo día lo aprovechamos para descubrir algunos de los lugares más importantes de la ciudad de Stuttgart.

Así mismo, en estos dos días que pasamos en Stuttgart también pudimos probar algunos de los platos más típicos de Alemania. Como en esta ocasión estuvimos con nuestro amigo alemán, podíamos saber dónde ir a comer y que comer sin tener que buscar demasiado.

Empezamos el viaje a Stuttgart para vivir la experiencia de la Oktoberfest muy temprano. El avión salía sobre las siete de la mañana y a las 5:30 estábamos saliendo de casa. Desde aquí íbamos siete amigos que después nos encontraríamos con dos más en Stuttgart. El vuelo duró unas dos horas, al salir estaba esperándonos nuestro amigo con otro amigo suyo, y así, llevarnos en coche hasta casa de sus padres que está a pocos kilómetros de Stuttgart. Una vez nos acomodamos, desayunamos unos pretzels todos juntos y fuimos a descansar.

Habíamos madrugado mucho y teníamos entradas para la Oktoberfest para esta misma tarde. Después de descansar y pasar la mañana, pedimos unas pizzas para comer. Después nos pusimos los disfraces típicos de tirolés y nos pusimos en marcha. Tuvimos que subir a un tren para llegar hasta Stuttgart y bajamos en una parada que estaba justo al lado de la Oktoberfest.

Lo primero que nos sorprendió al bajar del tren fue la gran cantidad de gente que vimos. La mayoría iba con la vestimenta tradicional al igual que nosotros. También nos sorprendió ver la gran feria que había. Estamos acostumbrados a la feria de nuestro pueblo, que no está nada mal, pero en comparación la de Stuttgart es enorme. Por otro lado, nosotros íbamos mentalizados con que la Oktoberfest era ir a una carpa a beber cerveza, no nos esperábamos ver una feria tan grande como la que vimos. Además, había algunas atracciones muy curiosas y también pudimos ver puestos con algunos productos típicos de la región.

 

Oktoberfest

Oktoberfest - Feria

 

Todavía era temprano y decidimos dar una pequeña vuelta por toda la feria. Poco a poco fuimos acercándonos a la zona donde estaban las carpas. Cada una era de una cervecería en concreto y nosotros teníamos entradas reservadas para la de cerveza Dinkelacker. Cuando llegamos frente a la carpa que nos tocaba, sacamos algunas fotos antes de entrar. La entrada nos había costado 58€ por persona, aunque en realidad la entrada eran 8€, los 50€ restantes eran para consumir en el interior. Como veríamos más tarde, con ese dinero nos quedamos algo cortos y tuvimos que poner más dinero.

 

Oktoberfest

Oktoberfest - Carpa de Dinkelacker

 

Oktoberfest

Oktoberfest

 

Una vez en el interior pudimos ver que el recinto era muy grande y cabía muchísima gente. Como era temprano todavía había muchas mesas vacías y el ambiente era de cierta tranquilidad. Había música en directo durante todo el tiempo que la carpa estaba abierta. Nos sentamos en la mesa que teníamos asignada y pedimos una primera ronda de cerveza y unos embutidos típicos. La gente estaba sentada tranquilamente en sus respectivas mesas y no había demasiado ruido, era todo muy "alemán".

 

Oktoberfest

Oktoberfest – Interior de la carpa

 

Oktoberfest

Oktoberfest - Embutidos

 

Cuando nos trajeron la primera ronda nos sorprendió comprobar lo que pesaban las jarras. Los camareros traían unas cuantas jarras tranquilamente, pero eran de litro y el cristal también pesaba bastante. Fuimos bebiendo tranquilamente y sin darnos cuenta la tarde fue pasando. Al rato, esa tranquilidad y orden tan "alemán" que había cuando entramos fue desapareciendo. La gente empezó a ponerse de pie sobre los bancos donde nos sentábamos, mientras cantaban y bebían. Nos fuimos animando y nosotros también nos pusimos de pie sobre los bancos. La experiencia fue increíble y nos gustó mucho ir a la Oktoberfest. Es una experiencia que recomendamos, incluso esperamos poder repetir en alguna ocasión.

 

Oktoberfest

Oktoberfest

 

El segundo día de nuestra estancia en Stuttgart lo dedicamos en parte a recuperarnos de la Oktoberfest, pero también tuvimos tiempo para recorrer la ciudad. A diferencia de la tarde anterior, fuimos a Stuttgart en coche, y antes de llegar al centro, hicimos una parada rápida para ver Evangelische Kirchengemeinde. El exterior de esta iglesia es muy bonito. Se encuentra junto al lago Feuersee rodeado de una gran zona verde. Solo pudimos ver esta iglesia de lejos, pero mereció la pena detenerse cinco minutos a disfrutar de esta escena tan fotogénica.

 

Stuttgart - Evangelische Kirchengemeinde

Stuttgart - Evangelische Kirchengemeinde

 

Una vez en el centro de la ciudad empezamos a callejear y llegamos de nuevo a otra iglesia. En esta ocasión se trata de Stiftskirche, la principal iglesia Evangélica-Luterana de esta región alemana. Los orígenes de esta iglesia datan del siglo X, aunque durante la historia ha habido ampliaciones y reconstrucciones en estilos románicos y góticos. Declinamos entrar aunque rodeamos el edificio casi en su totalidad, de este modo pudimos ver la belleza de su arquitectura exterior. Lo que más nos gustó fue la torre del reloj que hay sobre la entrada y las estatuas que hay en la fachada lateral.

 

Stuttgart - Stiftskirche

Stuttgart - Stiftskirche

 

Frente a la iglesia descubrimos que había un mapa de la ciudad hecho en relieve. Nos entretuvimos unos minutos a descubrir donde estábamos y los lugares que había alrededor para poder visitar. A los pocos metros llegamos al castillo antiguo. Un edifico que nos gustó y sorprendió al mismo tiempo. Lo primero que nos llamó la atención fue la terminación en forma de cono de sus torreones. El antiguo palacio de la ciudad data de mediados del siglo X. Fue convertido en castillo renacentista en el siglo XVI por los reyes Cristóbal y Luis. Actualmente, es la sede del museo del estado de Wurtemberg.

 

Stuttgart - Mapa

Stuttgart - Mapa en relieve de la ciudad

 

Stuttgart - Castillo antiguo

Stuttgart - Castillo antiguo

 

Tan solo tuvimos que cruzar una calle para llegar a la plaza Schlossplatz, la plaza central de la ciudad, donde se encuentra el palacio nuevo. Este castillo fue construido en el siglo XVIII en estilo barroco tardío. Gran parte de la estructura fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruido entre los años 1958 y 1964. Actualmente, es la sede de los Ministerios de Finanzas y Educación.

 

Stuttgart - Palacio nuevo

Stuttgart - Palacio nuevo

 

También dedicamos un rato a pasear por la plaza del castillo. Aquí también había una feria, aunque era más pequeña que la que habíamos visto el día anterior. Además, pudimos ver que había varios puestos de comida tradicional y otros artículos artesanales. También vimos atracciones de feria más tradicionales que los del día anterior. En esta ocasión había algunos tiovivos y otras atracciones por el estilo. Aunque lo que más nos sorprendió fue ver en el quiosco de la plaza un grupo de música tradicional.

 

Stuttgart - Plaza del castillo

Stuttgart - Plaza del castillo

 

Stuttgart - Plaza del castillo

Stuttgart - Plaza del castillo

 

Acabamos de aprovechar la visita a la ciudad de Stuttgart para probar algunos de los platos más típicos. Ya habíamos probado los pretzels y alguna variedad de salchichas. Para cenar fuimos a una cervecería típica donde pudimos probar, además de la cerveza del local, dos platos tan típicos como son el schnitzel y el spätzle. El primero es un filete de cerdo empanado y el segundo es una pasta típica del sur de Alemania.

 

Cena

Cena - Spätzle y Schnitzel

 

Este fue un viaje muy diferente al resto por varios motivos como hemos dicho al principio del artículo. No fue un viaje que dedicamos a realizar visitas turísticas, tal como estamos acostumbrado. En esta ocasión pasamos un fin de semana entre amigos, donde pudimos disfrutar de una de las mejores fiestas de Europa como es la Oktoberfest. Aunque lo hemos dicho en más de una ocasión en este artículo, no nos cansaremos de repetir que recomendamos vivir al menos una vez esta experiencia. También tuvimos tiempo de hacer algunas visitas turísticas de la ciudad de Stuttgart para rematar esta escapa de fin de semana.

 

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