Día 4 (25/02/2012) - Roma ➞ Girona
Hotel Tritone
Despertamos pronto nuestro último día en Roma para poder aprovechar el día. Hasta las 8 de la tarde no salía nuestro avión, y después de desayunar hicimos las maletas y bajamos a hacer el check-out. Teníamos que dejar la habitación a las 11, pero decidimos dejar la habitación a primera hora y preguntar en recepción si nos guardaban las maletas. De esta manera ya no sería necesario volver al hotel hasta la hora de ir al aeropuerto. Quedamos en que volveríamos sobre las 6 de la tarde para recoger las maletas y dirigirnos al aeropuerto.
Panteón de Agripa
El día anterior apenas pudimos entrar en el Panteón, así que aprovechando que no estaba lejos del hotel fuimos directamente a ver este edificio. Nos llamó mucho la atención las grandes columnas que pueden verse en la entrada y que miden cerca de 35 metros de altura. El edificio tiene forma cilíndrica acabando en el techo con una semiesfera. La esfera del techo tiene un diámetro de unos 43,5 metros. En el centro de la cúpula hay una abertura por la cual entraba el sol de la mañana e iluminaba el interior del edificio.
Panteón de Agripa
En el interior del Panteón pudimos ver que en uno de los lados hay un pequeño altar, con una escultura a ambos lados.
Panteón de Agripa
El interior es un gran espacio abierto circular, pero en las paredes hay gran cantidad de esculturas, inscripciones y otros detalles. Hoy con menos gente que la tarde del día anterior, pudimos recorrer el interior del edificio tranquilamente. Estuvimos algo más de media hora recorriendo el edificio y haciendo algunas fotos a las diferentes esculturas del interior.
Panteón de Agripa
Sant Ambrogio e Carlo al Corso
Al salir del Panteón fuimos a Sant Ambrogio e Carlo al Corso, una basílica que hay cerca de la Piazza di Spagna. La iglesia está dedicada a los santos Ambrosio, el cual da nombre a la basílica, y Carlos Borromeo. La iglesia se construyó durante el siglo XVII tras la canonización de san Carlos Borromeo.
Esta iglesia no tiene nada de especial desde fuera, pero el interior vale mucho la pena. Entramos a la iglesia y nos llamó la atención que no se había utilizado mármol blanco. El que se había utilizado en esta iglesia era de un color marrón rojizo. Tras el altar hay un fresco que representa a los santos Ambrosio y Carlos Borromeo.
Sant Ambrogio e Carlo al Corso
Pero lo que más nos gustó fueron los frescos que había en la cúpula central. Como en las otras iglesias y edificios de Roma que habíamos visitado, hay varias esculturas repartidas por el interior del edifico. También nos gustó mucho un órgano bastante grande que había en la segunda planta cerca del altar.
Sant Ambrogio e Carlo al Corso
Sant Ambrogio e Carlo al Corso
Piazza di Spagna
Cerca de esta basílica estaba la Piazza di Spagna y no pudimos resistirnos volver a esta magnífica plaza. La primera vez que habíamos visitado esta plaza era de noche, pero ahora podríamos disfrutar de ella a la luz del día. Esta vez pudimos ver mejor la Fontana della Barcaccia. Vimos como desde ambos extremos de la barca salían dos chorros de agua y desde el centro brotaba el agua. Volvimos a subir por la escalinata, pero esta vez no solo para ver las vistas desde su altura. Una vez llegamos al obelisco que hay en la parte de arriba tomamos el camino que pasa por la parada de metro y que llega hasta la villa Medici.
Piazza di Spagna - Fontana della Barcaccia
Piazza di Spagna - Escalinata
Monte Pinicio
Caminamos desde la villa Medici hasta cerca de la Piazza del Popolo. Cerca de la plaza hay unos jardines en el monte Pinicio. El paseo desde la villa Medici hasta el monte Pinicio fue muy agradable ya que transcurrió por un paseo lleno de árboles. Al llegar a los jardines pudimos dar un tranquilo paseo, aquí se conservan algunas de las antiguas villas de los nobles que vivieron en el monte. Estuvimos un rato paseando y vimos algunas cosas curiosas como un reloj colocado sobre una estructura de madera.
Paseo hasta el monte Pinicio
Monte Pinicio - Jardines
Piazza del Popolo
Como nos había pasado con la Piazza di Spagna, la primera vez que visitamos la Piazza del Popolo era de noche. Ahora podíamos contemplar, aunque desde cierta altura, esta inmensa plaza circular con un gran obelisco en su centro. Después de visitar los jardines bajamos por unas escaleras que nos llevaron hasta la Piazza del Popolo. Paseamos hasta la puerta Flaminia antes de cruzar de nuevo la plaza y dirigirnos hacia el sur.
Piazza del Popolo
Archibasílica de San Juan de Letrán
Tardamos más de media hora en llegar hasta la Archibasílica de San Juan Letrán desde la Piazza del Popolo. Esta iglesia es la catedral de Roma, la sede oficial del obispo de Roma y por tanto del papa. Tiene el título honorífico de madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la Tierra. Es considerada, junto al centro histórico de Roma, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La archibasílica fue construida en el siglo III, aunque la fachada actual data del siglo XVIII.
Archibasílica de San Juan de Letrán
Accedimos al interior de la basílica donde pudimos ver que había un gran altar principal, pero también había otros altares secundarios en los laterales.
Archibasílica de San Juan de Letrán
Desde la entrada hasta el altar principal había a ambos lados esculturas de los doce apóstoles. Bajo el altar principal está enterrado el papa Martín V, fue éste quien abrió por primera las puertas de esta iglesia. En esta archibasílica el papa suele celebrar ceremonias importantes como el Corpus Christi. El edificio por dentro es una obra de arte arquitectónica y alberga un gran espacio abierto sin ninguna columna por en medio. Estuvimos un buen rato observando los detalles del interior y sacando algunas fotos antes de volver a la calle.
Archibasílica de San Juan de Letrán
Archibasílica de San Juan de Letrán
Comida
Se acercaba la hora de comer y Miriam no se encontraba demasiado bien, así que optamos por ir a buscar un restaurante donde comer. Entramos en el Merulana Café que estaba cerca. Sería nuestra última comida en Roma así que elegimos dos platos de pasta típicos para despedirnos de la ciudad, además de una ensalada para compartir de primero. Sergio pidió unos espaguetis a la carbonara y Miriam unos espaguetis a la boloñesa. Estos son dos de los platos más típicos de Italia y los cocinan a la perfección. No era demasiado caro, pagamos algo más de 30€ en total.
Espagueti a la carbonara
Espagueti a la boloñesa
Circo Massimo
Después de comer fuimos a visitar algunos lugares que nos habían quedado pendientes. Todavía teníamos tiempo de pasear un poco por la ciudad de Roma que tanto nos estaba gustando y ver algunos de sus lugares más importantes.
El primero que vimos después de comer fue el Circo Máximo, en italiano Circo Massimo. Este recinto fue el estadio de carreras de carros de la Antigua Roma, fue mandado construir por el rey romano Lucio Tarquinio Prisco. Era el mayor circo de la época romana con 621 metros de longitud por 118 metros de ancho, donde cabían hasta 12 carros. La pista tenía una mediana, llamada spina, para separar ambos lados de la pista. En la spina había estatuas de varios dioses y César Augusto mandó colocar un obelisco en ella. El estadio tenía un aforo para 300.000 personas.
Nos llevamos una decepción cuando llegamos al Circo Máximo, de todo lo que este lugar había sido, actualmente, no queda nada. Solo hay una explanada con la forma que tuvo el circo en sus buenos tiempos y con rampas por todo el perímetro, donde debían estar situadas las graderías. Donde hace muchos años estuvieron las pistas, ahora se ve la arena y en el resto del lugar hay hierba, de esta manera pudimos hacernos una idea de la forma y dimensiones que tenía. Lo que en su día tuvo que ser la mediana hoy solo pueden verse unos pocos árboles. Vimos que los romanos actuales utilizan este lugar para pasear, hacer ejercicio o sentarse tranquilamente a leer un rato. No había mucho más que ver, así que, decidimos pasar al siguiente destino de nuestra lista.
Circo Massimo
Circo Massimo
Basílica de Santa María in Cosmedin
El siguiente lugar que queríamos visitar era la basílica de Santa María in Cosmedin, pero esta vez no era la iglesia lo que realmente queríamos ver. En la entrada de esta iglesia se encuentra la Boca de la Verdad o Bocca della Verità en italiano. Ésta no es más que una pieza circular de mármol con un diámetro de 1,75 metros, donde esta esculpida una cara masculina con barba y tiene perforados los ojos, la nariz y la boca. La figura está datada del siglo I, pero está colocada en esta iglesia desde el año 1632.
Boca de la verdad
Basílica de Santa María in Cosmedin
Hay una leyenda que cuenta que quien ha cometido adulterio y mete la mano en la boca de la escultura, ésta la muerde y la persona pierde la mano. De esta leyenda proviene el nombre de la Boca de la Verdad. Había una cola muy larga para meter la mano en la boca y sacarse una foto típica de la ciudad, además todavía queríamos hacer una última visita antes de irnos. Aprovechamos un momento que no había nadie metiendo la mano, para sacar una foto de la escultura y nos fuimos a nuestro siguiente destino.
Río Tíber
La basílica de Santa María in Cosmedin está cerca del río Tíber y nos acercamos para ver por última vez el río de la ciudad. Éste ha dado agua a Roma desde que la ciudad fue fundada por Rómulo y Remo. El río nace en los Apeninos y mide 405 kilómetros, convirtiéndolo en el tercer río más largo de Italia. Caminamos por una calle que circulaba pegada al río y por el camino fuimos viendo algunos puentes y sacando algunas fotos.
Río Tíber
Foro de Trajano
Después de dejar a una banda el río fuimos a nuestra última visita de la ciudad, el Foro de Trajano. Como su propio nombre indica este foro fue mandado construir por el emperador romano Trajano. Se construyó entre los años 107 y 112 por el arquitecto Apolodoro de Damasco. Este foro es el más grande de Roma, incluso más grande que el Foro Romano, que habíamos visitado dos días atrás. Este lugar alberga la plaza porticada, la Basílica Ulpia, la columna de Trajano y el Templo de Trajano.
Cuando nos acercábamos al lugar ya pudimos ver la gran columna de Trajano que se encuentra en uno de los extremos del recinto. Pagamos la entrada de 11,5€ por persona y accedimos al recinto. A diferencia del Foro Romano, este foro lo vimos sin guía y la visita fue bastante más rápida. Pasamos por la plaza porticada, una plaza con unas dimensiones de 200 metros de longitud por 120 metros de ancho.
Foro de Trajano - Columna de Trajano
Foro de Trajano - Plaza porticada
Recorrimos el foro y fuimos viendo las diferentes partes del lugar. Por todas partes pudimos ver que el lugar estaba en ruinas, debido al paso de los años y de los saqueos. Una vez dimos la vuelta a todo el recinto volvimos a la entrada.
Foro de Trajano
Foro de Trajano
Despedida de Roma
Nos quedaba algo más de una hora antes de volver al hotel a buscar las maletas y dirigirnos hacia el aeropuerto. Miriam continuaba encontrándose mal y decidimos volver. De camino al hotel pasamos por la Piazza Venezia y aprovechamos para hacer una foto de día de la plaza, solo habíamos pasado por esta plaza la primera noche que habíamos estado en Roma. Llegamos al hotel y nos dejaron descansar un rato en una habitación con sofás hasta la hora de salir hacia el aeropuerto.
Piazza Venezia
Habíamos pasado 4 días recorriendo la ciudad de Roma. La ciudad que un día gobernó las tierras bañadas por el mar Mediterráneo y gran parte de Europa. Durante estos 4 días habíamos visto muchas de las ruinas de esa época, con el gran Coliseo de Roma como colofón. También habíamos visto Ciudad del Vaticano, el país más pequeño del mundo y la capital del cristianismo. Además, habíamos visto y entrado en muchas iglesias y observado algunas de sus curiosidades. También pudimos ver que la comida italiana no es solo pizza y pasta, aunque es lo que mejor se les da y comprobamos que el café en este país está delicioso.
Cuando llegó la hora de ir hacia el aeropuerto, fuimos hasta la estación de Termini para ir a buscar el autobús que nos llevó hasta el aeropuerto Internazionale Leonardo da Vinci. Tuvimos mala suerte y el avión iba con retraso y Miriam cada vez se encontraba peor. Al final pudimos subir al avión y Miriam se quedó dormida durante todo el trayecto hasta Girona, desde donde finalmente llegamos a casa.
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