Día 12 (24/02/2016) - Tissamaharama ➞ Yala National Park ➞ Tangalle ➞ Mirissa
Safari en Yala National Park
Nos despertamos a las 3:30 de la mañana con mucho sueño. A las 4 pasarían a buscarnos para ir a Yala National Park. Cuando vinieron a buscarnos no era Nalin quien llevaba el 4x4, iríamos con uno de sus empleados. En el vehículo cabíamos 7 personas en la parte de atrás y ya había una pareja sentada. Subimos al todoterreno y nos sentamos en los asientos de atrás. Pocos minutos después pasamos a buscar a otra pareja. Estando ya todos hicimos una última parada antes de salir de Tissamaharama. Paramos en un bar donde paraban todos los 4x4 para tomar un café o un té. Con el madrugón que nos habíamos pegado un café nos iría bastante bien. Después de tomar el café nos pusimos en marcha ahora ya directos hasta Yala National Park.
El trayecto hasta Yala National Park duró aproximadamente 1 hora. Al llegar tuvimos que pasar por unas taquillas para comparar las entradas, que ya venían incluidas con lo que habíamos pagado el día anterior a Nalin. Al entrar en el parque vimos como amanecía en medio de la naturaleza. La primera impresión que tuvimos fue que todo estaba muy tranquilo. Este parque era más grande y famoso que el de Habarana, donde habíamos estado hacía aproximadamente una semana. En Habarana el objetivo fue ver al elefante, aquí en Yala National Park podríamos ver gran cantidad de animales, pero el que todo el mundo quería ver era el leopardo. Empezamos nuestro safari con la esperanza de poder ver a este animal.
Safari en Yala National Park - Amanecer
No tardamos mucho en ver a los primeros animales del día. Vimos un grupo de ciervos y a otro de búfalos, en ambos casos los animales estaban comiendo.
Safari en Yala National Park - Ciervos
Safari en Yala National Park - Búfalos
Una escena curiosa fue ver como un pavo real desplegaba sus armas para conquistar a una hembra. También pudimos disfrutar de la vegetación que era más variada que en Hurulu Eco Park. Durante esta primera parte del trayecto pasamos por pequeños estanques donde seguramente muchos animales iban a beber. Por otro lado pudimos ver cantidad de pájaros que cantaban con la llegada de un nuevo día.
Safari en Yala National Park - Pavo real
Safari en Yala National Park - Pájaro
Estábamos viendo muchos animales y nos estaba gustando mucho, pero no olvidábamos que el objetivo principal era ver al leopardo. Era muy complicado poder ver a este animal y por lo que habíamos leído, era más probable a primera hora de la mañana. Llegamos a una zona cercana a un pequeño lago donde había montones de todoterrenos. Nuestro conductor nos dijo que al otro lado del lago, tumbado bajo la sombra de un árbol, había un leopardo. Estuvimos mirando pero no veíamos nada. Turistas de otros 4x4 llevaban prismáticos, pero nos íbamos mirando unos a otros y todos movíamos negativamente la cabeza. Estuvimos una media hora tratando de ver al leopardo sin éxito. Después de este rato uno de nuestros compañeros nos dijo si proponíamos a nuestro conductor seguir el recorrido.
Continuamos con el recorrido por Yala National Park y seguimos viendo un gran número de animales. Cada vez nos gustaba más este safari. Llegamos a una parte del parque donde pudimos volver a ver elefantes. Uno de ellos pasó muy cerca de nuestro coche y se detuvo cerca de un charco. Empezó a coger agua con la trompa para echársela por encima y de paso nos tiró agua sucia también a nosotros. Por suerte no llegó a mancharnos demasiado.
Safari en Yala National Park - Elefante
Después de unas cuantas horas subidos al 4x4 llegamos a la playa de Yala. Bajamos para dar un pequeño paseo por la arena. Este fue nuestro primer contacto con la playa de Sri Lanka y la primera vez que veíamos el océano Índico.
Safari en Yala National Park - Playa
Habíamos hecho casi todo el trayecto y solo nos quedaba el camino de vuelta. En este trayecto paramos en medio del camino donde había otros 3 o 4 todoterrenos. Nuestro conductor habló con los demás y le dijeron que había un leopardo entre los arbustos y árboles. Escuchamos como el leopardo capturaba a una de sus presas y ésta chillaba al ser capturada. Miriam pudo ver como en dos segundos, el leopardo subió con la presa en la boca a un árbol bajo que había cerca de nuestro 4x4. Fue todo tan rápido que fue imposible hacer una foto al leopardo.
Cuando estábamos llegando a la salida volvimos a ver a nuestros amigos gray langurs cubriéndose del sol debajo de un árbol. El safari nos había gustado mucho, pero teníamos que volver a nuestra guest house a recoger las mochilas y seguir con nuestro viaje.
Safari en Yala National Park - Gray langurs
Tangalle
Después de recoger las mochilas en Tissa subimos a un tuk tuk que nos llevó a la estación de autobuses. La estación estaba en el centro de la ciudad y por tanto lejos de la guest house como para ir caminando. Preguntamos por el autobús de Tangalle y subimos de nuevo a uno de esos autobuses lleno de símbolos religiosos y luces de colores. Esta vez pudimos sentarnos y el trayecto fue más corto que el del día anterior. Llegamos a Tangalle con la idea de buscar donde pasar la noche, pero nada más bajar del autobús vimos que la ciudad no nos gustaría.
Mientras buscábamos un lugar donde comer se acercó un chico con un tuk tuk. Nos convenció para llevarnos a un restaurante, pero cuando llegamos estaba cerrado. Entonces nos llevó a otro que también tenía habitaciones. En el restaurante dijimos que solo queríamos comer ya que todavía no sabíamos si pasaríamos la noche en Tangalle.
Comida en Tangalle
Después de comer dimos una vuelta hasta la playa que tampoco nos acabó de convencer. Finalmente, decidimos que preferíamos ir directamente a pasar la noche a Mirissa donde ya estaban Isa, Dani y Nacho.
Playa de Tangalle
Mirissa
En la estación de Tangalle preguntamos para ir a Mirissa y subimos de nuevo a un autobús. Viajar en autobús es bastante económico y una de las pocas formas de viajar dependiendo de la zona del país. Habíamos preguntado a Isa por WhatsApp el hostal donde se hospedaban. Cuando llegamos a Mirissa fuimos directos al hostal, Samantha flora and fauna, para reservar una habitación. Vimos a Dani que se alegró mucho de vernos. Nos dijo que no sabía que veníamos ya que no había hablado con Isa. Ellos habían reservado para cenar en un restaurante de la playa para 3, pero seguro que cuando llegásemos no nos pondrían problemas por ser 5. A nosotros todavía nos tenían que dar la habitación de modo que quedamos en el restaurante. El hostal estaba muy bien situado y solo había que cruzar una calle para llegar a la playa.
Cuando llegamos a la playa vimos que estaba llena de terrazas, sobre la misma arena había montones de restaurantes. Empezamos a buscar el restaurante que nos había dicho Dani, pero después de media hora buscando no logramos encontrar a nuestros amigos. Al final nos quedamos a cenar en el primer restaurante que habíamos visto. En casi todos los restaurantes tenían un pequeño mostrador sobre la arena de la playa con el pescado que tenían. Éste tenía muy buena pinta y pedimos dos diferentes para probar. La cena estaba muy buena y se agradecía comer pescado después de tantos días comiendo rice & curry, kottu y poco más. La cena nos costó 2.100 LKR (algo más de 12€ al cambio) así que estaba bien de precio. Además, cenar en una terraza sobre la arena de la playa y frente al océano Índico era todo un lujo. Durante la cena vimos que la playa estaba llena de pequeños cangrejos que se escondían en la misma arena. Cuando estábamos acabando de cenar vimos pasar a nuestros amigos que volvían al hostal. Hablamos con ellos y quedamos para desayunar al día siguiente. Cuando acabamos de cenar andamos un poco más por la playa antes de volver al hostal.
Cena en Mirissa
Cangrejos
