Día 15 (27/02/2016) - Hikkaduwa ➞ Bentota ➞ Hikkaduwa

Hikkaduwa

Despertamos en nuestro hostal de Hikkaduwa donde habíamos pasado muy mala noche debido al ruido de un motor. Sobre todo Miriam que se despierta con más facilidad y no había dormido casi nada. Salimos del hostal y fuimos a otro que estaba muy cerca y servían desayunos. Desayunamos un batido de frutas con pan, mermelada, un huevo frito y un café con leche. Mientras desayunábamos preguntamos a la simpática señora del hostal si tenía habitaciones libres y nos dijo que sí. Miriam fue a ver la habitación, le gustó y acordamos un precio de 4.000 LKR por una noche. Volvimos al otro hostal y después de recoger nuestras cosas fuimos a recepción y pagamos 3.000 LKR (habíamos acordado 6.000 LKR por dos noches) por una noche que habíamos pasado. Después fuimos a dejar las mochilas a nuestra nueva habitación.

 

Habitacion hotel Hikaduwa

Habitación del hostal del Hikkaduwa

 

Todavía era temprano y antes de movernos de Hikkaduwa fuimos a pasear por la playa. La playa de Hikkaduwa es bastante larga y andamos un buen trozo por ésta. Pasamos por un primer tramo donde el agua estaba un poco revuelta y había surfistas aprovechando las olas. Seguimos paseando y llegamos a otra zona donde había piedras y algas, donde el agua estaba muy calmada. En esta parte de la playa el agua era cristalina y podían verse pequeños peces nadando.

 

Playa de Hikaduwa 1

Playa de Hikkaduwa

 

Playa de Hikaduwa 4

Playa de Hikkaduwa

 

Para hoy teníamos planeado visitar la playa de Bentota así que volvimos al hostal a buscar la mochila para ir a coger el autobús.

Bentota

Necesitábamos un autobús que nos llevase hasta Bentota y fuimos a la estación principal donde nos habían dejado el día anterior. Estuvimos preguntando para ir a Bentota hasta que, un señor nos dijo que para ir hacia el norte teníamos que ir a la parada que había enfrente. Fuimos allí y el primer autobús que pasó no paró. Parecía que hoy no estábamos teniendo suerte, pero entonces pasó un minibús y paró. Subimos a este minibús con asientos mucho más cómodos que los autobuses normales. No habíamos preguntado el precio al subir y pensamos que nos cobrarían bastante por el viaje que duraba casi 1 hora. Cuando nos cobraron el precio era parecido al que habíamos pagado en trayectos similares, así que al final habíamos tenido suerte.

Cuando llegamos a Bentota la parada estaba en la carretera principal que cruzaba la ciudad. A diferencia de Hikkaduwa y Mirissa esta carretera no pasaba cerca de la playa. Tuvimos que preguntar como se llegaba a la playa y caminar unos 15 minutos. Esta playa fue seguramente la más grande de las que vimos durante nuestro viaje por Sri Lanka. Como habíamos visto en Koggala, la primera línea de playa era de hoteles y la mayoría de la gente tomaba el sol en las tumbonas del hotel. Parecía que estábamos prácticamente solos en toda la playa. Primero caminamos un poco por la arena y en un par de momentos, unos señores esrilanqueses nos ofrecieron unas tumbonas. Al principio no queríamos alquilar unas tumbonas, pero al final cedimos y alquilamos dos y una sombrilla por 1.000 LKR. Además, nos dijeron que nos invitaban a un coco a cada uno por alquilar las tumbonas.

 

Playa de Bentota 3

Playa de Bentota

 

Playa de Bentota 4

Playa de Bentota

 

Esta playa, junto a las de Mirissa y Koggala, fue la que más nos justo de Sri Lanka. Estuvimos bastante rato en la playa hasta que perdimos la noción del tiempo. Aprovechamos que no había mucho oleaje para poder bañarnos y refrescarnos. Una cosa que nos llamó la atención, durante estos días que habíamos estado en la playa, fue el gran recorrido que hacía el agua después de romper las olas. Nosotros estamos acostumbrados al mar Mediterráneo y concretamente a la costa Brava, donde el agua después de romper las olas apenas recorre un par de metros. En cambio aquí el agua puede llegar a recorrer tranquilamente 10 metros después de romper la ola.

 

Playa de Bentota 2

Playa de Bentota

 

Pasamos una inmejorable mañana de playa, pero al llegar la hora de comer tuvimos que recoger para ir a buscar un restaurante. En Bentota no había tantos restaurantes como en Hikkaduwa y tuvimos que buscar un poco para encontrar uno. El nivel de los turistas de esta ciudad parecía ser alto y encontramos un restaurante donde los camareros iban muy arreglados. En cambio nosotros veníamos de la playa con el bañador y una camiseta. Pensamos que la comida nos saldría muy cara, pero comimos un pescado muy bueno por 3.500 LKR. Después de comer fuimos a buscar la parada de autobús para volver a Hikkaduwa.

Hikkaduwa

Cuando llegamos a Hikkaduwa el día se había nublado y tenía pinta de llover. Fuimos a dejar las cosas al hostal ya que no podríamos ir a la playa por la tarde. A continuación fuimos a buscar un bar donde tomar un batido. Encontramos un bar con una terraza cubierta junto a la orilla del océano. Mientras tomábamos uno de esos magníficos batidos de fruta natural vimos que empezaba a llover. El agua estaba un poco revuelta y las barcas que había cerca de la orilla subían y bajaban con el oleaje. La tarde nos dejó unas bonitas vistas del agua un poco embravecida y un cielo encapotado por el cual se colaban algunos rayos de sol.

 

Tarde en Hikaduwa 2

Tarde en Hikkaduwa - Batidos

 

Tarde en Hikaduwa 1

Tarde en Hikkaduwa

 

Cuando dejó de llover fuimos a buscar la cámara y volvimos a la playa para dar un paseo. Los surfistas volvían a aprovechar el oleaje y el cielo se había despejado bastante. Todavía quedaban algunas nubes y el cielo nos regaló el que seguramente fue el atardecer más bonito de nuestro viaje. El sol tenía un color ligeramente anaranjado y estaba parcialmente cubierto por unas pocas nubes. Además, el sol se reflejaba perfectamente en el agua mientras descendía. Sin lugar a duda fue todo un privilegio poder disfrutar de un atardecer como este.

 

Hikaduwa Atardecer 1

Hikkaduwa - Atardecer

 

Cuando el sol acabó de esconderse tras las aguas del océano, salimos a la calle principal a comprar un par de souvenirs que nos faltaban. Después de volver a la habitación y de preparar las mochilas para el día siguiente poco nos quedaba por hacer. Todavía era pronto para cenar, así que fuimos a tomar el que seguramente sería nuestro último batido del viaje.

Al día siguiente íbamos a Negombo y nuestros amigos madrileños nos advirtieron que la ciudad era bastante fea. Decidimos que como seguramente era la última oportunidad de disfrutar de pescado fresco en Sri Lanka cenaríamos langosta. Pedimos para compartir una langosta y un red snapper, este pescado era el que más nos había gustado de los que habíamos probado. La cena nos costó 6.000 LKR (unos 36€ al cambio), pero teniendo en cuenta lo que habíamos cenado estaba bastante bien de precio. Después de cenar volvimos a nuestra habitación a descansar, al día siguiente tendríamos que hacer muchos kilómetros.

 

Cena en Hikaduwa 1

Cena en Hikkaduwa - Langosta

 

Cena en Hikaduwa 2

Cena en Hikkaduwa - Red snapper

 

Día 14Día 16

 

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