Día 2 (04/12/2021) - Florencia

Free tour en Florencia

Aunque el día anterior habíamos llegado muy tarde al hotel hoy nos despertamos a las ocho de la mañana. En Florencia hay muchos lugares por visitar y no queríamos perder tiempo. Después de una ducha rápida fuimos a tomar el desayuno. En el hotel había un buffet libre para desayunar que incluía cereales, embutido, pan, yogures y bollería. Tomamos un buen desayuno con pan, embutido y un croissant, acompañado de un café con leche para despejarnos. Antes de salir a la calle pasamos por la habitación para recoger nuestra mochila y el carro de Liam.

Para empezar con la visita a la ciudad de Florencia, pensamos que lo mejor sería hacer un free tour. De este modo conoceríamos los lugares más importantes de la ciudad y su historia. Como suele pasar con este tipo de tours, se van viendo los lugares más importantes pero sin entrar en ninguno de ellos. Por ahora, con eso teníamos más que suficiente, ya que de todos modos solo teníamos intención de entrar en algunos de los lugares turísticos. Aunque con el free tour, aprenderíamos más detalles de la historia y de paso ya tendríamos hechas muchas de las visitas de la ciudad.

El free tour empezaba en la piazza di San Lorenzo, muy cerca del Duomo. Mientras esperábamos a que diera comienzo el tour, vimos como empezaba a chispear y sacamos nuestro paraguas. El motivo para que la visita partiese de este punto de la ciudad es su ubicación céntrica, aunque sin tanta aglomeración de gente como en la piazza del Duomo. Además, tal como nos explicó nuestro guía, en esta plaza se encuentra la basílica de San Lorenzo, mandada construir en el siglo XV por Cosme de Médici al arquitecto Filippo Brunelleschi. Como veríamos en los próximos minutos, ambos fueron personajes relevantes en la historia de la ciudad.

 

Iglesia de San Lorenzo en Florencia

Basílica de San Lorenzo

 

A continuación, fuimos caminando en dirección a la piazza del Duomo por la via de Martelli. Desde aquí vimos el palacio Médici Riccardi, de nuevo mandado construir por Cosme de Médici en el año 1444. El arquitecto en esta ocasión fue Michelozzo di Bartolomeo. Empezamos a entender la importancia que tuvieron los Médici en la ciudad de Florencia. La familia Médici empezó a crear su poder con la Banca Médici en el siglo XV, y su poder en la Toscana se extendió hasta el siglo XVII. Entre los miembros de esta influyente y poderosa familia se encuentran cuatro Papas como son León X, Clemente VII, Pío IV y León XI. Además, hay que añadir dos reinas de Francia como son Catalina de Médici y María de Médici.

 

Palacio Medici Riccardi

Palacio Médici Riccardi

 

Después de conocer un poco sobre la historia de una de las familias más importantes que hubo en esta ciudad, continuamos hasta su visita estrella. Llegamos a la piazza del Duomo, donde ya estuvimos la noche anterior y también habíamos cruzado hacía un rato de camino al punto de encuentro. A diferencia de las dos veces anteriores, en esta ocasión estuvimos unos cuantos minutos. La catedral de Santa María del Fiore, también conocida como el Duomo de Florencia, es sin duda la mejor visita de la ciudad. La plaza donde se encuentra el templo es muy grande, aun así es casi imposible encontrar un lugar desde el que sacar una foto completa del edificio.

La catedral de Santa María del Fiore fue construida a finales del siglo XIII. Quisieron construir un gran templo para superar a las ciudades rivales de Pisa y Siena. De este modo, cuando acabaron la construcción era la catedral más grande de Europa con una capacidad de 30.000 personas. El arquitecto principal fue Arnolfo di Cambio, aunque la obra duró 170 años y durante este tiempo fueron tomando el mando otros arquitectos. A nosotros el edifico nos pareció impresionante. Además, la fachada es muy bonita con todos sus detalles y colores. La catedral es de estilo renacentista y gótico italiano. Siguiendo en la fachada principal, justo en el lado derecho encontramos el campanario de Giotto de casi 85 metros de altura. El campanario debe su nombre al pintor Giotto di Bondone, quien retomó las obras del campanario tras la muerte de Arnolfo.

 

Catedral de Santa Maria in Fiore 1

Catedral de Santa María del Fiore

 

Catedral de Santa Maria in Fiore 3

Catedral de Santa María del Fiore - Campanario

 

Caminamos un poco para llegar a uno de los laterales de la catedral, desde donde podía verse perfectamente la cúpula. Justamente esta parte del edificio es uno de los puntos más interesantes. Resulta que después del paso de varios arquitectos y algunos parones por motivos como la peste, cuando llegó el momento de construir la cúpula se dieron cuenta que la base no era un octógono regular. En 1418 se hizo un concurso para ver quien era el arquitecto de la cúpula y el ganador fue Filippo Brunelleschi, quien había construido la basílica donde empezamos el tour. La idea de Brunelleschi fue hacer la cúpula con doble pared inspirándose en el Panteón de Roma. En total la cúpula tiene 4 millones de ladrillos y pesa un total de 37 toneladas. Parece imposible que pueda aguantarse.

 

Catedral de Santa Maria in Fiore 2

Catedral de Santa María del Fiore – Cúpula de Brunelleschi

 

Es posible entrar en la catedral, subir al campanario y también a la cúpula de Brunelleschi. Para la catedral no es necesario comprar entrada, sin embargo hay que hacer cola y en los días que estuvimos había tantísima gente que finalmente no pudimos entrar. Para subir al campanario y a la cúpula se pueden comprar entradas por internet o en una oficina que hay en la misma plaza. Desafortunadamente, cuando preguntamos solo quedaban entradas para el campanario, pero para la cúpula no había hasta tres días más tarde y no pudimos subir.

Antes de abandonar la plaza fuimos a ver el Baptisterio de San Juan. Antiguamente no se podía entrar en una iglesia si no se estaba bautizado, por este motivo el baptisterio se encuentra separado del resto de la iglesia. Este edificio tiene forma octogonal haciendo referencia a los ocho días para la Resurrección de Cristo. El estilo de la fachada es muy bonito, siguiendo el estilo de la catedral. Aunque lo más importante son las puertas del baptisterio. Las primeras de ellas fueron las de la cara sur, aunque inicialmente se pusieron en el lado este y después se movieron a su posición actual. Estas fueron diseñadas por Andrea Pisano en 1329. Posteriormente, en 1401 se hizo un concurso para saber quien diseñaba las puertas de la cara norte y el ganador fue Lorenzo Ghiberti, quien tardo 21 años en acabar estas puertas. Finalmente, las puertas de la cara este fueron adjudicadas también a Ghiberti en 1425. En esta ocasión tardó 27 años para acabar con el trabajo, que consta de diez paneles representando el Antiguo Testamento.

 

Baptisterio de San Juan 1

Baptisterio de San Juan

 

Baptisterio de San Juan 2

Baptisterio de San Juan

 

Abandonamos la piazza del Duomo para llegar en pocos minutos a la piazza della Repubblica. El proyecto para construir esta plaza empezó en 1865, cuando la capital italiana se trasladó a Florencia. Aunque se paralizó cuando se trasladó de nuevo la capital a Roma en 1870. No fue hasta 1883 cuando se seleccionó la propuesta de Edoardo Rimediotti, quien diseñó una gran plaza rectangular porticada, con un arco del triunfo en uno de sus extremos. Realmente la plaza es un gran espacio abierto, donde se encuentran la columna de la Abundancia, un tiovivo y un plano de la ciudad en relieve hecha de metal.

 

Plaza de la Republica 1

Piazza della Repubblica – Arco del triunfo

 

Plaza de la Republica 3

Piazza della Repubblica – Plano de la ciudad en relieve

 

A pocos metros de la piazza della Repubblica encontramos el palazzo dell'Arte della Lana. Originalmente, era la torre Compiobbesi construida en el siglo XIII, pero en 1308 pasó a ser la sede del Arte della Lana. Con el tiempo pasó por varios propietarios y funciones, hasta que en 1905 pasó a ser propiedad de la Sociedad Italiana Dante, que tiene allí sus oficinas y una biblioteca. Lo más interesante se encuentra en el exterior, donde pueden verse varias estatuas.

 

Palazzo dell Arte della Lana

Palazzo dell'Arte della Lana

 

En Florencia la mayoría de lugares interesantes están muy cerca unos de otros, tan solo unos minutos más tarde nos encontrábamos en la piazza della Signoria. Esta fue una de las plazas que más nos gustaron de la ciudad. El edificio más importante que podemos encontrar en este lugar es al palazzo Vecchio, construido entre los años 1299 y 1314. El proyecto se asignó al arquitecto Arnolfo di Cambio, el mismo que empezó la construcción de la catedral. El edificio nos llamó la atención nada más acceder a la plaza, sobre todo la torre di Arnolfo de 95 metros de altura.

 

Plaza de la Senoria 1

Piazza della Signoria – Palazzo Vecchio

 

Plaza de la Senoria 2

Piazza della Signoria

 

En la plaza pudimos encontrar otras curiosidades y cosas interesantes. Entre ellas están la fuente de Neptuno, construida por Bartolomeo Ammannati entre 1563 y 1565 en honor al matrimonio entre Francisco I de Médici y Juana de Austria. Por otro lado, siguiendo hablando de los Médici, también se encuentra en esta plaza la estatua ecuestre de Cosme I de Médici. Una obra de Giambologna, aprendiz de Bartolomeo Ammannati. La estatua fue encargada en 1587, pero no se finalizó hasta 1594.

 

Plaza de la Senoria 4

Piazza della Signoria – Fuente de Neptuno

 

Plaza de la Senoria 5

Piazza della Signoria- Estatua ecuestre de Cosme I de Médici

 

Nos mantuvimos en la piazza della Signoria para situarnos frente a la logia de la Señoría. Se trata de un pórtico donde hay varias estatuas. Hay que pagar entrada para acceder, aunque se pueden ver desde fuera. Entre las esculturas que se encuentran en la logia de la Señoría están el Perseo de Cellini y el Rapto de las Sabinas de Giambologna.

 

Plaza de la Senoria 6

Piazza della Signoria – Logia de la Señoría

 

Pasamos junto al palazzo Vecchio para llegar hasta la galería Uffizi, que alberga una gran colección de arte, convirtiéndola en una de las atracciones más visitadas de la ciudad. Inicialmente fue el palacio de los Uffizi. Fue mandado construir por Cosme I de Médici en 1560, con la finalidad de albergar oficinas que no cabían en el palazzo Vecchio. Actualmente, es un gran museo y alberga una gran pinacoteca. Por nuestra parte no teníamos intención de entrar para visitarlo, con Liam no veíamos la necesidad de entrar al museo sin ser unos entendidos en pintura.

 

Piazzale degli Uffizi

Galería Uffizi

 

Para finalizar el free tour, nos acercamos hasta un balcón que hay junto a la galería y que da al río Arno. Desde aquí había una fantástica vista del Ponte Vecchio, otra de las mayores atracciones de la ciudad. El Ponte Vecchio es uno de los puentes más famosos del mundo y uno de los pocos puentes habitados que se conservan, lo que lo convierte en un símbolo de Florencia. El primer puente fue construido por los romanos en el año 150 a.c., pero tras varias remodelaciones y destrucciones, el actual puente fue construido en piedra entre los años 1335 y 1345, aunque posteriormente sufrió modificaciones. Lo que hace especial a este puente es que a ambos lados hay pequeños edificios que hacen las funciones de tiendas. Durante la segunda guerra mundial, todos los puentes de la ciudad fueron derruidos en la retirada de los alemanes excepto el Puente Vecchio. Según cuenta la leyenda, Adolf Hitler dio la orden de que no se derribase ese puente aunque se bloqueó su acceso.

 

Ponte Vecchio 1

Ponte Vecchio

 

Una vez finalizado el free tour pagamos lo que consideramos a nuestro guía, en nuestro caso le dimos 20€. Antes de despedirnos del todo le pedimos algunos consejos y que nos diera algunas recomendaciones para comer.

Florencia

Siguiendo las recomendaciones de nuestro guía, callejeamos un poco para llegar hasta el restaurante Trattoria Alfredo. Pedimos una bruschetta al pomodoro de entrante para compartir y como plato unos macarrones boloñesa para Liam y para nosotros una lasaña y unos tagliatelle. Para beber pedimos una cerveza y agua, con lo que pagamos en total 53,50€. Quizá no fue un precio económico, pero los platos estaban riquísimos, nada como comer pasta en Italia.

 

Comida en Trattoria Alfredo 1

Comida en Trattoria Alfredo - Tagliatelle

 

Comida en Trattoria Alfredo 2

Comida en Trattoria Alfredo - Lasaña

 

Cuando salimos del restaurante estaba lloviendo, durante la mañana habíamos notado que chispeaba un poco en algunos momentos, pero ahora estaba lloviendo con ganas. Sacamos nuestros chubasqueros de la mochila y abrimos el paraguas. En pocos minutos llegamos de nuevo al palazzo Vecchio y en esta ocasión entramos para resguardarnos de la lluvia. Solo pudimos ver un pasillo y una sala porticada con la zona central abierta. La pared de esta sala nos gustó mucho, estaba llena de pinturas y esculturas.

 

Palazzo Vecchio

Palazzo Vecchio

 

Aunque estaba lloviendo estábamos de vacaciones y queríamos hacer algunas visitas. Cuando vimos que la lluvia dejaba de apretar salimos del palacio y caminamos un poco para llegar al Ponte Vecchio. Antes de comer lo habíamos visto de lejos y ahora queríamos pasear por encima. Tal como habíamos visto desde lejos y nos había explicado nuestro guía, a ambos lados del puente hay tiendas. Recorrimos el puente de extremo a extremo y vimos que las tiendas que hay aquí no son nada económicas, entre ellas están algunas marcas conocidas como Rolex. Hicimos el camino sobre el puente ida y vuelta, por hoy no teníamos intención de visitar la parte de la ciudad que hay en la otra orilla.

 

Ponte Vecchio 3

Ponte Vecchio

 

Seguimos paseando y nos encontramos con el mercado del Porcellino. Este es un mercado al aire libre, aunque con un cubierto que nos protegía de la lluvia. Aquí se pueden encontrar artículos como ropa, bolsos, zapatos y souvenires. El motivo por el cual hicimos una parada en este lugar es la fuente del Porcellino que da nombre al mercado. Se trata de la escultura de un jabalí hecha en bronce, copia de la estatua de Pietro Tacca que se encuentra en el museo Stefano Bardini.

 

Mercato del Porcellino 1

Mercado del Porcellino

 

Caminamos algo más de diez minutos para llegar a la galleria della Academia. De los muchos museos que hay en Florencia este era el único que queríamos visitar. Al llegar vimos que había mucha cola y nos pusimos al final. Vimos que había mucha gente y no sabíamos si íbamos a poder entrar. Mientras uno de nosotros se quedaba haciendo cola, el otro fue a preguntar como estaba la previsión para poder entrar. Un miembro de seguridad del museo nos dijo que primero entraba la gente que tenía entrada y después entrabamos el resto, pero que la última entrada era a las cinco. Viendo la hora que era y la cola que había, vimos que no íbamos a poder entrar y decidimos dejarlo para el día siguiente.

Volvimos a la piazza del Duomo a ver si teníamos más suerte. Como nos pasó con el museo y pese a la lluvia, vimos una gran cola para entrar a la catedral. Buscamos la oficina que hay en uno de los laterales para comprar entradas a la torre y la cúpula. Preguntamos y nos dijeron que para la cúpula no había entradas hasta dentro de tres días, pero para la torre quedaban algunos horarios. Subir a la torre no nos motivaba demasiado, así que por el momento decidimos declinarlo y ver como íbamos de tiempo al día siguiente.

La lluvia volvió a apretar y las visitas que queríamos realizar no eran posibles esta tarde. De este modo decidimos ir a tomar algo a uno de los muchos bares de la ciudad. Acabamos entrando en un pequeño bar que había en una esquina, pedimos dos cappuccino y dos pastas. Había una compañera de trabajo de Miriam que también estaba en la ciudad con la familia. Sin haber hablado en todo el día, casualidades de la vida, entraron justamente en el mismo bar que habíamos elegido nosotros. Pasamos un rato largo hablando con ellos, comentando lo que habían visto de la ciudad y lo que habíamos visto nosotros. Después de más de una hora ellos, continuaban con su recorrido por la Toscana y nosotros decidimos volver al hotel.

De camino al hotel nos desviamos un poco para acercarnos hasta la piazza di Santa Croce. Aquí descubrimos que había un gran mercado navideño. Dimos una vuelta y no pudimos evitar comprar una decoración para nuestro árbol de Navidad que nos costó 3€. En uno de los extremos de la plaza se encuentra la basílica de la Santa Cruz, la cual da nombre a la plaza. Nos acercamos hasta la basílica, pero al ser de noche nos interesaba más ver el mercado. Como estábamos cerca del hotel, decidimos que volveríamos al día siguiente por la mañana para ver la basílica de día.

 

Piazza di Santa Croce

Piazza di Santa Croce – Mercado navideño

 

Basilica de la Santa Cruz

Basílica de la Santa Cruz

 

Cuando llegamos al hotel vimos que Liam no parecía encontrarse bien, aunque pensamos que seguramente sería por el cansancio. De todos modos Sergio se acercó a la farmacia que había frente al hotel. Compramos medicamentos para Liam y unas pizzas para llevar en el restaurante MisterPizza. La cena nos salió bastante más barata que la comida, por 16€ tuvimos dos pizzas para cenar los tres.

Después de cenar parecía que Liam empezaba a encontrarse algo mejor. Como la noche anterior los tres habíamos dormido poco, y suponíamos que era la razón por la que Liam se encontraba mal esta noche, decidimos irnos a dormir pronto y recuperar algo de sueño. Al día siguiente queríamos hacer muchas visitas y preferíamos estar descansados.

 

Día 1Día 3

 

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