Día 4 (07/12/2019) - Estrasburgo ➞ Obernai ➞ Estrasburgo
Estrasburgo
Despertamos en la casa de los horrores, el sobrenombre que acabamos poniendo al alojamiento donde pasamos las dos últimas noches del viaje. Por más que intentemos explicar lo mal que estaba la casa no conseguiríamos ni acercarnos, había que verla para saberlo. Bajamos a desayunar a la cocina mientras repasamos las visitas para hoy. Primero iríamos a Obernai y después queríamos llegar antes de comer a Estrasburgo para tener toda la tarde para visitar la capital de Alsacia.
Obernai
Para poder hacer ruta por los pueblos de Alsacia es una muy buena opción hacerlo en coche, ya sea propio o de alquiler. Todos los desplazamientos entre pueblos son bastante rápidos. En esta ocasión tardamos cerca de media hora en llegar hasta Obernai, el primer destino del día.
Cerca de la entrada al caso antiguo hay un parking muy grande, donde también vimos aparcados autobuses. Pese a su tamaño tardamos un poco en encontrar una plaza donde poder aparcar. Después tuvimos que caminar unos pocos metros para llegar a una muralla que tuvimos que cruzar para llegar al centro de Obernai. Lo primero que nos encontramos fue la place André Neher con su pequeño mercado navideño. Recorrimos los pocos puestos que había en esta plaza mientras la cruzamos para proseguir el camino.
Obernai – Place André Neher
Seguimos caminando hasta llegar al mercado principal situado en la place du Marché. Éste estaba más concurrido que el primero, hasta tenía un tiovivo. En una esquina de la plaza esta Le Beffroi, el campanario de la ciudad. Cruzamos la plaza y fuimos a seguir recorriendo el pueblo, de vuelta nos entretendríamos más en este mercado.
Obernai – Place du Marché
Obernai – Place du Marché
Recorrimos unas pocas calles de Obernai hasta llegar a la place de l'Etoile. Aquí había otro pequeño mercado navideño y un tiovivo. El día no acompañaba mucho y queríamos buscar nuestro recuerdo para el árbol en el mercado grande, así que dimos la vuelta por otras calles para ver otra parte del pueblo, pero volviendo a la place du Marché.
Obernai – Place de l'Etoile
Una vez en el mercado principal recorrimos todas las tiendas. Queríamos comprar la figura para el árbol pero sin repetir con los que ya teníamos. Tardamos un poco en encontrar uno que nos gustase y al mismo tiempo fuimos viendo todo el mercado navideño. El día amenazaba con ponerse a llover en cualquier momento, después de comprar desandamos el camino de vuelta al coche.
Obernai – Place du Marché
Mientras caminábamos por la rue du Marché, vimos varias tiendas donde vendían algo parecido al turrón. Decidimos entrar en una y acabamos comprando una porción de turrón de pistacho. Lo que no esperábamos era que fuera tan caro, aun así hicimos la compra. La porción de cerca de un kilo nos costó algo más de 60€.
Obernai - Turrón
Cuando estábamos a punto de salir del pueblo Liam tenía hambre. Decidimos que lo mejor era entrar en una cafetería y aprovechar para también tomar un café. Entramos en Au Cocon, que para nuestra sorpresa es una cafetería muy enfocada a los niños. Dentro vimos que se estaba celebrando un cumpleaños infantil, pero además por todos lados había juguetes y zonas de juegos para los niños. Habíamos elegido sin quererlo la mejor cafetería para darle de comer a Liam. Al rato salimos y estaba empezando a llover, fuimos directos al coche para ponernos rumbo a Estrasburgo.
Estrasburgo
Faltaba poco para las 12 del mediodía cuando llegamos a Estrasburgo, la capital de Alsacia y su ciudad más grande. A diferencia de los pueblos que habíamos visitado hasta ahora, aquí había mucho más tráfico, edificios más grandes y mucha más población. Todo esto unido nos complicó mucho el hecho de encontrar donde aparcar el coche y tuvimos que dejarlo en un parking lejos del centro.
Perdimos tanto tiempo que cuando nos acercábamos caminando al centro, decidimos parar a comer y hacer las visitas por la tarde. Encontramos el restaurante L'Expresso con un comedor muy grande, fácil para poder entrar con el carrito de Liam. Pedimos dos platos típicos de la región que todavía no habíamos tenido ocasión de probar, el choucroute y el baeckeoffe. Ambos platos estaban muy buenos pero eran consistentes y casi no podemos acabarlos. Con el postre y las bebidas, pagamos 40€ en total por la comida.
Comida - Choucroute
Comida - Baeckeoffe
El año anterior, 2018, la ciudad de Estrasburgo sufrió un atentado terrorista en estas mismas fechas. Por este motivo, este año pusieron grandes medidas de seguridad para acceder al centro de la ciudad. Esta zona es una isla y por tanto para llegar hay que cruzar alguno de los puentes. En cada uno de ellos había un control para poder pasar y de esta manera evitar que entre gente sospechosa. A la hora que nosotros quisimos entrar no había mucha gente y apenas tardamos cinco minutos en pasar el control.
Estrasburgo es la ciudad más grande de la región y por tanto la que más mercados alberga. Buscando en internet vimos que había nueve mercados en total. Pensamos que no había tiempo de verlos todos en una tarde, así que nos centramos en ver los más importantes y alguno más si venía de camino. Empezamos a pasear por la Grand rue y a medio camino nos desviamos unos metros. De este modo llegamos a la place du Meuniers y la place Benjamin-Zix. Aquí hay dos pequeños mercados que vimos de forma rápida. Lo que más nos gustó de esta zona fueron los canales que pueden verse desde la segunda de las plazas.
Estrasburgo – Place du Meuniers
Estrasburgo - Canales
A los pocos minutos volvimos a la Grand rue y giramos en la rue des Francs-Bourgeois para llegar a la place Kléber. La plaza es muy grande y bonita pero lo mejor es el gigantesco árbol de Navidad. Evidentemente, había mucha gente junto al árbol para sacarse fotos y tuvimos que esperar nuestro turno. En el centro de la plaza también pudimos ver el monumento al general Kléber.
Estrasburgo – Place Kléber
Estrasburgo – Árbol gigante de Navidad
Había varios mercados cerca de esta plaza y optamos por ir al más importante y grande de todos ellos, el de la place Broglie. Este mercado consta de tres filas de casetas que cubren todo el largo de esta gran plaza. Empezamos a caminar por uno de los pasillos que había entre los puestos y enseguida vimos que estaba abarrotado de gente. Había tantas personas que era prácticamente imposible caminar, solo podíamos dejarnos llevar por el ritmo de los que iban delante nuestro. A esto había que sumarle que íbamos con un carrito. Fuimos viendo todo tipo de tiendas con decoraciones navideñas, comida y otras cosas típicas de Navidad. Después de haber visitado tranquilamente pequeños pueblos y mercados navideños con poca gente, nos empezamos a agobiar y decidimos salir de este mercado. Ciertamente es el más grande de todos y puedes encontrar cualquier cosa relacionada con la Navidad, pero a nosotros tanta gente nos agobió y decidimos irnos a otro lugar.
Estrasburgo – Place Broglie
Estrasburgo – Place Broglie
Continuamos el resto de la tarde paseando por la ciudad mientras se nos hacía de noche. Pasamos por los mercados navideños de la place du Temple Neuf y la place Gutenberg. Éste último lo dedican cada año a un país diferente, en 2019 estuvo dedicado al Líbano, pudimos ver varios productos típicos del país. Por el camino fuimos viendo curiosas decoraciones, iluminaciones y mucha gente.
Estrasburgo
Estrasburgo
A media tarde paramos a hacer un café y darle de comer a Liam, así también descansamos un poco. Algo que empezamos a comprobar en este primer viaje con Liam, es que tal como nos habían dicho, un niño es un arma masiva de socialización. Mucha gente es ver a un niño pequeño y enseguida les dicen cosas, sobre todo si se ríe tanto como hace Liam. Durante el viaje no es que hiciéramos amigos, pero hablamos con mucha gente que le hizo gracia ver a un niño tan simpático.
Habíamos dejado para el final la place de la Cathédrale, donde hay otro de los mercados más importantes de la ciudad. No es tan grande como el de la place Broglie, pero también hay muchas casetas y con mucho más espacio para caminar. Recorrimos los diferentes puestos viendo las decoraciones navideñas y compramos nuestra última figura para el árbol de Navidad. Pero lo más impresionante de la plaza es la gran catedral. Intentamos hacer una foto que albergase todo el edificio, pero es tan grande que nos fue imposible. En el interior hay un reloj astronómico, pero habíamos llegado tarde y ya no se podía entrar.
Estrasburgo - Catedral
Eran más de las ocho de la tarde y teníamos que buscar donde cenar sino queríamos que cerraran todo. Al ser sábado los mercados estaban abiertos hasta más tarde y encontramos una caseta donde hacían crepes y pretzels de todo tipo. Tuvimos que hacer diferentes colas para poder pedir la cena, pero acabamos comprando crepes, pretzels y bebida por 19€. Cenamos en unas mesas que tenían justo delante de la caseta. Una vez cenados desandamos el camino hasta el coche. Habíamos dejado el vehículo en el parking cerca de diez horas, así que los 11€ que pagamos tampoco nos parecieron demasiado.
Estrasburgo – Place de la Cathédrale
Cuando llegamos a la casa del terror, o lo que es lo mismo, nuestro alojamiento a las afueras de Estrasburgo, empezamos a preparar las maletas. Al día siguiente queríamos salir temprano, teníamos muchas horas de coche y tendríamos que hacer paradas para que Liam comiese y no se agobiara de tanto coche. Preparamos todo y nos fuimos a dormir para estar descansados para todas las horas que tendríamos de conducción al día siguiente.
