Día 10 (04/08/2020) - Potes ➞ Blanes

Potes

Hoy tocaba despedirse de Potes y de nuestro viaje. Despertamos pronto para ducharnos y bajar las maletas al coche antes de desayunar. Habíamos reservado para tomar el desayuno en el turno de las 8. Teníamos unos cuantos kilómetros por delante, así que tomamos un buen desayuno para coger fuerzas para tantas horas al volante. Antes de subirnos al coche pudimos ver por última vez el paisaje que rodea al hotel.

 

Potes

Potes

 

Teníamos muchas horas de camino, pero eso no era excusa para no parar a hacer unas visitas por el camino. En el desfiladero de Liébana que lleva hasta la autovía del cantábrico hicimos dos paradas. La primera de ellas fue en la iglesia de Santa María de Lebeña, que estaba muy cerca de la carretera. La iglesia estaba cerrada y no pudimos entrar, pero el entorno es fantástico y pudimos disfrutar de un bonito paisaje.

 

Iglesia de Santa Maria de Lebena 1

Iglesia de Santa María de Lebeña

 

Iglesia de Santa Maria de Lebena 2

Iglesia de Santa María de Lebeña – Vistas

 

Unos kilómetros más adelante tomamos un desvío para ir a un mirador. En esta ocasión el camino era de más de veinte minutos por la montaña. Finalmente, llegamos al mirador de Santa Catalina, desde donde puede verse el desfiladero. Las vistas compensaban con creces el rato que tardamos en llegar. Con las dos paradas empezábamos a ir un poco mal de tiempo, así que no estuvimos mucho rato, sacamos unas cuantas fotos y volvimos al coche.

 

Mirador de Santa Catalina 1

Mirador de Santa Catalina

 

Mirador de Santa Catalina 2

Mirador de Santa Catalina

Vuelta a casa

El resto del viaje lo hicimos casi de continuo. Solo paramos para comer en Miranda de Ebro, otra parada para hacer un café y una última porque Liam ya no aguantaba más horas de coche. Habíamos intentado no hacer muchas tiradas largas de conducción con él despierto, pero después de tantas horas ya estaba cansado. Más tarde de lo esperado debido a las paradas y visitas llegamos por fin a casa.

Habíamos pasado diez días magníficos recorriendo el Principado de Asturias, una de las regiones españolas que más ganas teníamos de conocer. Nos habían gustado mucho los pueblos, algunos de ellos considerados como uno de los pueblos más bonitos de España. Lo que más nos había gustó fue la naturaleza y los paisajes de Asturias, que en algunas ocasiones nos habían recordado a nuestro viaje a Nueva Zelanda. Además, la comida en esta región también es un punto muy favorable y habíamos comido muy bien. Asturias es un lugar muy recomendable al que no descartamos volver algún día.

 

Día 9

 

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