Día 6 (20/08/2018) - CKGR ➞ Kumaga
Central Kalahari Game Reserve
Nos levantamos cuando todavía no había empezado a salir el sol. Queríamos aprovechar la mañana para poder ver un poco más del CKGR antes de irnos. El día anterior habíamos perdido la tarde por culpa de la avería del coche y queríamos recuperar parte de ese tiempo perdido durante la mañana.
Vimos el amanecer mientras recogíamos las tiendas y preparábamos el desayuno. Aunque habíamos madrugado, cuando acabamos de desayunar era algo más tarde de lo que habíamos planificado. Durante todo el viaje nos pasó lo mismo, siempre salíamos con una media hora de retraso con respecto a lo que teníamos pensado.
Amanecer
Sin perder más tiempo nos pusimos en marcha y nada más salir del campsite vimos una hiena. Seguramente sería la misma que vimos pasar cerca la noche anterior. Se movió un poco rápido y se escondió detrás de unos arbustos, por desgracia no conseguimos sacarle una buena foto.
Aunque pasamos la noche bastante tranquilos, ver que una hiena había estado cerca mientras dormíamos nos inquietaba un poco. Pensamos que después le preguntaríamos a Aaron sobre los peligros del safari.
Condujimos un poco por el desierto del Kalahari. Vimos de nuevo a un steenbok medio escondido entre los arbustos. Después vimos a un springbok pastando hierba. Era pronto y a esta hora salen a comer, antes de que apriete el sol. Volvimos a comprobar que ambas especies son muy parecidas, pero que los segundos son más grandes. Nos sorprendió ver que a diferencia del impala, tanto el steenbok como el springbok no van en manadas para protegerse de los depredadores.
Steenbok
Springbok
Continuamos un buen rato recorriendo el CKGR, mientras nos dirigíamos al mismo tiempo hacia la salida. Durante este rato vimos de nuevo algunos animales que ya habíamos visto, como el avestruz y un pequeño grupo de jirafas. No vimos ninguna especie nueva, pero nos gustó poder ver de nuevo a estos animales con más tranquilidad.
Avestruz
Jirafa
A media mañana salimos del CKGR para ir a Makgadikgadi pans. Antes de ir hacia el siguiente parque tuvimos que deshacer unos pocos kilómetros del camino que hicimos el día anterior. Se nos había reventado una garrafa de agua y no podríamos comprar hasta la tarde del día siguiente cuando llegásemos a Maun. Por eso decidimos perder algo de tiempo y volvimos a Rakops para comprar agua. Después continuamos con nuestro recorrido hasta Makgadikgadi pans.
Makgadikgadi pans
El siguiente parque que teníamos pensado visitar estaba un poco más al norte, donde encontraríamos más agua. Cerca de Kumaga está Makgadikgadi pans. Cruzamos este pueblo que se parecía mucho a Mochudi, donde habíamos estado un par de días atrás. Había casas muy pequeñas y desperdigadas, con calles sin asfaltar, con la excepción de la carretera principal.
Kumaga
Para acceder al parque había que cruzar un río y para ello tenían un pequeño puente un tanto rudimentario. Había que pagar para cruzar por el puente, pero como el nivel del agua no era muy alto cruzamos por el río. Aaron estaba muy acostumbrado a ir con el 4x4 por este tipo de terrenos y dejamos que condujera para cruzar al otro lado.
Acceso a Makgadikgadi pans
En esta ocasión el campsite no estaba muy lejos de la entrada y tardamos solo unos minutos en llegar. Era cerca de mediodía y llevábamos los dos días que habíamos pasado en el CKGR sin podernos duchar. En Makgadikgadi pans había unas instalaciones con baños y duchas justo delante de nuestra plaza. Sacamos algunas cosas para tenerlas preparadas para después, entre ellas, una bolsa de basura del día anterior medio vacía que dejamos colgada de la rueda de recambio.
Fuimos a las duchas y al poco de entrar Miriam vio que tenía una garrapata enganchada en la pierna. El día anterior habíamos estado en una zona con muchas de ellas y alguna tuvo que colarse en el vehículo y finalmente engancharse en Miriam. Llamamos a Aaron para que nos dijese como podíamos quitarla pero estaba en la ducha. Mientras venía probamos a tirarle Goibi para matarla.
Cuando llegó Aaron dijo que para quitarla había que acercarle fuego y fuimos a buscar un mechero al coche. Tuvimos un poco complicado acceder porque unos monos habían olido la bolsa de basura y estaban alrededor del vehículo. Volvimos al baño y con el fuego la garrapata no se movía. Con el Goibi la habíamos matado y la quitamos con cuidado. El procedimiento correcto es acercarle fuego para que ella sola se desenganche y después quitarla. Si no se hace con cuidado puede dejar la cabeza o las patas clavadas y esto puede provocar una infección. Además, es necesario tomarse antibióticos durante unos días. Por suerte, Miriam es precavida y llevaba estos medicamentos. Aunque la habíamos quitado limpiamente tendría que tomarse los antibióticos.
Después de la ducha volvimos a recoger lo que lo monos habían dejado tirado y preparamos la comida. Uno de los animales que le habíamos dicho a Aaron que queríamos ver era la cebra y él nos había dicho que en este parque había montones. Así que comimos con ganas de ver a éste y muchos más animales. En esta zona había un río y con agua hay muchas más posibilidades de ver unos cuantos.
Tardamos poco en ver al primer animal de la tarde. Nos encontramos con un grupo de impalas. Ya empezaba a ser normal ver a estos antílopes tan comunes en esta zona del planeta.
Impala
Tampoco tardamos mucho en ver a la cebra. Tal como nos había dicho Aaron, en este parque había muchas, se podían contar por centenas. Además, iban en grupos muy numerosos. Era imposible contar cuantas había. Nos pareció curioso que cuando nos acercábamos, en vez de huir nos daban la espalda. O que se tirasen al suelo y se revolcasen para rascarse la piel. La cebra fue el segundo animal de nuestra lista de 8 que vimos, poco a poco íbamos aumentando el número de especies que encontrábamos.
Como es sabido, las cebras tienen un cuerpo parecido al del caballo aunque más pequeño. El pelaje es blanco con rayas negras por todo el cuerpo y miden entre 1,2 y 1,5 metros de altura. Lo más curioso es que no hay dos de estos animales con las rayas iguales.
Cebra
Cebra
A continuación nos acercamos al río, donde volvimos a ver que había montones de cebras acompañadas de ñus. Era la primera vez que veíamos animales de especies diferentes juntas. Esto era lo que esperábamos encontrar, diferentes tipos de herbívoros pastando y bebiendo juntos.
Ñu y cebra
Por el camino nos cruzamos con otros vehículos de safari. La mayoría eran de empresas privadas que hacían tours organizados para turistas. Aaron se iba parando a hablar con ellos y deducimos que, entre otras cosas, les preguntaba si habían visto a algún león. Como le habíamos dicho que era el animal que más ilusión nos hacía ver, intentaba que lo viéramos. Uno de los guías con los que nos cruzamos, le dijo que en otra parte del parque a veces había visto alguno. Nos pusimos en dirección a esa zona.
Estuvimos un rato recorriendo el lugar que nos habían indicado, pero sin éxito. Aunque no fue para nada una pérdida de tiempo. Volvimos a cruzarnos con montones de cebras y algún que otro chacal solitario. La zona era más seca que cerca del río y había muchos arbustos. Incluso salimos del camino marcado para ver si encontrábamos alguna pista que indicase que había algún león. Después de un rato y viendo que no faltaba mucho para el atardecer volvimos al río.
Cuando llegamos de nuevo cerca del agua nos llevamos una grata sorpresa. Vimos al gran elefante africano, el mamífero terrestre más grande del mundo. Puede llegar a medir 7 metros de longitud por 3,5 metros de altura y un peso de hasta 6 toneladas. Éste era el tercero de nuestra lista de 8 animales que más ganas teníamos de ver.
Eran un grupo de seis elefantes que estaban en la orilla del río para bañarse y cubrirse con barro. Aunque vimos que algunos de ellos también aprovechaban para jugar un poco. No pudimos hacer otra cosa que quedarnos embobados con estos grandes mamíferos mientras realizaban sus tareas rutinarias. Aaron nos dijo que los próximos días veríamos más, pero no queríamos desaprovechar esta oportunidad que nos brindaba la naturaleza.
Elefante
Elefante
Al poco rato, los elefantes se alejaron del río para adentrarse entre la vegetación. Era hora de empezar a buscar comida. Por nuestra parte, continuamos el camino que discurre al lado del río para llegar a la hipo pool. Como su propio nombre indica, aquí estaban bañándose un grupo de hipopótamos, otro de los animales de nuestra lista, ya teníamos la mitad cubierta. Habíamos visto la jirafa, la cebra, el elefante y el hipopótamo. Nos faltaban el rinoceronte (que sabíamos que sería prácticamente imposible ver), el león, el leopardo y el guepardo.
Los hipopótamos son los dueños de esta parte de río. Estos animales son muy territoriales y si consideran que esta zona es suya no dejan que otros entren. Son la tercera especie terrestre más grande del planeta, llegando a pesar hasta 3 toneladas. Esto ayuda a poder imponerse a la gran mayoría de animales por un territorio.
Nos detuvimos cerca de la orilla y estuvimos un rato observándolos. Solo pudimos ver sus cabezas y como abrían la boca. Se pasan casi todo el día metidos dentro del agua y es complicado verlos fuera de ella. Esperábamos que en los días que nos quedaban pudiésemos ver alguno fuera.
Hipopótamo
Hipopótamo
Aprovechamos que desde esta parte del río había unas magníficas vistas del atardecer. Los colores de esta hora del día no dejaban de maravillarnos. Estábamos muy contentos porque hoy habíamos podido ver más animales que en los días anteriores y porque Aaron nos dejó bajar del vehículo. Normalmente dentro de los parques no es posible salir del coche, excepto en algunos lugares específicos. No quisimos dejar pasar la oportunidad de sacarnos una foto con este magnífico paisaje al atardecer.
Atardecer
Atardecer
Antes que acabara de caer la noche volvimos al campsite. Las parcelas estaban cerca unas de otras y no tuvimos la sensación de estar solos en medio de la nada como en el Kalahari. Aunque solo había otros 3 o 4 vehículos a nuestro alrededor. Preparamos la cena y conversamos un rato alrededor del fuego antes de irnos a dormir. Llevábamos unos días madrugando y fuimos a dormir pronto.
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