Día 3 (20/11/2016) - Kuala Lumpur ➞ Phnom Penh
Barrio Chino
Nos despertamos pronto para aprovechar la mañana, después de comer salíamos para el aeropuerto. Bajamos a la recepción del hostal, donde nos dijeron que podíamos tomar el desayuno que consistía en tostadas con mantequilla y mermelada, para beber tomamos café con leche. Cuando acabamos de desayunar nos dirigimos a la estación de metro más cercana para llegar hasta el barrio chino, donde teníamos pensado hacer algunas visitas. También queríamos visitar "Little India", pero como ya suponíamos no nos dio tiempo para tanto.
Desde nuestra parada tuvimos que llegar hasta KL Sentral y cambiar de línea para llegar a la estación de Pasar Seni, donde se encuentra el barrio chino. Nada más bajar del metro vimos que en esta parte de la ciudad había bastante más suciedad. Por otro lado, también pudimos ver al salir de la estación, que este barrio estaba decorado con claros símbolos chinos. Nuestra primera intención era visitar el mercado central que estaba a pocos minutos de la estación, pero al llegar vimos que estaba cerrado y que no abrían hasta las 10. Entonces decidimos ir al siguiente destino de nuestro recorrido, que al ser una plaza no tendría horario y podríamos visitarla sin problemas.
Kuala Lumpur - Barrio Chino
Kuala Lumpur - Barrio Chino
Plaza Merdeka y Bangunan Sultan Abdul Samad
Por el camino hasta la plaza Merdeka encontramos dos edificios que nos llamaron la atención. El primero de estos edificios fue la mezquita Masjid Jamek, que estaba al otro lado de un pequeño río que discurre por esta parte de la ciudad. Esta mezquita fue construida en 1909 siendo una de las más antiguas de la ciudad, fue la principal mezquita de la ciudad hasta 1965. Tan solo la vimos y fotografiamos de lejos, pero el edificio bien merecía de unos minutos para admirarlo. El segundo edificio lo vimos justo antes de llegar a la plaza y se trataba del museo nacional de tejidos. No es que nos interesase el contenido de este museo, pero sí que nos llamó la atención su arquitectura. De hecho, al principio confundimos el edificio con una mezquita, pero al ver que no tenía minarete entendimos que no podía ser. Después vimos una placa que indicaba que era el museo nacional de tejidos.
Mezquita Masjid Jamek
Museo nacional de tejidos
Al llegar a la plaza vimos que era un gran espacio abierto. Por el extremo que entramos vimos que había una escultura "LOVE", de las cuales hay muchas repartidas por el mundo. Obviamente, nos hicimos una foto con la escultura, pero sin esperar a la gran cola que había y sacamos la foto desde un lateral. En este mismo extremo de la plaza hay un gran mástil, donde se izó por primera vez la bandera de Malasia en 1957, cuando el país dejó de ser colonia británica. Es en este lugar donde se celebra el día nacional de Malasia, plaza Merdeka quiere decir literalmente plaza de la independencia. La base del mástil es una estructura de obra cuadrada de color blanco, con una imagen en el centro de cada uno de los cuatro lados.
Plaza Merdeka
Plaza Merdeka
El resto de la plaza es una gran zona de césped sin ninguna otra cosa que algunas palmeras en uno de los lados. Paseamos por la acera cruzando toda la plaza hasta llegar al otro extremo. En esta parte de la plaza, contraria a la que habíamos entrado, había una fuente rodeada por una pequeña estructura de columnas y unas pequeñas zonas ajardinadas, con algunos arbustos que dan un poco más de vida al conjunto de la plaza.
Plaza Merdeka
Frente a la plaza se encuentra el Bangunan Sultan Abdul Samad y nos detuvimos a contemplar el edificio y sacar unas cuantas fotos. Cuando estábamos contemplando el edifico, un señor indio se acercó a nosotros porque quería sacarse una foto con cada uno de nosotros. Primero se sacó la foto con Sergio y después con Miriam, después de hacernos las fotos los dos convenimos en que el señor desprendía un olor muy fuerte y debía llevar días sin tomar una ducha.
El Bangunan Sultan Abdul Samad es un edificio institucional el cual alberga el ministerio de información, comunicaciones y cultura. La arquitectura del edificio tenía cierta similitud con el museo nacional de tejido. Este edificio tiene una torre del reloj en el centro de la fachada que nos recordó en cierto modo al Big Ben de Londres. Después de recorrer por el exterior todo lo largo del edificio y sacar fotos desde diferentes ángulos nos dispusimos a seguir con nuestras visitas.
Bangunan Sultan Abdul Samad
Jalan Petaling
Empezamos a desandar el camino que habíamos hecho para llegar a la plaza Merdeka y así volver al central market que ya estaría abierto. Por el camino giramos por otra calle diferente a la que habíamos tomado a la ida, para pasar por una plaza que vimos. Por suerte, al cambiar el recorrido encontramos la zona de Jalan Petaling, que es un mercado chino al aire libre que ocupa varias calles. Lo malo fue que justo estaban empezando a abrir y solo pudimos ver algunas tiendas abiertas y todavía no había mucho ambiente. Recorrimos la calle principal que alberga este mercado, mientras curioseamos algunas de las pocas tiendas que estaban abiertas. No tardamos mucho en recorrer toda la calle y seguir nuestro camino hacia el central market.
Jalan Petaling
Jalan Petaling
Central Market
Después de hacer tiempo recorriendo parte del barrio chino, llegamos de nuevo al central market que ya estaba abierto. Antes de entrar en el edificio principal paseamos un poco por una de las calles laterales, donde tienen un mercado exterior y venden comida. En este paseo sobre todo vimos gran cantidad de fruta y tiendas donde hacían zumos naturales. Entre las frutas que vendían muchas eran tropicales y no las conocíamos. La que más llamó nuestra atención fue el dragon fruit o fruta del dragón, también conocida como pitahaya o pitaya. Sin saberlo todavía, vimos bastantes veces esta fruta durante todo el viaje y probamos en más de una ocasión.
Central Market
Central Market
Finalmente, entramos en el edificio principal del central market y empezamos a caminar por los múltiples pasillos de su interior. La mayoría de tiendas de este mercado eran de ropa y souvenirs. Recorrimos gran parte del interior incluyendo una zona denominada como "Little India", que estaba llena de tiendas de telares y objetos tallados a mano. Estuvimos mirando varias tiendas de souvenirs para comprar alguna camiseta, imán o algún otro recuerdo que llevarnos de Kuala Lumpur. Acabamos comprando un imán dejando otras compras para Camboya.
Central Market
Central Market
Mezquita nacional de Malasia
Se acercaba la hora de volver al hostal, como habíamos supuesto a primera hora, no tuvimos tiempo de visitar "Little India". Aunque no íbamos a irnos sin antes visitar la mezquita nacional de Malasia. Para llegar hasta esta mezquita dimos un poco de vuelta, ya que, no estaba muy bien indicado. Había que cruzar una autopista y la vía del tren, para ello había un paso a nivel que cruzaba por arriba la vía del tren y otro subterráneo para cruzar la autopista. Encontramos unas escaleras que daban acceso al paso a nivel y una vez allí vimos que había varias direcciones. Al final conseguimos dar con la dirección correcta para llegar hasta el paso subterráneo que cruza la autopista. Después de cruzar conseguimos llegar a un parking contiguo a la mezquita.
Cuando nos acercábamos a la mezquita nacional de Malasia, pudimos ver que el tejado central del edificio era de color azul. Este tejado además de ser azul tiene la forma de una estrella de 8 puntas, un símbolo de la religión musulmana.
Mezquita nacional de Malasia
Empezamos a caminar por el patio que hay en el exterior de la mezquita y que merece la pena ver. Esta zona estaba llena de fuentes y plantas que delimitaban el área de la mezquita. Esto contrastaba con la cantidad de obras y suciedad que había, solo unos pocos metros más allá de los dominios de la mezquita. Pudimos deducir que era la hora del rezo, vimos que en la entrada principal había montones de zapatos y no se puede entrar en una mezquita con calzado. Para los turistas tienen una entrada secundaria y, además de pagar, te dan unas ropas para cubrir todo el cuerpo. Después de ver eso se nos quitaron las ganas de entrar y tampoco teníamos demasiado tiempo. Acabamos de pasear por el patio, desde donde vimos que a pocos metros había otra mezquita que debía de ser bastante más antigua. Cuando llegamos al final del patio, dimos la vuelta para volver de nuevo al metro y regresar al hostal.
Mezquita nacional de Malasia
Mezquita nacional de Malasia
Comida
Llegamos al hostal justos para hacer el check-out y que no nos cobraran un día extra por pasarnos de la hora. Pedimos si nos podían guardar las mochilas, mientras íbamos a comer algo antes de irnos al aeropuerto y no nos pusieron ningún problema. El hostal estaba en la misma calle Jalan Alor, donde la noche anterior estaba todo abierto y lleno de gente. En cambio, al mediodía apenas tenían abierto unos pocos locales. Sin pensarlo mucho nos acercamos a uno de los más cercanos al hostal para comer. Pedimos unos noodles con ternera y un pollo thai (estilo tailandés) con un poco de picante. El picante nos lo pusieron aparte y consistía en unas guindillas cortadas en rodajas, para que nosotros pudiéramos ir cogiendo a nuestro gusto. La comida estaba bastante buena y acompañada con el picante más todavía.
Noodles con ternera y pollo thai
De Kuala Lumpur a Phnom Penh
Cuando acabamos de comer fuimos a buscar un ATM, para sacar dinero y pagar un taxi para ir al aeropuerto. Habíamos hecho números y nos salía más económico pagar un taxi, que pagar dos billetes de metro y tren para llegar hasta el aeropuerto. Antes de llegar a un ATM encontramos un taxi y acordamos un precio de 80RM, solo el tren ya eran 110RM. Le pedimos que nos esperara un momento mientras íbamos a sacar dinero y recoger las mochilas de nuestro hostal. Después de encontrar un cajero y pasar por el hostal nos subimos al taxi que nos llevó al aeropuerto. Era Domingo y no había mucho tráfico, así que el recorrido en coche fue más o menos el mismo que si hubiéramos ido en metro y tren, pero nos ahorramos unos euros.
Llegamos al aeropuerto con tiempo de sobras para facturar las maletas y tomar algo antes de pasar el control. En el aeropuerto probamos un teh Tarik o té tirado en español, y que nos habíamos quedado con las ganas de probar en la ciudad. El teh Tarik consiste en té negro, leche condensada, leche en polvo y azúcar. A nosotros que no nos gusta demasiado el té quisimos probarlo y hecho de esta manera está bastante bueno. Es dulce y con la leche condensada queda camuflado el fuerte sabor del té. Después de probar el teh Tarik pasamos el control y esperamos a que nos llamaran, para embarcar en el avión que nos llevaría finalmente a Camboya.
Phnom Penh de noche
Por fin habíamos llegado a Phnom Penh, desde donde empezaríamos nuestra aventura por Camboya. Recogimos nuestro equipaje y nos dispusimos a salir del aeropuerto, para dirigirnos al hostal donde pasaríamos las dos próximas noches. Antes de salir hay unas pequeñas tiendas todas juntas y de diferentes compañías, donde venden tarjetas prepago de móvil. Habíamos leído que una de las que tienen mejor cobertura es Metfone, así que nos fuimos directos a esta tienda y compramos una tarjeta para cada uno. Cada tarjeta nos costó 4$ y nos sirvieron para las 3 semanas que pasamos en el país, con 2GB de internet que es lo que nos interesaba y 100 minutos en llamadas locales que no utilizamos.
Con nuestras mochilas y con nuestras tarjetas de prepago instaladas en nuestros móviles, nos dispusimos a salir del aeropuerto. Justo en la puerta un señor nos preguntó si queríamos un taxi. Cuando preguntamos por el precio, dispuestos a regatear, nos dijo que le acompañáramos a una ventanilla donde venden los tickets por 12$. Al parecer tienen un precio establecido para el trayecto entre el aeropuerto y el centro de la ciudad, de esta manera no estafan al turista. Compramos los billetes y el señor nos acompañó a un taxi que conducía una mujer. Nos sorprendió que en un país como Camboya hubiera mujeres taxista, pero es algo que nos gustó, ya que, indicaba que estaban socialmente más desarrollados de lo que imaginábamos. La señora taxista nos llevó hasta nuestro hostal pasando por algunos callejones oscuros para tomar atajos.
En el hostal hicimos el check-in y dejamos las mochilas en la habitación. Vimos que en la habitación teníamos dos botellas pequeñas de agua, esto lo encontramos en todos los alojamientos del viaje, es algo que nos sorprendió bastante. Cogimos lo necesario para un primer contacto por la ciudad, antes de bajar a recepción y coger un mapa.
Al salir del hostal fuimos directos a la ribera del Mekong, donde sabíamos que habría más ambiente al ser una zona más turística. Por el camino empezamos a ver que Phnom Penh no era una ciudad muy limpia y vimos bastante basura por las calles. No nos equivocamos y esta calle estaba llena de locales. Paseamos un rato por la ribera y también entramos por una de las calles perpendiculares a ésta. Si la ribera nos llamó la atención por estar llena de bares y restaurantes, más nos sorprendió ver que cualquier calle perpendicular a ella estaba llena de prostíbulos. Era exagerada la cantidad de locales de este tipo que había en todas estas calles, pero además las chicas que había en las entradas eran sospechosamente jóvenes. Con la mala impresión que nos causaron estas calles, volvimos a la ribera dispuestos a tomar una cerveza fresquita.
Phnom Penh de noche
Phnom Penh de noche
Nos sentamos en la terraza de un bar que hacía esquina y pedimos una cerveza Angkor, para ir probando la cerveza local. La cerveza costaba 0,75$, en Camboya a los turistas nos dan el precio en dólares. Aunque si lo pedíamos también nos lo daban en rieles y se puede pagar tanto en dólares como en rieles. De todos modos, es muy fácil calcular el precio en rieles ya que 1$ equivale a 4.000 rieles camboyanos. En principio nos sentamos en esta terraza solo para tomar una cerveza, pero la hora de la cena se acercaba y teníamos decidido ir a otro sitio para cenar. Cuando pagamos y nos íbamos, empezó a caer un diluvio y pensándolo mejor optamos por quedarnos a cenar.
Para cenar decidimos compartir un par de platos y para no hartarnos de arroz el primer día, nos decantamos por pedir un amok de pescado y una pizza. El amok es uno de los platos más típicos de Camboya, consiste en cocer un curry con leche de coco en hojas de plátano. Este plato venía acompañado de arroz, pero solo era uno de los dos platos. Sabíamos que en los próximos días íbamos a comer mucho arroz y no queríamos empezar el viaje aborreciéndolo. El amok estaba bastante bueno y por supuesto volveríamos a comerlo, cabe decir que la pizza también estaba muy bien.
Cena - Amok de pescado
Cuando estábamos acabando de cenar el señor de la mesa de al lado nos preguntó algo en español y nos dijo que se había sorprendido al escuchar gente hablando en español. Este señor vasco nos dijo que llevaba una semana en el país y apenas había visto españoles. Estuvimos un rato hablando con el señor vasco y nos contó algunas de sus impresiones del país. Vimos que se hacía tarde, así que nos despedimos y volvimos al hostal con ganas de empezar a descubrir Camboya.
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