Día 1 (28/11/2015) - Barcelona ➞ El Cairo ➞ Luxor
Salida de Barcelona
¡¡¡Había llegado el día en el que por fin viajaríamos a Egipto!!! el país de las pirámides y también el país que vio nacer a la primera gran civilización que pobló la Tierra. El avión salía a las 14:25, de modo que tuvimos la mañana para acabar de hacer los últimos preparativos del viaje. Salimos de casa poco antes de las 12 y como ya empezaba a ser tradición, nuestro amigo Jordi se ofreció a llevarnos al aeropuerto. Después de facturar y pasar el control, todavía quedaba más de una hora para que saliese el avión y matamos algo de tiempo entrando en alguna de las tiendas del aeropuerto. Finalmente, esperamos en el bar que había frente a la puerta de embarque tomando algo, solo quedaba esperar esa llamada por megafonía que anuncia que un gran viaje está a punto de empezar.
Billetes de avión
Llegamos a El Cairo sobre las 6 de la tarde (hora egipcia), donde haríamos escala antes de llegar a Luxor. Al bajar del avión buscamos a un representante de la agencia que habíamos contratado. Quedamos en que vendría alguien al aeropuerto para rellenar el ingreso al país, además en el precio del tour ya venía incluido el pago del visado. Como no encontramos al representante empezamos a caminar por el aeropuerto y un trabajador del aeropuerto nos dijo que teníamos que ir a una ventanilla para hacer el visado. Le explicamos que lo teníamos pagado y estábamos esperando a un representante de la agencia que habíamos contratado para que viniera a pagarlo, pero insistió en que teníamos que ir a la ventanilla. Al llegar a la ventanilla empezamos a dudar que hacer, por suerte, enseguida apareció el representante de la agencia. Nos ayudó a rellenar el formulario y nos pusieron el sello en el pasaporte. Aprovechamos que había ventanilla para cambiar dinero y preguntamos al representante de la agencia si el cambio era bueno, nos dijo que sí y cambiamos algo de dinero (pero si lo llegamos a saber, menos dinero hubiéramos cambiado, porque prácticamente no necesitamos nada, el único que se benefició fue el padre de Sergio que es coleccionista de monedas del mundo).
Antes de despedirnos nos dijo que coincidiríamos con otra pareja española que venía en un avión desde Madrid y que llegarían en un rato. Finalmente, nos indicó por donde teníamos que ir para pasar el control y esperar a subir al avión. En el control los guardias fueron muy simpáticos y nos preguntaron si éramos del Barça o del Madrid.
Hasta las 22:45 no salía nuestro avión así que tendríamos que esperar algunas horas. Fuimos a la única cafetería que había en el aeropuerto para hacer tiempo, donde aprovechamos para merendar. Mientras esperábamos pasaron algunos españoles y supusimos que alguna de las parejas que vimos pasar serían nuestros compañeros de viaje. Cuando se acercaba la hora de embarcar fuimos a la puerta, pero para nuestra sorpresa antes tuvimos que pasar otro control antes de entrar en la sala de espera. Finalmente, después de pasar dos controles y unas cuatro horas de espera, subimos al avión que nos llevaría a Luxor para empezar una nueva aventura.
Llegada a Luxor
Cuando llegamos a Luxor lo primero que hicimos fue ir a buscar nuestras maletas. En la zona de recogida de maletas había algunos egipcios con carteles de agencias y nombres, pero ninguna era la nuestra, así que mientras esperábamos a que salieran las maletas, íbamos mirando por si llegaba alguien con nuestro nombre, bueno con el de Miriam porque había sido quien hizo la reserva o el de la agencia. Finalmente, llegó alguien con el nombre de nuestra agencia, nos acercamos y también otra pareja, por fin conocíamos a nuestros compañeros de viaje, Núria y Quique. El señor que vino a buscarnos no sabía español, así que le dio el teléfono a Quique para que hablara con Taia, quien sería nuestro guía en esta primera parte del viaje. El señor que había venido a buscarnos nos indicó que nuestras maletas saldrían en otra sala y le seguimos. Recogimos nuestras maletas y Quique nos explicó que Taia le había dicho, que al llegar al barco tendríamos la cena en nuestra habitación y quedábamos al día siguiente a las 7 en la recepción para empezar las visitas.
Llegamos al barco Princess Sarah con el que haríamos el crucero por el Nilo. Hicimos el check-in y nos dieron las llaves de la habitación, nos dieron una habitación cerca de la de nuestros nuevos amigos. Quedamos en bajar a desayunar a las 6:30 para estar listos a las 7. Eran más de las 12 de la noche así que cenaríamos y nos iríamos a dormir ya que tocaba madrugar. La cena que nos habían dejado en la habitación consistía en dos bollos rellenos de pollo rebozado, otro de ternera y unas piezas de fruta. Los bollos estaban bastante secos (¿Sabéis eso de que la comida hace bola? Pues nada más que explicar, jajaja) y no llevábamos agua. Sergio decidió ir al bar del barco para comprar agua, al llegar a la barra el camarero le gastó una pequeña broma, cuando pidió agua éste se agachó para coger algo de la nevera que había debajo y en vez de una botella de agua sacó un ramo de flores. Después de unas risas compró agua y volvió a la habitación donde acabamos la cena y nos fuimos a dormir.
Habitación en el crucero Princess Sarah
