Día 10 (23/04/2017) - Flores ➞ Yaxhá ➞ Flores
Flores
El día anterior habíamos madrugado mucho y para hoy teníamos la visita a Yaxhá por la tarde, de modo que nos despertamos más tarde. Para esta mañana queríamos visitar con tranquilidad, y de día, la isla de Flores. En el hostal tenían lavandería, así que, dejamos la ropa sucia para que la lavasen y fuimos a buscar algo de desayunar. Encontramos un bar que hacían un pack para desayunar que estaba bien de precio y sin pensarlo nos sentamos. El desayuno era bastante completo, constaba de zumo, galletas, leche con cereales, fruta, huevos y pan tostado.
Desayuno
La noche anterior, las calles de la isla estaban abarrotadas de gente. En cambio, hoy era domingo por la mañana y apenas había nadie por la calle, tan solo unos pocos turistas. Disfrutamos de nuestro desayuno en la terraza del bar, con vistas al lago y con la tranquilidad de estar prácticamente solos.
Teníamos mucho tiempo y la isla de Flores no es tan grande. Con mucha calma fuimos bordeando la isla. Desde el bar donde habíamos tomado el desayuno, empezamos a caminar por la calle que rodea toda la isla, pasando junto a la orilla del lago. El día no acompañaba demasiado y parecía que podía ponerse a llover en cualquier momento. El lago Petén Itzá tiene varias islas, no solo la isla de Flores donde nos encontrábamos. La mayoría de estas islas son artificiales y fueron creadas por los mayas, hace centenares de años. En una de las islas hay un pequeño museo que se puede visitar. No tardamos demasiado en dar la vuelta completa.
Isla de Flores
Isla de Flores
Llegamos al puente que une la isla con el resto de la ciudad, en esta zona había más vida. Vimos como había mucha gente recogiendo basura y limpiando las pequeñas embarcaciones que tenían. Parecía que el domingo era día de limpieza general en las calles de Flores. Como buenos turistas no pudimos resistirnos a hacernos fotos junto a un monumento, que decía "Yo amo Petén", con un corazón sustituyendo a la palabra "amo".
Isla de Flores
Faltaban un par de horas hasta la hora de comer, optamos por cruzar el puente para llegar a la otra parte de la ciudad. Dos días atrás habíamos cruzado para ir al banco y comprar las entradas a Tikal. Este banco estaba en un centro comercial y decidimos ir a ver como era este lugar. El centro comercial nos decepcionó un poco. Apenas había tiendas de ropa, algo rara para la moda que tenemos aquí. No tardamos mucho en dar una vuelta por el edifico antes de decidir volver a la isla.
Fuimos a visitar el centro de la isla. No es que éste fuera demasiado grande, apenas contiene unas pocas calles. Habíamos visto una pequeña cúpula que parecía erigirse en el centro de la isla y fuimos a investigar. Cuando llegamos al centro, vimos que había una plaza con una iglesia. También había una zona verde y una pista de baloncesto. Dimos una vuelta y decidimos ir a buscar algo para comer. Fuimos a comprar unos sándwiches para después en un supermercado que había cerca del hostal.
Isla de Flores
Isla de Flores
Yaxhá
A la hora indicada vinieron a buscarnos a nuestro hostal para ir a visitar Yaxhá, el segundo complejo arqueológico maya que visitamos durante el viaje. Teníamos alrededor de una hora de camino hasta el yacimiento arqueológico. Hoy jugaban el partido Real Madrid contra FC Barcelona y nos lo íbamos a perder, tampoco teníamos tarjeta de datos para poder saber como iba el partido. Pusimos la radio y encontramos una emisora donde retrasmitían el partido para escucharlo por el camino.
Cuando estábamos llegando hicimos una parada en una pequeña aldea. El guía nos dijo que aquí estaba la última tienda hasta Yaxhá, donde poder comprar agua o algo de comer si queríamos. Justo al lado había algo similar a un bar, donde mucha gente estaba sentada mirando el partido. El partido iba empate a 1, cuando continuamos el camino y entramos en zona deshabitada, se perdió la señal de radio y nos quedábamos sin saber como acababa el partido.
Pocos minutos más tarde llegamos al puesto de control de Yaxhá. Aprovechamos para ir al baño, hay que remarcar que estaban muy limpios. Compramos la entrada, 160Q los 2, y volvimos a subir a la minivan para acabar de llegar a las ruinas. Cuando bajamos del vehículo, el guía les dijo a unos chicos que solo habían contratado el transporte, que a las 17:30 tenían que estar en el punto de encuentro para volver a Flores.
Preguntamos al guía, si saliendo a esa hora íbamos a poder ver el atardecer. El guía que tuvimos el día anterior en Tikal ya nos había advertido que el guía de Yaxhá, solía salir antes del atardecer y que le dijéramos que queríamos verlo. Aprovechamos esa conversación para sacar el tema. El guía nos dijo que el tour no incluía el atardecer y nosotros le explicamos que en la agencia nos lo habían vendido conforme lo veríamos. La conversación quedó un poco a medias y sin estar convencidos de si podríamos disfrutar del atardecer.
Empezamos el recorrido por el complejo astronómico menor, presidido por una gran pirámide muy bien conservada. Nuestro guía nos explicó como los mayas estudiaban la astronomía y dividían los meses en función de esto. El día anterior ya nos lo habían explicado en Tikal, aprovechamos para acabar de entender como funcionaba el sistema. Algo nuevo para nosotros fue, cuando el guía explicó como contaban los mayas y que en los billetes estaban inscritos los símbolos que utilizaban.
Complejo Astronómico Menor
Seguimos caminando por un camino que antiguamente había sido la calzada de las canteras. A ambos bordes de la calzada pudimos ver un pequeño muro, de apenas unos centímetros de alto, que hacía las funciones de límite del ancho del camino.
La segunda visita que vimos fue la pirámide de los sacrificios. Como su propio nombre indica, aquí es donde se realizaban los sacrificios del pueblo maya de Yaxhá.
Pirámide de los sacrificios
Justo delante de esta pirámide, estaba el juego de pelota. En esta cancha es donde se realizaba el famoso juego maya. El juego se utilizaba para decidir peleas por tierras, controles comerciales, ritos religiosos o como alternativa a la guerra, entre otros. El guía nos explicó, que cuando hacían un rito religioso, dos voluntarios jugaban a la pelota. El vencedor tenía el honor de dar su sangre a los dioses, pero no era un sacrificio como se cree, sino que solo era un pequeño corte para dar unas pocas gotas de sangre.
Pirámide de los sacrificios - Juego de pelota
Era como alternativa a la guerra donde los jugadores se jugaban la vida. Cuando dos pueblos entraban en conflicto, en vez de empezar una guerra, los dos reyes jugaban a la pelota. El perdedor no solo perdía su pueblo, sino que también perdía su vida. El rey vencedor pasaba a ser el gobernador del pueblo del rey perdedor. Hay muchas versiones de cuales eran las reglas de este juego y para que servía. Esta fue la explicación que nos dio nuestro guía, un descendiente de la civilización maya.
Antes de continuar nuestro recorrido por el complejo de Yaxhá, el guía dejo que recorriéramos la cancha del juego de pelota durante unos minutos. Subimos a lo alto del edificio que hacía las funciones de pared para limitar la cancha del juego. La parte de arriba estaba algo derruida, pero en general la construcción estaba en buen estado. Desde esta zona pudimos ver bastante de cerca a los monos aulladores. Había algunos de ellos en los árboles que había sobre estas ruinas y pudimos escuchar perfectamente sus gritos.
Mono aullador
El siguiente edifico que visitamos fue el complejo astronómico mayor. En realidad el edificio no lo vimos, todavía estaba enterrado por la tierra y maleza debido al paso de los años. No obstante, había una escalera de madera que permitía subir a la cima. Éste era uno de los edificios más altos de Yaxhá y desde donde había unas de las mejores vistas. Nuestro guía dijo que podíamos subir para sacar algunas fotos, él nos esperaba abajo porque desde la cima no había nada que explicar. Ciertamente había unas muy buenas vistas. Pudimos ver la frondosa vegetación de los alrededores y las cimas de algunos de los edificios que nos quedaban por ver. Antes de bajar pedimos a uno de los compañeros del tour que nos sacara algunas fotos con las vistas.
Complejo Astronómico Mayor
Cuando bajamos el guía nos preguntó si nos gustaba el fútbol, había acabado el partido Madrid-Barça y había ganado el Barça por 2-3.
Más animados con este resultado nos pusimos en marcha para ver más templos. Apenas tardamos unos minutos en llegar a la plaza de las sombras. Ésta era una de las zonas que estaban en mejor estado y con más edificios para visitar. Había un total de 3 pirámides que rodeaban el área y a las que se podía subir. El guía nos dejó media hora para visitar las diferentes pirámides, mientras él iba a buscarnos una sorpresa. Nosotros ya sospechábamos que la sorpresa era la tarántula que nos había explicado la pareja argentina el día anterior.
Plaza de las sombras
Subimos a la que parecía ser la pirámide más alta y mejor conservada. Como ya habíamos notado el día anterior en Tikal, los escalones para subir a las pirámides son muy empinados y bastante altos. Esto hace que subir a las pirámides sea un poco cansado, pero sin prisas subimos a la cima. Desde arriba podía verse toda la zona de la plaza de las sombras al completo. Volvimos a pedir a uno de nuestros compañeros del tour que nos sacara algunas fotos. Esta cima era algo diferente a las que habíamos visto en otros templos. En los demás al llegar arriba había una pequeña habitación techada, en cambio, en este templo solo había una pequeña pared de apenas un metro de alto.
Plaza de las sombras
Plaza de las sombras
Habíamos perdido mucho tiempo en la primera pirámide, fuimos a ver las otras dos un poco rápido, antes de que el guía nos llamase para continuar con la visita. No llegamos a subir a las otras pirámides por tiempo y porque eran más bajitas que la primera, las vistas serían más o menos las mismas. Además, el guía ya nos estaba llamando porque había encontrado la sorpresa que nos quería enseñar.
Como habíamos deducido, la sorpresa era una tarántula. Preguntó a ver quien quería coger a la tarántula y nadie se atrevía. El guía dijo que la picadura de la tarántula no mata, solo deja una roncha que escuece un poco, de hecho a él le habían picado varias veces. Además nos explicó que las tarántulas solo pican si las haces enfadar. Con estas explicaciones nos quedamos más tranquilos y poco a poco, varios miembros del grupo fuimos cogiéndola. Al principio da un poco de respeto, pero realmente solo caminaba un poco por la mano y era muy suave. Algunos no se atrevieron a cogerla y antes de que la tarántula empezara a molestarse, el guía volvió a dejarla en su guarida para continuar con la visita.
Tarántula
Quedaba poco para completar el tour por el complejo de Yaxhá, la penúltima parada fue en la acrópolis norte. En esta zona del complejo arqueológico, había cuatro edificios formando una pequeña plaza cuadrada en el centro. Tres de los edificios eran pirámides y otro era un pequeño edificio que no parecía tener mayor relevancia. Tan solo se podía subir a una de las pirámides, en las otras dos se estaban realizando obras de mantenimiento.
Acrópolis norte
Sin pensarlo subimos a la única de las pirámides a la que se podía subir. Había algunas partes de la escalera que estaba en mal estado y había que ir sorteándolas. Desde la cima de la pirámide tuvimos una visión completa del conjunto de la acrópolis norte. Mirando para el otro lado, se veía una espesa vegetación que llegaba hasta el horizonte. Estuvimos cerca de un cuarto de hora disfrutando de las vistas y de la tranquilidad que se respiraba en la cima.
Acrópolis norte
Acrópolis norte
Cuando descendimos el guía nos dijo que no faltaba mucho para el atardecer. De camino a la pirámide desde donde lo veríamos, pasamos por las pirámides gemelas. Ambas estaban todavía sin descubrir, pero pudimos ver algunos restos que ya estaban descubiertos. Bajo un techado de paja había varias piedras cinceladas con imágenes de los mayas. Vimos algunas, donde se veían sobre todo dibujos religiosos.
Complejo de las pirámides gemelas
Imagen maya
Finalmente llegamos al templo de las manos rojas, desde donde vimos el atardecer. El guía nos había dicho que nos iríamos antes del atardecer, pero parecía que nos iba a dar tiempo de verlo. Ascendimos a la pirámide cuando todavía faltaba un rato para ver como se escondía el sol. Aprovechamos estamos minutos para rodear la cima de la pirámide y ver las vistas desde todos sus ángulos. Por todos lados pudimos ver gran cantidad de vegetación, como en los templos anteriores y un río que discurría cerca de este templo. Solo por la parte frontal del edificio podía verse la plaza y un pequeño edificio que había enfrente.
Atardecer en Yaxhá
Conforme se acercaba la hora del atardecer vimos que empezaba a subir más gente. Decidimos que era el momento de coger sitio y preparar las cámaras, tanto la grande para sacar fotos como la pequeña para hacer un video. Después de preparar las cámaras con trípode incluido nos pusimos cómodos para disfrutar de las vistas. A diferencia del día anterior en Tikal con el amanecer, hoy no había niebla que tapase el atardecer. Pudimos disfrutar de un bonito atardecer desde este templo de Yaxhá, y de la paz y tranquilidad que dan unas vistas como estas en medio de ningún sitio.
Atardecer en Yaxhá
El guía nos había dejado más rato del que tenía pensado y a las 6 en punto dijo que nos teníamos que ir. Aunque al principio estuvo reacio de que viésemos el atardecer, habíamos conseguido que cediese un poco para ver gran parte de éste. Antes de despedirnos de Yaxhá, tomamos una foto del templo de las manos rojas, desde donde habíamos visto el atardecer. Volvimos al punto de encuentro, donde la minivan estaba esperándonos para volver a Flores.
Templo de las Manos Rojas
Flores
Tardamos algo más de una hora en llegar a la isla de Flores. Volvimos al hostal a recoger la ropa que habíamos dejado en la lavandería. Al día siguiente dejábamos el hostal, Flores y Guatemala en general para pasar al país vecino, Belice. Dedicamos un rato en dejar las mochilas preparadas para el día siguiente. Una vez tuvimos todo preparado salimos a la calle para dar una última vuelta por la isla de Flores.
Llevábamos dos noches cenando en los puestos callejeros y decidimos buscar algo mejor para nuestra última cena en Guatemala. Escogimos el restaurante Casa Amelia, donde tenían cocina local y pedimos unos nachos y un burrito para compartir. Durante el viaje, habíamos probado nachos que estaban buenos, pero probablemente estos fueron los mejores que habíamos comido. El burrito también estaba muy bueno, habíamos acertado de pleno con la elección del restaurante. Al salir decidimos volver al hostal, al día siguiente teníamos que levantarnos a las 5 de la mañana.
Cena - Nachos
Cena - Burrito
Volver al menú Guatemala y Belice
