Día 5 (15/05/2019) - Budapest ➞ Barcelona
Pest
Empezamos nuestro último día en Budapest y para hoy nos quedaban tres visitas importantes, el Museo Nacional de Hungría, la Basílica de San Esteban y la Ópera de Budapest. Después de desayunar y antes de comenzar con las visitas fuimos a hacer unas últimas compras en el mercado central. Nos había gustado mucho la caja mágica húngara y decidimos comprar alguna más para regalar.
Cerca del mercado había una oficina de correos que todavía no había abierto y queríamos mandar una postal. Entramos en Amber's Café mientras esperábamos a que abriesen la oficina. Tenían un gran surtido de tartas con muy buena pinta. Con cierta dificultad elegimos una de ellas y realmente estaba muy buena. Por la tarta y un café con leche nos cobraron 1.640HUF que son unos 5€ al cambio, un poco caro pero valió la pena. Cuando salimos ya habían abierto la oficina de correos y pudimos mandar la postal. Ya podíamos empezar con las últimas visitas del viaje.
Tarta en Amber's café
Museo Nacional de Hungría
Empezamos las visitas del día por el Museo Nacional de Hungría porque suponíamos que nos llevaría toda la mañana. Desde fuera el edificio ya nos llamó la atención. Dos días atrás habíamos pasado por delante pero con la lluvia no nos habíamos detenido a contemplarlo. En el interior fuimos a las taquillas y nos sorprendió ver que había diferentes tarifas. Además de las de estudiante y otras con descuento, estaban la entrada básica para ver gran parte del museo por 1.500HUF, otra para ver una exposición temporal y otra para poder hacer fotos que costaba 700HUF. Acabamos comprando la entrada normal para cada uno y una sola entrada con cámara para que uno de los dos pudiese hacer fotos, así en total pagamos 3.700HUF.
Museo Nacional de Hungría
El edificio consta de tres plantas si contamos la que hay en el nivel subterráneo. Bajamos por las escaleras, donde llegamos a una gran sala con una exposición con un lapidario de la época romana. Aquí pudimos ver, además de las lápidas, esculturas y armas entre otros. El rato que estuvimos para recorrer la sala estuvimos completamente solos y pudimos visitarla con total tranquilidad.
Museo Nacional de Hungría – Lapidario romano
Volvimos a la primera planta donde hay una exposición que empieza desde la época prehistórica hasta la fundación de Hungría. Aquí pudimos ver desde estatuas dentro de una cueva, hasta estatuas con réplicas de las primeras casas que había en esta zona. También volvimos a ver referencias a la época romana y armas que se utilizaban en la antigüedad. En la última parte había unos mapas que explicaban como las siete tribus magiares que fundaron el país, con Árpad a la cabeza, llegaban desde Asia central para asentarse en esta zona de Europa.
Museo Nacional de Hungría
Museo Nacional de Hungría
Tocaba subir a la segunda planta donde se contaba la historia desde la fundación del país hasta la actualidad. A nosotros nos parecía la parte más interesante del museo. También es la que contiene más objetos y esculturas que explican más detalladamente la evolución del país. Las primeras salas están dedicadas a la fundación del país con un árbol genealógico de los Árpad, los descendientes del fundador del país.
Museo Nacional de Hungría
Museo Nacional de Hungría
Más adelante llegamos a la Edad Media con el reino de Hungría, donde también se exponían objetos de Transilvania y hasta que el país cayó bajo el dominio de los otomanos. Fuimos viendo como las ropas de los maniquíes, las armas y muebles de las exposiciones iban evolucionando, haciendo que pudiéramos adentrarnos mejor en la historia del país.
Museo Nacional de Hungría
Museo Nacional de Hungría
La última parte de la exposición engloba la Edad Moderna y Contemporánea. Empezando por la época del Imperio austrohúngaro y la I Guerra Mundial en las primeras salas, dando paso a continuación a las de la II Guerra Mundial con la invasión nazi. En las últimas salas había objetos del dominio soviético y finalmente de la llegada de la república.
Museo Nacional de Hungría
Museo Nacional de Hungría
En general la visita había valido mucho la pena, pero nos parecía desproporcionado cobrar una entrada extra para poder hacer fotos, aunque habíamos visto que era una práctica habitual en el país. Habíamos aprendido mucho sobre la historia de Hungría, entre el recorrido al museo y el free tour del primer día, podíamos hacernos una idea bastante completa de como había sido la evolución del país a lo largo de la historia.
Comida
Tal como habíamos supuesto, la visita al museo nos había llevado toda la mañana y al salir era hora de ir a comer. Estábamos cerca del barrio judío y fuimos caminando hasta allí. Durante el free tour nuestra guía nos había recomendado el restaurante Blue Rose y decidimos probar. Dio la casualidad de que en la mesa de al lado había sentada otra de las guías del free tour, así que ciertamente es un lugar que recomiendan porque les gusta. Pagamos un total de 6.000HUF por la comida y bebida que no está nada mal.
Comida en Blue Rose
Comida en Blue Rose
Basílica de San Esteban
Quedaban pocas horas para tener que volver a casa y todavía queríamos hacer unas últimas visitas. La primera era volver a la Basílica de San Esteban. Pagamos 2.000HUF para poder subir a las dos torres delanteras. Primero subimos por la izquierda, donde después de pasar cerca de la campana de 9 toneladas de la iglesia llegamos al mirador. Desde aquí arriba hay una de las mejores vistas de Pest. Recordamos que junto al Parlamento la basílica es el edificio más alto de la ciudad con 96 metros de altura. Desde aquí podía verse la cima de la Colina de Buda, el Parlamento o la Andrássy Út. Dimos una vuelta por el mirador antes de bajar. Nos hubiera gustado poder estar más rato pero no teníamos tiempo para más.
Basílica de San Esteban - Mirador
Basílica de San Esteban - Mirador
Después subimos al ascensor de la otra torre y que lleva a un pequeño museo. Aquí había muchos objetos religiosos y de la realeza húngara, como cálices, incensarios, vestimentas y hasta una réplica de la corona de Esteban I. No es lo que más nos gustó de la basílica pero ya que estábamos no estaba mal una pequeña visita. La sala del museo no es muy grande y tardamos solo unos pocos minutos en recorrerlo.
Basílica de San Esteban - Museo
De nuevo abajo, volvimos al interior de la Basílica de San Esteban para despedirnos de uno de los imprescindibles de la ciudad. Los decorados en oro y mármol del interior son espectaculares. En esta ocasión nos acercamos donde está la reliquia de la Santa Diestra. Para poder verla hay que poner una moneda, otros turistas pusieron una y aprovechamos el momento para ver la mano momificada de San Esteban.
Basílica de San Esteban - Interior
Basílica de San Esteban – Reliquia de la Santa Diestra
Ópera Nacional de Hungría
Al salir de la basílica estaba lloviendo de nuevo pero teníamos que llegar a nuestra última visita. Queríamos hacer la visita guiada a la Ópera Nacional de Hungría que empezaba a las 16:00. Llegamos cinco minutos tarde pero nos dejaron entrar. Pagamos 4.980HUF en total por la visita y nos acompañaron hasta donde estaba el grupo con guía en español.
La visita empezaba en el hall donde habíamos pagado la entrada y desde allí habían subido directamente hasta una sala donde había una gran barra de bar. Allí es donde la gente esperaba en los descansos mientras bebía algo. Tras unas puertas había un largo pasillo donde antiguamente la gente se situaba para poder fumar.
Ópera Nacional de Hungría
Ópera Nacional de Hungría
Continuamos el recorrido para pasar a otras salas con unos decorados en oro y mármol, que nos recordaron a las que habíamos visto en el Parlamento. Desgraciadamente la ópera estaba en obras y no pudimos ver la sala principal con el escenario, los asientos y el palco.
Ópera Nacional de Hungría
Tuvimos que conformarnos con volver a las escaleras que vuelven al hall y distribuirnos por ellas. A continuación, un chico y una chica representaron una escena cantando ópera. Realmente fue espectacular escuchar como cantaban estas dos personas y no podemos imaginar como sería verlos sobre el escenario de verdad. Cuando acabaron de cantar nos hicieron bajar para finalizar la visita.
Ópera Nacional de Hungría
Ópera Nacional de Hungría
Vuelta a casa
Al salir continuaba lloviendo y todavía quedaba algo más de una hora para que vinieran a buscarnos para ir al aeropuerto. Detrás de la ópera entramos en un bar que se llama Mozsar y pedimos unos batidos para hacer tiempo. Aprovechamos para repasar un poco el viaje a la capital húngara, coincidimos en que había sido un gran viaje y habíamos aprovechado bien el tiempo. Cuando faltaba poco para que vinieran a buscarnos pagamos 2.550HUF por los batidos y fuimos a la guesthouse a buscar nuestra maleta.
En esta ocasión fueron muy puntuales para venir a buscarnos, con lo que íbamos con tiempo de sobra para coger el avión. Tuvimos tiempo de facturar la maleta y cenar en el aeropuerto, aunque parezca raro no nos salió muy caro y pagamos 4.530HUF. A los pocos minutos subíamos al avión para llegar de madrugada a Barcelona y de aquí de vuelta a casa.
Habían sido cinco días que pueden parecer suficientes para visitar una gran ciudad. Realmente tuvimos tiempo de ver los lugares más importantes y significativos de la ciudad, pero también es verdad que nos quedaron pendientes algunas visitas de las afueras, como son las ruinas romanas de Aquincum o el Memento Park. La lluvia no ayudó demasiado a que pudiéramos ganar tiempo y quizá podríamos haber realizado alguna otra visita. En general estábamos muy satisfechos con el viaje, podemos decir que Budapest es una ciudad muy recomendable y no descartamos volver a visitar esta ciudad en un futuro.
