Día 16 (25/05/2014) - Tokyo ➞ Barcelona
De Tokyo a Barcelona
Había llegado el temido día para todo viajero, el día en que había que hacer las maletas y volver a casa. Había llegado el día que teníamos que abandonar Japón y despedirnos de este fantástico viaje, de despedirnos de este país que nos había enamorado. Nuestro avión salía a las 12 de la mañana de modo que acabamos de preparar las maletas para irnos. Todavía teníamos tiempo de ir a una cafetería a desayunar y pasear por última vez por las calles de Tokyo.
Después de desayunar volvimos al hotel a buscar nuestras maletas y bajamos hasta la estación de Shibuya para coger el metro. Pasando por la estación de Tokyo para hacer trasbordo cogimos el tren que finalmente nos llevaría al aeropuerto de Narita.
Tren hacia el aeropuerto Narita
Solo nos quedaba facturar las maletas y esperar a que llamasen para subir al avión. Mientras esperábamos al avión realizamos algunas compras en el aeropuerto como una camiseta de un samurái para Sergio, en total nos gastamos 3.000 yenes. Como ya habíamos hecho a la ida paramos en Istanbul para hacer una corta escala antes de llegar finalmente a Barcelona. Al llegar al aeropuerto de Barcelona nos estaban esperando los padres de Sergio para llevarnos de vuelta a casa.
Durante este viaje habíamos visto más o menos todo lo que habíamos planeado desde casa. Pero en un país como Japón siempre hay cosas por ver. Nos quedaron por ver la isla de Hokkaido al norte o las islas paradisiacas de Okinawa al sur. Estas visitas las habíamos descartado desde casa porque en dos semanas era imposible visitarlas. También nos quedamos sin poder visitar ciudades como Kobe o Shirakawa-go, el castillo de Himeji y la zona del Koyasan.
Dicen que cuando las expectativas de algo son muy altas esto suele decepcionarte. En este viaje nos pasó totalmente todo lo contrario. Esperábamos mucho de nuestro primer gran viaje, el primer viaje que hacíamos fuera de Europa. Pero hay que decir que nos sorprendió positivamente. Encontramos cantidad de cosas que nos llamaron la atención y que no nos esperábamos. Por mucho que desde España tenemos la sensación de que Japón es otro mundo, no se es del todo consciente hasta que uno ha visitado este magnífico país. En definitiva, es un viaje que recomendaremos siempre, un viaje que siempre tendremos en la memoria y un país al que no descartamos volver algún día.
