Día 6 (15/05/2014) - Tokyo ➞ Nikko ➞ Kyoto

Nikko

Nos despertamos por última vez en el hotel Villa Fontaine Ueno. Tocaba despedirse de Tokyo, por unos días, para ir a Kyoto y alrededores, pero antes visitaríamos los templos de la ciudad de Nikko. Bajamos las maletas a la recepción y nos dijeron que teníamos que rellenar un formulario para que nos las llevasen a Kyoto. El formulario estaba en japonés así que le pedimos a la recepcionista si nos lo podía rellenar. Como era de esperar accedió muy amablemente. Es sorprendente lo rápido que escriben los símbolos de su alfabeto. Los símbolos del alfabeto japonés son mucho más elaborados que nuestras letras, aun así la chica escribió súper rápido.

Ya solo con nuestra mochila esperamos a nuestro guía de hoy, el señor Yuichiro Kohjima. Con él nos dirigimos hacia el metro para ir hasta la estación de Ueno. En esta estación cogeríamos el Shinkansen por primera vez, al que se conoce como el tren bala. Con este tren llegaríamos hasta Nikko, donde pasaríamos el día de hoy antes de ir hacia Kyoto. Desde dentro de este tren no tuvimos la sensación de la alta velocidad a la que viaja el Shinkansen, teniendo en cuenta que supera los 300 Km/h. En el interior teníamos una sensación de gran estabilidad, solo al mirar por la ventana apreciamos lo rápido que iba el Shinkansen.

 

Shinkansen

Shinkansen

Santuario Tosho-gu

Al llegar a la estación de Nikko cogimos un bus por 500 yenes cada uno que nos llevaría hasta el santuario Tosho-gu. Este santuario sería la principal visita de hoy. El santuario Tosho-gu fue construido en los primeros tiempos del periodo Edo entre 1634 y 1636. Iemitsu decidió construir este edificio para su abuelo (Tokugawa Ieyasu) tras su muerte, para que fuera el lugar donde descansaría su espíritu. El conjunto de santuarios y templos de la ciudad de Nikko en su conjunto están considerados Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO. En el parque de Ueno (Tokyo) hay una pequeña reproducción del edificio principal de este santuario, el cual vimos en nuestra visita al parque de Ueno. Como nos explicó el señor Kazumi el primer día en Tokyo, se hizo la reproducción para que la gente que no podía desplazarse hasta Nikko pudiera realizar sus rezos en esa réplica.

Nada más bajar del autobús y acercarnos a la entrada, vimos que había muchos colegios que también visitaban hoy este santuario. En el exterior de este recinto sintoísta hay una pagoda de 5 pisos aunque es un elemento budista, ya habíamos visto que en Japón no tienen problemas en mezclar ambas religiones. Después de ver la pagoda nos fuimos a la entrada y tras pagar 1.300 yenes de entrada por cada uno, accedimos a un increíble recinto lleno de pequeños edificios.

 

Templo Tosho gu 1

Pagoda de 5 pisos

 

Templo Tosho gu 2

Entrada al santuario Tosho-gu

 

Cerca de la entrada, en un pequeño edificio situado a la izquierda del camino central, vimos que en una pared exterior está la escultura de los 3 monos sabios hecha en madera. Estos 3 monos representan "No ver el Mal", "No escuchar el Mal" y "No decir el Mal". Miriam no pudo resistirse en imitar a estos monos en sus 3 representaciones y Sergio a hacerle unas fotos. Además de estos 3 famosos monos también hay más monos representados. Estás otras representaciones explican la evolución de la vida, como nacemos, dependemos de nuestros padres y como nos independizamos y nos valemos por nosotros mismos.

 

Templo Tosho gu 3

Los 3 monos sabios

 

Proseguimos con nuestra visita a este inmenso santuario. A ambos lados del camino de piedra hay pequeños edificios y pequeñas figuras. Pudimos ver montones de linternas de piedra o unas cuantas espadas apoyadas en un gran taco de madera. Cruzamos un torii de piedra, este elemento no puede faltar en un santuario. Por el camino también nos encontramos una zona donde hay unos grandes barriles pintados de blanco y con letras japonesas. Le preguntamos al señor Yuichiro y nos explicó que es donde guardan el sake, el licor típico japonés que se hace a partir del arroz.

 

Templo Tosho gu 6

Santuario Tosho-gu

 

Al llegar al santuario habíamos visto que el día estaba nublado y ahora nos estaba empezando a chispear. Por suerte somos precavidos y llevábamos chubasqueros en la mochila. Aún nos quedaba la parte alta de este santuario por visitar. Hay unas grandes escaleras al final del camino de piedra por las que tuvimos que subir para seguir el recorrido. Protegidos de la lluvia por los árboles subimos las escaleras y llegamos al edifico principal, del cual está su réplica en el parque Ueno.

 

Templo Tosho gu 7

Santuario Tosho-gu

 

Tuvimos que resguardarnos en una zona cubierta ya que la lluvia empezó a apretar. Por suerte, solo duró unos minutos y pudimos continuar. Seguimos dando una vuelta por el patio y nos paramos en un altar. El señor Yuichiro nos explicó como se realizan los rezos, aunque ya sabíamos cuál era el procedimiento dejamos que nos lo explicase.

Aunque sólo habíamos visitado un santuario, el recinto es muy grande y habíamos estado mucho rato. Se había hecho la hora de comer y dejamos que el señor Yuichiro eligiera donde comer. Nos llevó a un restaurante para probar la yuba, que no es otra cosa que la nata de la soja. Este alimento se utiliza de diversas formas en la cocina japonesa. Para probar pedimos un plato con yuba que va acompañado con arroz, sopa miso y encurtidos, y otro plato que consistía en una sopa con verduras y yuba. Por esta comida pagamos 3.000 yenes en total.

 

Comida Yuba 1

Yuba con sopa miso y arroz

Santuario Futarasan Jinja

Después de reponer fuerzas con un plato saludable de yuba, seguimos con la ruta que teníamos planeada para hoy. El siguiente destino fue el santuario Futarasan Jinja. A diferencia del santuario Tosho-gu, éste es bastante más pequeño. Se compone del torii de la entrada, que indica que es un lugar religioso sintoísta, y de unos pocos edificios. No tardamos mucho en recorrer este lugar. Lo curioso de esta visita fue ver a una familia que estaba haciendo una pequeña celebración. Como nos explicó el señor Yuichiro, en Japón se hacen ceremonias cuando los niños cumplen 3, 5 y 7 años.

 

Futarasan jinja 1

Santuario Futarasan Jinja

 

Futarasan jinja 2

Santuario Futarasan Jinja

Santuario Taiyuin-byo

Nuestra última visita programada para el día de hoy era el santuario Taiyuin-byo. Al llegar la lluvia volvía a hacer acto de presencia. Así que con nuestros chubasqueros nos adentramos en el jardín de este santuario. Dimos un recorrido por el recinto aunque un poco rápido debido a la lluvia. En este templo volvimos a encontrarnos las figuras de unos guardianes en la entrada, en este caso parecieron unos demonios. La lluvia nos respetó un poco y pudimos ver los diferentes edificios que componen este santuario.

 

Templo Taiyuin byo 1

Santuario Taiyuin-byo

 

Templo Taiyuin byo 2

Santuario Taiyuin-byo

 

Habíamos finalizado las visitas que teníamos previstas para hoy y nos sobraba un poco de tiempo antes de coger el tren. Nos metimos en un bar y preguntamos si servían sake. Después de ver los grandes barriles donde los guardaban, nos habíamos quedado con las ganas de probarlo. Esta bebida se puede tomar fría o caliente. La probamos caliente, a Miriam le gustó pero a Sergio nada de nada.

 

Sake

Sake

Kyoto

Después de tomar algo era hora de volver al tren, esta vez con destino a la tradicional ciudad de ¡¡¡Kyoto!!!. Hoy tocaba hacer muchos kilómetros, de Tokyo a Nikko ida y vuelta y de Tokyo a Kyoto, aproximadamente unos 750 kilómetros sumando todos los trayectos. Así que mentalizados para un trayecto de más de 4 horas subimos al Shinkansen de vuelta a Tokyo. Al llegar a Tokyo nos despedimos del señor Yuichiro, no sin antes darle nuestro regalo como a los señores Kazumi y Akio. Una vez solos, subimos a otro Shinkansen que nos llevaría directos a Kyoto.

Llegamos a Kyoto sobre las 9 de la noche. Según habíamos mirado desde casa, teníamos que coger el metro para llegar hasta el hotel. En Kyoto a diferencia de Tokyo, únicamente hay dos líneas de metro, así que fue una suerte encontrar un hotel que estuviese relativamente cerca de una parada de metro. Después de un corto trayecto en el transporte público y unos 15 minutos caminando llegamos al hotel Mitsui Garden, donde pasaríamos las próximas 6 noches incluyendo esta primera. Preguntamos por nuestra habitación y nos dijeron que nuestras maletas habían llegado y las habían dejado en la habitación. Éste es un gran servicio que tienen en Japón y que va de maravilla cuando se quiere visitar gran parte del país.

Fuimos a hacer una pequeña exploración por la zona y a buscar un sitio donde cenar. Fuimos a ver la Kyoto Tower, el edificio más alto de Kyoto con 131 metros de altura. Como era de noche la torre estaba iluminada, como también nos pasó con la Tokyo Sky Tree.

 

Kyoto Tower

Kyoto Tower

 

Aprovechando que era tarde entramos en un restaurante y nos sentamos a cenar. La cena nos costó 1.600 yenes. Había sido un día de mucho viaje, así que después de cenar fuimos a descansar y prepararnos para el día siguiente. Para mañana teníamos programada la visita a los lugares más importantes de la ciudad con el señor Yoji, quien sería nuestro último guía en este viaje.

 

Cena

Cena

 

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