Día 13 (11/04/2019) - Jerusalén
Jerusalén
Hoy era nuestro último día en Jerusalén, al día siguiente a primera hora nos íbamos a ver otra parte de Israel. Habíamos recorrido la zona interior a las murallas de la ciudad vieja, pero por los alrededores todavía nos quedaban por visitar el Monte de los Olivos y el Monte de Sion.
Salimos del hotel y fuimos primero a desayunar. Para nuestro último desayuno en la ciudad decidimos cambiar de local y entramos en el Café Hilel. El bar no era muy grande pero hacían unas ofertas de desayuno que estaban bien. Desayunamos medio bocadillo de tortilla, un zumo de naranja y un café con leche por 42ILS, un precio más que aceptable para Jerusalén.
Empezamos a caminar hacia la ciudad vieja que teníamos a unos 15 minutos. En esta ocasión entramos por New Gate que da acceso directo al barrio cristiano. Para llegar al Monte de los Olivos había que cruzar la ciudad vieja o rodearla y la primera opción era más rápida. Todavía era muy temprano, las calles estaban prácticamente desiertas y los establecimientos justo empezaban a abrir.
New Gate
Barrio cristiano
Tan solo tuvimos que caminar unos minutos para llegar al barrio musulmán, como en el cristiano, los locales justo empezaban a abrir y caminábamos tranquilamente por unas calles que en pocas horas estarían abarrotadas. Llegamos a la Vía Dolorosa y seguimos recto hasta la Puerta de los Leones, para salir por el otro extremo de la ciudad vieja.
Puerta de los Leones
Desde aquí empieza el camino que lleva al Monte de los Olivos. Se puede subir en autobús y bajar caminando, pero nosotros decidimos hacerlo todo a pie y empezamos a caminar por un primer tramo de carretera bastante llano.
Monte de los Olivos
En la falda del Monte de los Olivos hay un punto de información y desde aquí empieza el ascenso. Justo enfrente encontramos la Basílica de Todas las Naciones, también conocida como Basílica de Getsemaní. Para poder entrar primero hay que cruzar el jardín Getsemaní donde pueden verse varios olivos. Según los evangelios, en el interior de la basílica se encuentra la roca donde Jesús rezó la noche después de la última cena y antes de su arresto. Cuando nos acercamos vimos que el edificio se veía muy nuevo, no es de extrañar porque se construyó a principios del siglo XX, sobre los restos de la iglesia original. En el interior estaban realizando una misa y no estaba muy iluminado. Además, estaba lleno de gente así que sacamos un par de fotos y volvimos al exterior.
Basílica de Todas las Naciones
Basílica de Todas las Naciones - Interior
Empezamos a ascender por el único camino posible, hasta llegar a la iglesia de Santa María Magdalena. Este es un templo de la iglesia ortodoxa rusa construido en 1888 por Alejandro III. Nada más entrar al recinto el edificio nos llamó la atención, sobre todo por sus siete cúpulas doradas con una cruz en cada una. Es una arquitectura a la que no estamos acostumbrados. La iglesia está dedicada a María Magdalena y en el interior se encuentran las reliquias de dos mártires ortodoxos. En el interior había muy poca gente, la decoración estaba muy cargada con pinturas y detalles dorados. Donde más tiempo pasamos fue en el exterior contemplando el edificio y tratando de abarcarlo todo en una foto. El jardín no es muy grande y no podíamos alejarnos demasiado para sacar la foto, por suerte llevábamos un objetivo gran angular.
Iglesia de Santa María Magdalena
Iglesia de Santa María Magdalena - Interior
Continuamos ascendiendo y empezamos a comprender porque mucha gente decide hacer la subida en autobús, por suerte todavía era temprano y el sol no apretaba demasiado. La siguiente parada fue en la Dominus Flavia, donde hay unos jardines y una iglesia con el mismo nombre a la que no se podía entrar. Aunque lo mejor de este lugar eran las vistas. Desde aquí podía verse gran parte de la ciudad vieja, donde destacaban su muralla y la Cúpula de la Roca.
Iglesia Dominus Flavia
Vistas desde la Dominus Flavia
Caminamos hasta la cima, donde se encuentran la iglesia del Padre Nuestro y la Tumba de los Profetas. Ambos templos abren muy pronto por la mañana y también cierran muy pronto, tanto que cuando llegamos ya estaban cerrados y no volvían a abrir hasta la tarde. Como tampoco somos religiosos y en estos últimos días estábamos viendo muchas iglesias, no nos importó demasiado saltarnos estas visitas.
Antes de empezar a descender fuimos al último punto de interés de la cima. La Capilla de la Ascensión está construida en el lugar donde se cree que Jesús ascendió a los cielos cuarenta días después de su resurrección. Para poder entrar tuvimos que pagar 5ILS por persona y la verdad es que nos llevamos una decepción. El edificio es muy pequeño y alrededor hay unas pocas ruinas de lo que tuvo que ser el monasterio inicialmente. En el interior hay una losa donde puede verse una huella que se cree que es de Jesús.
Capilla de la Ascensión
Capilla de la Ascensión – Huella de Jesús
Antes de empezar a descender por la carretera que habíamos subido, paramos en un mirador. Éste está más elevado que el de la Dominus Flavia y se puede ver tanto la ciudad vieja como la ciudad nueva de Jerusalén. Desde aquí también hay acceso al cementerio que hay en una parte de la colina. Se trata de un cementerio judío y donde se pagan grandes cantidades de dinero para ser enterrados en este lugar. Los judíos tienen la creencia de que es el lugar más cercano para poder ascender a los cielos, y por tanto, los que descansen en paz en este lugar serán los primeros en llegar al cielo.
Vistas desde el Monte de los Olivos
Una vez abajo, vimos que nos habíamos dejado una visita importante que se encuentra en la zona baja del monte. Por tanto, antes de abandonar la zona entramos en el Sepulcro de María. Según los cristianos ortodoxos en este lugar es donde fue puesto el cuerpo de María. En el siglo IV fue construida una iglesia que fue destruida por Saladino. Por suerte la cripta no fue dañada y los cruzados la reconstruyeron en el siglo XII. Nada más entrar bajamos por unas escaleras y descubrimos una estancia un poco oscura. Abajo se encuentra la tumba a la que pudimos acceder sin problemas. A diferencia de la tarde anterior en el Santo Sepulcro no había cola ni vigilantes impidiendo sacar fotos.
Sepulcro de María
Sepulcro de María
Volvimos a la superficie y de aquí nos encaminamos de nuevo a la Puerta de los Leones para entrar a la ciudad vieja.
Ciudad vieja
Habíamos pasado toda la mañana recorriendo el Monte de los Olivos. Se nos había hecho la hora de comer y decidimos acercarnos hasta el barrio judío para probar algún plato más de su gastronomía. Nos sentamos en el mismo restaurante donde la primera tarde habíamos tomado la cerveza, junto a la sinagoga Hurva. Pedimos una pizza y un shakshuka, plato típico israelí. En total la comida nos costó 175ILS que nos pareció un poco caro aunque la comida estaba buena.
Comida - Shakshuka
Después de comer recorrimos un poco el barrio judío, hasta ahora solo habíamos prestado atención a la sinagoga Hurva y el Muro de las Lamentaciones. Las calles nos parecieron un poco laberínticas y sin nada a destacar, poco a poco fuimos acercándonos a Sion Gate para llegar a nuestro próximo destino.
Barrio judío
Monte Sion
El Monte Sion se encuentra al sur de la ciudad vieja de Jerusalén y alberga varios puntos de interés. El primero que visitamos fue la Abadía de la Dormición de la Virgen María. Como su propio nombre indica aquí es donde se cree que tuvo lugar la muerte de la virgen. El edificio era bonito por fuera, pero estaba muy cerca de otros edificios y era imposible tomar una foto. El interior consta de dos plantas, la primera contiene unos bancos y un altar. También encontramos muchas decoraciones religiosas en todas las paredes. Para acceder al otro nivel hay que descender por unas escaleras. En la cripta hay una estatua tumbada representando a María. Aquí vimos a mucha gente rezando alrededor de esta figura.
Abadía de la Dormición de la Virgen María
Abadía de la Dormición de la Virgen María
En esta zona todo está muy junto y en pocos minutos llegamos a la sala de la Última Cena. Según los evangelios en esta habitación tuvo lugar la conocida como última cena entre Jesús y los apóstoles. Durante una época pasó a ser una mezquita y todavía pueden verse algunos elementos que lo demuestran, como el altar donde el Imán oficia las oraciones. En la actualidad, la sala está prácticamente vacía en cuanto a decoración y se aglomeraba mucha gente, con lo que no tardamos en salir y continuar con las visitas.
Sala de la Última Cena
Al salir por otra puerta y subir unas escaleras fuimos a parar a una terraza desde la que hay buenas vistas. Desde aquí pudimos ver la Abadía de la Dormición de la Virgen María, aprovechamos para admirarla y sacar fotos ahora que estábamos suficientemente lejos para ello.
Abadía de la Dormición de la Virgen María
Tan solo quedaba una última visita que realizar en el edificio contiguo a la sala de la Última Cena. Entramos en la Tumba del Rey David y enseguida vimos que estaba dividida en dos, una zona para mujeres y otra para hombres. Nos separamos para ir cada uno a nuestra parte correspondientes. En la sala para mujeres Miriam no encontró a casi nadie y pudo ver media tumba donde descansa el mítico rey judío. Por su parte, Sergio se encontró con una sala llena de judíos que estaban en mitad de una oración. Pasados unos minutos acabaron de rezar y pudo llegar a la habitación que alberga la otra mitad de la tumba.
Tumba del Rey David
Tumba del Rey David
Jerusalén
Volvimos a la ciudad vieja de Jerusalén por la puerta de Sion. Ya habíamos realizado todas las visitas que teníamos planeadas en esta ciudad. Pasamos el resto de la tarde recorriendo algunas de las calles comerciales, donde gastamos 40ILS para comprar algunos recuerdos. También pasamos por Christ Church Coffeeshop, una cafetería cerca de la Torre de David. Tomamos un café con leche y un chocolate por 23ILS en total. Después volvimos al hotel a descansar un rato.
A la hora de cenar salimos en busca del restaurante Hummus Ben Sira, que nos habían recomendado los argentinos que habíamos conocido durante el free tour. Fue todo un acierto seguir esta recomendación. Aunque el local no es muy bonito la comida está muy buena y tienen una variedad de platos basados en los garbanzos. Pedimos un hummus tradicional, un hummus con carne y un plato de falafel. Todo estaba muy bueno y fue uno de los mejores hummus del viaje. Además no fue caro ya que pagamos por los tres platos 61ILS.
Cena en Hummus Ben Sira – Hummus, hummus con carne y falafel
Al día siguiente teníamos que estar listos muy temprano porque nos venían a buscar para hacer una excursión. Al finalizar el tour nos dejarían en Tel Aviv, así que teníamos que preparar las mochilas para llevarlas con nosotros. Nos fuimos directos al hotel a dejar todo preparado y estar descansados para el día siguiente.
Volver al menú Jordania, Israel y Territorios Palestinos
