Día 15 (13/04/2019) - Tel Aviv ➞ Cesárea ➞ Haifa ➞ Acre ➞ Rosh Hanikra ➞ Tel Aviv
Tel Aviv
Despertamos en Tel Aviv con ganas de empezar con la excursión que teníamos planificada para hoy. Venían a buscarnos en un hotel que teníamos a tan solo dos minutos y pudimos levantarnos más tarde que el día anterior. Nos llevaron de nuevo a HaYarkon Park, para repartirnos en los diferentes vehículos divididos por grupos según idioma y visitas. Por nuestra parte hoy visitaríamos la costa norte del país, pasando por Cesárea, Haifa, Acre y Rosh Hanikra. La excursión de hoy con la empresa Compass Travel Israel Tours nos había costado en total 198$, incluía las entradas a las visitas, el transporte y guía en español.
Cesárea
Desde Tel Aviv fuimos cerca de la costa dirección norte y la primera parada fue para visitar la ciudad antigua de Cesárea. Ésta fue creada por el imperio romano, concretamente fue construida por Herodes el Grande entre los años 25 y 13 a.c. Llegó a convertirse en el puerto más importante del este del mediterráneo en las épocas romanas y bizantinas.
Cuando entramos vimos que en general la ciudad vieja estaba en ruinas. Quedaban unos pocos edificios en pie, como por ejemplo el teatro romano, el primer edificio al que nos acercamos. Todavía se utiliza para hacer conciertos y está muy bien conservado. Tuvimos unos pocos minutos para sacar algunas fotos antes de continuar.
Cesárea – Teatro romano
Pasamos por una zona donde apenas quedaban restos de unas pocas columnas y llegamos al hipódromo. Se conserva la forma que tenía el circuito por donde corrían los caballos y la forma de la estructura central que debían rodear. Frente a éste estaban las ruinas de un edificio justo en la orilla. Nuestra guía nos explicó que eran los restos del palacio de Herodes, aunque parte de ellos están bajo el mar.
Cesárea - Hipódromo
Continuamos el recorrido y llegamos al foro donde podía verse la forma que tenía. También estaban la zona de las termas donde los romanos se relajaban y podían verse las cuatro salas que las componían. Alrededor estaban los restos de las casas de los habitantes de la ciudad. Por lo que pudimos ver, Cesárea tuvo que ser muy grande y no es de extrañar, ya que, en el año 70 y después de la caída de Jerusalén se convirtió en la capital de Judea.
Cesárea - Foro
Aunque fue construida por los romanos por aquí han pasado otras muchas civilizaciones. Después de los romanos fueron los bizantinos quienes dominaron la ciudad. En el siglo VII cayó en manos de los musulmanes hasta que fue recuperada por los cristianos con las cruzadas. Fue conquistada varias veces por musulmanes y cristianos, cambiando de amos desde el siglo X al XIII, hasta que finalmente cayó en manos de los mamelucos. De esta última época se conservan algunas de las murallas que defendieron la ciudad, con mayor o menor éxito.
Cesárea - Murallas
Después de la visita, pero sin salir del recinto, nuestra guía nos dejó un rato para desayunar en algunos de los bares que había en la zona. Compramos unos bagel y café con leche por 102ILS, así desayunamos junto a las ruinas de una de las ciudades más importantes en la historia de Israel.
Haifa
Continuamos hacia el norte y no tardamos en llegar a la ciudad de Haifa, la tercera más grande del país por detrás de Jerusalén y Tel Aviv. Subimos a una colina y desde aquí pudimos ver lo grande que es el área metropolitana. Además es un núcleo muy importante en Israel porque tiene un parque de alta tecnología, un puerto industrial y una refinería de petróleo, desde la cima pudimos ver las chimeneas.
Haifa
El motivo de hacer una parada en esta ciudad era visitar los Jardines Bahaís, oficialmente llamados Centro Mundial Bahaí. Es el lugar más sagrado para los seguidores bahaís. El bahaísmo es una religión monoteísta de origen iraní, fundada en 1844 por el comerciante Seyyed Ali Mohammad. Los restos mortales de este profeta fueron trasladados al monte Carmelo de Haifa, lugar donde hoy se encuentran los Jardines Bahaís, por este motivo es el lugar más sagrado para esta religión.
Aunque la explicación sobre esta religión que desconocíamos por completo nos pareció interesante, lo que realmente queríamos ver eran los jardines. Accedimos al recinto habilitado para los turistas, ya que, solo es posible visitar una pequeña parte. Desde aquí pudimos ver casi por completo los jardines y lo bien cuidados que estaban, pero solo los fieles pueden acceder al resto del recinto.
Jardines Bahaí
Jardines Bahaí
Desde aquí arriba también pudimos ver una calle muy ancha, donde se concentra la colonia alemana de Haifa. Un grupo de alemanes se establecieron en esta zona a mediados del siglo XIX, pero fue comprada por los israelitas cuando los judíos se establecieron de nuevo en Israel. Es uno de los barrios más animados de la ciudad, lleno de restaurantes y tiendas, además de albergar el museo de la ciudad.
Haifa – Colonia alemana
Acre
La visita a los jardines no duró mucho y a los pocos minutos estábamos de nuevo en la carretera para llegar hasta Acre, uno de los lugares que nos parecía más interesantes. La ciudad de Acre, también conocida como Akko, es una de las más antiguas del mundo fundada alrededor del año 1500 a.c. Durante su historia ha sido gobernada por asirios, egipcios, romanos y muchos otros imperios, hasta Alejandro Magno la conquistó para el suyo. También fue un enclave importante que estuvo en disputa en las cruzadas, cambiando entre manos cristianas y musulmanas varias veces. De esta época se conserva la ciudadela que íbamos a visitar.
Durante los siglos XII y XIII los cruzados se establecieron en Acre y construyeron la ciudadela. Cuando los otomanos la conquistaron en el siglo XVI decidieron construir su ciudad encima de la de los cruzados. De esta manera la antigua ciudadela de los cruzados es actualmente subterránea. Accedimos al recinto por el jardín para llegar hasta la prisión británica y desde aquí desdecimos a la ciudad subterránea.
Ciudadela de Acre – Prisión británica
Recorrimos las diferentes salas que se conservan de la ciudadela. Éstas eran muy altas y las columnas acababan en arco para soportar el peso del techo, y que hoy, ayudan a mantener la ciudad que se creó en la superficie. Pasamos por la sala bonita, la primera que descubrieron los británicos en la ciudad subterránea. También caminamos por varias galerías donde hay paneles que explican la historia de la ciudad y llegamos hasta el salón de los caballeros.
Ciudadela de Acre – Sala bonita
Ciudadela de Acre – Salón de los caballeros
Antes de salir pasamos por unos túneles estrechos y bajos, que utilizaban los contrabandistas para meter o sacar mercancía en la ciudad. En la actualidad está iluminado, pero pasar por estas cavidades hace siglos con solo la luz de una llama tenía que ser toda una aventura.
Ciudadela de Acre - Túneles
La visita nos pareció muy interesante y por momentos nos transportó a una época antigua. Era hora de volver a la superficie y recorrer las calles de la ciudad que los otomanos construyeron sobre la ciudadela de los cruzados. Paseamos por unas pocas calles llenas de mercados, donde había tiendas de souvenires, fruterías y pescaderías. Llegamos a un restaurante musulmán donde nos sentamos para comer. Nos pusieron unos pocos platos para hacernos ensaladas y hummus, de segundo podíamos elegir entre tres tipos de pita. No podemos decir que la comida fuera de las mejores del viaje, pero tampoco fue de las más caras ya que pagamos en total 100ILS.
Rosh Hanikra
La última parada que teníamos en la excursión de hoy era para visitar las grutas de Rosh Hanikra, muy cerca de la frontera con el Líbano. Este lugar se trata de un enclave natural situado en zona militar. Para poder acceder hay que subir en un funicular y cuando llegamos la cola era de más de media hora. Nuestra guía hizo algunas llamadas y consiguió que le dieran un permiso especial para poder acceder directamente con el autobús y no perder tanto tiempo.
Bajamos cerca de la entrada a las grutas. Antes de adentrarnos pudimos ver como cerca de la costa había varios barcos militares vigilando la frontera. Durante este viaje ya habíamos estado en otra zona militar para ver el lugar del bautismo en Jordania. Son lugares que por su nombre pueden impresionar un poco, pero lo único que vimos es que hay mucha más vigilancia de lo normal.
Rosh Hanikra
Accedimos a los túneles que forman las grutas y empezamos a maravillarnos con su interior. Con mucho cuidado porque el suelo estaba resbaladizo debido a la humedad, fuimos caminando por el interior. Estas grutas se formaron debido a la acción del mar sobre la roca caliza y tienen una longitud de 200 metros.
Rosh Hanikra – Interior de las grutas
Hay un túnel principal que cruza de punta a punta y del cual salen ramificaciones que se pueden seguir. Al final de éstas hay una abertura que da al agua turquesa y que daban ganarse de saltar de cabeza. Cuando leímos que el tour incluía visitar unas grutas no teníamos grandes expectativas, pero después de verlas creemos que es una buena visita que realizar en Israel.
Rosh Hanikra – Interior de las grutas
Cuando salimos de las grutas, tuvimos que recorrer un tramo que pasa junto al acantilado. Pudimos ver como contrasta el blanco de la roca caliza con el azul turquesa del mar. Con muy buen sabor de boca volvimos al autobús para regresar de nuevo a Tel Aviv.
Rosh Hanikra
Tel Aviv
Llegamos a Tel Aviv a media tarde. En nuestro viaje a Guatemala y Belice dos años atrás habíamos conocido a León, un señor israelita. Nos pusimos en contacto con él para vernos esta tarde. Pasamos un par de horas con nuestro amigo hablando de lo que nos había parecido su país y nos explicamos mutuamente como nos iba la vida. Después de despedirnos de León, volvimos a la guesthouse a descansar un poco y dejar las mochilas más o menos preparadas para el día siguiente.
Salimos a buscar un lugar donde cenar que estuviese más cerca que la noche anterior. Fuimos por el paseo hacia el norte y después nos metimos unas calles más para el interior. Pensábamos que por esta zona cercana a la playa habría varios locales pero la realidad fue otra, había solo unos pocos repartidos por una larga calle. Acabamos por entrar en Ernesto, un restaurante italiano. Pedimos dos platos de pasta que estaban buenos pero que nos parecieron algo caros, pagamos en total 171ILS.
Cena – Espaguetis carbonara
Aunque habíamos querido cenar cerca de la guesthouse tuvimos que caminar una media hora de vuelta. El dueño estaba despierto y aprovechamos para preguntarle como teníamos que hacer al día siguiente para llegar al aeropuerto. Calculamos que teníamos tiempo de sobra para visitar la ciudad por la mañana y salir después de comer. Nos fuimos a dormir más tranquilos sabiendo como llegar hasta el aeropuerto.
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