Día 5 (03/04/2019) - Madaba ➞ Al Karak ➞ Petra

Madaba

Nos levantamos por última vez en Madaba para despedirnos del norte de Jordania. Para hoy teníamos planificado viajar hasta Wadi Musa, o lo que es lo mismo, el pueblo que está junto a Petra. Para ello tendríamos que hacer algo más de 200 kilómetros de carretera. Por el camino queríamos detenernos a contemplar las vistas de Wadi Mujib y realizar una visita al castillo de Karak.

Como hicimos el día anterior, subimos a desayunar a la cocina de los dueños del hotel. Nos sentamos en la mesa junto a otros huéspedes y tomamos nuestro desayuno. Estábamos acabando cuando llegó Kayed, tuvo que esperar a que acabáramos de recoger nuestras cosas y así poder ponernos en marcha.

Wadi Mujib

Para ir de Madaba a Wadi Musa hay dos posibilidades, ir por la rápida pero aburrida Desert Highway o por la carretera del Rey, más lenta pero con muy buenas vistas. Evidentemente elegimos la segunda opción. Además, en esta carretera se encuentra Al Karak, la ciudad donde se encuentra el castillo que queríamos visitar.

El primer tramo del camino lo pasamos viendo como nos alejábamos de Madaba y como íbamos pasando por algunos pueblos. Nos sorprendió ver que había grandes plantaciones de olivos. Comentamos con Kayed que no esperábamos ver tantos olivos y nos dijo que el aceite de oliva de Jordania era de los mejores del mundo y que lo exportaban a muchos países. Un dato que desconocíamos por completo y que nos pareció muy curioso.

Al poco de empezar paramos para coger nuestro habitual café turco. El Nescafé que había en los hoteles no nos gustaba mucho y Sergio necesitaba cafeína. Paramos en un bar muy pequeño, como en los días anteriores nuestro conductor nos invitó.

Hacía menos de una hora que habíamos salido de Madaba cuando llegamos a Wadi Mujib, que recibe el sobrenombre de "Gran Cañón de Jordania". Paramos en un mirador para disfrutar de unas impresionantes vistas. Este cañón tiene aproximadamente 1 kilómetro de altura. En la parte más baja hay un río y un camino que permite hacer un trekking. Nosotros no tuvimos tiempo de hacerlo y estando Miriam embarazada no era recomendable, de hecho es mejor hacerlo con un guía que conozca el terreno. Pasamos un rato contemplando las vistas y sacando fotos hasta que decidimos continuar.

 

Wadi Mujib 1

Wadi Mujib

 

Wadi Mujib 2

Wadi Mujib

 

Empezamos a descender por la carretera que habíamos visto desde el mirador. Llegamos a un puente que pasa sobre el dique de un pantano. De nuevo nos detuvimos para ver el estanque y sacar fotos de la carretera. Circulaban muy pocos vehículos y no tuvimos problemas para sacarnos fotos en medio de la carreta.

Tocaba subir al otro lado del cañón por una carretera llena de curvas y con mucha pendiente. Antes de llegar arriba nos detuvimos en un mirador, desde donde se veía el estanque que acabábamos de dejar y parte de Wadi Mujib, unas vistas magníficas.

 

Wadi Mujib 3

Wadi Mujib

 

Aquí nos encontramos con un señor que se había montado su casa junto a la carretera. Era muy simpático y empezó a hablar con nosotros y hacer muchas bromas. Después de sacar varias fotos insistió en que entrásemos en su casa a tomar un té. Al principio le dijimos que no, pero al final Kayed dijo que no había problema y decidimos entrar. La casa era algo parecido a una tienda beduina. Tomamos un té y cuando dijimos que Miriam estaba embarazada, el señor nos dio galletas y plátanos para que pudiera comer algo por el camino. No queríamos perder mucho tiempo y cuando acabamos el té decidimos que era hora de irnos.

 

Wadi Mujib 4

Wadi Mujib

 

Kayed nos dijo que nos invitaba al té, pero que en ese momento no llevaba nada suelto. Nos pidió que le pagásemos al señor 2JOD y después nos lo devolvería. Cuando le dimos el dinero el señor pareció hacerse el ofendido y no entendíamos que pasaba. Nuestro conductor nos dijo que le diéramos 5JOD. Lo que pasaba es que quería más dinero. Se lo dimos y así pudimos continuar con nuestro recorrido.

Castillo de Karak

Llegamos a la ciudad de Al Karak, donde se encuentra uno de los castillos mejor conservados de Jordania. El Castillo de Karak fue un castillo de los cruzados y uno de los más grandes del levante mediterráneo. Fue mandado a construir por el rey Balduino I de Jerusalén en el año 1142. En el año 1183 fue tomado por Saladino, pasando a manos de los musulmanes y el mameluco Baibars lo conquistó y amplió en el año 1263.

En la entrada hay un control de seguridad donde nos revisaron las mochilas. Enseñamos el Jordan Pass y pudimos pasar para empezar con la visita. Para entrar al castillo hay que cruzar un puente que pasa sobre un foso seco que rodea todo el recinto. Llegamos a la puerta otomana que da acceso a una zona alargada, comprendida entre la muralla exterior y otra interior más elevada. Desde aquí se podía comprobar lo grandes que eran los muros que defendían la ciudad. La muralla exterior queda al mismo nivel que esta área, lo que permite divisar todo lo que hay alrededor. Era una forma de ver cuando se acercaban los enemigos y hoy en día permite disfrutar de unas magníficas vistas.

 

Castillo de Karak 1

Castillo de Karak – Muralla interior

 

Castillo de Karak 2

Castillo de Karak - Vistas

 

Subimos por unas escaleras que ascienden por la muralla interior, pero antes de llegar a la cima encontramos que había un acceso a los túneles. Decidimos entrar y recorrer las galerías subterráneas que atraviesan casi toda la montaña de lado a lado. En forma de arco para soportar el peso, estas galerías son una de las mejores partes del castillo. Aquí se encuentran las estancias de los soldados y las habitaciones que hacían las funciones de establos. Recorrimos durante un buen rato las galerías, sintiendo como si nos hubiésemos trasladado a la época de los cruzados.

 

Castillo de Karak 3

Castillo de Karak – Galería de los cruzados

 

Castillo de Karak 4

Castillo de Karak – Galería de los cruzados

 

Pasados unos minutos salimos a la superficie llegando a la plaza principal del castillo. Aquí pudimos ver el palacio que construyeron los mamelucos y que contiene una mezquita. Aunque es un edificio de tres plantas, cuando accedimos no conseguimos encontrar unas escaleras para subir y solo pudimos ver la estancia inferior. En el centro de la plaza encontramos los restos de una iglesia, solo se conserva parte del techo en forma de arco de la nave principal.

 

Castillo de Karak 5

Castillo de Karak – Palacio mameluco

 

Castillo de Karak 6

Castillo de Karak - Iglesia

 

Frente a la iglesia se encontraban los restos de pequeños edificios que originalmente hicieron las funciones de mercado. Finalmente, en el otro extremo se encuentra un edificio con unas salas enormes que se utilizaban para celebrar grandes banquetes. En esta parte del castillo encontramos que había escaleras que conectaban las salas en tres niveles diferentes y así fuimos descendiendo por el interior. Acabamos llegando de nuevo a la galería de los cruzados y no pudimos evitar quedarnos un rato más para sacar unas cuantas fotos.

 

Castillo de Karak 7

Castillo de Karak

 

Castillo de Karak 8

Castillo de Karak – Galería de los cruzados

 

Sin darnos cuenta habíamos pasado más de dos horas recorriendo el Castillo de Karak y se había hecho un poco tarde. Volvimos al taxi y le dijimos a Kayed que antes de seguir queríamos parar a comer. Preguntó a gente local donde encontrar un restaurante típico y después de dar algunas vueltas acabamos llegando a un restaurante bastante grande que estaba a las afueras de la ciudad.

El camarero no sabía inglés y Kayed tuvo que hacernos de traductor. Tardamos un poco para entender lo que tenían y pedimos un arroz que venía acompañado con un bol de verduras picadas y especias, y un plato de carne a la barbacoa con patatas. También nos recomendó que probásemos con un yogur agrio muy típico de Jordania y le dijimos que trajera un poco. Al principio nos pareció una combinación peculiar, pero cuando probamos la comida estaba toda muy buena y la mezcla nos gustó mucho. El precio también estuvo muy bien, pagamos en total 8,9JOD, teniendo en cuenta que había tanta comida que incluso nos sobró.

 

Comida 1

Comida - Arroz

 

Comida 2

Comida – Carne barbacoa

 

Nos pusimos de nuevo en camino, esta vez directos hasta Wadi Musa. Por el camino Kayed paro a comprar tabaco y con el cambio nos devolvió los 5JOD que habíamos pagado al señor del mirador de Wadi Mujib. Le dijimos que no hacía falta, de todos modos el té lo habíamos tomado nosotros. Nos dijo que por favor aceptásemos el dinero porque era hospitalidad jordana, así que finalmente cogimos el dinero. Quedaba algo más de una hora para llegar y después de comer nosotros nos quedamos medio dormidos parte del trayecto. De esta manera casi sin darnos cuenta llegamos a nuestro destino.

Wadi Musa

Cuando llegamos a Wadi Musa le pedimos a Kayed que nos llevase primero a la entrada de Petra. Teníamos intención de ver esta misma noche el Petra By Night y había que comprar las entradas porque no viene incluido con el Jordan Pass. La entrada para ver el espectáculo no es nada económico pero pensamos que valdría la pena. El precio por los dos era de 39,9JOD, pero el chico se equivocó y nos cobró la entrada en libras. Después nos dimos cuenta que habíamos salido ganando porque el dinar jordano estaba un poco más alto que la libra.

Volvimos al taxi para ir al hotel que estaba un poco lejos. Llegamos al Sabaa Hotel donde pasaríamos las próximas tres noches. Nos despedimos de Kayed y le pagamos lo acordado más 5JOD de propina que se había ganado sobradamente. Una vez en el interior hicimos el check-in y pagamos los 121,4JOD que costaban las tres noches. La habitación era muy pequeña y vieja, pero al fin y al cabo, íbamos a estar todo el día fuera haciendo visitas y solo iríamos para dormir.

Nos habían dicho que teníamos que estar en la entrada de Petra a las 20:30, así que teníamos que cenar muy pronto. Pensamos que lo mejor sería ir cerca de la entrada y cenar por allí. Del centro de la ciudad a Petra había unos 20 minutos. El camino de ida era de bajada y decidimos ir caminando, a la vuelta ya veríamos si lo hacíamos en taxi.

Cerca de la entrada hay varios restaurantes y después de mirar acabamos entrando en el Sand Stone Restaurant. Habíamos comido mucho y estábamos cenando muy temprano. Pedimos una sopa de lentejas para cada uno y un mansaf para compartir. Ni la sopa tenía nada que ver con la que tanto nos había gustado en Madaba, ni el mansaf con el que habíamos cenado en Ammán. El restaurante estaba hecho para el turista y la comida era como la típica paella que en España se sirve a los guiris. Pagamos 17JOD por la cena en un restaurante que para nada recomendamos.

Petra By Night

Pocos minutos más tarde estábamos en la cola para acceder a Petra, una de las 7 maravillas del mundo. Hoy solo podríamos llegar hasta El Tesoro y no podríamos ver mucho al ser de noche, pero sabíamos que esto era solo un tentempié para lo que vendría en los próximos días.

Empezamos a recorrer un camino de tierra con velas envueltas en papel a ambos lados para señalizar el trayecto. Cuando llegamos a El Siq, comprobamos que es un desfiladero impresionante. Por ahora no podíamos verlo muy bien, al día siguiente ya nos tomaríamos nuestro tiempo. Tardamos más de lo esperado, pero al rato llegamos al final del desfiladero.

El Tesoro estaba mejor iluminado gracias a montones de velas que habían situado delante. Cuando llegamos había mucha gente y tuvimos que buscar un lugar donde sentarnos entre las últimas filas. Mientras empezaba el espectáculo intentamos sacar algunas fotos, pero debido a la poca iluminación nos fue imposible sacar una decente.

El espectáculo empezó con algo de música. Al principio no conseguimos identificar de donde provenía. Había tanta gente que era complicado poder ver algo. Después uno de los beduinos empezó a explicar la historia en inglés. Entre la distancia, el murmullo de la gente y que la acústica del lugar no era la mejor, no entendimos casi nada del relato. Decidimos dedicar nuestra atención a contemplar el monumento.

Cuando el señor acabó de hablar, encendieron unos focos que iban cambiando de color e iluminaban El Tesoro. Era momento de sacar de nuevo la cámara, con mayor iluminación pudimos tomar algunas fotos un poco más decentes. Empezó a chispear y mucha gente se fue, pero nosotros nos resistimos un poco. Estaba siendo el mejor momento del espectáculo y no queríamos irnos todavía. El Petra By Night no es algo que podamos recomendar y en caso de hacerlo es mejor antes de visitar Petra porque una vez visitado a la luz del día, todavía debe decepcionar más el espectáculo.

 

Petra by Night 2

Petra by Night – El Tesoro

 

A los pocos minutos los focos se apagaron y entendimos que era el momento de irse. Desandamos el camino hasta la salida, esta vez menos iluminado que antes debido a que muchas velas se habían apagado. Aunque valoramos la opción de subir hasta el hotel en taxi optamos por hacerlo caminando. Hoy habíamos estado muchas horas sentados y queríamos caminar un poco más. Cuando llegamos al hotel no era excesivamente tarde, pero queríamos levantarnos temprano al día siguiente y nos fuimos directos a la cama.

 

Día 4Día 6

 

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