Día 5 (26/01/2020) - Lisboa ➞ Oporto
De Lisboa a Oporto
Hoy nos despedíamos de Lisboa para trasladarnos a Oporto, para ello nos despertamos pronto. Con Liam en brazos y cargados con nuestro equipaje salimos a la calle. Primero fuimos hasta la parada de metro de la plaza de los Restauradores. Desde allí fuimos hasta la estación de Santa Apolónia, donde compramos los billetes para Oporto por un total de 50,2€. Faltaba poco para que saliese el tren así que fuimos directamente al andén y buscamos nuestros asientos.
El viaje entre las dos ciudades más importante del país duraba cerca de 4 horas. La primera mitad del trayecto la pasamos sin poder ver nada debido a la espesa niebla. Durante el camino Sergio fue a mirar si había vagón cafetería. Compramos unos sándwiches, café y agua por 7,9€. Para ser un tren de alta velocidad nos pareció que la comida no era nada cara. En la segunda mitad del trayecto el cielo se había despejado y pudimos ver un poco el paisaje. Al llegar a Oporto, lo hicimos en la estación de Porto Campanha. Ésta está muy lejos del centro de la ciudad, con lo que había que cambiar de tren. Fuimos a preguntar a las taquillas y nos dijeron que con el mismo billete podíamos subir al tren que nos llevaba hasta la estación de Sao Bento, en el centro de Oporto.
Oporto
Desde Sao Bento hasta nuestro alojamiento en guest house Porto Clerigus había poco más de diez minutos caminando. Dejamos las maletas en la habitación y preguntamos a la señora de recepción donde podíamos ir a comer. Nos dijo que justo al lado estaba el restaurante Galerías de París que era muy económico. Sin dudarlo entramos y nos sorprendió la curiosa decoración del local. La comida era sencilla y no había mucho para elegir. De primero tenían un caldo y de segundo se podía escoger entre lomo o merluza. También tenían una zona donde había pan y podías hacerte una ensalada. El menú con postre incluido nos costó en total 12€, sin duda la comida más barata de todo el viaje.
Restaurante Galerías de París
Restaurante Galerías de París - Lomo
Free Tour de Oporto
Además de por el precio, también nos decantamos rápido por comer al lado del hotel porque por la tarde queríamos hacer un free tour. Éste empezaba a las tres de la tarde y no podíamos perder mucho tiempo. Después de comer fuimos directos a la Torre de los Clérigos que estaba a menos de cinco minutos del restaurante. Enseguida encontramos al guía y al grupo de turistas que nos acompañaría durante el tour. El guía era muy simpático y ya antes de empezar hizo algunas bromas, como que los portugueses son un poco piratas y que lo iríamos entendiendo durante las explicaciones. El recorrido sería a lo largo de la zona donde antiguamente estaba la muralla, es decir, la zona alta de la ciudad y no bajaríamos hasta la ribera.
Cuando llegó la hora y viendo que ya no venía nadie más, empezamos a caminar en dirección al mirador da Vitoria. En esta zona es donde vivieron los judíos en la época de la inquisición. En muchos países de Europa echaban a los judíos y Portugal no era una excepción. Sin embargo, sabiendo que los judíos tenían dinero, a los portugueses les interesaba que se quedasen y les permitieron unas medidas más laxas. De puertas para afuera tenían que parecer cristianos y en la intimidad podían procesar su fe. Esto no quiere decir que durante la inquisición no hubiera expulsión de judíos, así como que ejecutasen a un buen número de personas. Después de la explicación tuvimos unos minutos para disfrutar de las vistas del mirador da Vitoria. Desde aquí puede verse el río Duero, o Douro en portugués, la ribera, la Sé de Oporto y al otro lado del río el pueblo Vila Nova de Gaia.
Mirador da Vitoria
Desandamos el camino que acabábamos de hacer para llegar a la antigua prisión de Oporto. A lo largo de sus más de 400 años de historia han pasado por sus celdas algunos personajes portugueses ilustres. Entre ellos Camilo Castelo Branco, uno de los mayores autores de la literatura portuguesa. Su crimen fue el de adulterio con Ana Plácido, que le sirvió también de inspiración para muchas de sus obras, algunas escritas en prisión.
Antigua prisión
A pocos metros estaba la Torre de los Clérigos, donde habíamos empezado la visita. Entrar a este edificio es una de las mejores visitas de la ciudad, pero la entrada no es gratuita y con el free tour no entraríamos. Se construyó a mediados del siglo XVIII por la hermandad de los Clérigos Pobres, en el lugar donde antiguamente se enterraba a los ajusticiados. La Torre de los Clérigos tiene una altura de 76 metros y hay más de 200 escalones para llegar a la cima. Desde arriba hay unas de las mejores vistas de la ciudad, pero lo dejaríamos para más adelante, por ahora seguiríamos con el recorrido del free tour.
Torre de los Clérigos
Caminamos unos pocos metros para llegar a las iglesias gemelas do Carmo. Se trata de dos iglesias que están muy juntas entre sí. La de la izquierda es la iglesia dos Carmelitas, construida durante el siglo XVII para las monjas. La de la derecha es la iglesia do Carmo, construida para los monjes de la misma orden durante el siglo XVIII. La iglesia católica no permite que dos templos estén uno junto al otro, es decir, no pueden compartir paredes ni tocarse. Como los portugueses son unos piratas (palabras de nuestro guía), construyeron una casa entre ambas iglesias de aproximadamente un metro de ancho, conocida como la Casa Escondida. Se dice que en algunas épocas ha vivido algún capellán o artista de la iglesia, pero no está demostrado que nunca haya vivido nadie en esa casa tan estrecha.
Frente a la iglesia está la universidad de Oporto. Aquí nuestro guía nos explicó una curiosidad. Para salvaguardar la brecha social entre los estudiantes, estos debían ir vestidos todos iguales. Por eso es habitual ver a universitarios pasear por la calle con americana, pantalones y corbata, todo de color negro.
Iglesias gemelas do Carmo
A continuación, fuimos hasta la librería Lello e Irmao. La escritora J.K. Rowling vivió una temporada en esta zona de Oporto, donde empezó a escribir su famosa saga de Harry Potter. Para su obra se inspiró en algunos detalles de la ciudad, como son los uniformes de la universidad o el interior de esta librería. La fama de Harry Potter se trasladó hasta aquí y mucha gente quería entrar para ver el interior sin comprar ningún libro. Entonces decidieron cobrar entrada, que después te lo descuentan en caso de comprar un libro. Nosotros no quisimos pagar para ver una librería, así que, nos conformamos con ver el exterior.
Librería Lello e Irmao
Antes de continuar con el free tour paramos en una cafetería. A nosotros nos fue perfecto para poder darle de comer a Liam. También aprovechamos para preguntar algunas dudas a nuestro guía y que nos diera algunos consejos sobre la ciudad. La parada no duró mucho más de veinte minutos, pero el café nos vino de fábula después del madrugón que nos habíamos pegado.
La siguiente parada fue en la estación de Sao Bento. Lo más interesante se encuentra en la sala de la entrada, donde hay un gran número de azulejos con imágenes importantes de la historia portuguesa. Una de ellas representa el momento de la independencia de Portugal. Alfonso Henriquez consiguió que el Condado Portucalense del Reino de León pasase a ser un reino. En la imagen se representa a Alfonso Henriquez como rey de Portugal y a Alfonso IV rey de León.
Estación de Sao Bento
Estación de Sao Bento
Para acabar con el tour fuimos hasta la Sé de Oporto, no muy lejos de la estación. Fue construida durante el siglo XII en estilo románico. Desde aquí están unas de las mejores vistas de la ciudad. Antes de dejarnos, nuestro guía nos habló sobre la revolución de los claveles. Ésta tuvo lugar el 25 de Abril de 1974 y consiguió restaurar la democracia y convocar unas elecciones que no se hacían desde 1925. También consiguieron la independencia de las provincias no europeas, excepto Madeira y Macao.
Sé de Oporto
Sé de Oporto
Desde aquí puede verse gran parte de Oporto, pero también de Vilanova de Gaia al otro lado del Duero. Los portugueses tenían muchos contactos y negocios con los ingleses. Entre ellos estaba la venta del vino que producían en Portugal. Un año la producción de vino fue mala, y como son así de piratas, los portugueses decidieron mezclarlo con agua para alcanzar la producción pactada y lo enviaron a Inglaterra. Ese año en vez del oro británico los que llegaron fueron los propios ingleses. Estos al ver que los portugueses los habían querido estafar se quedaron con la producción del vino. Se establecieron en lo que hoy es Vilanova de Gaia. El problema fue que los ingleses no sabían hacer vino y se les ponía malo, para evitar que fermentara le echaban aguardiente, consiguiendo de este modo el conocido como vino de Oporto. Además, con esta historia se entiende porque casi todas las marcas tienen nombres ingleses.
Dimos las gracias a nuestro guía por las grandes explicaciones que nos había hecho y pagamos 20€ por el free tour. Antes de abandonar los alrededores de la Sé de Oporto, nos quedamos un rato disfrutando de las vistas. Teníamos la opción de bajar hasta la ribera o desandar el camino para detenernos en algunos lugares que habíamos visto muy rápido. Nos decantamos por lo segundo y dejando la otra opción para el día siguiente.
Mirador desde la Sé de Oporto
Mirador desde la Sé de Oporto
Paseo por el centro de Oporto
Caminamos hasta la plaza de los Aliados, con la estatua ecuestre de Don Pedro IV en un extremo y el ayuntamiento en el otro. Pedro IV fue rey de Portugal y el primer emperador de Brasil. Consiguió la independencia del país brasileño donde fue nombrado emperador con el nombre de Pedro I. Él ya era emperador de Brasil a la muerte de su padre, con lo que también heredó el trono de Portugal del cual abdicó en favor de su hija. La abdicación tuvo condiciones, una era que su hija se casase con su hermano Miguel I y la otra que aceptasen la constitución que él mismo había esbozado. Su hermano prometió obedecer la constitución, pero al poco tiempo la revocó. Pocos años después Pedro volvió para derrotar a su hermano y devolver el trono a su hija.
Plaza de los Aliados – Estatua ecuestre de Don Pedro IV
Ayuntamiento
También quisimos volver a las iglesias gemelas do Carmo. Durante el tour solo las habíamos visto desde lejos. Ahora con más tranquilidad nos acercamos para ver mejor el conjunto de los tres edificios, si contamos la casa que se construyó entre ambas.
Iglesias gemelas do Carmo
Todavía teníamos un rato hasta la cena y decidimos seguir paseando por la ciudad. Fuimos hacia el barrio de San Ildefonso, donde se encuentra el mercado del Bolhao y la rua Santa Catarina. Para nuestra sorpresa el mercado estaba cerrado por obras y lo habían trasladado temporalmente. De todos modos era tarde para poderlo visitar. Llegamos hasta la capilla de las Almas, la cual nos sorprendió por estar recubierta totalmente por azulejos. Desde aquí empezamos a recorrer la rua Santa Catarina, una de las mayores zonas comerciales de la ciudad. Era de noche y no quisimos entretenernos mucho, ya volveríamos al día siguiente más temprano para ver mejor la zona.
Capilla de las almas
Cena
Volvimos al hostal y al rato fuimos a buscar un restaurante por los alrededores para poder cenar. Entramos en el restaurante Na Boca. No era un lugar donde hubiera platos típicos de la cocina portuguesa, más bien era para pedir platos para compartir. Pedimos tres platitos para compartir, uno de ensaladilla, uno de brochetas y uno de mini hamburguesas. También pedimos un pao de ló de postre. Con la bebida en total la cena nos costó 31,75€. Estábamos cansados del madrugón y de recorrer gran parte de la ciudad, así que no tardamos en volver al hostal a dormir. Mañana era nuestro último día para poder visitar la ciudad y queríamos estar descansados.
Restaurante Na Boca - Ensaladilla
Restaurante Na Boca - Mini hamburguesas
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