Día 10 (09/12/2018) - Casablanca ➞ Barcelona

Casablanca

A las 5 de la mañana nos levantamos para despedirnos de Marruecos y poner fin a este viaje. Tomamos una ducha y acabamos de preparar las mochilas. Bajamos sin hacer mucho ruido por la hora y cuando llegamos abajo vimos que la señora estaba en la cocina preparándonos el café. Tomamos unas tostadas con mermelada y el café con leche. La señora nos había preparado mucho desayuno y no pudimos acabárnoslo, a esas horas no teníamos hambre. Nos despedimos de ella y le dimos las gracias por su amabilidad y hospitalidad.

Salimos de la casa y empezamos a buscar un taxi para ir a la estación. Todavía era de noche y no había nadie en la calle. Mientras nos dirigíamos a una calle más grande, donde supusimos que habría más tráfico nos cruzamos con un petit taxi. Le dijimos si nos podía llevar a la estación, al principio no pareció hacerle mucha gracia, quizá estaba volviendo a casa de acabar su turno. Nos dijo que subiéramos y puso el taxímetro. Pensábamos que siendo a esas horas nos pediría mínimo 50 dirhams por llevarnos. Cuando llegamos nos dijo que eran 15 dirhams, le dimos 20 porque consideramos que a esa hora tenían que ganar un poco más.

Entramos en la estación y fuimos directos a comprar los billetes. Para ir hasta el aeropuerto eran 86 dirhams entre los dos. En las taquillas no había nadie haciendo cola y en un par de minutos ya estábamos bajando a las vías del tren que salía a las 6:38. Subimos y nos pusimos cómodos para el trayecto de apenas media hora.

Llegamos con mucho tiempo al aeropuerto, facturamos las maletas y todavía nos quedaban casi dos horas. Si hubiéramos cogido el siguiente tren hubiéramos ido justos de tiempo. En la casa no habíamos desayunado demasiado, así que fuimos a tomar un café y algo para comer. Los aeropuertos siempre son caros y pagamos 110 dirhams por este desayuno. También nos sirvió para gastar las monedas que ya no podríamos cambiar. Al rato pasamos el control y fuimos a la puerta de embarque para subir al avión que nos llevaría de regreso a Barcelona.

 

Mezquita Hassan II exterior 1

Mezquita Hassan II

 

Habíamos pasado 10 días en un país que ofrece mucho más de lo que se puede pensar en un principio. Antes de planificar este viaje, pensamos que tendríamos tiempo de sobras. Mientras lo planificábamos ya tuvimos que descartar cosas. Una vez en Marruecos, nos dimos cuenta de que realmente hacen falta bastantes más días para poder visitar lo más importante. Seguramente con unos 20 días puede verse todo. Por suerte es un país que tenemos muy cerca y al que podremos volver en otra ocasión.

Marruecos es un país que tienen muchos lugares de interés y muy variados. Desde ruinas romanas a grandes mezquitas. Desde bulliciosas medinas a tranquilos desiertos. Es un país que nos sorprendió para bien en cuanto a la comida, la vegetación y la cantidad de cosas que hay por visitar. Por el contrario, no nos gustó tanto encontrar a gente que quiere aprovecharse de los turistas, ya sea haciendo creer que estás perdido para guiarte a cambio de dinero o taxistas que no usan taxímetro para cobrar de más. Esto no quiere decir que no haya mucha gente muy amable, honrada y acogedora. Después de realizar este viaje, coincidimos en lo que se dice de este país, es el destino más cercano para viajar más lejos.

 

Día 9

 

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