Día 4 (03/12/2018) - Fez ➞ Ifrane ➞ Erg Chebbi
Fez
Para los próximos tres días habíamos contratado un tour. Iríamos desde Fez hasta Marrakech, pasando por Merzouga, Ourzazate y las gargantas del Dades y del Trodra entre otros puntos de interés. En total el tour nos había costado 550€ para dos personas, éste incluía el transporte, dos noches de hotel con sus respectivas cenas y desayunos, conductor que hablaba español y muchas paradas durante el recorrido para disfrutar de las vistas y puntos de interés. Además, no iríamos con nadie más y se adaptaban si queríamos realizar alguna parada que ellos no tuviesen planificada.
A las 8 de la mañana vino a buscarnos Hassan, quien sería nuestro conductor y guía durante los próximos tres días. No habíamos podido desayunar en el riad porque hasta las 9 no lo servían, tendríamos que comer algo por el camino. Hechas las presentaciones, Hassan nos guio hasta donde tenía aparcado su coche para empezar el largo camino que teníamos planificado para hoy.
Ifrane
La primera parada del camino fue en la ciudad de Ifrane, o como nos dijo Hassan, la suiza marroquina. En Ifrane las casas tienen los tejados muy inclinados, como las típicas casas de montaña. La ciudad no se parecía en nada a las que habíamos visitado en los últimos días, realmente se parecía más a una ciudad de montaña europea. Además de esta curiosidad, el otro punto de interés que tiene la ciudad es la estatua de un león, donde había mucha cola para sacarse una foto. Hassan nos dio unos minutos, mientras tanto él cambió su atuendo y se puso un caftán y turbante blancos, más al estilo bereber. Después de sacarnos las fotos y pasear unos diez minutos volvimos al coche para reanudar la marcha.
León de Ifrane
Ifrane
Macacos de Berbería
Pocos kilómetros antes de llegar a la localidad de Azrou, paramos en una zona boscosa. Aquí se encuentran unos pocos ejemplares de los macacos de Berbería. Éstos habitan en el estrecho de Gibraltar y en algunas zonas de la cordillera del Atlas. Hassan nos dio una bolsa con cacahuetes para que se los diéramos a estos monos. Están muy acostumbrados a los turistas y cuando nos acercamos estaban muy tranquilos. Sin prisa iban cogiendo los cacahuetes que les íbamos ofreciendo. Pasamos un rato dándoles de comer y sacando unas cuantas fotos.
Macacos de Berbería
Macacos de Berbería
Midelt
Tocaba cruzar el Atlas, la principal zona montañosa del país. Hassan nos dijo que habíamos tenido suerte, la semana anterior había nevado y había un puerto de montaña por el que no se podía cruzar. Los últimos días había hecho mucho calor y había despejado las carreteras. Por el camino fuimos haciendo algunas paradas para disfrutar del paisaje. Empezábamos a dejar el verde que tanto nos había sorprendido y gustado estos primeros días, para ir viendo como el paisaje se tornaba paulatinamente en árido y seco.
Camino de Midelt – Atlas
Llegamos a la ciudad de Midelt cerca del mediodía. Hassan nos dijo que haríamos una parada para comer. Le dijimos si podía llevarnos a un restaurante donde fuera a comer la gente local, pero nos dijo que aquí es donde paran todos los turistas y los restaurantes están pensados para ellos. También nos dijo que no había más ciudades donde poder parar hasta Merzouga, y todavía teníamos cerca de 4 horas para llegar. Sin más opciones entramos en el restaurante. Pedimos un tajine y un kefta con patatas y arroz. No estaba tan bueno como el de los días anteriores, pero tampoco estaba mal del todo. El precio fue más o menos el que estaba siendo habitual, pagamos 150 dírhams por la comida.
Comida – Kefta con patatas y arroz
Comida - Tajine
Valle del Ziz
Sin perder mucho tiempo nos pusimos en marcha en cuanto acabamos de comer. Continuamos por la zona montañosa del Atlas haciendo algunas paradas. Las vistas continuaban siendo espectaculares, los paisajes nos estaban gustando mucho y había de diferentes tipos. Tuvimos que hacer una parada obligatoria porque el motor del coche se sobrecalentó. Hassan tuvo que echar agua, tras unos minutos bajó la temperatura y pudimos continuar. No pudimos evitar que nos viniera a la memoria, cuando cuatro meses atrás el coche nos dejó tirados en medio del desierto del Kalahari durante nuestro viaje a Botsuana, Victoria Falls y Johannesburgo.
Cruzando la cordillera del Atlas
Cruzando la cordillera del Atlas
Llegamos al valle del Ziz y el paisaje volvió a cambiar. Entre toda la zona árida, había una parte verde llena de palmeras que seguía el curso de un río. Hicimos varias paradas para contemplar este fenómeno desde varios ángulos. También había pequeñas poblaciones que se establecían alrededor del río para aprovecharse del agua de éste.
Valle del Ziz
Valle del Ziz
Erg Chebbi
Todavía era de día cuando llegamos a Merzouga, pero no era nuestro destino final. Continuamos unos minutos más para llegar a un hotel que está situado al principio del desierto de Erg Chebbi. Entramos para hacer el check-in y Hassan nos regaló unos turbantes, que también enseñó a ponernos. Dejamos las mochilas grandes para que las llevasen hasta el campamento donde pasaríamos la noche. El hotel tenía muy buena pinta, pero nosotros queríamos vivir la experiencia de pasar la noche en una haima. Hassan nos acompañó hasta donde estaban los camellos para que subiéramos a uno. Nos dijo que él tenía que ir a ver si podían arreglarle el coche y si podía, nos veríamos para cenar.
Desierto de Erg Chebbi – Subiendo a los camellos
Emprendimos la marcha sobre los camellos para pasear por las dunas. El campamento estaba un poco más adentro del desierto. El chico que nos había ayudado a subir a los camellos iba a pie guiándolos.
Desierto de Erg Chebbi – Paseo en camello
A medio camino hicimos una parada para ver el atardecer desde el desierto. Bajamos de los camellos y subimos a una duna para poder ver mejor el paisaje. No nos entretuvimos demasiado, quedaban pocos minutos de luz y había que llegar al campamento.
Desierto de Erg Chebbi
Tardamos aproximadamente una hora desde que salimos del hotel hasta el campamento. Al llegar nos recibieron otros chicos que nos ayudaron a bajar de los camellos y nos llevaron hasta la entrada. Nos invitaron a un té con menta y después nos llevaron hasta nuestra haima. Estaba mucho más preparada de lo que pensábamos, incluso el baño tenía suelo de cemento y desagüe.
Desierto de Erg Chebbi - Haimas
Desierto de Erg Chebbi - Haimas
Al rato vinieron a avisarnos que ya podíamos ir a cenar. El comedor era una haima mucho más grande que estaba separada unos pocos metros de las habitaciones. La cena consistió en un plato de arroz con diferentes tipos de verduras y un segundo plato de pollo con patatas y verduras. Mientras cenábamos vimos que había otras dos mesas, una con un grupo numeroso y otra con una pareja.
Desierto de Erg Chebbi - Cena
Desierto de Erg Chebbi - Cena
Después de cenar nos dijeron que iban a tocar música beduina alrededor del fuego. Salimos a la noche del desierto y nos pusimos alrededor de una hoguera. Al principio nos quedamos todos sentados en las sillas, pero poco a poco todos nos fuimos levantando y bailamos un poco alrededor del fuego. Entre la música y hablar con la gente que acabábamos de conocer se hizo un poco tarde. Cuando nos dimos cuenta de la hora, todos dijimos de ir a dormir para poder ver el amanecer al día siguiente.
Desierto de Erg Chebbi
