Día 12 (21/03/2018) - Marahau ➞ Picton
Abel Tasman
Para la mañana de hoy queríamos visitar el Parque Nacional Abel Tasman. Desayunamos y fuimos a la oficina de turismo. La noche anterior decidimos que haríamos la visita en kayak. Pagamos 150NZD por la excursión y fuimos a buscar la autocaravana para dejarla en el parking de la oficina. Como en la mayoría de campings, había que dejar la plaza antes de las 10 de la mañana.
Después de esperar unos minutos nos vinieron a buscar. Fuimos al edificio que estaba justo al lado. Desde allí salían las excursiones. Como habíamos decidido hacerla en kayak, primero una chica nos dio unas instrucciones de como funcionaba. El kayak tenía un pequeño compartimento para guardar las cosas y pedales para poder marcar la dirección. Estuvimos cerca de una hora con las explicaciones. Después, cargamos los kayaks en un tractor y fuimos caminando hasta la playa.
La marea estaba muy baja y tuvimos que caminar unos metros para llegar hasta la orilla. La chica que nos había dado las explicaciones entró en la playa con el tractor, llegando hasta donde nos encontrábamos. Bajamos los kayaks y los pusimos en el agua. Guardamos las cosas en el pequeño compartimento impermeable y nos subimos. Ya estábamos preparados para empezar esta aventura.
Abel Tasman
En el grupo íbamos unas veinte personas, entre ellas también estaba la pareja vasca. Al principio fuimos siguiendo a la chica que había sido nuestra profesora. Cuando habíamos entrado unos metros en el mar empezamos a ir en paralelo a la playa. A partir de aquí cada pareja iba a un ritmo diferente y a los pocos minutos nos fuimos separando.
Abel Tasman
Teníamos un mapa del parque. Éste es muy grande y es imposible recorrerlo todo en un día. Nosotros solo recorreríamos una pequeña parte. Además, no solo estaba la playa, también había caminos en el interior para recorrer caminado. Con nuestra elección de hacer el recorrido en kayak, veríamos solo la zona costera y algunas de las pequeñas playas.
Frente de la costa había dos pequeñas islas. Nos distanciamos de tierra firme para ir a Fisherman Island, la que teníamos más cerca. Ésta era la más pequeña de las dos. La rodeamos y nos dimos cuenta de que cuando pasamos al otro lado el oleaje era mayor. Acabamos de dar la vuelta a la isla y Sergio empezó a notar que se estaba mareando. Había unas cuantas playas donde poder pararse y fuimos a la primera de ellas. Así paramos para descansar un poco los brazos y para que a Sergio se le pasase el mareo.
Abel Tasman
Descansamos un rato en la playa como hacía más gente. No estamos acostumbrados a hacer este tipo de deporte y notábamos los brazos cansados. A partir de este punto fuimos adentrándonos en el parque. Esta vez fuimos más cerca de la costa, deteniéndonos en algunas de las playas. A parte de para descansar, para tomar fotos y beber agua. Las vistas no estaban nada mal y desde tierra firme podíamos observarlas mejor. Además, en algunas playas había baños aunque estaban sucios. Hay que decir que es una zona de difícil acceso para mantenerlos limpios, y son de los pocos que encontramos así en todo el país. La gran mayoría estaban impecables.
Abel Tasman
Abel Tasman
Llegamos hasta la última playa que nos había recomendado nuestra monitora. Se podía seguir más adelante, pero para una expedición de un día haría imposible volver a tiempo. Aprovechamos para descansar y comer algo de fruta. Llevábamos unas pocas horas remando y había que reponer algo de fuerzas.
Abel Tasman
Empezamos el camino de vuelta acercándonos a la segunda de las islas que había frente a la costa. En Adele Island hay una colonia de focas y queríamos verlas. Nos acercamos por la zona norte y vimos como un grupo de kayaks estaban parados. Deducimos que era donde estaban las focas y nos acercamos. Cuando llegamos, los demás se habían ido y nos quedamos solos delante de unas cuantas focas.
Abel Tasman
Estábamos de nuevo en zona de mar abierto y Sergio noto que volvía a marearse. Decidimos volver cerca de la costa y emprender el camino de vuelta. En esta ocasión el trayecto se hizo más largo. No hicimos casi ninguna parada, para llegar a tiempo y porque ya estábamos cansados. Cuando pasamos las últimas rocas y vimos la playa de Marahau, la marea había subido y tuvimos que remar unos cuantos metros más para poder dejar el kayak. El último tramo se hizo eterno pero conseguimos llegar.
Abel Tasman
Habíamos llegado agotados después de unas cuantas horas de kayak y comimos un bocadillo para reponer fuerzas. Para el resto del día solo teníamos planificado llegar hasta Picton. Nos despedimos de la pareja vasca que habíamos conocido en estos últimos días. Ellos se quedarían un día más por la zona de Abel Tasman. Descansamos un poco en el bar de la oficina de turismo tomando un café. Necesitábamos reponernos un poco del esfuerzo de todo el día remando. Finalmente, decidimos que era hora de ponerse de nuevo en marcha.
Abel Tasman
De Marahau a Picton
El primer tramo hasta Picton fue deshacer el camino del día anterior. Pasamos de nuevo por la carretera estrecha y llena de curvas hasta Kaiteriteri. Esta vez íbamos con algo más de tiempo y nos detuvimos a ver la costa de este pueblo. Tiene un paisaje muy parecido al que habíamos visto en el Parque Nacional de Abel Tasman que acabábamos de dejar.
Kaiteriteri
Poco antes de llegar a Nelson nos reenganchamos a la S6. El paisaje de esta parte de la isla había cambiado con respecto al que habíamos visto días atrás, cuando recorríamos el sur. Igualmente los paisajes nos sorprendían, la combinación del verde de las montañas y el azul de los ríos. Era imposible no detenerse de vez en cuando a contemplar las vistas. De paso aprovechábamos para estirar un poco las piernas.
De Marahau a Picton
En esta parte del país también hay una zona de viñedos. Pasamos muchos campos llenos de este cultivo. Cuando pasamos el pueblo de Nelson la carretera empezó a dejar la costa. En esta zona también hay fiordos, lo que obliga a ir por el interior.
Viñedos
Picton
Poco antes de llegar a Picton dejamos la S6, la carretera que habíamos recorrido casi en su totalidad y eso que cruza la isla de sur a norte. Utilizamos de nueva la aplicación CamperMate para buscar un camping donde pasar la noche. Encontramos el Picton Campervan Park que tenía disponible parking con electricidad para poder recargar la batería. No estábamos muy lejos del centro y la noche costaba 43NZD. No lo dudamos mucho y nos quedamos aquí a pasar la noche.
Todavía no era demasiado tarde y fuimos a dar una vuelta por el centro de Picton antes de cenar. Tardamos unos 15 minutos a pie en llegar a la calle principal. Por el camino nos sorprendió ver en la puerta de una casa una bandera de España. Eran poco más de las 7 de la tarde y estaba casi todo cerrado. Apenas pasamos por 2 o 3 restaurantes abiertos y donde había algo de gente.
Como no vimos nada de mayor interés volvimos al camping. En éste había cocina y comedor. Cogimos todo lo necesario para cocinar y fuimos a hacer la cena en las instalaciones del camping. Había que aprovechar estas ocasiones, era más cómodo que cocinar en nuestra casa con ruedas. Estuvimos prácticamente solos en esta sala durante la cena. Al día siguiente había que madrugar, teníamos que estar a las 6 de la mañana en el muelle, así que no tardamos en irnos a dormir.
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