Día 13 (22/03/2018) - Picton ➞ Wellington ➞ Tongariro
Ferry de Picton a Wellington
Hoy tocaba un día un poco diferente a los anteriores. Íbamos a coger un ferry para ir de Picton a Wellington. Con esto abandonábamos la isla sur de Nueva Zelanda para desplazarnos a la norte. En esta primera parte del viaje, el país nos había regalado montones de fascinantes paisajes y algunas actividades de aventura que nos habían gustado mucho. En resumen podemos decir que la isla sur de Nueva Zelanda nos había enamorada. Sabíamos que la isla norte era diferente, pero de todos modos esperábamos que no nos defraudase.
Poco antes de las 6 de la mañana estábamos en la cola para subir al ferry. En otros viajes habíamos hecho un trayecto en este medio de transporte, pero nunca llevando un vehículo con nosotros. Había que ir una hora antes para pasar el control y subir. Tardamos un rato entre la cola, pasar por el punto de control y subir siguiendo las instrucciones de los empleados, hasta que nos dijeron que nos detuviéramos. El barco estaba lleno de camiones, caravanas y otros vehículos.
Ferry de Picton a Wellington
Nos dijeron que podíamos bajarnos y pasar al interior del barco. Buscamos un lugar donde poder sentarnos y estar cómodos. El trayecto duraba unas 4 horas y además nuestro ferry salía con retraso. Antes de salir empezó a llover. La primera parte de la travesía discurría a través de fiordos. Estaba muy nublado y no pudimos ver demasiado. No nos quedaba otra opción que tener paciencia hasta llegar a la isla norte.
Ferry de Picton a Wellington
Wellington
Un poco más tarde de lo esperado llegamos a Wellington, la capital del país neozelandés. Aquí seguía lloviendo. En Nueva Zelanda todos los paisajes son muy verdes, pero para eso hace falta mucha agua, así que tampoco nos íbamos a quejar de la lluvia. Volvimos a la autocaravana y esperamos a nuestro turno para bajar del barco.
Cuando nos dejaron salir seguimos la cola de camiones y caravanas, que como nosotros, habían atravesado de una isla a otra. Fuimos por la calle que discurre cerca del mar hasta llegar al Museo Nacional Te Papa Tongarewa. Tardamos un poco en conseguir aparcar. El parking interior del museo no está habilitado para autocaravanas ni otros vehículos altos. Después de dar unas vueltas conseguimos estacionar en un parking de pago que estaba al lado.
Hacer la visita al museo era una muy buena opción y más teniendo en cuenta el día que hacía. La entrada es gratuita y hay cuatro niveles para visitar.
Museo Te Papa Tongarewa
Empezamos la visita por la última planta y fuimos bajando. Los últimos niveles estaban dedicados a la historia maorí. Había diferentes esculturas de la época anterior a la colonización por parte de los ingleses. También había una sección donde se explicaba el arte maorí del tatuaje. Para ellos era muy importante y tenía mucho significado. Cada dibujo, que generalmente era en la cara, significaba una cosa distinta.
Museo Te Papa Tongarewa
Museo Te Papa Tongarewa
En otra habitación había retratos de gente de la época colonial. Había personas de ambos bandos representados. También encontramos otra zona donde había cuadros y figuras más modernas, no le encontramos el sentido a esta sección, no encajaba demasiado con la temática del museo. Antes de abandonar esta parte vimos una colección de ropa que utilizaban los maoríes.
Museo Te Papa Tongarewa
Museo Te Papa Tongarewa
En el primer nivel es donde más nos entretuvimos. Esperábamos encontrar más cosas sobre la historia maorí, pero nos decepcionó un poco. Por suerte, en esta planta había explicaciones de la evolución de la Tierra que nos parecieron mucho más interesantes. Incluso había un calamar gigante disecado. Nada que ver con los maoríes, pero este nivel hacía que la visita al museo mejorase.
Antes de salir, había una gran puerta de estilo maorí que nos gustó mucho. Estaba tallada en madera y podían verse caras de diferentes dioses. Esto empezaba a ser un aperitivo de algunas cosas que veríamos en los próximos días.
Museo Te Papa Tongarewa
Volvimos a nuestra autocaravana y tuvimos que pensar que hacer. Queríamos llegar a dormir cerca del Parque Nacional de Tongariro y quedaban unos cuantos kilómetros. Por otro lado, quedaban algunas visitas menores en la ciudad pero el día no acompañaba. Decidimos que lo mejor era coger la carretera e ir acercándonos al parque nacional.
De Wellington a Tongariro
Cuando salimos de la capital del país no faltaba mucho para la hora de comer. No tardamos en detenernos en una zona comercial. Entramos en un local donde tenían pastas con carne o verduras y de diferentes formas, también tenían pizzas. Pedimos una pizza y dos pastas para compartir y así probar algo diferente. Después de comer, aprovechamos que estábamos en una zona comercial para comparar en el supermercado y poner gasolina.
Comida
Dedicamos el resto de la tarde a conducir. Había dejado de llover pero el cielo seguía muy nublado. Mientras nos acercábamos a la zona del Tongariro, nos preguntábamos si al día siguiente podríamos hacer la caminata. De las que teníamos planificadas era la que más ilusión nos hacía.
Sabíamos donde teníamos que empezar al día siguiente la excursión al Parque Nacional del Tongariro. No queríamos dormir demasiado lejos para poder empezar lo antes posible. El día anterior habíamos recargado la batería de la autocaravana, así que, buscamos un lugar donde pasar la noche sin esta necesidad.
Antes de llegar a Turangi, donde estaba la oficina de turismo del DOC del Tongariro, encontramos un parking gratuito. Estaba un poco escondido y había que conducir unos minutos desde la carretera por un camino de tierra. Estaba todo muy oscuro y cerca del final llegamos a una bifurcación. Tomamos uno de los dos caminos y acabamos en un claro donde no había nadie. Decidimos probar cogiendo el otro desvío. Por éste llegamos a otro claro más grande, donde había unas pocas autocaravanas. Pensamos que sería un buen lugar para pasar la noche. Encendimos nuestra bombona de gas para hacer la cena y pasar una noche muy tranquila en medio de la nada.
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