Días 22 y 23 (30/03/2018-01/04/2018) - Rarotonga ➞ Los Ángeles ➞ Londres ➞ Barcelona

Rarotonga

Nos levantamos por última vez en las Islas Cook y en Oceanía en general. Hoy era el último día de nuestra luna de miel, durante la que habíamos recorrido Nueva Zelanda en autocaravana y pasado unos días de descanso en las paradisíacas playas de las Islas Cook. Pero todavía teníamos todo este día para despedirnos del continente oceánico.

Después de tomar el desayuno del buffet en The Edgewater Resort fuimos directos a Muri Beach. Habíamos visto que en Rarotonga hay poco más que hacer que pasar el día en la playa. Teníamos que devolver la moto antes de las 2 del mediodía, si no queríamos pagar un día más de alquiler. Así que optamos por ir por la mañana a la otra punta de la isla y por la tarde quedarnos en los alrededores del hotel.

En la mejor playa de la isla pasamos casi toda la mañana. El lugar es fantástico y las horas se nos pasaron volando. La laguna es suficientemente grande para poder hacer algunas actividades acuáticas y no tener que limitarse solo a tomar el sol.

 

Muri beach 1

Muri beach

 

Obviamente, pasamos un buen rato tomando un baño y tomando el sol. Pero como no es algo que nos apasione necesitábamos algo de movimiento. Nos entretuvimos practicando snorkel y volvimos a fascinarnos con la variedad de fauna marina de las lagunas de este país. Si había esta variedad de peces en estas pequeñas zonas de agua, no podíamos imaginarnos lo que habría en mar abierto.

Después decidimos alquilar un kayak y recorrer la laguna. En el límite de ésta con el océano había unas islas muy pequeñas. Fuimos a una de ellas para dar una vuelta. En pocos minutos la recorrimos y continuamos con nuestro paseo en kayak.

 

Muri beach 4

Muri beach - Kayak

 

Muri beach 2

Muri beach

 

Cuando era casi mediodía, pensamos que era buena ida ir volviendo al hotel. Hicimos una parada en Avarua. Nos faltaba comprar una máscara polinesia como recuerdo. Los días anteriores habíamos visto algunas tiendas que tenían. Al ser festivo estaban todas las tiendas cerradas y no pudimos comprar nada. Veíamos como nos íbamos a quedar sin nuestro souvenir de las Islas Cook.

Hicimos una última parada frente al aeropuerto. Encontramos otro cementerio y como el del día anterior, vimos que en esta isla entierran a sus difuntos. Pero como diferencia vimos que había una puerta de estilo polinesio que daba acceso al recinto y que en vez de lápidas había cruces.

 

Cementerio

Cementerio

 

De regreso al The Edgewater Resort lo primero que hicimos fue devolver la moto. La agencia que había junto al hotel era de la misma compañía que la que había junto a la comisaría de policía. Era mediodía y comimos en el mismo restaurante del resort. Aunque la oferta del menú estaba más occidentalizada, comparada con los otros locales donde habíamos estado los días anteriores, estaba todo muy bueno.

 

Comida 1

Comida

 

Comida 2

Comida

 

Después de comer quisimos aprovechar las últimas horas de playa. La que había frente al hotel era fantástica y no dudamos en quedarnos. También había una piscina, pero estaba llena con otros turistas del resort y preferimos la tranquilidad del mar. Al fin y al cabo una piscina es una piscina, pero no todos los días podemos bañarnos en una laguna como las que hay en este país.

 

Playa Resort Edgewater 1

Playa en The Edgewater Resort

 

Playa Resort Edgewater 3

Playa en The Edgewater Resort

 

Como teníamos tiempo de sobras, también aprovechamos para hacer un poco más de snorkel. Queríamos despedirnos de la fauna marina del país que tanto nos había sorprendido. Nos encantaron los peces multicolores que habíamos visto estos días.

 

Snorkel 2

Snorkel en The Edgewater Resort

 

Antes de que se acabara el día, dejamos la playa y fuimos a dar una vuelta por los alrededores. Volvimos a comprobar que las vistas de la isla son espectaculares. El paisaje con las montañas centrales cubiertas de un manto verde que llega hasta cerca de la playa nos gustaba mucho. El paseo no duró mucho porque no había mucho por ver, solo nos sirvió para caminar un poco por unos caminos de tierra. También vimos que había unos cuantos árboles con un fruto que desconocíamos.

 

Rarotonga 1

Rarotonga

 

Fruta

Fruta

 

Volvimos al hotel antes que empezase a caer el sol. Queríamos ver por última vez como caía el atardecer tras el mar de las Islas Cook. Nos habían gustado mucho los atardeceres de este lugar y no queríamos dejar pasar la última oportunidad de la que íbamos a disponer.

 

Atardecer 1

Atardecer

 

Atardecer 2

Atardecer

 

En el camino que iba desde el hotel hasta la carretera principal estaba el Spaguetti House, un restaurante italiano. Deducimos que pertenecía al resort, ya que alguno de los camareros trabajaba en los dos sitios. Junto al hotel no había otros restaurantes de comida local y optamos por comer en este lugar. Íbamos con tiempo de sobras antes de ir al aeropuerto, pero fueron tan lentos que al final solo nos sobró una media hora.

 

Cena

Cena

 

Eran más de las 10 de la noche cuando llegamos al aeropuerto de Avarua. Pese a la hora la terminal estaba abarrotada de gente. El vuelo que iba hacía Los Ángeles iría lleno. Mientras esperábamos que llamasen para embarcar pasamos por una de las tiendas de souvenirs. Para nuestra fortuna, encontramos una máscara polinesia, ya teníamos el recuerdo que queríamos comprar.

Al fondo de la terminal, para hacer más amena la espera, había un señor cantando. Por lo visto, lleva muchos años haciendo esto. A nosotros nos pareció muy curioso.

 

Aeropuerto de Rarotonga

Aeropuerto de Rarotonga

 

Finalmente, llegó el momento de embarcar. Tocaba poner fin a nuestra luna de miel y al viaje por nuestras antípodas. Durante 3 semanas habíamos cruzado Nueva Zelanda en autocaravana, disfrutando de paisajes inmejorables, fiordos, montañas, cascadas y caminatas entre otros. Siempre recordaremos este viaje no solo por ser el de nuestra luna de miel, sino también por ser uno de los mejores que hemos realizado. Aunque pasamos muchos días con prisas para llegar a todo lo que queríamos ver, el viaje había sido fantástico y sin duda es un país al que nos gustaría volver, pero con más tiempo y tranquilidad. También habíamos descansado unos días en las Islas Cook y sus paradisiacas playas. Pero como siempre, lo bueno se acababa y tocaba volver a casa.

Vuelta a casa

El camino de vuelta fue algo más corto que el de ida. Volamos de Rarotonga a Los Ángeles, donde aterrizamos al día siguiente. Hicimos otra vez una parada técnica, que para nosotros significó pasar de nuevo todos los controles de entrada y salida de un aeropuerto estadounidense. A continuación volamos hasta Londres, donde tuvimos que cambiar de terminal y ayudó a que la escala se hiciera más corta.

Habíamos pasado muchas horas volando, que junto con el cambio de hora, hizo que llegáramos a la capital británica un día más tarde, ya era 1 de Abril. El 31 de Marzo se nos había pasado literalmente volando, desde la salida de Rarotonga hasta llegar a Londres. Finalmente, subimos al último vuelo de todo el viaje y que nos llevó hasta Barcelona para regresar a casa.

 

Día 21

 

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