Día 15 (25/04/2015) - Cusco (Chinchero, Moray y Maras)

Cusco

Con la visita del día anterior al Machu Picchu habíamos culminado nuestro viaje a Perú, pero todavía quedaban cosas interesantes por ver. Hoy visitaríamos el mercado de Chinchero, los restos arqueológicos de Moray y las salineras de Maras. Nos despertamos en el hostal San Blas donde todavía pasaríamos otra noche, de modo que hoy no tendríamos que correr por preparar la mochila.

Las gafas de Sergio acabaron por partirse por la mitad, después del golpe recibido en el percance que tuvimos en el lago Titicaca, andaban algo endebles y ya no aguantaron más. Por suerte había traído lentillas, aunque no había suficientes para todos los días que nos quedaban. Por ahora, nos pusimos rumbo a las visitas que teníamos contratadas, pero después, tendríamos que buscar una solución al problema con las gafas.

Chinchero

Salimos del hostal y fuimos a la plaza Regocijo de donde salía el autobús que nos llevaría a realizar las visitas de hoy. Nuestra primera parada era el mercado de Chinchero. Este era un pequeño mercado donde básicamente vendían telas y prendas de ropa. Lo interesante de la visita fue que una de las mujeres de las tiendas nos explicó como ponían el tinte a las telas. El primer paso era limpiar la lana, para ello utilizaban el mismo proceso que ya nos habían enseñado en la isla Taquile. El segundo paso era enrollar la lana en una especie de peonza grande. Haciendo girar la peonza enrollaban y desenrollaban la tela muchas veces, y así conseguían estirarla consiguiendo la forma final para poder tejerla. Finalmente, para darle color utilizaban diferentes materiales dependiendo del color deseado. Para nuestro ejemplo utilizaron unos insectos llamados cochinillas. Aplastaban varios de estos insectos para obtener un jugo rojo, después lo diluían en un recipiente con agua. Metían la tela en el recipiente y de este modo teñían la tela de color rojo.

 

Chinchero 1

Chinchero

 

Chinchero 2

Chinchero

Moray

La siguiente parada fue Moray, donde visitaríamos los restos arqueológicos. En esta zona había varias estructuras formadas por terrazas concéntricas. Se cree que este lugar era un centro de investigación agrícola de los incas. La disposición de las terrazas de forma concéntrica y a diferentes alturas crea diferentes microclimas. En el centro había una temperatura más elevada y en las terrazas más altas la temperatura era menor. La humedad también variaba en función del nivel de la terraza, habiendo más humedad en las inferiores y menos en las superiores. De este modo podían probar diferentes productos agrícolas en diferentes condiciones de temperatura y humedad.

 

Moray 1

Moray

 

Moray 2

Moray

 

Después de la explicación, nuestro guía nos dejó unos minutos para que pudiéramos recorrer todo el recinto. En total había tres estructuras de terrazas que se podían visitar. No había mucha diferencia entre ellas, excepto que dos de ellas eran circulares y la otra estaba alargada en uno de sus lados. Durante el recorrido pudimos ver que entre las terrazas inferiores había más diferencia de altura entre dos niveles consecutivos que en las terrazas de los niveles altos. Debido a esto en las terrazas inferiores había unos escalones voladizos para subir de un nivel a otro. La primera estructura, la que tiene una parte alargada era la que estaba mejor conservada, en las otras dos se veía más el paso de los años.

 

Moray 3

Moray

 

Moray 4

Moray

Salineras de Maras

La última visita del tour de hoy eran las salineras de Maras. Para llegar a las salineras había que pasar por un camino que bordeaba una montaña. Éste no era muy ancho y había bastantes curvas. Cuando estábamos llegando, nuestro guía nos felicitó porque éramos uno de los pocos grupos que no gritaba al pasar por este camino.

Las salineras de Maras constan de unos 3.000 pozos pequeños y cada una de las familias que trabaja aquí tiene unos pocos de estos pozos. Estas familias trabajan a modo de cooperativa. En la parte alta de la montaña hay un manantial natural y cuando el agua llega a los pozos estos se llenan. En época de sequía, los pozos se secan debido a la evaporación del agua y queda la sal cristalizada. Cuando la sal tiene unos 10 cm de grosor, se retira y se embolsa en bolsas de plástico para vender.

 

Salineras de Maras 1

Salineras de Maras

 

Salineras de Maras 2

Salineras de Maras

 

Dimos una vuelta por todo el recinto de las salineras. Había pequeños caminos entre los pozos que los trabajadores utilizaban para pasar y por lo cuales pudimos pasear nosotros. El lugar era más grande de lo que parecía a simple vista. En uno de los pozos donde había gente sacando la sal, preguntamos si podíamos coger uno de los bloques y nos dejaron cogerlo. También probamos un poco y realmente es sal pura. Vimos que en las salineras había niños que ayudaban a los padres con el trabajo de la recogida de la sal. Acabamos el recorrido y regresamos al autobús para volver a Cusco.

 

Salineras de Maras 3

Salineras de Maras

 

Salineras de Maras 4

Salineras de Maras - Bloque de sal

Cusco

Ya habíamos visitado todo lo que queríamos ver en Cusco y el valle sagrado. Teníamos la tarde del sábado y el domingo para disfrutar de Cusco, pero teníamos varias cosas que hacer primero. Estaba el problema de las gafas de Sergio y también queríamos lavar algo de ropa. Preguntamos a Sandra y nos dijo que había una calle con varias ópticas. Volvimos al hostal y preguntamos por una lavandería y nos dijeron que había una cerca, de modo que primero fuimos a la lavandería a dejar la ropa. Ésta era una tienda pequeña de ropa pero que también hacía las funciones de lavandería. En el local no parecía que tuvieran ninguna lavadora. Preferimos no preguntar mucho y como era barato (cobraban el lavado al peso), dejamos la ropa y quedamos en pasarla a buscar al día siguiente.

Después fuimos a la calle que nos había recomendado Sandra. Había varias ópticas pequeñas y entramos en la primera que vimos. En el mostrador había una niña que no tendría más de 15 años. Nos extrañamos pero preguntamos si las gafas tenían solución. La niña miró las gafas y se pegó en los dientes por la parte que se habían partido las gafas. Finalmente, nos dijo que sí, que ese material se podía pegar. Nos quedamos alucinando y como no teníamos otra opción quedamos en pasarlas a buscar al cabo de un par de horas. Fuimos a dar una vuelta y a tomar un café para hacer tiempo y disfrutar de la ciudad. Cuando volvimos a la óptica, efectivamente habían pegado las gafas y habían quedado bastante bien. En Perú todavía quedaban tiendas donde arreglan muchas cosas, como pasaba en España hace unos cuantos años.

Era sábado y Allende, la compañera de piso y amiga de Sandra, celebraba su cumpleaños. Nos había invitado y fuimos a su casa a cenar. Fuimos los primeros en llegar a la fiesta de cumpleaños. El piso era bastante sencillo y apenas tenían muebles. El resto de los invitados tardaron en llegar, pero poco a poco fueron apareciendo los amigos de Allende y Sandra. Comimos una cena de picoteo que habían preparado entre las dos y también bebimos un poco como en todo cumpleaños que se precie.

Estuvimos hablando con los amigos peruanos de Sandra y también con otras chicas españolas que estaban viviendo en Cusco. Cuando llevábamos bastante rato en el cumpleaños apareció uno de los amigos que faltaba acompañado de Thierry, el chico peruano con el que habíamos coincidido en el tour por el lago Titicaca. Seguimos la noche hablando con todos y conociendo un poco la vida en Perú, pero sobre todo en Cusco y el valle. Sobre las 3 quisieron seguir la fiesta en algún bar, pero nosotros ya estábamos un poco cansados y volvimos al hostal a dormir.

 

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