Día 17 (27/04/2015) - Cusco ➞ Iquitos
Iquitos
Salimos del hostal San Blas a las 4 de la mañana. A las 6 salía nuestro avión en dirección a Iquitos, donde empezaríamos la última etapa de nuestro viaje por Perú. El día anterior habíamos pedido en la recepción del hostal que nos llamarán a un taxi para que viniera a buscarnos y así evitar que nos estafaran con la carrera hasta el aeropuerto. El viaje de Cusco a Iquitos nos ocuparía la primera mitad del día.
Primero cogimos un avión de Cusco a Lima, donde llegamos pasadas las 7. Aquí aprovechamos para desayunar mientras esperábamos al segundo avión. A las 11:30 subimos a otro avión que nos llevaría de Lima a Iquitos, haciendo una parada técnica en Pucallpa. Aquí no tuvimos que bajarnos del avión, solo esperar a que bajaran algunos pasajeros y subieran otros. Desde el avión empezamos a ver el río Amazonas. Finalmente, llegamos a Iquitos sobre las 2 del mediodía.
Vista del río Amazonas desde el avión
Lo primero que notamos al bajar del avión es que el clima era totalmente diferente al de Cusco. Habíamos pasado los últimos 10 días por los Andes y debido a la altitud hacía fresco y el ambiente era más bien seco. En cambio, en Iquitos notamos que aparte de tener una temperatura más elevada, la humedad era altísima. Acabábamos de bajar del avión y la ropa ya se nos pegaba al cuerpo.
Llegada a Iquitos
Recogimos las maletas y salimos del aeropuerto donde nos estaban esperando un representante del hotel y otro del tour que habíamos contratado para la selva. Nosotros solo habíamos hablado con los del hotel para que vinieran a buscarnos, por tanto nos fuimos con el representante del hotel. Al llegar al hotel Emperador Terraza hicimos el check-in y mientras lo hacíamos entró un hombre pidiendo dinero, la chica de recepción se llevó un susto, pero vino otro miembro del hostal y echó al mendigo.
Dejamos las mochilas en la habitación y volvimos a la recepción a preguntar donde podíamos ir a comer. Queríamos probar la cocina local, ya habíamos probado platos típicos de la costa y de la montaña. Ahora queríamos probar platos típicos de la selva, de modo que fuimos a un sencillo restaurante a comer un menú. Comimos un plato de sopa de pescado y de segundo un bistec con verduras. La comida nos costó solo 26 soles en total, unos 9€.
Después de comer fuimos a la agencia donde teníamos contratado el tour por la selva. La agencia estaba cerca del hotel de modo que llegamos en 5 minutos. Hablamos con el jefe para ver como quedábamos al día siguiente para salir hacia la selva y para pagar los 450 soles por persona que costaba el tour de 3 días por la selva.
Teníamos solo una tarde para visitar la ciudad de Iquitos, la mayor ciudad del mundo a la que no se puede acceder por carretera, tan solo puede llegarse por avión o por barco. Por suerte, la única zona turística es el centro, donde nos encontrábamos. Lo primero que fuimos a ver fue el río Amazonas, el río más largo y caudaloso del mundo. Pocos días antes habíamos visto, aunque desde lejos, donde nace el Amazonas. Ahora veíamos como este río había ido creciendo durante los muchos kilómetros que hay desde su nacimiento hasta Iquitos.
Río Amazonas desde Iquitos
A continuación, pasamos a visitar la plaza de armas de Iquitos. Esta plaza se parecía bastante a las plazas de armas que habíamos visto en otras ciudades de Perú, pero alrededor de ésta se veía más pobreza comparándola con la de Lima, Cusco o Arequipa. En uno de los lados de la plaza encontramos la catedral de Iquitos.
Plaza de Armas
Plaza de Armas - Catedral
La ciudad de Iquitos no presentaba nada más interesante por ver y la pobreza se veía con tan solo mirar los edificios. De modo que decidimos volver a ver el río Amazonas y ver la puesta de sol. Mientras esperábamos que se hiciera de noche fuimos recorriendo el paseo que había al borde del río. Desde aquí vimos desde lejos el mercado de Belén. Miriam quería visitar este mercado, pero no era recomendable visitarlo sin un guía y por tanto nos conformamos con hacerle una foto desde la distancia.
Río Amazonas desde Iquitos - Mercado de Belén
Durante el paseo vimos un barco que debía llevar varios años abandonado y que estaba anclado en la orilla.
Río Amazonas desde Iquitos
Finalmente, empezó a llegar la noche y vimos como ésta llegaba al río Amazonas. Después de ver la puesta de sol volvimos al hostal pasando por una plaza de armas iluminada. De camino compramos agua embotellada a un vendedor ambulante que había en la calle. Con la humedad que había en esta ciudad íbamos a necesitar bastante agua.
Río Amazonas desde Iquitos
Plaza de Armas
No teníamos mucho más que hacer en una ciudad como Iquitos. Fuimos a buscar un restaurante para cenar. Encontramos una pizzería cerca del paseo desde el que habíamos estado paseando por la tarde. El restaurante tenía dos plantas y en la de arriba tenían una gran terraza con varias mesas. Pedimos cenar en la terraza ya que corría un poco más el aire. La humedad empezaba a hacerse un poco insoportable, pero todavía nos quedaban 3 días más en la zona, de modo que no nos quedaba otra que empezar a acostumbrarnos. Para cenar compartimos una ensalada y una pizza. Después volvimos al hotel a dormir, si la humedad lo permitía, esperando al día siguiente para adentrarnos definitivamente en la selva amazónica.
