Día 18 (28/04/2015) - Amazonas
De Iquitos al Wimba Lodge
Nos levantamos después de haber pasado una noche muy calurosa. En Iquitos hacía mucho calor y mucha humedad, además en nuestra habitación tan solo había un ventilador. El problema no era solo que hiciera calor y mucha humedad, sino que, además para ir a la selva era recomendable llevar pantalón largo y camiseta de manga larga. Esto era para prevenir picadas de los mosquitos. También tuvimos que ponernos loción antimosquitos todos los días. En el hostal dejamos una de las dos mochilas grandes que llevábamos, la recogiéramos a la vuelta de la selva. Nos fuimos con la otra mochila grande y con una pequeña.
Llegamos a la agencia y allí estaba esperándonos Wellister, quien sería nuestro guía durante los 3 días que íbamos a pasar en la selva. Nos dirigimos al río Amazonas para subirnos al barco que nos llevaría al Wimba Lodge, donde nos hospedaríamos durante nuestra estancia en la selva. Con nosotros también venía una pareja peruana y al poco de llegar al barco llegó otra pareja española, Cristina y Pedro, con otro guía. Hicimos amistad con Cristina y Pedro y con otra pareja española que conoceríamos al llegar al lodge.
De Iquitos al Wimba Lodge
El barco se puso en marcha y empezamos a disfrutar del paseo por el río Amazonas. El camino duraba algo más de dos horas de modo que aprovechamos para ir conociendo a quienes serían nuestros compañeros en este tour. Durante el trayecto empezamos a ver lo inmensamente grande que es el Amazonas. Además era época de crecida del río con lo que lo veíamos con su mayor caudal.
De Iquitos al Wimba Lodge
De Iquitos al Wimba Lodge
Pasadas unas dos horas llegamos a uno de los afluentes del Amazonas, el río Yanayacu, que significa literalmente aguas negras, y nos desviamos por éste ya que es donde se encontraba el lodge. Al entrar en el afluente vimos que había unas pocas casas pero que apenas había gente, los habitantes de la zona abandonan sus casas durante la época de crecida del río. Las casas quedan aisladas por el agua y es necesaria una barca para poder desplazarse a cualquier sitio. El río Yanayacu es bastante más estrecho que el río Amazonas y teníamos árboles a relativamente poca distancia por ambos lados. Minutos después llegamos al Wimba Lodge para dejar nuestras mochilas.
De Iquitos al Wimba Lodge
Wimba Lodge
El Wimba Lodge era un pequeño complejo que constaba de una gran cabaña principal, que hacía las funciones de comedor, otra más pequeña con hamacas para relajarse y unas 10 habitaciones. Cada una de las salas y habitaciones estaban separadas del resto y unidas por una pasarela exterior. Todo el complejo estaba construido sobre una estructura de madera, que en época de crecida quedaba sumergida bajo las aguas del río. Esto era lo que les pasaba a las casas que habíamos visto al acceder al río Yanayacu. Dejamos las mochilas en nuestra habitación y como todavía quedaba bastante para la hora de comer, nuestros guías nos llevaron a hacer una primera inspección por la selva.
Wimba Lodge
Wimba Lodge
Primer paseo por la selva
Subimos a una barca más pequeña con respecto a la que habíamos llegado al lodge. Ésta no llevaba motor y nuestros guías se pusieron a remar para llevarnos por la selva. Como era época de crecida haríamos casi todas las visitas en barca. Llegamos a una zona donde tenían preparado un pequeño columpio hecho con lianas. Al llegar había otra barca con un guía y otra pareja española, Marta y Alejandro, con los que también hicimos amistad. Algunos de nosotros probamos el columpio y nos echamos unas risas. Después de pasarlo bien un rato columpiándonos con las lianas continuamos con el recorrido.
Columpiándonos en lianas
Llegamos a otra zona donde había un nido de termitas. Uno de los guías puso la mano en el nido unos segundos y cuando apartó la mano estaba llena de termitas. Nos explicó que las termitas tienen mucho yodo, por eso no sufren de tiroides y sin más se las comió, con lo cual Miriam hizo exactamente lo mismo, poner la mano y probarlas, dice que no saben a nada.
Termitas
Después volvimos al lodge a comer. En la sala principal las 3 parejas españolas juntamos unas mesas para comer todos juntos. Preguntamos a la pareja peruana si querían comer con nosotros, pero dijeron que no hacía falta. Los próximos días comeríamos y cenaríamos los 6 españoles juntos. Para comer habían dispuesto un conjunto de mesas a modo de buffet. Cada uno de nosotros cogió un plato y pasando por la mesa, los guías nos iban poniendo comida en nuestros platos. Comimos un tipo de pescado con banana en rodajas, papas, arroz y algunas verduras rayadas.
Cuidadora de animales
Después de comer nos pusimos las botas de agua y los chalecos salvavidas para volver a subirnos a una barca. Esta vez subimos en una con motor y con nosotros vendría un señor para llevarla. Para esta visita fuimos con la pareja peruana, Wellister y también vendrían Cristina y Pedro con su guía.
Fuimos a una cabaña donde cuidaban de animales heridos. En esta zona había gran cantidad de monos y antes de detener la barca junto a la cabaña, nuestros guías nos dieron una banana para atraerlos. Se acercaron algunos monos y se posaron sobre nosotros para que les diéramos banana. Sergio intentó darle un trozo de una banana a un mono y éste le robo la media banana que tenía en la mano. Por suerte, teníamos más bananas y a los siguientes fuimos dándoles pequeños trozos. Estuvimos un rato jugueteando con estos animales. A continuación, pasamos por una parte donde tenían unas jaulas con una especie de monos que no sabían nadar y los tenían aquí en época de crecida del río.
Mono
Mono
La barca paró junto a una plataforma de madera que había en la parte delantera de la cabaña. Aquí podríamos ver cantidad de animales diferentes. Primero vimos un loro al que también le gustaba la banana y le dimos un trozo para que se posara en nuestro brazo. El responsable de la cabaña nos mostró una anaconda pero no nos acercamos a ella.
Loro
Después cogimos a un perezoso, estos animales se mueven a cámara lenta. Se alimentan de unas hojas que son como una droga y que les provoca este estado de somnolencia permanente y que les hace moverse tan lentamente. Los perezosos tienen como depredadores a las águilas. Se desplazan por los árboles pasando de rama en rama y las águilas aprovechan para atacarlos. La única defensa que tienen es soltarse y dejarse caer. Con suerte caen al agua y salen nadando. Pensándolo bien parece un milagro que no se hayan extinguido.
Perezoso
En una pequeña barca tenían unas pirañas que habían pescado y Wellister cogió una para enseñárnosla. Las pirañas tienen unos dientes muy afilados, que necesitan ya que son peces carnívoros. Miriam cogió la piraña e hizo como si le diese un besito mientras enseñaba los dientes.
Piraña
Por último, sacaron una tortuga prehistórica. Este tipo de tortuga se considera prehistórica, ya que, a diferencia del resto ésta no puede esconder la cabeza dentro de su caparazón. Se considera que esto es un mecanismo de defensa y esta especie no ha evolucionado lo suficiente como para poder esconder la cabeza. La cogimos pero lo justo para hacernos la foto ya que movía las patas y rascaba bastante con las uñas.
Tortuga prehistórica
Baño en el Amazonas
Antes de volver al lodge fuimos a ¡¡¡bañarnos en el Amazonas!!! En las aguas del Amazonas hay pirañas y el agua está bastante turbia debido a la tierra. Las pirañas son peces carnívoros, pero a pesar de los mitos que hay sobre estos peces, no comen personas. Las pirañas son unos peces pequeños y cuando ven a las personas se asustan debido al tamaño. La barca paró en medio del río y nos preparamos para tirarnos al agua. Al principio estábamos indecisos pero nuestros guías se lanzaron primero para que nos decidiéramos. Después de los primeros momentos de indecisión uno a uno fuimos tirándonos al agua. Excepto el chico de la pareja peruana, todos acabamos bañándonos en el Amazonas. El agua de este río circula a unos 15 kilómetros por hora y estando dentro del agua se nota mucho la corriente. Debido a esto era un poco cansado nadar en el Amazonas. Estuvimos un rato en el agua antes de subir a la barca y volver al lodge.
Baño en el Amazonas
Cena
Cuando llegamos al lodge fuimos directos a pegarnos una ducha, ya que el agua del Amazonas no estaba precisamente limpia. Después nos juntamos con nuestros nuevos amigos Cristina, Pedro, Marta y Alejandro. Nos pusimos a hablar mientras tomábamos una cerveza antes de la cena (¿que son unos españoles en una mesa sin una birra encima?). Para cenar el menú era parecido al de la comida, pero cambiando el pescado por carne. Preguntamos que carne era y nos dijeron que era carne de roedor, pero sin especificar de que tipo y preferimos no preguntar más.
Entre las 6 y 7 de la tarde ya era de noche, pero en el lodge tenían un generador para poder iluminar las diferentes estancias, pero a las 9 lo apagaban. Después de cenar, nos quedamos hablando y al llegar las 9 se apagaron las luces. Tuvimos que coger unas lámparas a pilas para poder quedarnos un rato más antes de ir a dormir. Por la mañana nos tocaba madrugar para ver el amanecer en el Amazonas, pero como llovía bastante nuestros guías decidieron que lo dejaríamos para el día siguiente.
