Día 20 (30/04/2015) - Amazonas ➞ Lima

Amanecer en el Amazonas

Eran solo las 4 de la mañana cuando sonó el despertador. Teníamos que salir muy pronto si queríamos ver el amanecer desde el río Amazonas. Nos levantamos y fuimos a la barca con la pareja peruana, Cristina, Pedro y nuestros guías. Después de ponernos las botas de agua y los chalecos salvavidas nos pusimos en marcha por el río. Fuimos dando un paseo por el río mientras el sol empezaba a salir y los pájaros empezaban a cantar. Estábamos un poco dormidos por el madrugón pero el esfuerzo valió la pena. Cuando salimos apenas se veían un poco los árboles que había a nuestro alrededor y había un gran silencio. Conforme iba saliendo el sol empezamos a escuchar el sonido de la selva y ver lo que había a nuestro alrededor.

 

Amanecer en el Amazonas 1

Amanecer en el Amazonas

 

De vuelta al lodge, para tomar el desayuno y un café para despertarnos un poco, pudimos ver mejor el camino por el que habíamos pasado a la ida. A esta hora de la mañana la selva estaba muy tranquila, apenas se escuchaba el sonido de algún pájaro. El día se estaba nublando y la suerte que habíamos tenido los otros días parecía que nos estaba dando la espalda. Hoy sería nuestro último día en la selva y hasta ahora solo había llovido la primera noche mientras estábamos a cubierto en el lodge. Todo indicaba que hoy nos iba a tocar mojarnos un poco si queríamos ver lo que nos quedaba pendiente. Antes de llegar al lodge empezaron a caer las primeras gotas y nos tuvimos que poner los chubasqueros que llevábamos en la mochila.

 

Amanecer en el Amazonas 3

Amanecer en el Amazonas

 

Amanecer en el Amazonas 4

Amanecer en el Amazonas

Paseo por la selva

Tomamos el desayuno y sobre todo mucho café para despertarnos un poco.

Habíamos hecho todas las visitas del tour por la selva en barca porque estábamos en época de crecida del río. Teníamos ganas de visitar alguna zona donde pudiéramos caminar por la selva. Tuvimos suerte y la última visita del tour sería por un lugar que no estaba inundando y podríamos andar por la selva. Para llegar a esta zona tuvimos que ir en barca y por el camino nos fuimos mojando un poco debido a que todavía llovía un poco. El lugar que visitaríamos estaba un poco enfangando y al bajar de la barca no nos quitamos las botas de agua.

Aunque la zona estaba enfangada gracias a las botas de agua pudimos pasear. En algunos momentos pasamos por alguna zona que sin botas hubiera sido imposible pasar, ya que, nos hundimos por encima de los tobillos. Durante el paseo pudimos ir viendo cosas únicas y curiosas que hay en la selva. Una de ellas fue el fruto del que se extrae el cacao. Éste es amarillo por fuera y es más grande de lo que hubiéramos imaginado. Por dentro es blanco y el cacao se extrae de sus semillas que están en el centro. También vimos un árbol que parece que sangra. La savia que tiene en la corteza es roja y si se le hace un corte sale esta savia de manera que parece que el árbol esté sangrando.

 

Cacao

Cacao

 

Arbol sangrando

Árbol sangrando

 

Unos minutos después llegamos a un pequeño estanque donde pudimos ver la victoria regia, que es un nenúfar o lirio de agua, de hecho es el más grande de todos los lirios de agua. Esta planta es nativa de las aguas poco profundas del río Amazonas. Una de sus características principales es que tienen grandes hojas circulares de hasta 1 metro de diámetro, y que flotan sobre la superficie del agua sobre tallos sumergidos que pueden llegar a medir de 7 a 8 metros de largo. La flor de esta planta se abre por la noche y se mantiene abierta hasta aproximadamente las 9 de la mañana.

 

Victoria Regia 1

Victoria Regia

 

Victoria Regia 2

Victoria Regia

 

Al pasar por una zona donde había lianas, Wellister nos explicó que podía beberse agua directamente de las lianas. Cogió una y cortó la parte de abajo, solo tuvimos que acercarnos la liana por la zona donde había cortado a la boca y dejar caer el agua.

 

Bebiendo de las lianas

Bebiendo agua de las lianas

 

Llegamos al último punto de interés del tour, el árbol de Avatar. Estos son los árboles que aparecen en la película "Avatar" y de ahí que se les llame así. La característica principal de estos árboles es que, en la parte inferior el tronco parecía tener unas membranas, estas sirven para mantenerse en pie ante la corriente del río cuando llega la época de crecida.

 

Arbol Avatar

Árbol Avatar

 

Antes de volver a la barca pasamos por una zona donde había unas pocas casas de gente que vive en la selva. Como última experiencia en la selva, volvimos a la barca y pasamos por una zona donde había más árboles de "Avatar". Aquí tenían preparado un columpio y Miriam se columpió un poco en las lianas.

 

Paseando por la selva

Paseando por la selva

 

Columpio de lianas

Columpio de lianas

 

Finalmente, volvimos al lodge donde después de comer nos despedimos de nuestros amigos Cristina, Pedro, Marta y Alejandro así como de los guías. La vuelta a Iquitos la hicimos acompañados de la pareja peruana y de otras dos chicas que solo habían ido a la selva por un día. Volvimos a la zona donde cuidaban animales para que las chicas vieran a los animales que nosotros ya habíamos visto el primer día.

De vuelta a la civilización

Habíamos pasado 3 días en la selva prácticamente incomunicados. No habíamos tocado el móvil durante estos 3 días, algo que deberíamos hacer todos al menos una vez al año. Habíamos pasado 3 días disfrutando de la naturaleza más pura y tan solo acompañados de los amigos que habíamos conocido en la selva. Pero después de estos días incomunicados del resto del mundo había que volver a la civilización.

Al llegar a Iquitos, fuimos directos al hostal donde habíamos pasado la primera noche en esta ciudad para buscar la mochila que habíamos dejado. Después cogimos un motocarro para dirigirnos al aeropuerto y ponernos de nuevo rumbo a Lima. El trayecto en motocarro al aeropuerto fue toda una experiencia. Casi todo el tráfico de la ciudad lo formaban este tipo de vehículos. Lo único malo del viaje fue que el motocarro estaba abierto, solo tenía cubierta la parte de arriba por si llueve. Había mucha polución de los otros motocarros y demás vehículos, con lo que tragamos bastante humo. Pese al humo la experiencia en motocarro mereció la pena.

Se acercaba el final de este fantástico viaje, pero antes de despedirnos de este país todavía nos quedaba un último día en su capital. Llegamos ya de noche a Lima y esta vez nos costó más encontrar un taxi sin que nos timaran. Para coger uno a buen precio lo tuvimos que compartir con una chica suiza que trabajaba en una farmacéutica en Lima. Llegamos al hostal donde pasaríamos la última noche en Perú y después de hacer el check-in fuimos a buscar algún sitio donde cenar. Solo conseguimos encontrar un restaurante de una cadena donde hacían bocadillos. Estábamos bastante cansados después del madrugón que nos habíamos pegado y después de cenar volvimos directos al hostal.

 

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