Día 5 (15/04/2015) - Nasca ➞ Arequipa
Nasca
Hoy teníamos otro día bastante completo. Teníamos planeado ver las líneas de Nasca, el cementerio de Chauchilla, las ruinas de Cahuachi y los acueductos de Cantalloc. De modo que nos levantamos pronto para poder realizar todas las visitas que teníamos previstas. Lo primero sería sobrevolar las líneas de Nasca que ya traíamos contratado desde España. Decidimos desayunar después de sobrevolar las líneas para evitar mareos, solo tomamos un par de galletas para poder tomar una biodramina. La compañía que habíamos contratado nos vino a buscar al hostal para llevarnos hasta el aeropuerto.
Líneas de Nasca
Cuando llegamos al aeropuerto buscamos la compañía que habíamos contratado y enseñamos nuestra reserva. El vuelo nos había costado 80$ por persona, sería una de las actividades más caras del viaje. El uso del aeropuerto no venía incluido y tuvimos que pagar otros 25 soles peruanos por este motivo. Empezaba a molestarnos que todo viniera con suplementos. Mientras esperábamos vimos un punto de información y ponía que tenían Wi-Fi. Nos acercamos a preguntar por la clave del Wi-Fi y nos dijeron que eran 5 soles peruanos por la clave. Como acabábamos de pagar 25 soles por el uso del aeropuerto nos molestó que no nos dieran la clave, y decidimos que ya usaríamos el Wi-Fi al llegar al hostal y que no íbamos a pagar más suplementos.
Estuvimos bastante rato esperando para que nos hicieran subir al avión. Hasta que no hubiese suficientes pasajeros para poder equilibrar los pesos del avión no llamaban a nadie. Finalmente, nos hicieron pasar y salimos a la pista donde estaban aparcadas todas las avionetas. Con nosotros vino una pareja argentina y un señor holandés. Empezaban a ser unas cuantas las nacionalidades que nos íbamos encontrando. Nos distribuyeron en el avión para compensar los pesos y nos dieron algunas instrucciones para el vuelo.
Líneas de Nasca
El vuelo duraría unos 25 minutos y veríamos 13 geoglifos. Decidimos repartirnos para hacer fotos aprovechando que nos habían tocado ventanas opuestas. Miriam haría fotos con la cámara y Sergio haría fotos con el móvil. Empezamos el vuelo y la primera figura que vimos fue la ballena. Al ser la primera figura tuvimos que fijarnos un poco hasta que conseguimos verla. Pasamos dos veces para que pudiéramos verla por ambas ventanas. A continuación pasamos a ver el triángulo. Realmente hay dos triángulos pero uno es considerablemente más grande que el otro.
Líneas de Nasca - La ballena
Seguimos con el vuelo y llegamos a la altura de un pequeño montículo. En una de las caras está la figura del astronauta. Costó un poco más ver este geoglifo. Aquí Sergio empezó a marearse y tuvo que soltar el móvil para poder coger una bolsa. Ya no pudo ver prácticamente nada más en todo el vuelo ya que si miraba por la ventana se mareaba más. Miriam podía seguir haciendo fotos y así llegamos a la figura del mono.
Líneas de Nasca - El astronauta
Durante el resto del vuelo pasamos por otras figuras como la del colibrí, las manos, la araña, el árbol y así hasta llegar a los 13 geoglifos del viaje.
Líneas de Nasca - El mono
Líneas de Nasca - El colibrí
Cuando bajamos nos sentamos en la sala de espera. Tenían que venir a buscarnos para llevarnos al hostal. Así Sergio aprovechó para recuperarse del mareo del vuelo. La chica de la pareja argentina bajo peor que Sergio ya que la llevaron a una habitación y la tumbaron en una camilla. Tardaron bastante en venir a buscarnos y suerte que el señor del hostal llamó a la compañía porque le extrañó que tardáramos tanto. Habíamos contratado con el hostal la visita al cementerio de Chauchilla y nos estaban esperando.
Cuando llegamos al hostal tomamos el desayuno que nos sentó de fábula, sobre todo a Sergio que acabó de recuperarse del mareo. Mientras desayunábamos acabamos de contratar con el señor del hostal las visitas de Cahuachi y Cantalloc para la tarde. Miriam ya había aprendido a regatear y además cuando le dijimos lo que nos había costado sobrevolar las líneas, el señor del hostal nos hizo un descuento para las visitas de la tarde.
Cementerio de Chauchilla
Después de desayunar nos vino a buscar un chico que sería nuestro guía para lo que quedaba de día. Los tours que habíamos contratado los haríamos en coche y en compañía de un matrimonio mexicano y su hijo pequeño.
La primera visita que hicimos fue el cementerio de Chauchilla. Este cementerio está situado a las afueras de la ciudad de Nasca y en medio de una zona totalmente desértica. Aquí pudimos ver como enterraban a los difuntos en la cultura Nasca. Las tumbas de los antepasados Nasca constaban de unos habitáculos que en su estado original estaban cerrados. Estos habitáculos están hechos de piedra formando una pequeña habitación rectangular. Los Nasca depositaban los cadáveres en posición fetal y los enterraban con sus pertenencias. En varias de las tumbas podían verse varios esqueletos que supuestamente pertenecían a una misma familia.
Cementerio de Chauchilla
Cementerio de Chauchilla
Por falta de dinero estas tumbas no se cuidaron cuando se encontraron, sino que tardaron unos años en empezar a cuidarlo. Durante este tiempo hubo saqueadores de tumbas que se llevaron las pertenencias más preciadas de los antepasados Nasca. En la mayoría de las tumbas podía verse que faltaban cosas aunque muchas estaban en buen estado de conservación. Dimos una vuelta por todas las tumbas abiertas del recinto. Aquí nos encontramos con una chica española que viajaba sola.
Cementerio de Chauchilla
Antes de irnos pasamos por una pequeña casita que había en la entrada y que hacía las funciones de museo. Dentro había dos vitrinas con un esqueleto en cada una y una muestra de lo que había dentro de las tumbas.
Cementerio de Chauchilla - Museo
Volvimos al hostal y el guía nos dejó un rato para que comiéramos algo. Seguimos su recomendación y comimos en un restaurante cercano al hostal. Nos esperaba una tarde bastante completa así que teníamos que reponer fuerzas. Durante la comida, debido al cambio horario, pudimos ver parte de un partido de Champions League del Barça que tenían puesto en la televisión del restaurante.
Cahuachi
Después de comer nuestro guía volvió a buscarnos al hostal, tanto a nosotros como al matrimonio mexicano. La primera visita que hicimos por la tarde fue el lugar más alejado y nos pusimos en dirección a Cahuachi. Para llegar a estas ruinas solo es posible con un guía que sepa el camino. Había que atravesar parte del desierto por zonas donde no había carretera ni camino alguno. Al final llegamos a una zona donde había unos grandes montículos.
Cahuachi
Cahuachi era una región donde antiguamente los Nasca construían templos. Con cada nueva generación se construía un templo mayor. Con el paso de los años estos quedaron enterrados bajo tierra. Los montículos que veíamos eran en realidad los templos sepultados en arena.
Cahuachi
Algunos de ellos estaban parcialmente descubiertos y pudimos ver uno de ellos. El templo tenía una forma piramidal con varios pasadizos descubiertos que descendían desde la parte más alta hasta la base. Nuestro guía nos explicó que desde la parte alta la persona de mayor rango podía hablar y la gente desde abajo podía escuchar.
Cahuachi
Solo pudimos ver estos edificios desde fuera ya que estaba prohibido el acceso. Apenas pudimos pasar por uno de los pequeños pasadizos que había en una de las bases. Desde fuera pudimos ver como había grandes escaleras por donde los nasca llegaban hasta la parte más alta. Gran parte de la estructura estaba hecha con arcilla. La construcción era bastante grande y fue impresionante como podían construir estos edificios en esa época, hay que recordar que los Nasca son una cultura preínca.
Acueductos de Cantalloc
A continuación nos dirigimos a los acueductos de Cantalloc. Estos acueductos nada tienen que ver con los que construían los romanos. Lo primero que vimos fue un pequeño riachuelo con un poco de agua. Esta agua era la que salía de los pozos. Lo que hacían era excavar hasta encontrar el punto por donde fluía el agua y después construían un pasillo artificial poniendo piedras en los lados para que hicieran de pared. De este modo el agua fluía de una zona a otra.
Acueductos de Cantalloc
Había otro tipo de acueducto y de una construcción más llamativa. Esta consistía en ir reduciendo el nivel de tierra de forma circular reforzando las paredes con piedras. De este modo quedaba una rampa que iba descendiendo en forma de espiral. En el centro de esta espiral encontramos el agua. Así podían descender con cubos por las rampas, llenarlos y volver a subir por la rampa y llevar agua a casa u otros lugares. Bajamos por uno de ellos pero no conseguimos tocar el agua ya que el nivel estaba bastante bajo. En cambio, encontramos una gran cantidad de mosquitos al llegar a la parte más baja. Empezaba a oscurecer y nuestro guía todavía quería llevarnos a hacer algunas visitas.
Acueductos de Cantalloc
Acueductos de Cantalloc
El triángulo desde tierra
El siguiente lugar al que nos llevó nuestro guía fue al triángulo. El geoglifo que habíamos visto por la mañana desde el aire. Ahora íbamos a ver esta figura pero desde tierra. Al llegar empezaba a ponerse el sol que tomaba un color rojizo como habíamos visto el día anterior cerca del oasis de Huacachina.
El triángulo desde tierra
Desde el aire habíamos visto la forma completa del geoglifo pero desde tierra pudimos contemplar mejor las dimensiones de la figura. La anchura del triángulo consta de varios metros, este trabajo debió tener a mucha gente trabajando y durante muchos días. Además, una o varias personas tuvieron que controlar desde algún punto más alto la forma que iba tomando la figura. Estas figuras han perdurado al paso del tiempo gracias a que en esta zona no llueve y hace poco aire.
El triángulo desde tierra
Ruinas Nasca
Antes de que se fueran los últimos rayos de sol del día, fuimos a visitar otras ruinas que había justo a las afueras de Nasca. Estas estaban construidas de una forma similar a los templos de Cahuachi que habíamos visto hacía pocas horas. Aquí pudimos observar como se había deteriorado la construcción con el paso del tiempo. También observamos que como pasaba en el cementerio de Chauchilla, esta zona había sido saqueada por ladrones. Al no haber inversiones por parte del estado, en el tiempo transcurrido entre el hallazgo de las ruinas y el tiempo en que mediante donaciones se empezó a conservar y vigilar la zona, habían entrado ladrones y se habían llevado parte de los objetos que había en el interior del edificio.
Ruinas Nasca
Casas museo
Nos despedimos de nuestros amigos mexicanos con los que habíamos pasado gran parte de este día. Nuestro guía iba a llevarnos a hacer una última visita. Ellos ya la habían hecho esta por la mañana, mientras nosotros sobrevolábamos las líneas de Nasca.
Fuimos primero a una casa donde hacían piezas de cerámica de forma artesanal. La señora que llevaba el negocio nos enseñó el procedimiento que constaba de muchas horas. Se llevaban a cabo procesos para que la cerámica quede endurecida y sea más resistente. Lo que nos pareció más curioso es la forma de extraer las pinturas con las que decoran una vez finalizada la pieza. Al final nos llevó a una sala donde tenían varias piezas acabadas y compramos nuestro primer souvenir del viaje. Compramos un platito en el que había dibujados tres lagartos que bordean el plato y varios geoglifos en el centro.
Cuando salimos de esta casa el guía nos llevó a otra donde trabajaban el oro. Aquí otra señora nos explicó el proceso que seguían, desde que su marido traía las piezas de la mina hasta que finalmente obtenían los colgantes, pulseras y otras joyas. En esta casa no compramos nada ya que al ser oro era bastante caro.
Autobús dirección Arequipa
Había sido un día bastante completo y con muchas visitas. No nos habíamos dejado nada por visitar en la ciudad de Nasca y sus alrededores. Finalizadas todas las visitas volvimos al hostal Boulevard a recoger nuestras mochilas. Teníamos que coger un autobús a las 22:00 que nos llevaría a Arequipa. Los señores que llevaban el hostal nos acompañaron hasta la estación de autobuses y nos ayudaron a llevar las mochilas.
Habíamos contratado el billete con la compañía Cruz del Sur con la que habíamos hecho todos los trayectos hasta ahora. Para este viaje habíamos reservado plazas VIP. El trayecto hasta Arequipa iba a durar unas nueve horas y media con lo que pasaríamos toda la noche en el autobús. Queríamos aprovechar el viaje nocturno para dormir y queríamos unos asientos bien cómodos. Subimos al autobús y después de comer algo intentamos dormir. Nos costó un poco dormir, sobre todo a Miriam que siempre tiene más problemas para conciliar el sueño. Los asientos eran bastante cómodos pero eran de cuero y anchos, debido al traqueteo del autobús era difícil mantenerse en una misma posición. Tratamos de sobrellevar el viaje lo mejor posible y dormir el máximo número de horas.
