Días 22 y 23 (02/05/2015-03/05/2015) - Miami ➞ Barcelona
Miami
Habíamos pasado 3 semanas en un país considerado del tercer mundo, pero que tenía una gran biodiversidad y en el que habíamos tenido unas experiencias enriquecedoras. Ahora acabábamos de aterrizar en Miami, una gran ciudad de Estados Unidos, en uno de los países más ricos del mundo y también uno de los más consumistas. Teníamos una escala de casi 13 horas y queríamos aprovechar para dar una vuelta por la ciudad.
Tan solo en pasar el control y salir del inmenso aeropuerto internacional de Miami perdimos más de 1 hora. Habíamos aterrizado cerca de las 6 de la mañana, así que, tampoco perdimos mucho tiempo útil para visitar la ciudad. Al salir del aeropuerto subimos a un autobús para llegar a la zona de Miami Beach, la zona más turística.
Lo primero que nos sorprendió fueron las inmensas calles que cruzaban la ciudad, en Estados Unidos todo lo hacen a lo grande y en las pocas horas que pasaríamos en Miami nos haríamos una pequeña idea. Todavía era temprano y la ciudad estaba muy tranquila. Fuimos a buscar un lugar donde poder desayunar. Encontramos una cafetería que parecía pertenecer a una cadena y pedimos un bocadillo y un café. El bocadillo que nos pusieron era bastante grande a la vez que caro, pero por suerte estaba bueno.
Miami
Desayuno
Miami Beach
Después del desayuno nos pusimos en dirección a la playa de Miami. Era inmensamente grande y nos recordó a las grandes playas que se ven en las películas y series americanas. El día estaba un poco nublado aunque empezaba a hacer calor. La playa estaba prácticamente desierta, apenas había unas pocas personas tomando el sol y otras corriendo por el paseo que transcurre al lado de la playa. Estuvimos un rato caminando por el borde de la playa donde la tierra estaba dura y se podía caminar. El día anterior habíamos visto las aguas del océano Pacífico que con unas buenas olas bañaban la playa de Lima. Ahora, frente a nosotros estaba el océano Atlántico que estaba completamente tranquilo, aunque tampoco había nadie bañándose y esto nos sorprendió. Justo estaba empezando el mes de Mayo, pero pensábamos que al hacer calor y ser domingo veríamos más gente.
Miami Beach
Salimos de la playa y volvimos a pasear por las calles de Miami Beach. En esta zona las casas, hoteles y demás edificios eran bastante bajos, la mayoría de edificios tenían apenas 3 o 4 pisos de altura. Las fachadas de algunos hoteles nos recordaron a películas ambientadas en los años 50 o 60. En esta zona vimos que había coches bastante caros. Por la calle más próxima a la playa, todo eran bares con terraza, aunque como en la playa, no había mucha gente. Vimos que estaban grabando lo que parecía ser un programa. Había una cámara grabando a un chico que parecía ser el presentador.
Miami Beach
Miami Beach
Estuvimos un rato paseando por la zona y no vimos nada interesante por visitar, así que, decidimos ir a otra zona de la ciudad. Preguntamos a una señora que autobús teníamos que coger para ir al centro. Sergio empezó a hablar con la señora en inglés, pero la señora le contestó en castellano y vimos que era cubana. La mayoría de gente que vimos por esta zona habla español y no pudimos practicar nada de inglés. La señora no nos entendió y nos dijo que subiéramos a un autobús que iba en otra dirección. Cuando nos dimos cuenta preguntamos al conductor y subimos a otro autobús que nos llevó hasta el centro de la ciudad.
Miami centro
El centro de Miami cambia bastante con respecto a la zona de Miami Beach. En el centro de la ciudad había grandes edificios y centros comerciales, pero como habíamos visto en la otra parte de la ciudad las calles estaban prácticamente desiertas. Esto no dejó de sorprendernos durante todo el día. Casi no había gente por las calles de una ciudad tan grande como Miami y eso que hacía un día buenísimo para salir a pasear. Primero estuvimos visitando una zona que estaba junto al océano, donde había algunos parques y encontramos una fuente bastante curiosa.
Miami centro
Miami centro - Fuente
Decidimos adentrarnos más en el centro de la ciudad y pasear por las calles donde estaban los edificios más altos. Dedujimos que esta era la zona financiera, y por eso, al ser domingo estaba tan desierta. Después de pasear durante casi una hora por estas calles, sin ver nada destacable y cruzarnos con apenas unas pocas personas, pensamos que teníamos que ir a otra zona. Caminando unos minutos llegamos al estadio de los Miami Heat, uno de los equipos de la NBA. Era casi medio día y teníamos que buscar un restaurante para comer. Vimos que había un centro comercial en la zona cercana al océano y nos pusimos en esa dirección donde tendríamos para elegir.
Miami centro
Estadio de los Miami Heat
En este centro comercial vimos que había bastante más gente. Dimos una vuelta rápida entrando en alguna tienda mientras decidíamos donde comer. Vimos un restaurante "Bubba Gump" (un restaurante basado en la película "Forrest Gump") y no dudamos en entrar a comer. Este restaurante estaba especializado en gambas, haciendo honor a la película y las cocinaban de muchas maneras diferentes. En la entrada había un banco con una maleta y unos zapatos, como llevaba Tom Hanks en la película mientras espera al autobús y explicaba la historia. Solo estaba la parte delantera de los zapatos, de manera que pudimos poner los nuestros por detrás y parecía que llevábamos puestos los del protagonista.
Entrada al restaurante Bubba Gump
Cuando entramos y vimos los montones de referencias a la película, estuvimos unos minutos mirando para todos lados. Todo el restaurante estaba lleno de alusiones a la película "Forrest Gump", incluso había pantallas donde podía verse dicha película. Pedimos un par de platos que obviamente llevaban gambas. Uno de los platos consistía en 4 conos de papel con patatas fritas, gambas rebozadas y alitas de pollo, todo acompañado con varias salsas. El otro plato era una pequeña sartén donde venían gambas con huevo. El camarero que nos sirvió era muy simpático y nos reímos mucho con él, de modo que le dejamos una buena propina.
Comiendo en el restaurante Bubba Gump
De Miami a Barcelona
Todavía quedaban unas pocas horas para subir al avión pero decidimos ir al aeropuerto. Éste estaba lejos del centro y no sabíamos cuanto tiempo tardaríamos en llegar. Encontramos un tranvía que nos llevó directos al aeropuerto. Llegamos y solo nos quedó esperar a que nos llamaran para subir al avión que nos llevaría directos a Barcelona, adonde llegaríamos al día siguiente. Ahora sí, el viaje había llegado a su fin. Habíamos disfrutado de un gran viaje de tres semanas por Perú que no olvidaremos jamás y que recomendamos al 100%.
