Días 0 y 1 (02/12/2022-03/12/2022) - Blanes ➞ Valence ➞ Gengenbach ➞ Baden-Baden
Día 0
Empezamos nuestro viaje a la Selva Negra el viernes 2 de Diciembre cuando acabamos de trabajar. Habíamos planificado ir desde casa hasta Baden-Baden en coche. Esto nos llevaría unas diez horas de conducción más paradas. Pensamos que en vez de salir al día siguiente por la mañana, sería mejor salir este día y así hacer parte del trayecto. De este modo, al día siguiente podríamos hacer el resto del camino sin agobiarnos demasiado.
Cuando acabamos de trabajar cargamos las maletas en el coche y nos pusimos en marcha. Tendríamos que cruzar Francia y para empezar cruzamos la frontera por la Junquera. Para hoy queríamos recorrer más de cuatro horas de camino. Acabamos llegando hasta la ciudad de Valence. Aquí nos hospedamos en el Premier Classe que hay al norte de la ciudad, así no tendríamos que cruzarla al día siguiente por la mañana cuando habría más tráfico.
De Valence a Gengenbach
Cuando nos despertamos aprovechamos que teníamos desayuno incluido y comimos antes de continuar con nuestro camino. Para hoy teníamos muchos kilómetros por delante y cuanto antes empezásemos mejor. El día anterior habíamos recorrido algo menos de 500 kilómetros. Para hoy todavía nos quedaban unos 650 kilómetros.
La primera parte del trayecto fue más o menos rápido. Cruzamos la ciudad de Lyon que siempre es algo complicado, aunque como llegamos después de la hora de empezar las clases y entrar a trabajar, no nos ralentizó demasiado. A partir de aquí el resto de la mañana fue bastante tranquilo. Antes de cruzar la frontera con Alemania nos detuvimos a comer en un área de servicio. Íbamos con Liam y teníamos que detenernos cuando él tenía hambre.
Cruzamos la frontera entre Francia y Alemania a la altura de Mulhouse. Esto nos hizo recordar cuando hace dos años visitamos la región francesa de Alsacia, ya que precisamente empezamos el recorrido por la ciudad de Mulhouse. Después de cruzar la frontera, todavía tuvimos que conducir unas dos horas para llegar a la primera visita de este viaje.
Gengenbach
Hoy queríamos llegar a dormir a Baden-Baden, donde teníamos reservado un apartamento para los próximos días. De camino nos detuvimos en el pueblo de Gengenbach. Por un lado, aprovechábamos para hacer la primera visita del viaje y no tener que deshacer el camino al día siguiente. Por otro lado, esta parada nos iría bien para descansar un poco de tantas horas de conducción. Aparcamos el coche en una zona habilitada muy cerca del centro y por el que solo tuvimos que pagar 0,60€.
En menos de cinco minutos llegamos a la zona del mercado que llenaba las calles más céntricas del pueblo de Gengenbach. Empezamos a recorrer las diferentes paradas del mercado y a disfrutar de la Navidad, aunque todavía faltaban unos días para esta festividad. Vimos que había todo tipo de decoraciones navideñas como Papa Noel o adornos para el árbol. Además, las calles de este pueblo estaban muy animadas.
Gengenbach - Mercado navideño
Gengenbach - Mercado navideño
Recorrimos las principales calles, donde vimos que había puestos del mercado. Encontramos árboles de Navidad y hasta un pesebre. A Liam le encantó este último y hasta quería ponerse con las figuras, que eran de su mismo tamaño.
Gengenbach - Mercado navideño
Gengenbach - Pesebre
En la plaza del ayuntamiento estaba la atracción principal y el motivo de esta parada. En la fachada principal de este edificio cada una de las ventanas tiene un dibujo. Desde el 1 de Diciembre cada día encienden la luz de una de las ventanas. Es como un calendario de Adviento. Habíamos leído que a las seis de la tarde encienden la luz del día correspondiente, pero cuando llegamos ya estaba encendida. Según nos enteramos después la encendían a las cinco. De todos modos, nos pareció algo muy original y este año todos los dibujos estaban relaciones con el cuento de "El Principito".
Gengenbach - Calendario de Adviento
Gengenbach - Calendario de Adviento
A continuación, nos alejamos de las calles del mercado y llegamos hasta la torre del reloj, conocida como Kinzigtor. Esta torre era la entrada principal del pueblo en otra época. Llegamos a otras calles donde había poca iluminación. Aunque las calles parecían tener su encanto, al ser de noche y con la pobre iluminación no nos llamó demasiado la atención. Seguimos caminando y a los pocos minutos volvimos a la zona del mercado.
Gengenbach - Kinzigtor
Hacía bastante frío y decidimos entrar en una cafetería para tomar un café y un chocolate caliente. Pocos minutos después volvimos a la calle cruzando de nuevo un mercado que nos había gustado, sobre todo el ayuntamiento. Antes de irnos paramos en un tiovivo que había en la entrada para que Liam se subiese y tuviese un rato de diversión.
Baden-Baden
Todavía teníamos que llegar a Baden-Baden, donde teníamos reservado alojamiento para estos primeros tres días del viaje. El acceso al apartamento era un poco lioso, había que cruzar el portal de otro edificio para llegar al apartamento, pero por lo visto en Alemania es algo muy normal. Perdimos algo de tiempo buscando el apartamento, pero finalmente conseguimos llegar y dejar nuestras maletas. Después fuimos con el coche hasta el mercado y tuvimos que dejarlo en un parking.
El mercado de Baden-Baden era muy bonito y grande. Estaba en una gran zona verde cerca del casino de la ciudad. Este primer día solo dimos una vuelta rápida por la zona, en los próximos días tendríamos tiempo para recorrerlo todo tranquilamente. Además, empezaba a ser tarde y había que buscar donde cenar. Había varios puestos donde vendían comida. Liam quería una crepe y tuvimos que recorrer casi todas las paradas del mercado hasta que encontramos donde vendían crepes. Por nuestra parte, habíamos visto varios sitios donde vendían lángos. En nuestro viaje a Budapest habíamos probado este plato típico de Hungría y queríamos cenar uno. Finalmente, compramos una crepe para Liam y dos lángos para nosotros, pagando en total 24€ por la cena.
Baden-Baden - Lángos
Mientras cenábamos en una de las mesas habilitadas en el mercado navideño, vimos que empezaron a apagar luces y a cerrar algunos de los puestos. Eran casi las nueve de la noche y con su puntualidad alemana estaban cerrando por hoy. Acabamos de cenar y solo nos quedaba volver al coche para regresar al apartamento. No tardamos en irnos a dormir, habíamos pasado muchas horas en la carretera y estábamos cansados. Al día siguiente seguro que caminaríamos bastante y queríamos estar descansados.
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