Día 12 (28/11/2021) - Prahecq ➞ Blanes
Vuelta a casa
Por última vez en este viaje despertamos en nuestra casa con ruedas. Habíamos pasado la noche en un parking habilitado para autocaravanas a las afueras de un pequeño pueblo. No había nada de interés en esta zona, de modo que después de desayunar recogimos algunas cosas y nos pusimos en marcha. Hoy tocaba volver a casa y lo haríamos por otra ruta que a la ida. En esta ocasión pasaríamos por Burdeos y Toulouse, en vez de por Clermont-Ferrand. En total nos quedaban algo más de 750 kilómetros por recorrer, con un tiempo estimado de poco más de 7 horas. Aunque tendríamos que hacer algunas paradas para descansar, comer y repostar, con lo que había que sumarle como mínimo otras dos horas.
El trayecto fue más o menos como esperábamos. Pasamos la ciudad de Burdeos, donde el día anterior queríamos haber llegado para hacer noche. Nos hubiera gustado parar en esta ciudad porque ya tenían montado su mercado navideño, pero tendríamos que dejarlo para otra ocasión. Hicimos una primera parada pasada la ciudad para descansar un poco y tomar un café. A partir de aquí el camino empezó a hacerse largo, el cansancio acumulado de los días del viaje, sumado al hecho de tener que volver a casa, empezaban a hacer mella.
Cuando pasamos Toulouse empezó a llover y cuando llegábamos a Carcasone empezó a granizar, lo que nos obligó a detenernos en el área de servicio. Aprovechamos que era mediodía y comimos en la estación de servicio mientras esperábamos a que parase de granizar. El resto del camino siguió sin mayores incidentes, aparte del fuerte viento que volvimos a encontrar en la zona de Perpiñán y que nos obligó a reducir un poco la velocidad. Al final llegamos a devolver la autocaravana con algo más de una hora de retraso, pero los dueños no nos dijeron nada ya que comprendieron los contratiempos que habíamos sufrido.
Autocaravana
Nuestro viaje al Valle del Loira había llegado a su fin y solo nos queda recordar los buenos momentos vividos. En nuestro recorrido por esta zona de Francia descubrimos grandes castillos, algunos de ellos muy bonitos, con mucha historia y algunos de ellos nos sorprendieron por su originalidad al decorar el interior. También pudimos recorrer el zoo de Beauval, uno de los mejores del mundo. Otra de las sorpresas del viaje la encontramos en nuestra última visita, en las Máquinas de la Isla en Nantes, algo que de nuevo volvemos a recomendar sobre todo si se viaja con niños, seguro que les encantará. En resumen, el viaje había cumplido con nuestras expectativas, aunque bien es cierto que alguna visita en concreto nos había decepcionado un poco, como es el caso del pueblo de Turquant, aunque otras nos habían sorprendido muy positivamente.
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