Día 16 (30/08/2018) - Kasane ➞ Francistown
Kasane
Quedaban tres días de viaje, pero teníamos la sensación de que ya se había acabado. Una vez que dejamos los parques, parecía que ya era hora de volver a casa. Pero todavía nos quedaban muchos kilómetros por recorrer y disfrutar un poco más del sur del continente africano.
Hoy no teníamos planificada ninguna visita, el único objetivo del día era llegar a dormir a Francistown. Así que, pudimos levantarnos algo más tarde que en los últimos días. Bajamos a desayunar a la cocina de la guest house, antes de recoger todas nuestras cosas y despedirnos del lugar.
Elephant Trail Guesthouse
Tocaba de nuevo lanzarnos a la carretera y conducir muchos kilómetros. Teníamos que volver a Sudáfrica, desde donde saldría nuestro vuelo. Esta vez lo haríamos por otro camino, pero el paisaje volvía a ser tan monótono como los primeros días. Lo único que veíamos eran arbustos a ambos lados y unos pocos árboles. En unas pocas ocasiones vimos algunas tiendas de campaña. Eran de unos trabajadores que se dedicaban a limpiar los márgenes de la carretera.
De Kasane a Francistown
Por el camino nos encontramos varios puntos de control de alimentos. En éstos nos hicieron tirar la fruta que llevábamos y poner los pies en una alfombrilla con desinfectante, como el día anterior en la frontera con Zimbabue. Era curioso que no hubiéramos visto esto en las dos semanas que llevábamos en Botsuana y en los últimos dos días lo viésemos en varias ocasiones.
Control de alimentos
Control de alimentos – Alfombrilla con desinfectante
El trayecto se nos hizo un poco largo, fueron más de cuatro horas de conducción. Fue más por el cansancio acumulado por los días que habíamos pasado dentro del vehículo, que por el recorrido de este mismo día. Incluso teníamos prevista una parada en Elephant Sands, donde pueden verse elefantes. Pero al llegar vimos que era un pequeño hotel, formado por unas pocas casitas dispersas y una charca en medio. Supusimos que aquí vienen los elefantes a beber. Habíamos visto muchos durante el safari y no teníamos ganas de esperar hasta que apareciera alguno.
Francistown
Llegamos a Francistown a mediodía y fuimos directos a buscar un sitio donde comer. Cruzamos el centro y vimos que aquí había mucha más población, cosa normal al ser la segunda ciudad más grande del país. Decidimos acercarnos hasta Village Mall, un centro comercial que había al norte y donde seguramente habría restaurantes.
Francistown
Encontramos el Diggers Inn y fue realmente un acierto. La cocina setsuana no es muy extensa y nos había costado encontrarla. Aquí tenían algunas muestras de su gastronomía. Optamos por pedir un chicken caprese y un seswaa (carne hervida y desmenuzada) y así probar un poco su cocina. Ambos estaban acompañados por verduras, puré y salsa. Estaba todo muy bueno, lastima no haber disfrutado más de esta gastronomía.
Comida – Chicken Caprese
Comida - Seswaa
Después nos pusimos en dirección al Wells Guest House, donde teníamos reservado para pasar la noche y por el cual habíamos pagado 440 pulas. Éste se encontraba en el otro extremo de la ciudad, en la zona sur. Cuando llegamos vimos que el sitio nos iba a gustar. La chica de la recepción era muy simpática y nos atendió con mucha amabilidad. Las habitaciones eran muy grandes y los baños estaban muy bien, eran unas comodidades de las que no habíamos disfrutado en casi dos semanas.
Wells Guest House - Habitación
Pasamos el resto de la tarde descansando y hablando con amigos y familia aprovechando el Wi-Fi del hostal. Francistown es la segunda ciudad más grande de Botsuana, pero no tiene nada para visitar. Todavía era temprano cuando decidimos ir a cenar. Habíamos buscado en TripAdvisor y recomendaban un restaurante propiedad de una señora alemana. En los comentarios leímos que la dueña se sentaba a hablar con la gente a entablar conversación. No nos parecía que fuera nada malo y decidimos probar.
Al llegar al Barbara's Bistro vimos que la zona parecía un poco apartada. En cambio, cuando entramos descubrimos que el local era muy bonito. Como era muy pronto fuimos los primeros clientes en llegar. La camarera nos dio mesa y a los pocos minutos apareció la dueña. Tal como habíamos leído, se sentó en nuestra mesa y nos preguntó de donde éramos, que habíamos visitado, como estaba siendo nuestro viaje, etc. Después de unos minutos hablando, la señora nos explicó que cosas había para cenar además de la carta. Pedimos la cena y se fue a la mesa de unos chicos que acababan de entrar.
Barbara's Bistro
Como habíamos hecho por la mañana, pedimos varios platos para compartir. Es difícil encontrar lugares donde cocinen animales que no sean cerdo, pollo o ternera. En cambio, en este restaurante pudimos probar la carne de impala. Pedimos un carpaccio, seswaa de impala y un pescado. Todo muy bueno, no es de extrañar que esté como número uno de la ciudad. Tampoco nos pareció excesivamente caro, la cena costó en total 515 pulas.
Cena - Carpaccio
Cena - Seswaa de impala
Cuando estábamos acabando de cenar la señora volvió a sentarse a nuestra mesa. Siguió preguntándonos sobre nuestro viaje y sobre que medio de transporte utilizábamos. Nos dijo que los chicos de la otra mesa tenían una agencia de alquiler de coches, pero le dijimos que ya teníamos uno y que al día siguiente teníamos que devolverlo en Johannesburgo. A los pocos minutos le pedimos la cuenta y volvimos al hostal.
El día de hoy no había sido muy provechoso, básicamente nos había servido para estar más cerca de Johannesburgo. Al día siguiente teníamos que llegar hasta la agencia de Bushlore a devolver el 4x4 antes de que cerrasen. Teníamos que despertarnos muy pronto, al llegar al hostal nos duchamos y nos fuimos a dormir.
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