Día 5 (22/11/2016) - Phnom Penh ➞ Sen Monorom
De Phnom Penh a Sen Monorom
Hoy nos tocaba despedirnos de Phnom Penh para adentrarnos en la auténtica Camboya, en esa parte del país más rural y menos explorada por la masa turística. Nuestro plan era hacer un recorrido circular por gran parte de Camboya, empezando y acabando por Phnom Penh. Para empezar, hoy nos íbamos a la zona más hacia el este, cerca de la frontera con Vietnam, a la región de Mondulkiri y concretamente a la ciudad de Sen Monorom.
Acabamos de recoger nuestras cosas y bajamos a hacer el check-out en el hostal. Teníamos que ir a la agencia de autobús, donde el día anterior habíamos comprado nuestros billetes. Cuando salimos de la habitación vimos que estaba lloviendo. Necesitábamos coger un tuk tuk para ir a buscar nuestro autobús. Después de hacer el check-out nos acercamos a la puerta y paramos al primer tuk tuk que pasó por delante del hostal. El señor nos dijo que nos cobraba 2$ por llevarnos, pero le dijimos que la noche anterior solo nos habían cobrado 1$. El señor del tuk tuk nos dijo que estaba lloviendo y que entonces era más caro. Sabiendo que nos estaban timando acabamos aceptando, ya que, con la que estaba cayendo no podíamos ir caminando.
Cuando llegamos a la parada había un minivan esperándonos, guardaron las mochilas en el maletero y nos pusimos cómodos para las cerca de 6 horas de camino que teníamos por delante. Aprovechamos el camino para ir disfrutando del paisaje, para leer y para ir mirando lo que íbamos a hacer en Sen Monorom. Por el camino el minivan hizo varias paradas, en todas ellas había gente vendiendo comida. Mucha de esta comida nos pareció bastante curiosa y nos quedó pendiente probar algunas de ellas más adelante. En algunas de las estaciones donde pararon, tenían restaurante y los camboyanos se bajaban a comer.
De Phnom Penh a Sen Monorom
Casi 6 horas de camino después llegamos a Sen Monorom, bajamos y recogimos nuestras mochilas. Todavía no nos había dado tiempo de ponernos las mochilas y un chico llamado Thon nos dijo que hacía tours con Elephant Bunong Project, para ver elefantes en la selva. Le dijimos que ya lo pensaríamos, pero que por ahora teníamos ganas de llegar al Indigenous People lodge, donde nos íbamos a alojar y que tenían que venir a buscarnos. Thon conocía al jefe del lodge y lo llamó para decirle que estábamos esperando, a los pocos minutos vinieron a buscarnos. Antes de irnos Thon nos dijo que si queríamos hacer el tour, se lo podíamos decir directamente al dueño del lodge.
Indigenous People lodge
Nada más llegar el lugar nos encantó. El lodge consistía en unas casitas de madera y paja repartidas en medio de la naturaleza. Además, todo estaba súper bien cuidado y el verdor de la zona era muy llamativo. Hablamos con el dueño del lodge que se llama Manel, aunque por el nombre no lo parezca, podemos asegurar que es camboyano. Hicimos el check-in y un chico nos acompañó hasta nuestra habitación. Ésta se encontraba en una pendiente y sujeta por unos grandes troncos, que hacían las funciones de columnas.
Indigenous People lodge - Habitación
Después de dejar nuestras cosas en la habitación volvimos al edificio principal para comer. Pedimos dos platos camboyanos, un pescado con verduras y una salsita, y un plato que consistía en varias verduras salteadas con carne de cerdo a tiras. Obviamente, ambos venían acompañados de su plato de arroz correspondientes. Mientras comíamos, le dijimos a Manel que habíamos hablado con Thon del Bunong Elephant Project y que queríamos contratar el tour con él.
Comida
Cuando acabamos de comer dimos una vuelta por el lodge, para sacar algunas fotos antes de volver a nuestra habitación. Estuvimos mirando que es lo que se podía visitar en una tarde en Sen Monorom y nos decantamos por ir a ver las cascadas Boursa, que estaban a más de 30 kilómetros de la ciudad. Aunque el día se estaba nublando, Manel nos dijo que no nos preocupáramos porque no iba a llover y nos alquiló una moto.
Indigenous People lodge
Sen Monorom falls
Empezamos nuestro camino en dirección a las cascadas Boursa. En principio el camino era bastante sencillo, solo había que llegar a la carretera principal y después era todo recto. Nos habíamos fiado de Manel, pero conforme íbamos haciendo metros con la moto, veíamos como íbamos en dirección a donde el cielo estaba más negro. Por suerte, no llevábamos hechos ni 5 kilómetros cuando empezamos a notar algunas gotas. Paramos para ponernos nuestros chubasqueros y viendo que empezaba a llover más fuerte, dimos media vuelta para volver a Sen Monorom. Al llegar a la ciudad vimos que aquí todavía no había llegado la lluvia. Decidimos ir a otra cascada más cercana aunque más pequeña.
La cascada Sen Monorom está justo a las afueras de la ciudad y no tardamos mucho en llegar. Pasamos por algunas calles que no eran ninguna maravilla, el último tramo pasaba por un camino de tierra lleno de baches. Al final conseguimos llegar a la cascada y la verdad es que no nos impresionó mucho. La cascada Sen Monorom es bastante pequeña y aunque no está nada mal, por los alrededores estaba bastante sucio. Ya que habíamos llegado hasta allí, estuvimos un rato mirando por los alrededores y sacando algunas fotos de lugar.
Sen Monorom falls
Sen Monorom falls
Estanque
De vuelta a la ciudad paramos en un estanque que ya habíamos visto a la ida. En realidad no parecía tener nada de especial, pero algo nos llamó la atención y decidimos detenernos. Alrededor del estanque solo estaba la carretera por la que habíamos venido y algunas casas al otro lado, esto hacía de este un lugar bastante tranquilo. Al otro lado de la carretera por la que veníamos había una pequeña tienda, donde vimos de nuevo que vendían unas botellas de cristal de Coca-Cola y Fanta rellenadas con gasolina. Esto nos parecía bastante curioso y nos lo anotamos para preguntarlo a alguien más adelante.
Estanque
Gasolina en botella
Phnom Dohkrormom pagoda
El cielo seguía amenazante y tenía pinta de que podía ponerse a llover de un momento a otro. Todavía quedaban unas horas de sol y queríamos aprovechar este rato. Justo a las afueras de la ciudad había una pagoda y fuimos en moto hasta ella. No nos costó mucho encontrar el camino y aparcamos cerca de las escaleras. Subimos unos pocos escalones hasta llegar al templo. La barandilla de la escalera representa a la serpiente de 7 cabezas y en ambos extremos pudimos ver su figura. El templo que encontramos era muy sencillo y apenas constaba de un pequeño edificio techado, donde hay un altar con una estatua de Buda.
Phnom Dohkrormom pagoda - Serpiente de 7 cabezas
Phnom Dohkrormom pagoda
Vimos que había otras escaleras que seguían hacía arriba. Pensamos que sería mejor volver a por la moto y seguir el camino que seguro llevaría a la cima. Efectivamente, seguimos unos pocos metros el camino y llegamos a otro desvío que llevaba a la parte alta de la pagoda. Nada más aparcar la moto, vimos que empezaba a llover y sin detenernos, fuimos a un mirador techado que había al final de recinto. Desde este mirador pudimos ver la ciudad de Sen Monorom prácticamente al completo, mientras la lluvia cubría toda la zona. No fuimos los únicos a los que la lluvia había pillado, en el mirador había algunos camboyanos cuando llegamos y pocos minutos después de nuestra llegada, se unió otro grupo de turistas.
Phnom Dohkrormom pagoda - Vistas
Tras unos 15 o 20 minutos la lluvia empezó a reducir su intensidad y nos atrevimos a salir de debajo del techado. Apenas caían cuatro gotas y fuimos a ver la pagoda Dohkrormom. Como el templo que habíamos visto en la parte más baja de la montaña, esta pagoda era muy humilde y pequeña. Nada tenía que ver con otros edificios budistas que habíamos visto. Esta pagoda consistía en un pequeño edificio central, con forma de casita indígena, que alojaba un pequeño altar con una estatua de Buda en su interior. Alrededor de este edifico había pequeños altares budistas con incienso. El lugar no daba para prolongar más la vista, de modo que volvimos a subirnos a la moto.
Phnom Dohkrormom pagoda
Phnom Dohkrormom pagoda
Tarde en Sen Monorom
Estaba oscureciendo y queríamos cambiar algo de dinero. Fuimos al centro de Sen Monorom en busca de alguna joyería, donde nos habían dicho que se conseguían los mejores cambios de moneda. Sen Monorom es una ciudad pequeña y no conseguimos encontrar ninguna joyería. Al final decidimos aparcar la moto y empezar a callejear para ver el mercado. Éste estaba lleno de gente y de motos, en este país la gente va en moto a todas partes. Este era un típico mercado camboyano, donde había tiendas de todo tipo de comida, verdura, fruta, carne y pescado. La higiene no era el fuerte de este lugar, las condiciones de la carne y el pescado eran bastante dudosas. El pescado lo tenían en barreños con agua que tampoco estaba muy limpia. Recorrimos la calle principal y cuando se acabaron las tiendas apenas había luz, así que, decidimos dar media vuelta. Aquí tampoco habíamos encontrado ninguna joyería donde poder cambiar dinero. Mientras volvíamos, paramos en una de las tiendas y compramos unos plátanos por 2.000KHR (Riel camboyano), medio dólar al cambio.
Mercado en Sen Monorom
Mercado en Sen Monorom
Teníamos la moto aparcada delante de un bar y entramos a tomar algo antes de volver al lodge. El local era bastante grande y con muchas mesas, pero éramos unos de los pocos clientes que tenían y los únicos extranjeros. Pedimos unos batidos de fruta por 1$ cada uno y estaban bastante buenos. Los dueños del local tenían un hijo que estaba jugando con un cachorro que tenía por mascota. El perro estuvo bastante rato cerca de nosotros y tuvimos un rato divertido. Cuando terminamos el batido volvimos a subir a la moto, como ya no había nada por hacer en la ciudad volvimos al lodge.
Indigenous People lodge
El día de hoy no había sido muy productivo en cuanto a visitas, pero habíamos recorrido cerca de 400 kilómetros en minivan para llegar a Sen Monorom. Al llegar al Indigenous People lodge preguntamos a Manel a que hora cerraba la cocina y nos dijo que a las 9. Fuimos a dejar las cosas a la habitación y pegarnos una ducha antes de ir a cenar. Cuando entramos a la habitación vimos una araña bastante grande que salía de la habitación, supusimos que era una tarántula. Entre las paredes y el techo había un hueco y se escapó por ahí. No quisimos pensar que durante la noche podían entrar más arañas u otros animales, esperábamos tener suficiente con la mosquitera que cubría la cama.
Aunque no era muy tarde, después de la ducha volvimos a la zona común para cenar. En esta ocasión pedimos otros dos platos de la cocina camboyana. Uno de ellos llevaba carne de cerdo con verduras, cebolla y un poco de salsa. El otro plato era pollo cortado en trozos pequeños con verduras y cacahuetes, acompañado por pepino en rodajas. Para la cena le dijimos a Manel que solo pusiera un plato de arroz para los dos, ya que, al mediodía nos había sobrado mucho.
Cena
Mientras cenábamos, había otra pareja que se sentaba bastante cerca de nosotros. El chico de la pareja se levantó gritando y se quitó la camiseta tirándola al suelo. Al principio no entendíamos nada y nos quedamos alucinando. Después vimos que la chica se estaba riendo y es que le había gastado una broma al novio. El chico tenía un bicho en la camiseta y ella le había dicho que era un escorpión, de ahí la reacción del chico. Pasamos un rato más en el restaurante después de las risas y la cena, hasta que decidimos volver a la habitación.
Al entrar de nuevo a la habitación teníamos otra vez visita. Esta vez se trataba de un sapo, que estaba sobre el marco de un cuadro que había en la pared con las normas del lodge. Dejamos al sapo que hiciera la suya ya que no nos molestaba. Por lo que vimos su intención era subir por la pared para poder salir de la habitación. Aprovechamos para ver una peli, ya que, todavía era pronto para ir a dormir. Al día siguiente Thon vendría a buscarnos sobre las 9 para ir a ver a los elefantes, no tendríamos que madrugar demasiado.
Habitación - Sapo
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