Día 5 (02/12/2015) - Aswan ➞ Giza
Crucero Princess Sarah en Aswan
Nos levantamos por última vez en el crucero Princess Sarah y bajamos a desayunar. Taia nos dijo que para hoy solo teníamos dos visitas pendientes, la cantera de granito y el templo de Philae que habíamos contratado directamente con él. Desde el templo iríamos directos al aeropuerto a coger un avión local que nos llevase hasta El Cairo, de modo que en el crucero nos habían preparado unas bolsitas con comida. Después del desayuno subimos a la habitación a buscar las maletas. Al salir de la habitación estaban los dos señores que habían estado limpiando la habitación y nos ayudaron a bajar las maletas, les dimos una propina ya que pensamos que durante los tres días que habíamos estado en el crucero se la habían ganado, sobre todo después de recuperar la cartera de Sergio.
Cantera de granito y obelisco inacabado
Nos despedimos del crucero y subimos a una furgoneta que nos llevaría a hacer las últimas visitas en Aswan. La primera parada sería la cantera de granito, donde también se encuentra el obelisco inacabado. Al llegar al recinto pasamos el habitual control que habíamos encontrado en todos los templos y lugares turísticos. De esta cantera es de donde los antiguos egipcios sacaban el granito para construir los templos. Aquí cortaban los bloques utilizando otro tipo de piedra y cuando llegaba la crecida del Nilo el agua llegaba hasta la cantera. Entonces acercaban las barcas a la orilla y subían los bloques a las barcas para transportarlos río abajo. Todavía hoy es un misterio como conseguían transportar bloques que pesaban toneladas en las barcas de esa época, sobre todo los obeliscos que eran todavía más grandes.
Empezamos a pasear por la cantera donde estábamos completamente solos y llegamos al obelisco inacabado. Este obelisco tiene una brecha que parte el bloque en dos. Los egipcios hacían los obeliscos de una solo pieza, por eso se supone que cuando estaban haciendo este obelisco se rompió y lo dejaron inacabado. Para tallar un obelisco primero tallaban la cara superior, en segundo lugar las caras laterales haciendo unos pasillos para que cupieran los obreros. Una vez tenían tres de las cuatro caras faltaba los más complicado, para ello lo que hacían era picar la piedra por debajo dejando trozos intactos. Hacían agujeros que atravesasen por debajo la piedra para poder meter trozos de madera. Una vez habían colocado la madera la mojaban y ésta se hinchaba de manera que rompía la parte de piedra que quedaba. Después de esto tenían el obelisco de una sola pieza sobre una serie de listones de madera. Finalmente, lo subían a la barca para transportarlo hasta el templo correspondiente.
Obelisco inacabado
Cantera de granito - Piedra para cortar granito
Templo de Philae
Nuestra última visita antes de volar hacia El Cairo era el templo de Philae. El templo de Philae se encuentra en una isla en el río Nilo y solo se puede llegar en barco. Llegamos a la zona donde venden los tickets y al lado está el muelle. En toda esta zona hay montones de vendedores que querían vendernos cosas. Llegamos a la zona de los muelles y Taia pagó a uno de los barqueros para que nos llevase a la isla. Hace unos años los barqueros se aprovechaban de los turistas, que una vez habían comprado las entradas solo podían llegar al templo en barco y estos cobraban precios desorbitados. Por suerte, ahora hay un precio más o menos establecido y los barqueros no timan a los turistas. Subimos a nuestro barco y en pocos minutos llegamos a la isla del templo de Philae. Por el camino ya pudimos ver parte del templo y hacernos una idea de lo que íbamos a ver.
Templo de Philae - Desde el barco
Llegamos al templo de Philae, considerado Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO. Al llegar no había gente y aprovechamos el momento para sacarnos fotos y disfrutar de la entrada de este templo que está muy bien conservado.
Templo de Philae - Entrada
En la entrada pueden observarse perfectamente los bajorrelieves en los que están representados varios dioses. Este templo está dedicado a la diosa Isis, la diosa de la maternidad y del nacimiento. El templo fue construido en el siglo II a.c. en la isla de Philae, de ahí el nombre del templo. Con la construcción de la presa alta de Aswan, la isla de Philae quedó inundada y el templo se trasladó a otra isla cercana. A diferencia de Abu Symbel, este templo se trasladó después de finalizar la presa y estuvo un tiempo con parte del templo sumergido. Esto puede verse claramente con las marcas que hay en el templo.
Templo de Philae - Entrada
Entramos en el que sería el último templo que veríamos en nuestro viaje. El templo al completo está muy bien conservado. Empezamos a recorrer las habitaciones y en todas ellas los bajorrelieves se veían muy bien. Taia se detuvo en varios de los dibujos y con la luz del móvil los fue iluminando para que los viéramos mejor. Dentro de los templos que conservan el techo la luz no es muy abundante. En los dibujos pueden verse como el faraón hace ofrendas a los dioses. Estos dibujos ya los habíamos visto repetidos en los diferentes templos que habíamos visitado. Algunos de los dibujos tenían las caras desfiguradas porque como ya habíamos visto en otros templos, cuando llegaron otras culturas como la católica desfiguraban las caras de los dioses porque ellos tenían otras creencias.
Templo de Philae - Interior
Templo de Philae - Interior
Después de ver el interior del templo de Philae salimos para ver otra construcción que hay en la isla. El quiosco de Trajano, construido por el emperador romano que lleva su nombre. Este edificio albergaba originalmente la barca de Isis y estaba cubierto. Actualmente el techo no está y solo quedan las columnas que lo soportaban. Cerca del quiosco encontramos una piedra donde está representado el dios Bes. Este dios es el defensor de todo lo bueno, protegiendo a los hogares y los niños de todo mal.
Templo de Philae - Quiosco de Trajano
Templo de Philae - Dios Bes
Antes de despedirnos de este templo dimos una última vuelta por los alrededores. Volvimos a pasar por la entrada donde vimos que se empezaba a llenar de gente. Habíamos tenido suerte y habíamos podido ver el templo con poca gente y así poder pasear tranquilamente. Taia nos había dejado tiempo libre y cuando acabamos de dar la vuelta pasamos por uno de los laterales del templo donde había un montón de sillas. Por la noche hacían espectáculos de luces, con focos de diferentes colores iluminan el templo mientras explican la historia del templo. Cruzando esta zona llegamos al bar. Volvimos a la barca y de vuelta a la furgoneta.
Templo de Philae - Entrada
Templo de Philae - Exterior
Nuestro crucero por el Nilo había llegado a su fin pero no nuestro viaje. En pocos minutos llegamos al aeropuerto de Aswan donde nos despedimos de Taia. Le dimos las gracias por estos 4 días que habíamos pasado con él y por sus explicaciones. También le dimos propina, con la que nos habíamos puesto de acuerdo con Núria y Quique para darle lo mismo. Una vez dentro del aeropuerto tuvimos que pasar el control. Este aeropuerto es bastante pequeño pero encontramos una parte en la que hay un grupo de mesas. Nos sentamos en una de las mesas y comimos la comida que nos habían dado por la mañana en el crucero. Finalmente, llegó la hora de subirnos al avión y volar hasta El Cairo.
Del aeropuerto de El Cairo al hotel de Giza
Aterrizamos en El Cairo donde empezaba una nueva etapa en nuestro viaje a Egipto. Es recomendable no coger hotel en El Cairo, sino en Giza que está justo al lado y es donde la agencia nos lo había reservado. Al aeropuerto tenía que venir a buscarnos el que sería nuestro guía por El Cairo y alrededores. Cuando bajamos del avión y fuimos a buscar las maletas vimos que representantes de otras agencias habían entrado a ayudar a su grupo de turistas. Fuimos mirando pero no vimos a nadie con un cartel de nuestra agencia y cuando ya casi estábamos saliendo del aeropuerto, uno de los representantes de otra agencia nos dijo que nos estaban esperando fuera del aeropuerto. Para entrar al aeropuerto necesitas la tarjeta de embarque o un pase especial y nuestro guía no lo tenía. Una vez fuera del aeropuerto le encontramos y nos acompañó a una furgoneta. Para llegar a nuestro hotel teníamos que cruzar todo El Cairo. El aeropuerto está a las afueras de la ciudad por la zona este y Giza está pegada a El Cairo por la zona oeste.
Del aeropuerto de El Cairo al hotel de Giza
Cogimos una autopista que cruza la ciudad pero había bastante tráfico con lo que tardamos más de una hora en llegar a Giza. En la autopista vimos que las rayas pintadas en el asfalto no sirven para nada, si habían marcados 3 carriles había 5 filas de coches. Para lo que quedaba de viaje nosotros teníamos todas las visitas incluidas pero Núria y Quique no. Nuestro guía, Mohamed, preguntó si querían hacer las visitas que no tenían contratadas y después de decirles los precios acordaron hacer las del día siguiente con nosotros. Para la tarde nos dijo que no había ninguna visita incluida en el tour pero que si queríamos él nos llevaba a dar una vuelta por Giza, obviamente pago a parte, y le dijimos que no. Mientras íbamos por la autopista vimos que se veía la punta de una de las pirámides y preguntamos a Mohamed cual de las tres pirámides era, miró y nos dijo que no estaba muy seguro de cual era. Nosotros cuatro nos miramos pensando lo mismo, un guía debería saber que pirámide era y que si este iba a ser nuestro guía no nos iba a explicar mucho. Finalmente, llegamos a nuestros hoteles, nosotros estaríamos en un hotel y Núria y Quique en otro pero que estaban muy cerca uno del otro. Quedamos en dejar las cosas en la habitación y que nos veríamos en un rato.
Hotel de Giza
Entramos en nuestro hotel y vimos que tenía mucha mejor pinta de lo que esperábamos. Mohamed nos acompañó a la recepción donde estaban muy ocupados ya que había un grupo muy grande. Nos dijo que mientras atendían al grupo grande iba a acompañar a Núria y Quique a su hotel. Esperamos en el hall del hotel que era muy grande y nos pusimos cómodos en unos sofás que tenían. En el hotel tenían Wi-Fi de modo que nos conectamos y nos pusimos al día con la familia y amigos, ya que durante los 4 días que llevábamos en Egipto habíamos estado incomunicados. Tuvimos tiempo de decir a todo el mundo que estábamos bien y al rato volvió Mohamed y nos ayudó a hacer el check-in en el hotel. En el tour nos entraba la cena y para ello, Mohamed nos llevaría a cenar fuera del hotel. Quedamos con él a las 9. Los hoteles turísticos que están situados en esta zona tienen vistas a las pirámides pero por desgracia desde nuestra habitación no se veían. Por el pasillo mientras íbamos a la habitación sí que pudimos ver parte de las pirámides. Llegamos a la habitación y vimos que estaba muy bien, aquí pasaríamos las próximas 3 noches y por lo visto habíamos tenido suerte. Nos acomodamos y descansamos un rato antes de quedar con nuestros amigos para ir a hacer una exploración por la zona. Aunque Mohamed insistió que no debíamos salir solos, pero que íbamos a hacer a las 15h encerrados, hicimos caso omiso claro está.
Hotel de Giza - Habitación
Paseo por Giza
Después de descansar un rato quedamos con nuestros amigos para dar una vuelta por los alrededores. Salimos del hotel y empezamos a caminar por las calles de Giza. Según habíamos visto en internet la entrada a las pirámides no estaba muy lejos y queríamos ver si podíamos llegar hasta allí paseando. Empezamos a callejear un poco por la ciudad y por primera vez tuvimos la sensación de visitar de verdad el país. Era la primera vez que salíamos a la calle sin guía y sin estar en una zona turística. Empezábamos a ver un poco la realidad de la vida en Egipto. Lo primero que vimos es que las ciudades son bastante sucias, las calles principales están muy transitadas y cuesta bastante cruzarlas. Mientras paseábamos pudimos ver diferentes tiendas que había abiertas, desde restaurantes hasta tiendas de móviles. También vimos que los coches de este país son bastante viejos. En general pasear por las calles de Giza nos pareció bastante caótico, los coches no paraban de pitar y en algunas calles tardábamos bastante para poder cruzar. Cuando llevábamos un rato paseando nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado de calle y que de todos modos la entrada a las pirámides estaba bastante lejos. No quedaba mucho para las 9, hora que habíamos quedado con Mohamed, de modo que decidimos volver al hotel y esperar a que nos viniera a buscar. Núria y Quique no tenían incluida la cena, así que nos despedimos de ellos hasta el día siguiente para ir a ver las pirámides.
Paseo por Giza
Mohamed vino a buscarnos a las 9 tal como habíamos quedado. Por la tarde nos había preguntado si nos importaba si venía con su mujer y le dijimos que no había problema. En cambio ahora había venido solo, tenía un hijo de apenas 2 meses y nos dijo que era demasiado pequeño y que vivía lejos del hotel. Salimos del hotel y empezamos a caminar por una de las calles por las que acabábamos de pasear con Núria y Quique. Llegamos a un restaurante que tenían zona de buffet pero también tenían carta. Mohamed nos recomendó un plato que llevaba pollo, ternera, carne con especias y arroz, seguimos su recomendación. Pensábamos que cenaría con nosotros pero nos dejó en la mesa y se fue. En el plato venían dos trozos de pollo, dos de ternera y dos trozos de una mezcla de carne y especias típica egipcia. En general estaba todo bueno pero sobre todo el pollo. De postre tomamos un pastelito que estaba bastante dulce como todos los postres egipcios que habíamos probado. Al final de la cena nos dimos cuenta de que Mohamed no se había ido a la calle, sino que estaba en otra mesa detrás de una columna. Cuando acabamos vino a pagar la cuenta y nos fuimos de nuevo al hotel.
Cena - Pollo, ternera, mezcla de carne con especias y arroz
Cena - Postre
Por el camino le dijimos que los próximos días podía cenar con nosotros en la misma mesa. Nos dijo que al día siguiente vendría a buscarnos nuestro guía para llevarnos a las pirámides, que él no era guía, trabajaba en la agencia y se encargaba de acompañar a los turistas. En ese momento pensamos que mejor, porque si no había sabido distinguir que pirámide es la que se veía desde la autopista poco nos podría enseñar. Cuando llegamos al hotel quedamos con él para cenar al día siguiente. A la vuelta al hotel volvimos a conectarnos por Wi-Fi para acabar de ponernos al día y después subimos a la habitación a prepararnos para visitar al día siguiente las ¡¡¡Pirámides de Egipto!!!
