Día 8 (01/11/2020) - Agüimes ➞ Arinaga ➞ Barcelona
Bahía Feliz
Despertamos por última vez en nuestro alojamiento de Gran Canaria. Habíamos pasado una gran semana recorriendo toda la isla, pero tocaba poner fin a otro viaje. Habíamos madrugado un poco para disfrutar por última vez de la piscina del complejo. Desayunamos y fuimos a darnos un baño, estuvimos algo más de media hora antes de volver a la habitación. Recogimos todas nuestras pertenencias y fuimos a hacer el check-out. El vuelo salía por la tarde con lo que todavía tendríamos tiempo de hacer algunas visitas. Habíamos dejado para hoy los pueblos de Agüimes y Arinaga que se encuentran cerca del aeropuerto.
Agüimes
Empezamos las visitas de hoy por el pueblo de Agüimes. Aparcamos a las afueras ya que el centro tiene muchas calles peatonales. De todos modos es un pueblo muy pequeño y en pocos minutos llegamos a la plaza del Rosario. Frente a ésta se encuentra la iglesia de San Sebastián, uno de los principales lugares turísticos de la localidad. Hicimos una visita rápida al templo antes de seguir con el paseo.
Agüimes – Iglesia de San Sebastián
Tanto en la plaza como en los alrededores nos llamó la atención el gran número de estatuas que encontramos. Había una en el centro de la plaza dedicada a una señora que vendía golosinas a los niños, otra de unos chicos que leían un libro, otra de un señor tocando una guitarra, otra de un burro y así de todo tipo.
Agüimes
Agüimes
El centro de interpretación estaba cerrado debido a la pandemia. Era el lugar que más nos interesaba visitar, pero en esta ocasión no sería posible. Decidimos dar una vuelta por el centro que era muy agradable. Encontramos otra cosa que nos llamó la atención. Era curioso que en todas las calles hubiera unos dibujos y eran diferentes en cada una de ellas. Por ejemplo, en una de las calles vimos que cada pocos pasos había el dibujo de un sol. El centro no es muy grande y no tardamos mucho en volver a la plaza y decidimos regresar al coche.
Agüimes
Barranco de Guayadeque
Antes de irnos vimos unos letreros que indicaban el barranco de Guayadeque. Como íbamos bien de tiempo decidimos ir a echar un vistazo. Seguimos la carretera que discurría por la parte baja del barranco. Por el camino vimos algún restaurante aislado, pero que tenía bastante cola para entrar. Al rato la carretera empezó a ascender para llegar al mirador. Subiendo vimos un par más de restaurante, uno de ellos al final de la carretera. Nos detuvimos y fuimos al mirador para ver las vistas. Desde aquí se podía seguir ascendiendo caminando.
Barranco de Guayadeque
Era mediodía y subiendo habíamos visto que los restaurantes de la zona tienen mucha demanda. Decidimos preguntar en el restaurante Vega que está al final de la carretera. Nos dijeron que tenían una mesa libre y nos quedamos a comer. Entramos y vimos que el local era una cueva bajo la roca de la montaña, algo que nos pareció muy curioso. En cuanto a la comida, pedimos un gofio escaldado, queso canario con arándanos y ensalada de aguacate para compartir. De segundo pedimos también para compartir un plato de cabra en salsa. Estaba todo muy bueno y junto con los postres y la bebida pagamos 39,4€ en total. Con lo que habíamos pedido no nos pareció nada caro y nos despedíamos así de la cocina canaria con muy buen sabor de boca.
Comida en Restaurante Vega - Gofio
Comida en Restaurante Vega - Cabra en salsa
Arinaga
Faltaban un par de horas antes de volver al aeropuerto y fuimos a visitar Arinaga, el segundo pueblo que teníamos planificado para hoy y último del viaje. Los mayores atractivos del pueblo están en su litoral. Aparcamos lo más cerca posible de la playa y fuimos caminando por el paseo marítimo. Entre los puntos más característicos de este lugar y que pudimos ver fueron, la playa del Carbón con su arena negra y el Risco Verde un pequeño peñón que sale hacia el mar. Al sol hacía mucho calor y volvimos al coche por el interior para estar a la sombra.
Arinaga – Playa del Carbón
Arinaga – Risco Verde
Vuelta a casa
Antes de llegar al aeropuerto paramos en una gasolinera que está muy cerca para devolver el coche con el depósito lleno. La devolución fue muy rápida y en pocos minutos estábamos pasando el control de seguridad del aeropuerto de Gran Canaria. Solo quedaba esperar a que anunciasen la puerta de embarque y despedirnos definitivamente de nuestro primer viaje a las Islas Canarias.
Avión
Habíamos pasado una semana en la isla de Gran Canaria. En estos días habíamos descubierto la riqueza natural de esta isla y algunos de los pueblos más bonitos de España. En general el viaje nos había sorprendido bastante, tanto por los paisajes como por las visitas y por la gastronomía. Descubrimos que en la isla de Gran Canaria hay muchos lugares que visitar alejados de la playa, aunque también se puede disfrutar de algunas de ellas. En definitiva, podemos decir que fue un viaje con visitas muy variadas, disfrutar de diversas actividades y comer muy bien, en resumen, un viaje muy recomendable.
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