Día 6 (09/05/2022) - Skaftafell ➞ Svínafellsjökull ➞ Fjallsárlón ➞ Jökulsárlón ➞ Höfn
Parque Nacional de Skaftafell
El día se levantó un poco nublado y empezamos a temer que lloviese como el día anterior. Primero teníamos que desmontar la cama y preparar el desayuno, así que había tiempo a que el cielo se despejase. Aprovechamos que había espacio de sobra y montamos la mesa en el exterior para tomar el desayuno. Aunque en el camping no había cocina, los baños y duchas estaban muy bien. Aprovechamos para tomar una buena ducha. Después nos acercamos hasta la recepción para pagar la noche que habíamos pasado y el parking, en total fueron 3250ISK, aproximadamente 23,74€ al cambio.
Junto al camping donde habíamos pasado la noche, empezaba una ruta que se adentraba en el Parque Nacional de Skaftafell. Preparamos una mochila con algo de comida y agua, también pusimos a Liam en la mochila de porteo y empezamos a caminar. El sendero está muy bien marcado y no hay pérdida. La primera parte del trayecto es toda subida y conforme íbamos ascendiendo, fuimos viendo unas buenas vistas de los alrededores. Si mirábamos en dirección contraria hacia donde nos dirigíamos se veía una gran planicie.
Parque Nacional de Skaftafell
Tardamos unos pocos minutos en llegar a dos cascadas muy próximas entre ellas. La primera es Hundafoss que se puede ver desde un pequeño mirador. La cascada no es muy grande y se ve desde arriba. La segunda catarata es Magnusarfoss, como la primera solo se puede ver desde un pequeño mirador junto al camino. Ninguna de las dos es demasiado grande, pero es un buen aperitivo para lo que veríamos a continuación.
Hundafoss
Magnusarfoss
Caminando unos minutos más y ascendiendo otros pocos metros, llegamos a la parte más alta de la ruta. Desde aquí empezamos a ver en la lejanía el motivo principal de hacer esta ruta. Además, el paisaje que lo rodeaba era bastante espectacular con algunas montañas nevadas. El último tramo del camino consistía en descender por un camino, algo estrecho en algunas zonas y con algunas rocas. Finalmente, llegamos a una de las mayores sorpresas del viaje, la cascada Svartifoss.
Svartifoss
La cascada Svartifoss no era una de las visitas que tuviésemos marcadas en rojo para este viaje. En cambio, podemos decir que al final fue uno de nuestros lugares favoritos, sin duda fue una de las sorpresas del viaje. Su nombre significa literalmente cascada negra, debido a que está rodeada de columnas basálticas de color negro por su origen volcánico. El camino que se bifurca hasta la base de la cascada finaliza en un mirador, desde el que nos quedamos fascinados con esta cascada. Además, tuvimos la suerte de llegar con el cielo completamente despejado, lo que provocaba que se creara un arcoíris sobre el agua.
Svartifoss
Svartifoss
Durante el camino de ida Liam se había quedado dormido en la mochila de porteo. Al llegar a Svartifoss lo despertamos y nos dijo que tenía hambre. Aprovechamos que el mirador es bastante amplio y con escalones a modo de bancos para comer lo que llevábamos en la mochila. A diferencia de los últimos días, hoy íbamos bien de tiempo y pudimos permitirnos quedarnos un rato frente a esta maravilla de la naturaleza. En nuestros viajes siempre encontramos algún lugar del que no teníamos grandes referencias, pero que al llegar se convertía en uno de nuestros favoritos. En Islandia esto nos pasó en dos ocasiones y Svartifoss fue la primera de ellas.
Svartifoss
Svartifoss
Después de un buen rato disfrutando de esta cascada empezamos a deshacer el camino. En la bifurcación vimos que había un puente que quedaba justo frente a la cascada, nos paramos para tener una última vista de este lugar que nos había maravillado. El camino de vuelta fue bastante más rápido. Excepto el primer tramo, la vuelta es todo bajada y en una media hora estábamos de vuelta en la camper, preparados para continuar conduciendo por la Ring Road.
Svartifoss
Svínafellsjökull
Habíamos empezado el día con una de las mejores visitas del viaje y teníamos ganas de continuar. Volvimos a la Ring Road y en apenas cinco minutos nos desviamos para llegar al parking del glaciar Svínafellsjökull. Hoy queríamos recorrer el tramo que discurre por el sur del glaciar Vatnajökull, que va desde Skaftafell hasta Höfn. Por el camino teníamos previsto visitar algunas lenguas de este gran glaciar, siendo Svínafellsjökull la primera de ellas. No es la más importante pero estaba en la lista del Happy Challenge, de modo que nos detuvimos para hacer esta visita.
Svínafellsjökull
Desde el parking apenas hay que caminar unos pocos minutos para llegar frente a este glaciar. Llegamos hasta un mirador que está muy cerca del hielo. De hecho solo una pequeña laguna formada por el deshielo del propio del glaciar nos separaba de la pared de hielo. Hay señales que indican que está prohibido subir al glaciar, así que nos dedicamos a sacar fotos. En los minutos que estuvimos, vimos a otro grupo de turistas que cruzó la pequeña laguna, saltando por bloques de hielo que se habían desprendido del glaciar y estaban subiendo la pared de hielo. Las indicaciones estaban en varios idiomas, pero aun así siempre hay gente que no hace caso de las señales. Por nuestra parte, caminamos a lo largo de la pared de hielo del Svínafellsjökull y cuando llegamos al final volvimos a la camper. Habíamos tenido una primera vista de este gran glaciar y una nueva foto para el Happy Challenge.
Svínafellsjökull
Svínafellsjökull
Hof
Continuamos unos pocos kilómetros más hasta llegar al pueblo de Hof. Desde la carretera ya vimos que era un pequeño pueblo de apenas unas pocas casas, como los pocos pueblos que llevábamos viendo en los últimos días. Además de ser pequeños estaban muy distantes unos de otros. El motivo de entrar en Hof fue ver su curiosa iglesia Hofskirkja. Es una pequeña iglesia con césped en el tejado. No es que sea una visita muy importante pero como el pueblo está junto a la Ring Road, en apenas unos minutos se puede visitar. No teníamos intención de entrar en la iglesia, solo sacamos algunas fotos de este pequeño templo que también tiene algunas tumbas a su alrededor.
Hof
Hofskirkja
Fjallsárlón
Era casi mediodía y buscamos un lugar donde poder detenernos para comer. En la Ring Road no conseguíamos encontrar ningún merendero o parking, así que fuimos hasta nuestra próxima visita. En el parking del glaciar Fjallsárlón pudimos pararnos y vimos que tenían restaurante. Entramos a mirar que tenían para comer, pero aparte de ser caro no tenía muy buena pinta. Decidimos sacar nuestro fogón y cocinar, de este modo comimos en el parking del lago glaciar Fjallsárlón antes de hacer la visita. La noche anterior habíamos contratado la excursión en barco anfibio en la laguna Jökulsárlón. Lo habíamos reservado a las 17:30 para ir bien de tiempo. Cuando acabamos de comer vimos que teníamos tiempo suficiente de hacer esta visita y llegar a Jökulsárlón sin problema.
El recorrido para visitar Fjallsárlón es circular y bastante corto. Desde el parking solo hay que seguir el camino marcado y tras subir un pequeño montículo empezamos a vislumbrar el glaciar. Esta segunda lengua del glaciar Vatnajökull era más grande que la primera y más impresionante. Al fondo se ve en la parte más alta de la montaña el glaciar Vatnajökull y como entre la zona montañosa va descendiendo esta lengua hasta el lago glaciar Fjallsárlón.
Fjallsárlón
Fjallsárlón
Al acercarnos vimos que este glaciar forma una laguna bastante grande. En ella hay varios icebergs, algunos más grandes que otros. Los icebergs se iban repartiendo a lo ancho del lago glaciar y mientras íbamos caminando por la orilla, fuimos viendo que había algunos con formas curiosas. Pasamos un rato contemplando el lago glaciar y sacando fotos. Íbamos bien de tiempo, pero habíamos completado la visita y volvimos a la furgoneta para continuar por la Ring Road hasta la próxima parada.
Fjallsárlón
Fjallsárlón
Jökulsárlón
Tan solo 15 minutos nos separaban del lago glaciar Jökulsárlón, el más importante de los que veríamos en nuestro viaje. Las dos lenguas del glaciar Vatnajökull que habíamos visto previamente nos sirvieron como aperitivo para la última que veríamos hoy. Llegamos con tiempo de sobra y lo primero fue ir a canjear la reserva para que nos dieran las entradas. Habíamos reservado la excursión en barco anfibio por el lago glaciar Jökulsárlón con Guide to Island y pagamos en total por dos adultos 88€, para Liam era gratuito.
Mientras esperábamos a que llegara el momento de la excursión, nos acercamos a la orilla del lago y nos quedamos impresionados. Este último lago glaciar era mucho más grande que los anteriores y estaba a poca distancia del mar. Desde aquí pudimos ver que había icebergs muy grandes y las ganas de subir al barco anfibio no hacían más que aumentar. Estuvimos unos minutos tirando piedras al agua para distraer a Liam mientras esperábamos a empezar con esta excursión.
Jökulsárlón
Cuando solo faltaban unos minutos para empezar nos acercamos al lugar que nos habían indicado. Al viajar con Liam había algunas excursiones que no podríamos hacer, como un trekking sobre el glaciar, pero ir en barco anfibio en este lago glaciar era una de las pocas que podríamos hacer. Por este motivo, teníamos más ganas de hacer una de las pocas excursiones que podríamos hacer. A la hora indicada apareció el barco anfibio con el que íbamos a viajar. Nos sorprendió ver que el barco tenía ruedas y también podía circular fuera del agua. Nos subimos y tomamos asiento con nuestros salvavidas tal como nos indicó nuestra guía.
Jökulsárlón – Barco anfibio
La excursión empezó entrando al agua del lago glaciar por uno de sus laterales. El recorrido consistía en circular entre los icebergs del lago durante una media hora, mientras escuchábamos las explicaciones de nuestra guía. Entre algunos datos curiosos conocimos que el glaciar Vatnajökull es el más grande de Europa y que ocupa un 8% de la superficie de Islandia. Durante el recorrido pasamos junto a icebergs que eran muy grandes y que eran impresionantes. Cada uno de ellos tenía una forma diferente, algunas de ellas eran muy curiosas. Los tres disfrutamos mucho la visita, incluido Liam que alucinó mucho durante todo el recorrido.
Jökulsárlón
Jökulsárlón
Durante el recorrido nos fue siguiendo un chico con una lancha por si había algún accidente y alguien se caía al agua. Este mismo chico se acercó en un momento al barco, para traer un gran bloque de hielo que cogió directamente de un iceberg. Nuestra guía sujeto el hielo durante unos minutos mientras seguía con las explicaciones. Después rompió un trozo pequeño para Liam y el resto nos lo fuimos pasando los demás. Este pedazo de hielo había pasado miles de años en el glaciar, hasta que fue descendiendo por la montaña y llegó hasta la laguna. Ahora lo teníamos en nuestras manos, mientras veíamos que era completamente transparente y que no se deshacía con facilidad. También tuvimos la suerte de ver una foca que se paró en un pequeño iceberg a descansar. Nos acercamos muy despacio pero al llegar junto a ella decidió meterse en el agua y se fue.
Jökulsárlón – Hielo de un iceberg
Jökulsárlón - Foca
La excursión fue muy interesante y es muy recomendable, sobre todo si se viaja con niños. Habíamos disfrutado mucho en nuestro paseo en el barco anfibio, con el que habíamos acabado las visitas del día. Todavía era temprano y volvimos junto al lago para que Liam jugase un poco tirando piedras al agua. Jökulsárlón nos había gustado mucho y nos resistíamos a irnos, así que ya nos venía bien que Liam quisiera quedarse un rato más. Aprovechamos este rato para acabar de tomar algunas fotos y disfrutar de las vistas del lugar.
Jökulsárlón
Jökulsárlón
El lago se encuentra a escasos metros del mar. Cuando salimos del parking, en un par de minutos aparcamos junto a la orilla. Esta zona es conocida como Diamond beach. El nombre viene dado porque es una playa de arena negra donde se agolpan muchos pedazos de hielo que provienen del glaciar, que parecen diamantes repartidos por la playa. Pasamos solo unos minutos para sacar unas pocas fotos antes de continuar para llegar al camping.
Diamond Beach
Höfn
Teníamos una hora para llegar hasta Höfn donde queríamos pasar la noche. En esta región del país no hay ningún camping desde el de Skaftafell, así que había que llegar hasta Höfn. Íbamos bien de tiempo y no dudamos en detenernos en varias ocasiones por el camino. El paisaje es impresionante, una combinación del verde de la hierba de las zonas más bajas con las montañas de fondo, algunas con nieve, y de tanto en tanto unas pocas casas distribuidas por el territorio. También fuimos viendo pequeñas cascadas durante todo el recorrido, que seguramente provenían del glaciar Vatnajökull.
Camino a Höfn
Llegamos al camping de Höfn cuando empezaba a hacerse de noche, bueno, la noche islandesa. Entramos en la recepción que todavía estaba abierta y pagamos 4000ISK por la camper más dos adultos, al cambio unos 28,84€. La cocina de este camping es exterior así como las picas para fregar, aunque en el interior hay unas pocas mesas. De modo que mientras uno de nosotros cocinaba, el otro se quedaba con Liam en el interior. Así pudimos cenar tranquilamente en un espacio amplio comparado con el de la camper y además caliente. Mientras cenábamos volvimos a ver a Diego, parecía que nos íbamos persiguiendo. Hablamos un rato con él comentando lo que habíamos visto los últimos días y lo que queríamos hacer los próximos días. Cuando empezaba a hacerse tarde volvimos a la camper a descansar. Al día siguiente teníamos muchos kilómetros de viaje y había que estar descansados para conducir muchas horas.
