Día 3 (01/04/2019) - Ammán ➞ Castillos del desierto ➞ Madaba
Ammán
Despertamos por segunda vez en nuestro hotel de Ammán. Para hoy habíamos contratado por teléfono un taxista que hablase inglés, que nos llevase a ver los castillos del desierto y nos dejase en Madaba por 75JOD. Salimos de la habitación y en la recepción nos encontramos con un señor que se nos presentó con un buen inglés. Supusimos que era el señor con el que habíamos hablado el día anterior por teléfono y que sería nuestro taxista. Cuando empezamos a hablar con él nos dijo que enseguida llegaría nuestro conductor, al parecer era el jefe y solo había venido para controlar que todo fuese bien. A los pocos minutos llegó Omar, quien nos llevaría a hacer las visitas del día.
Nos pusimos en marcha hacia el este para llegar hasta los castillos del desierto. La carretera era muy nueva y estaba prácticamente vacía, esta zona del país es una de las menos visitadas. Le dijimos a nuestro conductor de hoy que queríamos parar para tomar un café, nos dijo que pararía en una gasolinera y así aprovecharía para repostar. En pocos minutos llegamos a una y entramos en la tienda. Omar nos preguntó como queríamos el café y mientras cogíamos unas galletas él pidió la bebida. Cuando fuimos a pagar nos dijo que él pagaba los cafés. Segundo día en Jordania y segundo día que nos invitaban al café. Volvimos al coche y seguimos con el recorrido.
Por el camino pasamos cerca de un campo de refugiados. Omar nos explicó que allí había miles de sirios que habían huido de la guerra de su país. Desde la carretera pudimos ver que el campamento era enorme y había montones de tiendas donde vivían los refugiados. Con esta imagen y pensando en que condiciones estaban viviendo los sirios seguimos haciendo el camino hacia el este.
Qasr Al Azraq
La primera visita del día fue el castillo de Azraq o como ellos lo llaman Qasr Al Azraq. Las primeras fortificaciones de este lugar fueron construidas por los romanos, aunque la estructura actual fue construida por los mamelucos durante el siglo XIII. Posteriormente, Lawrence de Arabía la utilizó como cuartel entre 1917 y 1918 durante la Rebelión Árabe contra los turcos. La importancia de este enclave era un oasis que era el único lugar con agua permanente en muchos kilómetros a la redonda.
Al llegar nos acercamos a la puerta y mostrando el Jordan Pass pudimos pasar. La torre de la entrada nos llamó la atención y nos entretuvimos sacando algunas fotos antes de pasar al interior. En la parte más alta había un pequeño balcón y todo estaba hecho de piedra, incluso la puerta de entrada.
Qasr Al Azraq - Entrada
Una vez en el interior vimos que había un gran patio. La fortaleza constaba básicamente de las murallas, las torres que había en las esquinas y un pequeño edificio que había en el centro. Empezamos a recorrer el lugar pasando por las zonas habilitadas de la muralla. Subimos a la sala que había sobre la entrada y que fue la habitación de Lawrence durante su estancia en el Qasr, es una de las que se encuentra en mejor estado. Cruzamos el interior y fuimos a una zona peor conservada, pero donde todavía se conservan algunos arcos hechos de piedra. Cuando acabamos de recorrer las murallas fuimos a ver el edificio del centro, una pequeña mezquita construida sobre una iglesia bizantina.
Qasr Al Azraq - Interior
Qasr Al Azraq – Arcos de piedra
Antes de abandonar el primer castillo del día nos entretuvimos con la puerta de entrada. Era completamente de piedra, pero se podía mover aunque pesaba un poco. Una puerta de este tipo sería más difícil de destruir que una de madera. Volvimos al coche con Omar para proseguir con el recorrido que teníamos planificado para hoy.
Qasr Al Azraq - Puerta
Quseir Amra
No tardamos mucho en llegar al segundo castillo de la mañana. El Quseir Amra fue construido a principios del siglo VIII por los omeyas y es uno de los castillos más importantes del este de Jordania. Los frescos que hay en los techos de este edificio lo han convertido en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En realidad lo que puede verse hoy en día es una pequeña parte de lo que fue el edificio original.
Quseir Amra - Exterior
Accedimos con nuestro Jordan Pass al recinto. Andamos el tramo que hay desde el parking hasta el castillo, bajo el sol que no había querido hacer acto de presencia el día anterior. Cuando llegamos nos sorprendió ver que era un edificio pequeño. En el exterior pudimos ver los restos de una antigua cisterna y un pozo. Entramos y nos maravillamos con los frescos que había en los techos, comprendimos que hubiera sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Pasamos unos minutos recorriendo el interior y contemplando los diferentes dibujos.
Quseir Amra - Frescos
Quseir Amra - Frescos
Volvimos al exterior y nos detuvimos a ver el pozo que habíamos pasado de largo al entrar. La visita no había sido muy larga pero había resultado muy interesante, sobre todo por los frescos. Desandamos el camino bajo el sol para volver al taxi.
Quseir Amra - Pozo
Qasr Al Harrana
Llegamos al Qasr Al Harrana, el último castillo que visitaríamos por la mañana. Quizá fue el edificio que tenía una forma más convencional de castillo. Fue mandado construir por el califa omeya Walid I, entre finales del siglo VII y principios del siglo VIII. Nada más llegar nos impresionaron las dimensiones de la edificación, el anterior nos había parecido más bien pequeño.
Qasr Al Harrana - Exterior
El interior nos pareció muy austero y cuadrado. No vimos ningún tipo de detalle ni decoración y no había nada más a parte de la estructura. Subimos a la primera planta y recorrimos el interior del castillo. En pocos minutos lo habíamos recorrido por completo y volvimos al patio interior para sacarnos algunas fotos antes de volver al coche.
Qasr Al Harrana - Interior
Qasr Al Harrana - Interior
Madaba
Una vez vistos los castillos del desierto tocaba ir a Madaba donde pasaríamos las próximas dos noches. En esta ocasión lo haríamos en el Madaba Hotel. No tardamos mucho en llegar, pagamos a Omar y nos despedimos de él. Entramos para hacer el check-in y nos sorprendió ver que la chica que nos atendió no parecía ser jordana. Pagamos los 51,3JOD que costaban las dos noches. Nos dio nuestra habitación y nos mostró donde estaban la terraza y la cocina para desayunar al día siguiente.
Después de dejar las cosas decidimos que era hora de ir a comer. No muy lejos del hotel encontramos el restaurante Ayola. Pedimos para compartir un sambousek, un plato que constaba de unas tortillas rellenas y enrolladas que venían acompañadas de patatas fritas, y un hummus con falafel. La comida no estaba mal pero se notaba que estaba hecho para el turismo. Pagamos 9,35JOD por la comida que no estaba nada mal.
Comida - Sambousek
Comida – Hummus con falafel
Salimos del restaurante y fuimos a visitar la ciudad. Empezamos por la iglesia de San Jorge, principal atractivo turístico de la ciudad y que estaba justo al lado del restaurante. Ésta fue construida en 1896 sobre los restos de otra iglesia bizantina. Para poder acceder tuvimos que pagar 2JOD por persona. El exterior no nos pareció muy interesante, así que, no nos entretuvimos demasiado.
Iglesia de San Jorge - Entrada
Lo primero que vimos al entrar fue una pintura de San Jorge matando al dragón. En el interior las paredes están llenas de pinturas y cuadros que son en realidad mosaicos.
Iglesia de San Jorge - Interior
Lo realmente interesante está en el suelo donde se encuentra un mapa-mosaico. Este mosaico data del siglo VI y muestra gran parte de Tierra Santa, incluyendo Jerusalén y el Mar Muerto. Originalmente era mucho más grande, midiendo entre 15 y 25 metros de largo por 6 de ancho. El paso de los persas por estas tierras y un terremoto que destruyó la ciudad, solo han permitido que se conservase una parte.
Iglesia de San Jorge - Mosaico
Volvimos al exterior para continuar con las visitas. Fuimos a ver el parque arqueológico de Madaba, que está dividido en dos zonas muy próximas. En ambos pueden verse restos de la antigua ciudad bizantina. De los edificios originales no queda mucho, se conservan columnas y parte de algunas paredes.
Parque arqueológico de Madaba
Lo que nos pareció más interesante fueron la cantidad de mosaicos que había en el suelo. Muchos de estos se conservan bien, aunque a algunos les falta alguna parte. Los hay de diferentes tipos, pero todos son cristianos y algunos de ellos tienen escrituras en hebreo.
Parque arqueológico de Madaba - Mosaico
Continuamos con el recorrido llegando hasta la iglesia de los Apóstoles. En realidad no es mucho lo que se conserva de ésta, quedan restos de las columnas que ayudan a hacerse una idea de la forma que tenía originalmente. También puede verse parte del altar y los mosaicos que hay en el suelo. En especial uno dedicado a los 12 apóstoles y otro que se encuentra en el centro que representa el mar, un busto femenino rodeado de peces.
Iglesia de los Apóstoles - Medallón
Caminamos hasta llegar al museo de Madaba. Al principio nos costó un poco encontrar la entrada porque se encuentra en un callejón. En realidad es un museo al aire libre que alberga restos de la antigua ciudad de Madaba y algunas salas donde hay mosaicos en los suelos. En la mayoría de éstos había representados animales. No nos pareció una visita muy interesante y tras unos minutos decidimos continuar.
Museo de Madaba
Tan solo nos quedaba visitar la iglesia de la decapitación de San Juan Bautista. Primero entramos en el centro de visitantes que en el siglo XIX era una capilla, donde en la actualidad hay una exposición fotográfica de principios del siglo XX. Había un señor que nos dijo que lo mejor era visitar primero las catacumbas y después subir al campanario.
Iglesia de la decapitación de san Juan Bautista - Entrada
Haciendo caso de las indicaciones entramos por la puerta lateral y bajamos a las catacumbas. Primero nos encontramos con unas pequeñas salas donde había un altar y varias pinturas. Seguimos el recorrido y pasamos por unos pasillos muy bajitos donde tuvimos que ir agachados. Encontramos restos de la estructura original de la antigua iglesia. Pasados unos minutos llegamos a otra escalera que iba a parar al otro extremo de la iglesia.
Iglesia de la decapitación de san Juan Bautista - Catacumbas
Tocaba subir al campanario y buscamos la puerta que daba acceso a las escaleras. Los primeros escalones son de piedra, pero cuando se llega a la primera de las tres campanas las escaleras son de metal y más empinadas. Miriam decidió no seguir subiendo, pero Sergio subió un poco más. Sin llegar a la parte más elevada, se quedó en un nivel donde había unas ventanas y unas buenas vistas de la ciudad.
Iglesia de la decapitación de san Juan Bautista – Vistas desde el campanario
Descendimos las escaleras donde vimos la parte principal de la iglesia. Como hemos visto muchas a lo largo de nuestra vida no nos entretuvimos demasiado y después de echar un vistazo volvimos a la calle.
Iglesia de la decapitación de san Juan Bautista
Cuando salíamos de la iglesia empezaba a chispear y decidimos volver al hotel. De camino paramos en una agencia para preguntar por la excursión que queríamos hacer al día siguiente. Nos dijeron que eran 32JOD, dijimos que lo pensábamos y que volveríamos más tarde. Volvimos al Madaba Hotel y preguntamos también el precio para la excursión. La chica nos dijo que subiéramos a casa de los dueños. El señor nos dijo que nos sentáramos en el sofá y nos invitó a un té con menta. Nos dio el mismo precio que en la agencia y decidimos aceptar ir con el taxista del hotel. Pasamos un rato hablando con el dueño sobre la excursión antes de volver a la habitación.
No era demasiado tarde, habíamos hecho muchas visitas durante el día y nos quedaba tiempo para relajarnos. Volvimos a la calle y fuimos a buscar un bar donde tomar algo. Empezaba a llover de nuevo y entramos en el primer local que encontramos. Tomamos un café y un zumo tranquilamente para descansar de un día muy completo. Nos cobraron 7JOD por las bebidas y comprobamos que el café con leche es muy caro en Jordania. Cuando vimos que había parado de llover volvimos al hotel.
A la hora de cenar salimos a la calle y decidimos ir al restaurante Hawa Madaba que estaba muy cerca del hotel. Pedimos una sopa de lentejas cada uno de primero y un segundo plato para compartir de cordero con frutos secos, verdura y tortillas. Ambos platos estaban muy buenos, por eso nos sorprendió ver que solo había otras dos parejas más cenando en el local. La cena nos costó 15,75JOD, un precio aceptable para lo que habíamos cenado, es un restaurante muy recomendable.
Cena - Sopa de lentejas
Cena
Para el día siguiente habíamos contratado una excursión y vendrían a buscarnos a las 9. Nos fuimos a dormir para estar descansados y poder disfrutar de las visitas del día siguiente.
Volver al menú Jordania, Israel y Territorios Palestinos
