Día 21 (29/03/2018) - Rarotonga
Rarotonga
Nuestro tercer día en Rarotonga amaneció despejado. Nos quedaban dos días para disfrutar de las Islas Cook y no teníamos ningún plan fijo en mente. Decidimos ir primero a dar una vuelta para explorar un poco la isla, después tendríamos tiempo de sobra para ir a tumbarnos en la playa.
Cogimos la moto y nos pusimos en circulación por la carretera que da la vuelta a Rarotonga. Durante los días que estuvimos aquí, vimos que había varios puntos con una curiosa señal que indicaba a donde había que dirigirse en caso de tsunami. El caso es que si pasa esta catástrofe natural, lo único que se puede hacer es subir a la montaña.
Cartel aviso tsunami
En la parte sur de la isla encontramos un camino que se dirige al interior. Para poder acceder había que pagar a una señora que estaba parada con su coche. No parecía algo muy legal, pero como solo eran 2NZD tampoco nos pusimos a discutir. Al final del camino había una bonita cascada rodeada de una gran vegetación. El lugar era agradable y podríamos habernos quedado un rato si no hubiera sido por la gran cantidad de mosquitos. Estuvimos el tiempo necesario para sacarnos unas pocas fotos y volvimos por el mismo camino hasta la carretera.
Catarata
Habíamos estado algo más de dos semanas recorriendo Nueva Zelanda en autocaravana, y los dos días que llevábamos en las Islas Cook tampoco habíamos parado mucho. Tocaba tirarse en una playa de arena coralina a descansar un poco. A unos minutos de dejar la cascada vimos un lugar tranquilo y decidimos detenernos para darnos un baño. En esta zona no había mucha gente y descansamos durante algo más de una hora.
Playa
A continuación nos movilizamos hasta llegar a Muri Beach. En ésta había un poco más de gente, pero también era más grande y bonita que la anterior. Aprovechamos para disfrutar un poco de esta playa durante lo que quedaba de mañana.
Playa de Muri
Frente a Muri Beach estaba el restaurante Sails Restaurant & iSobar y decidimos probar. Esta es la zona de la isla donde hay más oferta de restaurantes, pero decidimos quedarnos en éste para no tener que movernos mucho. Aprovechando que estábamos en la costa optamos por pedir un plato que traía pescado rebozado, sashimi (pescado crudo) y un poco de pescado marinado. Estaba todo muy bueno, de nuevo habíamos acertado con la elección del restaurante.
Comida
Teníamos la tarde para continuar tirados en la playa, pero queríamos solucionar el problema que habíamos tenido cuando llegamos a la isla y nos cobraron el taxi. Fuimos a la agencia que gestionaba el transporte que nos debería haber venido a buscar al aeropuerto. Al día siguiente era festivo, por lo tanto, solo teníamos esta tarde para dejar este tema solucionado.
Estuvimos un rato dando vueltas por Avarua preguntando donde estaba la agencia. Perdimos algo más de media hora hasta que finalmente encontramos las oficinas. En la recepción había un chico italiano con el que nos pudimos entender en español y le explicamos nuestro problema. Tuvimos mucha suerte porque gracias a él pudimos gestionarlo todo más rápido. Nos acompañó hasta uno de sus compañeros y le explicó nuestro incidente en inglés. Finalmente, nos dijeron que lo gestionarían con la agencia española con la que habíamos contratado el servicio y nos reembolsarían el importe.
Después nos decantamos por volver a la habitación y pasar el resto de la tarde en la playa del hotel. De camino no pudimos evitar hacer algunas paradas. Primero frente a un cementerio, estos lugares siempre nos llaman la atención porque nos dicen mucho de la cultura de un país. En este caso vimos que entierran a la gente.
Cementerio
La segunda parada fue en el puerto de la capital. No era muy grande, pero había algunos barcos que sí lo eran. Nos sorprendió ver que algunos de ellos pudieran llegar hasta el muelle porque no parecía que hubiera mucha profundidad. La última parada fue en una pequeña zona rocosa en el extremo noroeste de la isla. A este lugar lo llaman Tuoro y tiene un significado religioso en la cultura del país.
Puerto de Avarua
Rarotonga - Tuoro
Frente a la playa del hotel había una laguna, no era tan grande como la de Muri Beach pero el agua estaba muy calmada. Decidimos hacer algo más que tirarnos en la playa, nos pusimos las gafas y el tubo para practicar un poco de snorkel. Vimos muchos peces, algunos parecidos a los que vimos en Aitutaki el día anterior y también otros diferentes. Algunos eran sencillos y de un solo color, mientras que otros tenían una gran variedad de colores.
Snorkel en Rarotonga
Snorkel en Rarotonga
Después de pasar la tarde en la playa y ver de nuevo el atardecer, era hora de ir a cenar. Tal como hicimos el día anterior, cogimos la moto y fuimos hasta Avarua para buscar un restaurante. Entramos en el The New Palace Café y vimos que tenía un menú muy variado. Pedimos un pollo tikka massala y un plato vegetariano. Ambos estaban muy buenos. La comida del país nos estaba sorprendiendo satisfactoriamente.
Cena
Cena
La señora del restaurante era muy simpática y le preguntamos si nos cambiaba algunas monedas. Al poder pagar con dólar neozelandés era difícil obtener dólar de las Islas Cook. Algunas de las monedas del país son muy curiosas y queríamos llevarnos algunas de recuerdo. Sin ningún problema nos cambió todas las monedas que necesitábamos. Después volvimos con nuestra moto al hotel para pasar nuestra última noche en la isla.
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