Día 3 (12/03/2018) - Auckland ➞ Christchurch
Escala en Auckland
Más de 20 horas de vuelo tardamos en llegar a Auckland desde Barcelona. Habíamos estado casi un día entre vuelos y esperas en 3 aeropuertos diferentes, pero por fin habíamos llegado a ¡¡¡Nueva Zelanda!!! El país más alejado del nuestro, o lo que es lo mismo, a nuestras antípodas. Todavía no habíamos acabado con los desplazamientos en avión, nos faltaba subir a uno para llegar a Christchurch.
En el aeropuerto de Auckland hay dos terminales, uno para vuelos internacionales por el que habíamos llegado, y otro para vuelos locales por el que teníamos que salir hacia nuestro destino. Antes de poder hacer el cambio de terminal tuvimos que pasar el control de entrada. En Nueva Zelanda hacen una revisión bastante exhaustiva del equipaje. Esto lo hacen solo en el primer aeropuerto que pisas al llegar al país. Examinaron a fondo el calzado, por si había restos de tierra o alguna otra cosa en la suela y también si llevábamos comida. Quieren mantener su ecosistema propio y no dejan entrar con cualquier cosa que pueda hacerlo peligrar.
Recogimos las mochilas y fuimos a buscar como ir de una terminal a otra. Antes de salir encontramos la estatua de Gimli, el enano de "El Señor de los Anillos". En este país es donde se rodó la trilogía y nada más llegar ya vimos referencias a la saga. Sergio no pudo evitar sacarse una foto con este personaje.
Aeropuerto de Auckland - Gimli
Después de la primera anécdota del viaje, salimos de la terminal para subir a un autobús lanzadera que lleva hasta la otra. El trayecto apenas duró unos 10 minutos, pero caminando con las mochilas hubiéramos tardado bastante más. Volvimos a facturar las mochilas y pasar el control antes de llegar a la puerta de embarque. Empezábamos a estar cansados de tanto avión y horas de vuelo, pero ya solo faltaba un trayecto corto para llegar a Christchurch y empezar el recorrido por carretera.
Llegada a Christchurch
Cuando llegamos a Christchurch era el día 12 por la mañana, día y media después de haber salido de Barcelona. Entre las horas de vuelo y el cambio horario habían pasado casi 2 días desde nuestra salida de casa. Teníamos muchas ganas de empezar el viaje y sin perder tiempo recogimos las mochilas. Antes de salir del aeropuerto había un puesto de Vodafone donde comprar una tarjeta SIM para Nueva Zelanda y paramos a comprar una.
Aeropuerto de Christchurch
Habíamos alquilado una autocaravana con Britz para recorrer el país, nos tenían que venir a buscar al aeropuerto para llevarnos a sus oficinas. Cerca de la salida del aeropuerto hay un teléfono que pudimos utilizar de forma gratuita para llamar y avisar que ya podían venir a buscarnos. Nos dijeron que tardarían, así que aprovechamos para tomar un café y despejarnos un poco, que falta nos hacía. Después salimos de la terminal y fuimos al lugar donde nos habían dicho que vendrían a recogernos.
Las oficinas de Britz no estaban muy lejos y tardamos unos 10 minutos en llegar. Aquí empezó a descuadrarnos el plan que teníamos preparado para este primer día. Estuvimos cerca de 3 horas en las oficinas hasta que pudimos salir con la autocaravana, que sería nuestra casa con ruedas durante los próximos 16 días.
Primero tuvimos que rellenar una hoja que nos dieron en la entrada. Después nos dejaron una Tablet, donde había unos videos explicativos de como se circula por Nueva Zelanda, circulan por la izquierda como los ingleses. También había unos videos que explicaban como funciona la autocaravana. Desde como montar la cama hasta como rellenar el depósito de agua. Cuando acabamos de ver los videos, una chica chilena que trabajaba en Britz, vino para explicarnos como funcionaba todo antes de darnos las llaves del vehículo. Tuvimos suerte, porque así nos enteramos mejor de como funcionaba todo, los videos estaban en inglés y nos habían quedado algunas dudas.
Autocaravana
Cuando acabamos con la clase teórica salimos al parking, donde vimos por primera vez la autocaravana que nos llevaría a recorrer Nueva Zelanda. Recibimos unas clases prácticas de como funcionaba todo lo relacionado con el vehículo y algunas recomendaciones que nos dio la chica chilena que nos atendió. Finalmente, nos dio las llaves para que pudiéramos empezar con nuestra aventura.
Christchurch
Habíamos llegado relativamente temprano al aeropuerto, pero habíamos perdido mucho tiempo en las oficinas de Britz. Desde aquí no tardamos mucho en llegar a Christchurch y fuimos directos al centro de la ciudad. Por lo que habíamos leído, no tiene grandes atractivos turísticos y lo más llamativo se encuentra en el centro. Aparcamos en una de las calles más céntricas con la autocaravana y fuimos a pagar en una de las máquinas, pero no conseguimos averiguar como funcionaban. Preguntamos a un par de personas que paseaban por la calle y no nos quisieron ayudar. Decidimos que lo mejor era ir a buscar otro lugar donde dejar el vehículo.
Después de dar un par de vueltas llegamos a un solar que hacía las funciones de parking. Aquí también había una máquina para pagar, pero era más sencilla y conseguimos sacar el ticket sin ningún problema. Con la autocaravana aparcada, cogimos dinero y la cámara antes de empezar a recorrer la ciudad. Nada más empezar a caminar notamos que hacía mucho calor. En Nueva Zelanda era el final del verano y las temperaturas eran altas. Nosotros veníamos con pantalón largo del avión y todavía lo notamos más. Para el día siguiente ya nos pondríamos en pantalón corto, pero todavía no sabíamos como cambia el clima en este país de un día para otro.
Sabíamos más o menos lo que nos íbamos a encontrar en esta ciudad. Christchurch sufrió un fuerte terremoto en 2011 y todavía se estaban recuperando de sus destrozos. La primera impresión que tuvimos fue que había muchas obras y las calles estaban un poco desiertas de gente. De primeras, lo que más nos gustó fue el tranvía que circula por la ciudad y que tiene un aspecto clásico. Además, este medio de transporte pasa por en medio de uno de los centros comerciales.
Christchurch
Christchurch - Tranvía
El primer punto de interés que quisimos visitar fue el Re:START Mall. El motivo principal fue que ya era mediodía y aquí encontraríamos donde poder comer. Este lugar se construyó después del terremoto con contenedores para albergar negocios. Después del desastre que sacudió la ciudad en 2011, muchos negocios se quedaron sin sus locales y aprovecharon los contenedores para poder seguir con ellos. Cuando llegamos nos llevamos una decepción, apenas quedan unos pocos contenedores que utilizan para vender comida. Fue una decepción a medias, porque esto significaba que los negocios se habían restablecido en nuevos locales. Compramos unas hamburguesas y nos sentamos en una de las mesas que tenían para comer.
Christchurch - Re:START Mall
Cerca del Re:START Mall había un arco y nos acercamos para verlo. Por aquí también pasaba el tranvía y circulaba un pequeño río que fuimos siguiendo hasta nuestro próximo destino. Antes de llegar nos encontramos con una estatua bastante moderna, pero no conseguimos averiguar su significado. Parecían unos pocos tallos de trigo cogidos con una cinta.
Christchurch
Christchurch
La siguiente visita y seguramente el mayor punto de interés de la ciudad, fue la iglesia antigua de Christchurch. Cuando nos acercamos, la iglesia parecía estar en buen estado, la fachada desde ese lado estaba entera. Fue al rodear el edificio, cuando empezamos a ver y entender el destrozo que supuso el sismo de 2011. En otra parte de la iglesia había una gran estructura metálica que aguantaba el techo para que no se derrumbarse, y así poder mantener la mayor parte de la estructura original en pie.
Iglesia antigua de Christchurch
Iglesia antigua de Christchurch
Continuamos con nuestro paseo por la ciudad de Christchurch. No teníamos mucho tiempo para realizar la visita, pero tampoco era uno de los lugares con mayor interés de Nueva Zelanda. Pasamos por una zona donde había un pequeño centro comercial. Éste nos gustó más, estaba formado por edificios que parecían casas de estilo clásico. Además, el tranvía pasaba por en medio. Antes de la última visita, cruzamos un parque con una figura muy peculiar. Se trataba de una figura romboide en 3 dimensiones. Pero lo curioso es que se aguantaba por una de sus esquinas. Había un sistema de alambres tensores que hacían que la estructura se aguantara de pie, a pocos metros del suelo.
Christchurch
Christchurch
La última parada en Christchurch fue en la iglesia nueva. Era un edificio bastante peculiar, tenía una forma triangular. Por fuera había unas cristaleras de colores, pero nada hacía indicar que era una iglesia. Una vez dentro había símbolos cristianos. No vimos nada que fuera de mayor interés, además hacía muchísimo calor en el interior del edificio y decidimos volver a la calle.
Iglesia nueva de Christchurch
Volvimos a la autocaravana y fuimos a buscar un supermercado para hacer la compra. Una de las ventajas que tenía viajar con este tipo de vehículos era ahorrar en comida. Nuestra casa con ruedas disponía de nevera y cocina, con lo que nos podríamos ahorrar una buena cantidad de dinero durante el viaje. Sobre todo, teniendo en cuenta que en Nueva Zelanda comer de restaurante no es precisamente económico.
La chica de la oficina de Britz nos había recomendado comprar en los supermercados Pak'nSave y Countdown. Eran los que estaban mejor de precio, así que fuimos a buscar uno. Encontramos un Pak'nSave y decidimos ver que tal era. Ni la nevera ni cajones de la autocaravana eran muy grandes, tuvimos que hacer la compra pensando a corto plazo, para 3 o 4 días. Los supermercados y tiendas son algo que siempre nos llama la atención en nuestros viajes, nos gusta ver las diferencias con los que tenemos cerca de casa. En Nueva Zelanda pudimos ver que los supermercados son muy grandes, pero por lo demás muy parecidos a los nuestros. Es en los productos donde pudimos ver mayor diferencia, sobre todo con las marcas. Compramos un poco de carne, verdura, fruta, pan, leche, etc. Suficiente para los próximos días.
Lyttelton
La idea inicial era ir hasta Akaroa y dormir allí, pero se nos había hecho más tarde de lo esperado y no nos daba tiempo de llegar. Decidimos desplazarnos hasta Lyttelton, un pueblo cercano a Christchurch. No tardamos mucho en llegar a esta pequeña población que tiene acceso al mar. Lyttelton tiene muchas cuestas y fue fácil encontrar un lugar donde pararse a disfrutar de las vistas. Desde esta localidad puede verse la península de Banks, donde se encuentra Akaroa.
Lyttelton
Mientras disfrutábamos de las vistas, Sergio empezó a notar el jet-lag. La diferencia horaria es de 12 horas con respecto a España, habíamos viajado durante cerca de 30 horas y pasado el día haciendo algunas visitas. El jet-lag vino de repente, pero hizo que Sergio ya no pudiera volver a conducir de vuelta a Christchurch.
Camping en Christchurch
Para el primer día habíamos tenido bastante y fuimos a buscar un camping donde poder dormir. La chica de la oficina de Britz nos recomendó que la primera noche durmiéramos en un camping para recargar la batería de la autocaravana. Encontramos el South Brighton Holiday Park en el área de South New Brighton. Nos costó 21€ con acceso a electricidad. Teníamos pensado no gastar mucho en campings, ya habíamos gastado bastante en el vehículo. En los próximos días compensaríamos un poco durmiendo en aparcamientos gratuitos.
Interior de la autocaravana
Aprovechamos las instalaciones del camping para tomar una ducha. Estábamos muy cansados, así que preparamos la cena y organizamos todo lo que llevábamos para los próximos días. Al día siguiente teníamos pensado hacer muchos kilómetros, así que teníamos que estar descansados para tantas horas de conducción.
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