Día 2 (23/02/2012) - Roma
Desayuno
Nos despertamos sobre las 8 de la mañana para aprovechar el día y poder hacer todas las visitas que teníamos planeadas. Teníamos el desayuno incluido en el hotel, así que, bajamos al comedor. El desayuno constaba de un buffet libre donde había cereales, bollería, huevos revueltos, bacón, salchichas, embutido y pan. Para beber había leche, zumos y café. Tomamos un buen desayuno para empezar la mañana con fuerza y poder recorrer caminando lo que teníamos planeado para hoy. Subimos de nuevo a la habitación para coger una mochila pequeña con todo lo que pudiéramos necesitar durante el día y nos pusimos en marcha.
Colonna di Marco Aurelio y Obelisco di Montecitorio
Salimos del hotel y fuimos en dirección a la Piazza Navona, pero por el camino nos detuvimos para ver dos monumentos. El primero de ellos fue la Colonna di Marco Aurelio, en la Piazza Colonna y frente al Palazzo Chigi, muy cerca de nuestro hotel. Esta columna fue construida entre el año 176 y el año 192 para conmemorar las victorias del emperador Marco Aurelio contra los germanos y los sármatas. Originalmente había una estatua de Marco Aurelio en la parte superior, pero actualmente se encuentra una estatua de san Pablo por orden del papa Sixto V en el siglo XVI.
Colonna di Marco Aurelio
Cruzamos la Piazza Colonna y llegamos a la Piazza Montecitorio, donde encontramos el segundo monumento antes de llegar a la Piazza Navona. En esta plaza encontramos el Obelisco di Montecitorio, frente al Palazzo Montecitorio, donde actualmente está la Cámara de los Diputados italiana. Este obelisco de origen egipcio fue traído a Roma junto al obelisco Flaminio en el año 10 a.c. por el emperador Augusto. El obelisco mide cerca de 22 metros de altura y casi 34 metros incluyendo la base y la figura que hay en la cima.
Obelisco di Montecitorio
Piazza Navona
Después de ver estos dos monumentos llegamos a la Piazza Navona, una de las plazas más famosas de la ciudad romana. En esta plaza hay varias esculturas, fuentes, una iglesia y el Palazzo Pamphili. La plaza está situada donde un día se levantaba el Estadio de Domiciano, donde los romanos acudían a ver los juegos. El estadio albergaba los juegos atléticos griegos, lo que equivaldría a los Juegos Olímpicos de la época, pero solo de atletismo. En el siglo XV, con el papa Sixto IV, fue cuando este espacio se convirtió en público y se convirtió en plaza. Con el papa Inocencio X fue cuando la plaza adquirió el actual estilo barroco.
Piazza Navona
Lo primero que vimos al entrar en la plaza fue una de las fuentes. Entramos por la zona norte de la plaza y donde está situada la Fontana di Nettuno, construida en 1574 por Giacomo della Porta. En ella puede verse una estatua de Neptuno rodeado de otras estatuas, aunque éstas son del siglo XIX. En el otro extremo de la plaza, el lado sur, se encuentra la Fontana del Moro, construida en 1576 también por Giacomo della Porta. Las estatuas de esta fuente fueron añadidas posteriormente por Bernini.
Piazza Navona - Fontana di Nettuno
De los monumentos y fuentes de la plaza, la que más nos llamó la atención y más nos gustó, fue la fuente que hay en el centro. La Fontana dei Quattro Fiumi, en español fuente de los Cuatro Ríos, llamó nuestra curiosidad nada más llegar a la plaza. La fuente fue construida por Bernini entre 1648 y 1651, en ella hay 4 estatuas que representan los 4 grandes ríos que se conocían, uno por continente, el Nilo en África, el Ganges en Asia, el Danubio en Europa y el Río de la Plata en América. Del centro de la fuente se levanta el obelisco de Domiciano que mide más de 17 metros de altura.
Piazza Navona - Fontana dei Quattro Fiumi
Piazza Navona - Obelisco de Domiciano
En uno de los laterales de la plaza, justo frente a la fuente de los Cuatro Ríos, se encuentra la iglesia Santa Inés en Agonía. Esta iglesia la mandó construir Inocencio X en 1652 y los arquitectos fueron Girolamo Rainaldi y su hijo Carlo Rainaldi. La iglesia se levanta en el punto donde según la tradición, Santa Inés fue obligada a desnudarse en público y a renunciar a su fe cristiana, pero fue cubierta milagrosamente por sus cabellos que crecieron de golpe. Accedimos al interior y dimos una vuelta donde nos sorprendió la cúpula que hay en el centro. Después de dar una vuelta volvimos al exterior para ver la Fontana del Moro y finalizar nuestra visita a esta espléndida plaza.
Iglesia Santa Inés en Agonía
Iglesia Santa Inés en Agonía
Campo de Fiori y Piazza Farnese
Caminamos unos pocos metros al sur de la Piazza Navona para llegar hasta el Campo de Fiori, que literalmente quiere decir campo de las flores. Donde había un prado lleno de flores se construyó esta plaza en el año 1456 por encargo del papa Calixto III. En ésta tuvieron lugar algunas ejecuciones públicas, como la del filósofo Giordano Bruno en el año 1600. En memoria de este filósofo se construyó un monumento en el año 1889. El motivo que nos llevó a visitar esta plaza fue que aquí se celebra un mercado y queríamos visitarlo. Estaba llena de puestos de comida, ropas o utensilios de cocina, entre otras cosas. Recorrimos un poco el mercado hasta que salimos por el extremo opuesto al que habíamos llegado.
Campo de Fiori
Solo tuvimos que cruzar un par de calles pequeñas para llegar a la Piazza Farnese. Hasta ahora todo lo que habíamos visto estaba muy cerca. Esta plaza fue mandada construir por Alessandro Farnese, quien se convertiría después en el papa Pablo III, para tener un espacio abierto frente a su palacio. Las obras empezaron a principios del siglo XVI, pero se acabaron a mediados de ese mismo siglo bajo la dirección de Miguel Ángel. Esta plaza estaba muy vacía en comparación con la que acabábamos de visitar y no era difícil ver todo lo que había en ella. La plaza contenía dos fuentes, una iglesia y el Palazzo Farnese. Hicimos algunas fotos aprovechando que había poca gente y observamos tranquilamente los edificios que la rodeaban.
Piazza Farnese
Piazza del Campidoglio
Para después de comer habíamos quedado con una chica romana y que nos hiciera un tour por el Coliseo de Roma, el Monte Palatino y el Foro Romano. Por este motivo, decidimos ir hasta los alrededores del Coliseo para estar cerca de la zona. Para llegar hasta aquí tuvimos que caminar cerca de 1 hora, callejeando por Roma mientras disfrutábamos de algunas plazas, fuentes y hasta ruinas del antiguo imperio romano. Cuando llegamos por la zona del Coliseo todavía faltaba un rato para la hora de comer, así que, para hacer tiempo visitamos la Piazza del Campidoglio.
Esta plaza estaba bastante concurrida y no nos extrañó porque es digna de visitar. Fue diseñada por Miguel Ángel en el siglo XVI. En el centro hay una estatua de Marco Aurelio a caballo, aunque ésta es una réplica de la original que se encuentra en los Museos Capitolinos. En la plaza se encuentra el Palazzo Senatorio que cuenta con una doble escalinata para llegar hasta la entrada. Este palacio es actualmente utilizado como sede del ayuntamiento de Roma. Después de visitar la plaza fuimos a buscar un restaurante por la zona, para reponer fuerzas antes de las importantes visitas que teníamos programadas para la tarde de hoy.
Piazza del Campidoglio
Piazza del Campidoglio - Estatua de Marco Aurelio
Coliseo de Roma
Cuando acabamos de comer todavía faltaba un rato hasta la hora que habíamos quedado con la chica que nos haría de guía. Dimos una pequeña vuelta por los alrededores del Coliseo de Roma y pasamos por el Foro de Trajano, lugar que hoy no visitaríamos, pero que teníamos anotado para ver en los próximos días. Después de hacer algo de tiempo nos acercamos hasta el ¡¡¡Coliseo de Roma!!! donde pudimos observar el inmenso edificio mientras esperábamos que llegase la hora de empezar la visita.
Hablar del Coliseo de Roma es hablar de uno de los edificios más impresionantes del mundo, es hablar de una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo, es hablar de uno de los edificios que siempre habíamos tenido en nuestra lista de imprescindibles. Obviamente, este edificio también es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La visita que íbamos a hacer durante la tarde consistía en el Coliseo de Roma, el Monte Palatino y el Foro Romano.
Coliseo de Roma
Conocimos a nuestra guía y a otra pareja con la que compartiríamos el recorrido por la zona más importante de la ciudad. Empezaríamos por el plato fuerte de Roma, por el Coliseo, el edificio más icónico de la ciudad y de la historia de Roma. Nada más acercarnos no pudimos evitar sentirnos pequeños frente a este inmenso edificio. Pagamos la entrada de 12€, que también valía para entrar al Foro Romano y al Monte Palatino. Empezamos a recorrer el pasillo más exterior bajo los arcos de la estructura.
El Coliseo de Roma es un edificio construido en el siglo I d.c., fue mandado construir por el emperador Vespasiano en el año 70 y fue terminado bajo el mandato del emperador Tito diez años más tarde. Su nombre original fue Anfiteatro Flavio, el actual nombre viene dado porque cerca de este edificio estaba la gran estatua del Coloso de Nerón, aunque ésta ya no existe.
Caminamos un poco y después de subir unas escaleras accedimos a la zona donde antiguamente estaban los asientos de las gradas. Desde este lugar pudimos contemplar lo que queda del gran Coliseo de Roma. Gran parte de la estructura está derruida y apenas queda algún sitio de las gradas con asientos.
Coliseo de Roma
Las graderías de este anfiteatro tenían un aforo de 50.000 espectadores. Éstos se repartían de forma que el emperador y los senadores estaban en los asientos más cercanos a la arena. Conforme se iban ascendiendo filas en el Coliseo, menor relevancia tenía la persona en la sociedad romana. Este edificio albergaba luchas de gladiadores y espectáculos públicos tan diversos como podían ser recreaciones de famosas batallas, ejecuciones o caza de animales.
Coliseo de Roma
En el centro, donde estaba la arena y luchaban los gladiadores, solo podía verse la estructura que formaban los pasillos que había debajo de la arena.
Coliseo de Roma
Nuestra guía nos explicó que la falta de asientos en las graderías es fruto de que, cuando el Coliseo dejó de usarse en el siglo VI, los romanos utilizaron este edificio y otros como cantera. Las canteras para construirse las casas estaban muy lejos y era más sencillo coger piedras ya talladas de edificios en desuso, dejando solo el mármol de los asientos de los senadores. Se extrajo material de este edificio hasta que fue convertido en santuario cristiano. Cuando el imperio romano de Occidente cayó en el año 476, los bizantinos continuaron utilizando el anfiteatro, pero en el siglo VI dejó de utilizarse. Desde entonces el Coliseo tuvo diferentes usos además del de cantera, fue utilizado como sede de una orden religiosa, de refugio y de fortaleza.
Pasamos un rato asombrados viendo las ruinas del Coliseo mientras nuestra guía nos explicaba su historia. Personalmente, nos impresionó mucho este gran edificio, tanto por dentro como por fuera, sin duda un monumento que hay que visitar al menos una vez en la vida.
Desde donde nos encontrábamos, tratamos de imaginarnos como sería ver una lucha de gladiadores desde ese lugar. Ver como un grupo de hombres luchaban en la arena a vida o muerte, mientras miles de personas observaban y clamaban desde esas graderías. Seguro que no podríamos ni acercarnos a la sensación de lo que tuvo que ser el Coliseo en aquella época. Después de las explicaciones de nuestra guía y tomar unas cuantas fotos, continuamos recorriendo la zona habilitada del edificio.
Coliseo de Roma
Coliseo de Roma
Finalmente, llegamos a la salida desde donde pudimos observar de nuevo la estructura exterior del gran Coliseo de Roma.
Coliseo de Roma
Al salir del Coliseo vimos varios señores disfrazados de romano, pero nuestra guía nos aconsejó no hacerles fotos porque nos iban a querer cobrar. Seguimos el consejo y continuamos con nuestra visita. Solo dimos unos pocos pasos hasta llegar al Arco de Constantino situado frente al Coliseo. Este arco del triunfo se construyó para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio. Este arco del triunfo mide 21 metros de alto, cerca de 26 metros de ancho y algo más de 7 metros de profundidad. Hicimos una breve parada frente al arco para hacernos algunas fotos antes de continuar con nuestra visita guiada.
Arco de Constantino
Monte Palatino
Cerca del Coliseo se encontraba el Monte Palatino, nuestro próximo destino. Éste se encuentra entre el Circo Máximo y el Foro Romano. El Monte Palatino es una de las siete colinas de Roma, en concreto la colina que queda en el centro rodeada por las otras seis. Según cuenta la leyenda, en este monte es donde el pastor Fáustulo encontró a Rómulo y Remo, en una cueva donde habían sobrevivido gracias a que una loba los amamantó. Rómulo y Remo fueron los hermanos que fundaron la ciudad a orillas del río Tíber. Cuando se hicieron mayores tuvieron una fuerte discusión y Rómulo acabó matando a su hermano Remo. Tiempo después, se arrepintió de lo que había hecho y puso el nombre de Roma, la ciudad que ambos fundaron, en memoria de su hermano.
Mientras nuestra guía nos iba contando la historia de la fundación de Roma llegamos al hipódromo de Domiciano. Este estadio fue mandado construir por Domiciano para celebrar competiciones y fiestas. Fuimos subiendo por el sendero que llevaba a la cima del monte y por el camino pudimos ver algunas casas antiguas, la Domus Flavia, Casa de Livia y Casa de Augusto.
Hipódromo de Domiciano
También accedimos a un pequeño museo que alberga estatuas, esculturas y otros objetos de valor encontrados en las excavaciones realizadas en el Monte Palatino.
Museo Palatino
Llegamos a la cima del Monte Palatino desde donde hay unas bonitas vistas de la ciudad. En esta colina es donde las familias más importantes de Roma construían sus casas, y el motivo era precisamente que desde aquí podían ver lo que ocurría en la ciudad. Desde aquí pudimos ver parte de Roma y el Foro Romano que visitaríamos a continuación.
Vistas desde el Monte Palatino
Vistas desde el Monte Palatino
En la cima también están los jardines Farnesiani, construidos en el siglo XVI, donde originalmente estaba situado el palacio de Tiberio. La palabra palacio proviene de la palabra palatino, porque en este monte es donde se construyeron los primeros edificios que hacían las funciones de palacio. Habíamos realizado un interesante recorrido ascendiendo por este monte desde donde se controlaba la antigua Roma, ahora tocaba descender para continuar con nuestra visita.
Jardines Farnesiani
Foro Romano
Muy cerca del Monte Palatino se encuentra el Foro Romano, así que no tardamos mucho en llegar a nuestro último destino con nuestra guía. El Foro Romano era la zona central de la antigua Roma, donde se encontraban los edificios que albergaban las instituciones gubernamentales, los mercados principales de la ciudad y los templos más importantes. Entre otros edificios, contenía el templo de Rómulo, el Arco de Septimio Severo, el Arco de Tito, la curia Julia, la basílica de Emilia, el templo de Vespasiano y Tito, la basílica de Majencio y Constantino y la Casa de las Vestales. La Via Sacra cruzaba el Foro Romano conectando este lugar con el Coliseo de Roma. Como pasó con el Coliseo, el Foro Romano se utilizó como cantera de mármol durante la Edad Media.
Uno de los primeros edificios que vimos cuando empezamos a pasear por el foro fue el Templo de Rómulo. Éste era un edificio circular hecho de ladrillo y con una entrada en la parte frontal. Después de caminar un rato por el foro y ver las diferentes ruinas que contiene, llegamos a uno de los puntos que más nos llamó la atención. Llegamos a un pequeño patio rodeado de estatuas de mujeres, esta era la Casa de las Vestales. Este edificio era un palacio de tres plantas que estaba frente al patio en el que nos encontrábamos. Aquí vivían las Vírgenes Vestales de Roma, las mujeres sacerdotisas de la ciudad. Las estatuas del patio eran las representaciones de las más importantes de la orden.
Foro Romano - Templo de Rómulo
Foro Romano - La Casa de las Vestales
Cerca de la salida vimos más ruinas y entre ellas el arco de Septimio Severo. Éste fue construido en el año 203 para conmemorar las victorias de Septimio Severo y sus hijos sobre los partos. Muy cerca de este arco están los restos del templo de Saturno, del cual apenas quedan unas pocas columnas en pie. Saturno era el dios de la agricultura y su templo fue construido alrededor del año 500 a.c.
Foro Romano - Arco de Septimio Severo
Foro Romano - Templo de Saturno
Habíamos visitado el Coliseo de Roma, el Monte Palatino y el Foro Romano, solo quedaba pagar a nuestra guía y darle las gracias por sus explicaciones antes de despedirnos.
Basílica de San Pietro in Vincoli
Después de despedirnos de nuestra guía y de la pareja que compartió la visita con nosotros, comenzamos a pasear por los alrededores del Coliseo de Roma. No muy lejos de este inmenso monumento llegamos a la basílica de San Pietro in Vincoli, literalmente San Pedro encadenado. Esta basílica es conocida por contener el mausoleo del papa Julio II, donde está la escultura de Moisés de Miguel Ángel. La basílica fue construida en el siglo V para guardar las cadenas con las que ataron a San Pedro. Éstas son la atracción principal de la basílica y lo pudimos verificar viendo la gran cantidad de gente que había frente a estas reliquias. Hicimos unas cuantas fotos en el interior antes de salir de nuevo a la calle.
Basílica de San Pietro in Vincoli - Escultura de Moisés de Miguel Ángel
Basílica de San Pietro in Vincoli - Cadenas de San Pedro
Piazza della Repubblica
Nuestro siguiente objetivo fue la Piazza della Repubblica. Ésta tiene forma semicircular, en la zona curva hay dos grandes edificios que siguen la forma de la plaza. Aquí estaban las termas de Diocleciano, las cuales se integraron en la construcción de la basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires. En el centro de la plaza se encuentra la fuente de las Náyades, las figuras representan a la Ninfa de los Lagos, la Ninfa de los Ríos, la Ninfa de los Mares y la Ninfa de las Aguas Subterráneas. Ya habíamos visitado algunas iglesias y las que todavía nos quedarían por ver, de modo que, descartamos entrar en la basílica que hay en la plaza y seguimos nuestro recorrido por la ciudad.
Piazza della Repubblica
Piazza della Repubblica - Fuente de las Náyades
Quattro Fontane y Fontana del Tritone
Nuestro siguiente destino era la Piazza di Spagna, pero de camino pudimos detenernos en dos lugares de interés. El primero de estos fue las Quattro Fontane, se trata de un cruce donde hay una fuente en cada una de sus cuatro esquinas. Éstas fueron construidas a finales del siglo XVI y las figuras que están esculpidas en las fuentes son de estilo renacentista. Hicimos fotos a cada una de las cuatro fuentes antes de continuar nuestro camino.
Quattro Fontane
El segundo punto de interés por el que pasamos fue la Piazza Barberini con su Fontana del Tritone. Debido al tráfico no pudimos acercarnos hasta la fuente y nos conformamos con hacer un par de fotos desde lejos. Ésta fue diseñada por Bernini, y ya eran varias las esculturas que veíamos de este artista en la ciudad de Roma. En esta fuente puede verse como el dios Tritón lanza un chorro de agua a través de una caracola, mientras es sostenido por cuatro delfines.
Fontana del Tritone
Piazza di Spagna
Acabado este interesante paseo que habíamos empezado en la Piazza della Republica llegamos a la Piazza di Spagna. Esta plaza es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Roma. El nombre viene dado porque aquí está situado el Palacio de España con la sede de la embajada española. En la plaza está la Fontana della Barcaccia, construida por el padre de Bernini y con ayuda de este último. En la fuente se ve representada una barca como su propio nombre indica.
Piazza di Spagna
Enfrente hay una escalinata que a media altura se bifurca y lleva hasta la iglesia de Trinità dei Monti. Una vez subimos los 135 escalones llegamos a una especie de balcón desde el que pudimos disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad.
Piazza di Spagna
Piazza del Popolo
Descendimos la escalinata de la Piazza di Spagna y siguiendo la calle por la que habíamos venido, llegamos hasta la Piazza del Popolo. La plaza del pueblo está situada en la zona norte de los dominios de la antigua ciudad. En esta zona estaba antiguamente la muralla de la ciudad y la Puerta Flaminia, que daba acceso a la Via Flaminia para dirigirse al norte. En el centro de la plaza había un obelisco egipcio dedicado a Ramsés II, mide 36 metros de altura contando la base.
Piazza del Popolo
Mirando desde el obelisco hacia la calle por la que habíamos llegado pudimos ver como desde esta plaza nacen 3 calles. A ambos lados de la calle del centro, la Vía del Corso, están situadas las iglesias gemelas Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesanto. Recorrimos durante un rato la plaza mientras sacábamos algunas fotos antes de volver a nuestro hotel.
Piazza del Popolo
Cena
Había sido un día bastante completo, así que, decidimos pasar por el hotel a dejar algunas cosas antes de ir a cenar. Nos habían recomendado que para comer o cenar probáramos el barrio del Trastévere. Para llegar a esta zona de la ciudad tuvimos que caminar bastante rato y cruzar el río Tíber por uno de sus puentes. Este barrio tiene cierto encanto, lleno de calles estrechas y de locales. Entramos en una de las muchas pizzerías que había y fue todo un acierto, aquí cenamos una de las mejores pizzas que habíamos comido jamás, por algo estábamos en Italia.
Durante el día de hoy habíamos caminado bastante, y para el día siguiente también teníamos pensado hacer muchas visitas, de modo que, volvimos a nuestro hotel a descansar y recuperar fuerzas para el día siguiente.
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