Día 10 (26/11/2021) - Saumur ➞ Angers ➞ Nantes
Saumur
Despertamos en el parking de autocaravanas que hay a las afueras de Saumur, y para nuestra sorpresa, lo primero que vimos fue el castillo en lo alto de una colina. Estábamos algo lejos pero podía verse perfectamente este lado del castillo. Tomamos el desayuno con vistas al castillo de Saumur. Aprovechamos que el parking tenía servicios para vaciar las aguas sucias y rellenar los depósitos con agua limpia. A estas alturas del viaje seguramente ya no necesitaríamos volver a llenar el depósito, solo nos quedaban tres días contando la vuelta hasta casa.
Castillo de Saumur
Una vez tuvimos todo preparado condujimos hasta el parking que hay junto al castillo. Desde aquí descubrimos unas bonitas vistas del pueblo de Saumur, con el río Loira cruzándolo. No teníamos intención de hacer la visita al interior de este castillo, además en estas fechas estaba cerrado y solo era posible verlo desde el parking. Nos conformamos con ver el exterior del castillo, como habíamos hecho desde el camping, pero en esta ocasión desde la fachada frontal. Pasados unos minutos decidimos bajar hasta el pueblo y dar una vuelta.
Castillo de Saumur
Encontramos un parking habilitado para autocaravanas en una zona donde había varios supermercados. Estábamos un poco lejos del centro, pero seguramente era una de las mejoras zonas para estacionar la autocaravana. Dimos una pequeña vuelta por una de las principales calles comerciales y llegamos hasta la place Saint-Pierre, donde está la iglesia con el mismo nombre. En general, vimos que no había mucha gente por la calle y muchos comercios estaban cerrados. Decidimos entrar en una cafetería que había en la plaza y tomamos una pasta con café con leche cada uno, por lo que pagamos un total de 6,9€.
Saumur – Place Saint-Pierre
De vuelta a la autocaravana pasamos cerca del río Loira. Tanto la noche anterior cuando llegamos al pueblo, como por la mañana para llegar al castillo, habíamos cruzado el río por un puente muy bonito. Antes de irnos queríamos ver el puente de cerca y descubrimos que desde aquí había unas bonitas vistas hacia las dos orillas. Desde la que estábamos pudimos ver por última vez el castillo de Saumur en lo alto de la colina. Así nos despedimos de este pueblo antes de continuar con nuestra ruta.
Saumur – Río Loira
Saumur – Río Loira
Angers
Cuando llegamos a Angers buscamos parking y nos tocó de nuevo aparcar a orillas del río Loira. Estábamos viendo que en muchos pueblos y ciudades, donde era más fácil encontrar parking habilitado para autocaravanas era cerca del río. Solo tuvimos que cruzar un puente y caminar unos pocos minutos para llegar cerca del centro. Era mediodía y decidimos entrar en uno de los restaurantes de la zona. Acabamos accediendo a La Gagane donde vimos que hacían un menú. Pedimos de primero gâteau de champignons ail-persil y de segundo parmentier de canard confit. Los dos platos estaban muy buenos y lo rematamos con el postre, crème brûlée pistache. Habíamos comido muy bien y en total pagamos 42€.
Comida en La Gagane - Parmentier de canard confit
Después de comer fuimos paseando tranquilamente en dirección al castillo de Angers. Era la principal visita de la ciudad, pero también queríamos hacer alguna que otra visita. Primero caminamos a lo largo de un paseo con zonas ajardinadas y donde también había un parque infantil. Aprovechamos para que Liam jugase un rato y así también tuviera su momento de diversión.
Angers
Pasados unos minutos nos decidimos por subir por unas escaleras que había junto al parque infantil. Éstas llevan hasta la catedral de Saint-Maurice, un edifico que desde abajo nos estaba llamando mucho la atención. La fachada delantera era muy bonita y no pudimos resistirnos acercarnos hasta el edificio. La construcción de la catedral se inició en el siglo XI y no acabó hasta el siglo XVI, es de estilo románico y gótico.
Angers - Catedral de Saint-Maurice
No nos entretuvimos mucho con la catedral y nos desviamos por una estrecha calle que había junto a las escaleras. Por aquí, cruzamos unas calles antiguas y estrechas que nos llevaron hasta la entrada del castillo de Angers. Sería el último castillo que visitaríamos en nuestra ruta por el Valle del Loira y queríamos visitar el interior. Cuando llegamos a la entrada vimos que había andamios porque estaban restaurando la muralla. Por un momento pensamos que estaba cerrado, pero a los pocos segundos vimos a gente que salía y cruzaba el puente. Sin perder tiempo cruzamos también el puente para llegar a la entrada.
Castillo de Angers - Muralla
Accedimos a la taquilla donde pagamos 19€ en total por la entrada y nos dieron un mapa del recinto. El castillo comenzó como fortaleza durante la ocupación del imperio romano, debido a su posición defensiva estratégica. Durante el siglo IX fue propiedad de los condes de Anjou. A principios del siglo XIII el rey Felipe II de Francia, reconquistó la región y su nieto Luis IX reconstruyó el castillo. Después pasó por otras manos como las de Luis I de Anjou, Luis II de Anjou o Enrique III entre otros. Hasta que hoy en día pertenece a la ciudad de Angers y se ha convertido en un museo.
Después de comprar las entradas pasamos directamente a los jardines, pudimos ver que estaban muy bien cuidados con los arbustos recortados. También había la estatua de un dinosaurio y Liam alucinó, tuvimos que quedarnos unos minutos en este lugar. A continuación, entramos en la iglesia y vimos que el interior era muy sencillo, recordándonos a la que habíamos visto pocos días atrás en Fontevraud.
Castillo de Angers - Jardines
Castillo de Angers - Iglesia
De nuevo en el exterior, cruzamos por una puerta que daba acceso a otro patio. Por la puerta que cruzamos encontramos que en la pared había gran cantidad de escudos, se trataba de los escudos de las casas que han pasado por este castillo. Entramos en el edificio que había justo al lado y descubrimos que había varias maquetas. En ellas se podía ver la evolución que había tenido el castillo a lo largo de la historia. Fue muy interesante ver como habían ido ampliando todo el recinto con nuevos edificios y murallas.
Castillo de Angers
Castillo de Angers
Cuando salimos del edifico vimos que había una rampa que descendía hasta un jardín. Aquí encontramos una puerta que da acceso a una tienda de souvenires. Dentro de la tienda descubrimos que había otra puerta que nos llevó a la estancia más interesante del castillo. En el interior encontramos el Tapiz del Apocalipsis, éste data del siglo XIV y es el más grande del mundo. Inicialmente el tapiz tenía unas dimensiones de 140 metros de largo por 6 metros de ancho y estaba dividido en 6 secciones. Hoy en día se conservan 104 metros de largo, siendo la sexta sección la más deteriorada.
Castillo de Angers
Castillo de Angers – Tapiz del Apocalipsis
Para acabar la visita al castillo subimos a las murallas. Desde fuera nos habían gustado mucho y desde arriba tuvimos unas muy buenas vistas. Por un lado, podíamos ver al completo el interior del recinto, donde destacaban los jardines y la iglesia. Por otro lado, era posible ver el exterior que nada tenía que ver con el castillo, con calles llenas de coches. Habíamos llegado un poco tarde al castillo y ya empezaban a cerrar. La visita había sido un poco rápida, pero habíamos podido hacer un recorrido muy completo.
Castillo de Angers
Castillo de Angers
Desde lo alto de las murallas habíamos visto que la fosa que rodea al castillo había sido reconvertida en jardines. Decidimos dar una vuelta alrededor del castillo para ver estos jardines y también ver por última vez las murallas que tanto nos habían gustado.
Castillo de Angers – Murallas y jardines
Aunque ya cerraban el castillo, todavía era temprano y decidimos dar una vuelta por el centro del pueblo. Encontramos varios decorados navideños, aunque se notaba que todavía no los tenían todos puestos. De todos modos, pudimos ver muchas luces y decorados como un gran corazón iluminado o un trineo donde se podían subir los niños. También pudimos ver algunas casas de estilo medieval.
Angers
Angers
Antes de abandonar Angers, cuando volvimos a la autocaravana, vimos que justo al lado había una feria. Decidimos ir a dar una vuelta y que Liam pudiese subirse en alguna atracción. La feria era bastante grande y solo vimos una parte, suficiente para encontrar algunas atracciones infantiles y que Liam pudiese subirse en un par de ellas. Pasado un rato volvimos a la autocaravana, queríamos hacer noche en Nantes y teníamos algo más de una hora de camino.
Nantes
Cuando llegamos a la ciudad de Nantes, una de las ciudades más grandes de Francia, vimos que íbamos a tener que hacer noche en las afueras. Por suerte, encontramos un camping-car park. Todavía teníamos dinero en la tarjeta que habíamos comprado pocos días atrás y decidimos aprovecharlo para gastarlo en este parking. Como en los otros campings que habíamos visto de este tipo, había varias autocaravanas y servicios básicos de agua y luz. Una vez encontrado este camping-car park, solo nos quedó hacer la cena y prepararnos para pasar la noche.
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