Día 8 (24/11/2021) - Langeais ➞ Ussé ➞ Chinon ➞ Fontevraud
Langeais
Empezamos el día comprando algo de desayuno en una pastelería que hay cerca del castillo de Langeais. Habíamos pasado la noche en un parking muy cerca del castillo y es lo primero que vimos al salir de la autocaravana. Para hoy teníamos planeado visitar el castillo de Langeais, el castillo de Ussé, la fortaleza de Chinon y llegar a dormir a Fontevraud. La idea inicial era ver por fuera el castillo de Langeais y visitar el interior del castillo de Ussé, pero según habíamos leído el día anterior, el segundo estaba cerrado en estas fechas. De este modo cambiamos nuestros planes iniciales y decidimos acceder al interior del castillo de Langeais.
Langeais
Castillo de Langeais
Tan solo tuvimos que caminar unos pocos metros para llegar a la primera visita del día. Para entrar hay que cruzar una puerta de madera que a esta hora ya habían bajado y hacía las veces de puente. Por la noche la suben y el acceso queda cerrado. Pagamos en total 20€ por entrar al castillo de Langeais. Cruzamos la tienda de souvenires y nos dispusimos a recorrer el interior del castillo.
Castillo de Langeais
Primero recorrimos unas salas, donde encontramos un comedor con una gran mesa, que estaba decorada como si estuviese preparado un banquete. Seguimos el recorrido marcado que obligaba a ir ascendiendo por una escalera de caracol, para poder recorrer todas las habitaciones. A continuación, llegamos a una gran sala donde había representados varios personajes hechos con muñecos de cera. Aquí nos detuvimos para ver la historia que contaban. En una de las paredes se podía ver un video y escuchamos parte de la historia del castillo. Al mismo tiempo, se iban iluminando unos u otros muñecos de cera, en función de si tenían relevancia en cada momento de la historia.
Castillo de Langeais - Comedor
Castillo de Langeais
Después llegamos a los antiguos dormitorios, que se parecían a los que habíamos visto en otros castillos que habíamos visitado estos últimos días. En estas habitaciones había una cama, una chimenea y unos pocos muebles. Como en las anteriores, nos seguía sorprendiendo que las camas fueran algo pequeñas, alguien que fuera un poco alto no cabe en estas camas.
Castillo de Langeais - Habitación
En las últimas estancias encontramos otras curiosidades como puede ser un telar. Había diferentes telas de diferentes colores y un telar, con el que seguramente habían confeccionado algunas de las telas con imágenes que había en el castillo. En las habitaciones adyacentes había una colección de urnas ornamentadas, armaduras y armas. Estábamos en la planta más alta y desde aquí tuvimos unas buenas vistas del pueblo y del jardín interior.
Castillo de Langeais - Telar
Castillo de Langeais - Urna
Descendimos hasta volver cerca de la entrada y nos dispusimos a recorrer el patio interior. Lo primero que pudimos ver fue un pequeño jardín formado por arbustos y plantas. Detrás de este jardín estaban los restos de una antigua muralla, que desde nuestra posición nos llamó la atención.
Castillo de Langeais
Recorrimos el pequeño jardín y vimos que los arbustos estaban bien recortados y verdes. En cambio, las otras plantas y flores no estaban en su mejor momento, imaginamos que en esta época del año sería lo normal. Cruzamos la antigua muralla y vimos que había unas escaleras de madera que llegaban hasta una ventana en lo alto del muro. No lo dudamos y subimos hasta la ventana. Desde aquí tuvimos las mejores vistas del castillo y el pueblo. La imagen que lo englobaba todo era muy bonita. Incluso podíamos ver la autocaravana desde la muralla.
Castillo de Langeais - Jardín
Castillo de Langeais – Vistas desde la muralla
Finalmente, Llegamos al otro extremo del patio interior que daba acceso a una zona boscosa. En el espacio que había antes del bosque pudimos ver una zona de juegos para niños. Por un lado había una casa en un árbol, por otro había un pequeño parque infantil y Liam aprovechó para jugar un rato.
Castillo de Langeais – Parque infantil
Cuando conseguimos sacar a Liam del parque infantil desandamos el recorrido que habíamos hecho por el patio interior del castillo y volvimos a la entrada. Subimos de nuevo a la autocaravana y nos encaminamos a nuestro nuevo destino. Antes de salir, coincidimos en que finalmente la visita al castillo de Langeais nos había gustado mucho, había sido una suerte que el de Ussé estuviese cerrado y lo hubiésemos cambiado por entrar al de Langeais.
Castillo de Ussé
En apenas unos veinte minutos llegamos al castillo de Ussé y comprobamos que efectivamente estaba cerrado. Por suerte, pudimos ver el edificio desde fuera aunque no fuera al completo. La razón de que querer visitar el interior de este castillo, es que sirvió como inspiración para escribir el cuento de "La Bella Durmiente". Además, según habíamos leído, algunas habitaciones están decoradas con escenas del cuento. Estábamos seguros que a Liam le hubiera gustado el interior de este castillo, pero también es cierto que se lo pasó genial en el parque del castillo de Langeais. Quizá en otra ocasión podamos visitar el interior de este castillo. Por el momento, nos contentamos con sacar algunas fotos del exterior, antes de continuar con nuestro camino.
Castillo de Ussé
Castillo de Ussé
Chinon
Llegamos al pueblo de Chinon cerca de las dos del mediodía. Aparcamos en una zona habilitada para autocaravanas que queda a la entrada del pueblo. Hay bastante desnivel desde la zona donde habíamos aparcado hasta el centro del pueblo. Tuvimos que bajar por un ascensor público que tienen para poder salvar este desnivel.
Chinon – Vistas desde el ascensor
Empezamos a recorrer el centro del pueblo buscando un restaurante donde comer. Eran las dos del mediodía y todos los locales estaban cerrando, no sabíamos donde íbamos a comer. Tuvimos que recorrer algunas calles hasta que encontramos una panadería. Aquí tenían unas porciones de pizza y vimos que era lo único que íbamos a encontrar para comer. Compramos una para cada uno y nos sentamos en un banco que había en la plaza. Sin duda no sería la mejor comida del viaje, pero habíamos aprendido que en Francia hay que comer pronto.
Chinon
Después de comer fuimos a la fortaleza de Chinon, el motivo por el cual habíamos venido hasta este pueblo. Cuando llegamos a la entrada nos advirtieron que cerraban a las cinco y ya eran más de las tres, con lo que teníamos menos de dos horas para hacer la visita. Pagamos un total de 21€ por la entrada, que además incluía una audioguía.
Lo primero fue cruzar el puente para salvar el foso que rodea a toda la fortaleza. A continuación, pasamos por la puerta que hay en la parte baja de la torre que hay en la entrada. Desde aquí descubrimos que hay unas muy buenas vistas de todo el pueblo y el río, nos tomamos unos minutos para sacar algunas fotos.
Fortaleza de Chinon
Fortaleza de Chinon
Seguimos el recorrido que nos indicaba la audioguía y pasamos por los restos de unos antiguos establos. Después accedimos al interior de un edificio. Aquí nos encontramos que en las habitaciones había decoraciones navideñas. Además, había juegos interactivos que funcionaban pisando unos círculos que hay en el suelo. Nos entretuvimos un buen rato con estos juegos, eran muy sencillos pero nos llamaron la atención y obviamente al que más fue a Liam. En el edificio también había dormitorios y otras salas donde había cuadros. En algunos de estos cuadros se mostraban diferentes árboles genealógicos de personajes importantes de la historia de Francia.
Fortaleza de Chinon
De nuevo en el exterior seguimos con el recorrido marcado. Llegamos a una torre a la que se podía acceder. Primero descendimos por las escaleras para llegar a unas antiguas celdas. Después subimos a la parte más alta para descubrir unas de las mejores vistas de la fortaleza, viendo al completo el edificio del que habíamos salido apenas unos minutos atrás.
Fortaleza de Chinon
Fortaleza de Chinon
Continuamos con el recorrido por una pequeña zona verde. Cuando nos encaminábamos a la última sección que nos quedaba por visitar, una trabajadora nos dijo que estaban cerrando y teníamos que salir. Faltaban apenas unos minutos para las cinco de la tarde y ya empezaban a cerrar. De todos modos habíamos visitado la mejor parte de la fortaleza y no teníamos más remedio que salir del recinto. Como para nosotros era temprano, paramos a tomar un café de camino a la autocaravana.
Fontevraud
Estábamos a menos de media hora de Fontevraud, pero entre la parada para tomar café y las condiciones de las carreteras secundarias de Francia, cuando llegamos ya era de noche. El parking para autocaravanas estaba en una zona residencial y no vimos nada en los alrededores aparte de casas. Aprovechamos que teníamos tiempo para que Liam jugase, ducharnos, cocinar y descansar. No tardamos en irnos a dormir y así poder empezar pronto las visitas del día siguiente.
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